ANTONIO GUIJARRO GUTIERREZ, PINTOR UNIVERSAL Víctor Manuel Luna Muñoz El 25 de mayo fallecía en Madrid el pintor Antonio Guijarro. Con estas líneas queremos rendir homenaje a su persona y a su obra. No diremos nada que no se encuentre en las publicaciones que hay sobre él, en los archivos o en la prensa, pero tal vez los que lean estas líneas aprendan algo y se interesen por este importante pintor nacido en Villarrubia. Antonio Guijarro Gutiérrez, nació en Villarrubia de los Ojos un 17 de febrero de 1923. “La hermana Nicolasa «la tohonera», la comadre oficiosa que le asistió en su nacimiento, dijo con aire sentencioso nada más terminar de anudarle el cordón: «Me paece a mí que este muchacho tendrá suerte en la vida. Trae la cruz de San Benito en la mano derecha y el dedo de la Virgen en el calcañar. Y además ha salido con el pie derecho. Lo cual, que si mis cuentas no marran, cuando sea grande, pa mí que van a hablar de él en los papeles»”1. Y así fue. En Ciudad Real inició estudios de Arte en la Escuela de Artes y Oficios con el profesor Manuel Mendía. En 1942 ingresa en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y empieza a trabajar en los talleres de las Fallas para poder costearse los estudios. En 1944 se traslada a Madrid y continúa sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, teniendo como profesor de pintura a don Joaquín Valverde y obteniendo en 1948 el título de Profesor de Dibujo, aunque continuará aprendiendo modelado con Enrique Pérez Comendador. Su primera exposición individual “importante” la realizó en 1951 en la Galería Biosca de Madrid. Vendió bastantes cuadros y recibió buenas críticas. Según sus palabras “aquello me decidió a ser pintor toda la vida y renuncié a buscarme un empleo que me permitiera subsistir…”2. Pero en el diario Lanza del jueves 14 de abril de 1949 podemos encontrar una entrevista a nuestro pintor a raíz de su exposición en el Instituto de Ciudad Real. En esta entrevista habla de la existencia de una escuela manchega de pintura y de su participación en la exposición postista en la librería Buchholz en Madrid, en 1948. Como podemos ver, Antonio Guijarro, apenas terminados sus estudios ya exponía su obra. También en 1951 fue seleccionado por Eugenio d’Ors para participar en el “Salón de los Once”. Al año siguiente participó nuevamente en el Salón de los Once y en la Exposición Nacional de Bellas Artes obteniendo la Tercera Medalla. También participó en la XXV Bienal de Venecia y en la I Bienal Hispanoamericana que se celebró en Madrid. A partir de esa primera exposición (en Madrid) comienza una brillante carrera artística plagada de exposiciones, premios y viajes. Participa en la Bienal de Venecia (1952 y 1954). Obtiene el Premio Nacional de Pintura en 1954. Gana el Molino de Oro en la XVI Exposición Manchega de Artes Plásticas de Valdepeñas de 1955 por su cuadro “Cristo muerto”. Expone en Lisboa (1956 y 1959). También viaja mucho. A Nueva York (1953) con la beca “Conde de Cartagena” que concede la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. A Guinea becado por el Instituto de Estudios Africanos (1954). A Italia (1955) para ampliar estudios y visitar 1 2 José F. Arroyo, Guijarro, Madrid, 1974, p.7 José F. Arroyo, op. cit., pp. 22-23 museos, además de obtener la Medalla de Oro “Dell’Acienda Autonoma Riviera della Versilia” en el Concurso de Pintura de Viareggio. En 1956 obtiene la medalla de oro de los pintores de Árrica en la VII Exposición en la Círculo de Bellas Artes. En 1960 expone en la Sala de la Dirección General de Bellas Artes, figurando en el catálogo de esta exposición un texto del poeta Ángel Crespo. En 1961 vuelve a exponer en Lisboa y en 1962 gana la Pámpana de oro en el II Premio Valdepeñas de carácter nacional dentro de la XXIII Exposición Manchega de Artes Plásticas. El cuadro ganador se tituló “Desnudo” y el premio fue de 50.000 pesetas. En 1963 obtiene la Medalla de Bronce en la V Bienal de Alejandría, Egipto. En 1964 viaja a Noruega, exponiendo en Oslo. Realiza numerosos trabajos por encargo que le permiten vivir allí una larga temporada sin abandonar sus investigaciones. A partir de aquí su obra evoluciona hacia un concepto menos figurativo, más expresionista, donde el tema se convierte en pretexto y la gama de color adquiere resonancias nuevas tratando, de ser el principal personaje, descomponiendo las