Res N° 193 Tomo N° 6 Fo. 133

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Resolución N° 193 – F° 133 – T° 6
TÍTULOS: Habiendo mediado allanamiento en el incidente de embargo, por
parte del incidentado, se resolvió hacer lugar al recurso de apelación y en
consecuencia revocar el auto impugnado en la parte que carga al embargante
las costas del incidente, las que se distribuirán en el orden causado.
Santa Fe, 24 de Setiembre de 2.008.Y VISTOS: Estos autos caratulados “OCHOA, EDUARDO ADOLFO C/
ALEGRE, DIEGO S/ MEDIDAS DE ASEGURAMIENTO DE BIENES (Expte.
1394/07)
–
INCIDENTE
DE
LEVANTAMIENTO
DE
EMBARGO
PROMOVIDO POR ALEGRE, RÓMULO GUILLERMO C/ OCHOA,
EDUARDO ADOLFO” (Expte. Sala I N° 103 – Año 2008), venidos para resolver
el recurso de apelación interpuesto por Eduardo Ochoa contra la resolución de fecha
12 de marzo de 2008 (fs. 27/31) que hace lugar al levantamiento liso y llano de
embargo promovido por Diego Alegre, con costas a cargo del embargante; y,
CONSIDERANDO:
Que Rómulo Guillermo Alegre promovió incidente de
levantamiento liso y llano de embargo en relación con la cautelar de esa naturaleza
trabada sobre bienes muebles que afirma le pertenecen en propiedad, acompañando
en esa oportunidad fotocopia de facturas y título del inmueble donde esos bienes se
encontraban al momento de trabarse la medida y que coincide con el domicilio de la
persona respecto de la cual ésta iba dirigida.
Corrido traslado, el embargante manifiesta no oponerse a la pretensión, pero
pone de manifiesto que de los hechos narrados la posesión actual de los muebles
embargados le correspondía al incidentista, pero en forma aparente por cuanto la
documentación acompañada en fotocopia no cumple con lo requerido por los
artículos 137 y 35 de la ley ritual, pruebas que dice debe evaluarlas el juez.
En fecha 12 de marzo de 2008, el A quo dicta sentencia y evaluando que
dentro del reducido marco acordado por la ley procesal, la prueba oportunamente
arrimada por el incidentista resulta decisiva para justificar la propiedad de los bienes
cautelados en cabeza de ese tercero, por lo que corresponde disponer el cese del
embargo con costas a cargo del peticionante de la medida pues dicho tercero si vio
obligado a promover le incidente.
En relación con la prueba presentada, dice el magistrado que el promotor de
la cautelar no ha intentado desvirtuar la acompañada por lo que no se ve beneficiado
por la presunción que deriva de la posesión de los bienes respecto de la persona
contra la cual se dirigía la pretensión, hijo del incidentista que se domicilia en el
mismo lugar, dado que dicha presunción se ve enervada por la documental
presentada en estas actuaciones.
Recurrida la decisión, los agravios se limitan a criticar la carga de las costas
en la forma que las impuso el A quo, y al respecto se expone que el recurrente nunca
discutió las pruebas traídas al proceso, sino que se allanó ante su presentación,
solicitando que el juez tenga en cuenta las disposiciones formales referidas a la
agregación de pruebas documentales.
Reitera que su parte no discutió la prueba instrumental arrimada por el
tercero, sino la forma en que ésta fue presentada. Dice además que la cautelar no
puede ser tratada como “indebida”, como lo expresa la resolución, sino que se trata
de medidas de aseguramiento de bienes, llevándose adelante el embargo en el
domicilio del accionado que resulta ser el mismo que el denunciado por el
incidentista, no habiéndose exhibido al cumplirse con dicho acto ninguna
documental, lo que de haberse hecho hubiera evitado que se realice la medida.
Si bien en una lectura apresurada de lo actuado parecería que el recurrente
manifestó un cierto condicionamiento al momento de expresar el allanamiento,
resulta por otra parte evidente que la voluntad del incidentado fue la de no oponerse
al cese del embargo de los bienes muebles solicitado por el tercero, consecuencia de
la presentación de las facturas y comprobante de que el afectado por la cautelar se
domicilia en el mismo lugar que la persona contra la cual ésta era impulsada.
No obstante, la mencionada documentación glosada a fs. 4/16 consiste en
fotocopias que se adjuntan sin ninguna certificación, incumpliendo el actuario y el
mismo juez, una vez impuesto de esa situación, con lo que dispone el artículo 35 de
la ley 5531, acompañando el tercero los originales luego de la advertencia formulada
por el embargante. Esta situación no resta efectividad al allanamiento, ni la necesaria
característica de ser tempestivo e incondicionado, omitiendo el tribunal, estando
pendiente la cuestión de costas, proceder conforme lo dispone el artículo 230 del
CPCyC.
Resolución N° 193 – F° 133 – T° 6
En consecuencia, el allanamiento manifestado en forma oportuna, lleva a
considerar que corresponde en cuanto refiere a la cuestión de las costas del
incidente, la aplicación de lo que dispone el artículo 251, inciso 1° de la ley formal.
Por ello, la SALA PRIMERA DE LA CÁMARA DE APELACIÓN EN
LO CIVIL Y COMERCIAL DE SANTA FE, RESUELVE: Hacer lugar al
recurso de apelación y en consecuencia revocar el auto impugnado en la parte que
carga al embargante las costas del incidente, las que se distribuirán en el orden
causado. Costas en esta segunda instancia, a cargo del incidentista (art. 251 CPCyC).
Insértese, hágase saber, bajen.
CORDINI
GENESIO
SAUX
(En disidencia)
AMANDA B. de BULLRICH
(Secretaria)
DISIDENCIA DEL DR. GENESIO:
Es a todas luces evidente que quien vino a
solicitar en este incidente el levantamiento del embargo lo hizo forzado por la
cautelar que a solicitud de la contraparte de su hijo Diego Alegre, se trabó
oportunamente.
Es claro entonces que fue el embargante quien “por su culpa ha dado lugar a
la reclamación” que aquí formuló el afectado por el embargo (art. 251 inc. 1°, CPC).
Si a ello se suma que a la postre se accedió el levantamiento del embargo
arribo sin hesitar a que debe confirmarse la carga de las costas ordenada por el A
quo. A mi juicio las de esta Alzada deben también imponerse a la embargante en
razón de la derrota.
GENESIO
AMANDA B. de BULLRICH
(Secretaria)
Recurrente: Sr. Eduardo Adolfo Ochoa con el patrocinio de la Dra. Zulma Tomadín.
Contestaron traslado: Dres. Humberto D. Meili y Débora S. Furman por la
incidentista.
Origen: Juzgado de Prim. Inst. de Dist. en lo Civ. y Com. de la 2da. Nominación.
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