formas. En 1965 gana por oposición la Cátedra de Pintura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. En el diario ABC se da la noticia de la obtención de la cátedra, “tras reñidas oposiciones y por mayoría de votos”, el 21 de septiembre de 1966 En 1968 y 1969 expone en Estados Unidos: Nueva Orleans, Luisiana y Jackson. También en Noruega. En 1968 vuelve a participar en la Exposición de Valdepeñas obteniendo la Pámpana de Plata por su obra “Gran bodegón con letras”. En 1972 expone en la Galería Mancha de Ciudad Real. En 1973 es comisionado por la “Pacific Area Travel Association”, en San Francisco y viaja por Extremo Oriente y trabaja en Japón, China, Corea y Hawái. Entre 1976 y 1978 participa en las ilustraciones de tres libros: La fábula del Genil, poema de Pedro de Espinosa, que ilustra con once litografías en color, directamente realizadas sobre piedra. Arte de las putas, poema de Nicolás Fernández de Moratín, con diez grabados, punta seca, aguafuerte y aguatinta. También ilustra el cuento de Gabriel Miró, Las águilas, con ocho grabados al aguafuerte, al aguatinta y a la punta seca. Actualmente estas obras son cotizados objetos de colección entre bibliófilos. En 1981 gana la Primera Medalla en la XLII Exposición de Artes Plásticas de Valdepeñas por la obra “Pánico a la neumonía”. Y la vuelve a ganar en 1986. En 1988 deja la Cátedra de Pintura por jubilación. Incluso se dio noticia de ello en el diario ABC (3/12/1988). En 1989 expone en Nueva York y Lisboa. En los últimos años, ya sin necesidad de participar en Certámenes y Premios, expone en Ciudad Real (Galería Arjana, Espacio Caja Madrid, Museo de Alcázar de San Juan), en Madrid (Galería Alfama, Biosca, Espalter, Carlos Bermúdez), en Bilbao (Galería Tavira), en Oviedo (Galería Lancia). De sus últimas exposiciones aun se pueden encontrar referencias en internet. La página web de la Galería Carlos Bermúdez mantiene una exposición de Guijarro del 2007. Prueba de su reconocido prestigio es el hecho de que prácticamente todas sus exposiciones y premios han sido recogidos por la prensa, tanto provincial como nacional. El 25 de noviembre de 1954, el diario Lanza recoge la noticia del Premio Nacional de Pintura para Antonio Guijarro, ilustrándolo con una imagen del cuadro ganador con una representación de la Virgen con el Niño rodeados de Ángeles. Muchas de las noticias que encontramos en la prensa son artículos monográficos sobre sus exposiciones y su obra. En el suplemento Blanco y Negro del ABC del 21 de agosto de 1976, aparece un artículo monográfico sobre él con una entrevista. En ella, confiesa Antonio que no aprendió a leer hasta los nueve años. Aporta muchos datos personales y profesionales y cuenta con fotografías del artista en su estudio. En una se ve al fondo el cuadro que apareció en la portada del libro de las Ferias y Fiestas de Villarrubia de los Ojos de 1973. Ese cuadro se titula “Campesina cerca de Kove”. El 5 de octubre de 1983 en ABC aparece una imagen del retrato del Rey Juan Carlos y el Príncipe Felipe, que se expondrá en el Club Siglo XXI. En el ABC del domingo 24 de junio de 1984 hay un artículo titulado “El rey visto por los pintores” y aparece destacado el retrato pintado por Guijarro. Para pintar este cuadro le dieron total libertad, incluso para el tamaño y aunque pidió audiencia al Rey para poder estudiarlo detenidamente, tuvo que pintarlo sin poder entrevistarse con el Rey. En algunas entrevistas se le pregunta por el hecho de que parece estar enfadado con su tierra. Ante esto responde: “yo amo a mi tierra; me gusta mucho el suelo y el cielo, pero no el entresuelo. Y no me gusta porque me ha llevado al desencanto, al desamor y a la huida”. En la inauguración de una exposición en la Galería Arjana de Ciudad Real, el historiador Manuel Espadas Burgos, además de descubrir muchas de las calidades que como pintor y como persona tenía Guijarro, descubría alguna espina, ya que “nuestra tierra es olvidadiza con los suyos que, sin embargo le dan brillo por otras latitudes”. Nosotros conocemos algunos detalles que nos pueden descubrir que pudo tener motivos. En las actas del Pleno del Ayuntamiento de Villarrubia de los Ojos, en la sesión del 3 de septiembre de 1947 encontramos la solicitud que hacía Antonio Guijarro Gutiérrez, vecino de Carabanchel Bajo, en la que suplicaba le fuera concedida una beca para continuar sus estudios de Pintura y Dibujo en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Presentaba certificado de 16 asignaturas aprobadas, pero la corporación acordó por unanimidad desestimar la petición, porque la situación económica del municipio no permitía esos gastos. A modo de curiosidad, podemos añadir que en el siguiente punto del acta, se habla de que el ayuntamiento tenía establecidas dos becas para seminaristas pobres hijos de la localidad y se atiende la petición de un vecino de la localidad que está estudiando en el Seminario. En el Pleno celebrado el día 29 de octubre de 1981 se estudió la propuesta del Concejal Delegado de Cultura, Ramón Crespo López, sobre la creación de un museo de pintura. El concejal presentaba un informe en el que hablaba de las conversaciones mantenidas con Antonio Guijarro y en las que este había manifestado su deseo de donar al Ayuntamiento y al pueblo una importante colección de cuadros suyos con la condición de que el Ayuntamiento promoviese la creación de un museo con garantías suficientes de dignidad en su acondicionamiento y mantenimiento. Ante esta propuesta la corporación aprobó por unanimidad el inicio de conversaciones oficiales con el pintor para ver las condiciones que proponía para la donación de las obras y estudiar la posibilidad de que se cumplan por parte del Ayuntamiento. Se dio traslado de este acuerdo al propio artista en enero de 1982 y se recibió contestación por parte del mismo con fecha de 19 de enero de 1982, agradeciendo el interés mostrado y ofreciendo su colaboración, para lo cual queda en ponerse en contacto personal con el alcalde, Ricardo San Pastor Ortiz. Y aquí se acaba la documentación al respecto. Por otra parte, aunque actualmente hay una calle con su nombre en Villarrubia, en el polígono industrial “Santa Ana”, anteriormente ya tuvo otra calle con su nombre. En los padrones de habitantes de 1960 y 1965 encontramos la calle Antonio Guijarro, actual calle Ciudad Real. Lamentablemente no hemos encontrado documentación relativa al momento en el que se decide poner su nombre a la calle y el momento en el que se le quita. En 1996 el Ayuntamiento de su ciudad natal instauró un certamen nacional de pintura con su nombre, que ha llegado este año 2011 a su XV edición, ya que en el año 2009 no se organizó debido a problemas económicos que han hecho que en las dos últimas ediciones la cuantía de los premios haya disminuido. A pesar de que en los tiempos que corren es de agradecer el hecho de que se mantenga el certamen, Antonio Guijarro pensaba que el premio que se otorgaba era insuficiente, lo que influía e influye en la proyección nacional de los participantes. Otro de los motivos por los que seguramente se sintió molesto fue por los robos sufridos en “La Blanquilla”. Antonio Guijarro compro el caserío “La Blanquilla” (actual restaurante y alojamiento rural), lo restauró y lo convirtió en su estudio. Allí precisamente fue donde se refugio para pintar el cuadro del Rey y el Príncipe. Para finalizar nos consta que en los últimos tiempos estaba dispuesto a hacer alguna donación de obras al ayuntamiento, pero su repentina muerte y algo de pasividad hicieron que esto tampoco pudiera realizarse. Con estas líneas tan solo hemos pretendido traer a la memoria de todos la figura de este importante pintor, reconocido internacionalmente, que obtuvo los mejores premios y que tal vez en su pueblo natal, Villarrubia de los Ojos, al que siguió acudiendo hasta poco antes de su muerte, no sea el lugar en el que mejor se le conoce. SU IDEARIO - No se triunfa sin mérito y no se permanece olvidado con él. - No me interesó nunca el hermetismo de fórmulas de las academias. Traté de apartarme del servilismo de las escuelas, donde atrofian su ingenio los artistas imitando lo clásico y me aparté para trabajar a mi modo. - Yo creo que no hay género, sino calidades; hay pintores buenos o malos, simplemente. Al artista hay que pedirle clase y personalidad. - No hago pintura objetiva, sino subjetiva, y, sobre todo, que sea expresiva y que tenga color. Color, sí; el color es el principal personaje de mi obra. - ¿Cuál es el estilo en que podría clasificarse mi obra, el expresionista, el surrealista, el…? ¡Qué importa! Para mí el arte es magia. Trabajo construyendo no sólo formas, sino sensaciones. Entiendo siempre que el color es el principal personaje.