Las etapas del conocimiento 1ª parte En varias oportunidades nos

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Las etapas del conocimiento
1ª parte
En varias oportunidades nos hemos referido a lo verdadero y si se correspondía absolutamente
con la realidad del mundo, y también habíamos objetado la posibilidad de tener esas seguridades
absolutas. Ahora nos hemos de referir a los distintos niveles con los que nos manejamos en la
vida para conocer el mundo. No pretendemos hacer divisiones absolutas, sino solamente hacer
referencias de sentido práctico, y como siempre olamente emitimos juicios (opiniones).
En ese sentido hemos creído conveniente considerar cuatro niveles con los que nos manejamos
para adquirir conocimientos del mundo y de nosotros mismos:
1º) Hablaremos del mundo del diario vivir, de la vida cotidiana.
2º) Lo que damos por seguro, lo que es universalmente aceptado y corroborado por la ciencia en
la actualidad.
3º) Lo que está en discusión y por lo tanto es interpretado de forma diferente, según el criterio
utilizado.
4º) Las creencias religiosas que no se discuten.
Daremos un ejemplo sencillo de los cuatro niveles de conocimiento que proponemos:
1º) Vemos todos los días salir el sol por el este y ponerse por el oeste. No sentimos que la tierra
se mueva.
2º) De acuerdo con la Ciencia en la actualidad, todos aceptamos que es la tierra la que se mueve
sobre si misma y alrededor del Sol.
3º) El Sistema Solar gira a enorme velocidad en la periferia de la Galaxia, y si no es despedido se
debe a la hipotética materia oscura, que nadie sabe que es.
También es atraída por la energía oscura, que tampoco sabemos que es.
4º) Creer y tener Fe al igual que el Arte y el Sentir, dan un conocimiento de naturaleza diferente a
los anteriores.
Las dos primeras etapas del conocimiento, las trataremos en este artículo, la 3ª y 4ª con algunas
anotaciones al margen en el próximo.
En un primer nivel del conocimiento debemos considerar lo que nosotros al igual que los
animales, tomamos como real en el diario vivir. Si voy a cruzar la calle y me parece que viene un
vehículo voy a evitarlo, y si tengo sed trataré de tomar agua. De igual manera que cualquier otro
animal, utilizaré mis sentidos para huir de los peligros y buscar alimentos o pareja. Esta conducta
adaptativa nos han permito sobrevivir hasta ahora. Si no tomo como reales esas percepciones de
los sentidos, será porque estoy mentalmente enfermo. Como dice Heidegger, primero estamos en
el mundo y tenemos una serie de actividades no reflexivas para cuidar nuestras vidas.
El conocimiento inicial para cuidarnos es más instrumental y práctico que reflexivo. No nos
preocupa que algo sea verdad o no, sino que funcione, que nos brinde resultados útiles. Este
nivel del diario vivir está controlado, tanto en forma consciente como inconsciente, por las
funciones superiores de los seres Humanos, y de manera muy particular por la Ética.
No basta que encontremos el alimento o la pareja adecuada para nuestros deseos; sino que es
necesario que el hecho sea moralmente aceptable.
En un segundo nivel del conocimiento, consideramos lo que nuestra cultura a través de los
años nos ha señalado como cierto, y es habitual que sea científicamente aceptado, no obstante
que no podamos comprobarlo personalmente. Como ejemplo, nadie duda en la actualidad, que las
estrellas que vemos en la noche sean tales, y no pensamos que puedan ser agujeritos que dejan
pasar la luz desde afuera de la bóveda celeste, o que son los dioses Griegos que habitan en el
cielo, como lo creían en la antigüedad.
Es el mundo de creencias y verdades universalmente aceptadas por nuestra cultura, en
esta época y por esta sociedad. Nosotros la llamamos “Cosmovisión o Paradigma de
Base”. Esto no lo compartimos con los otros animales, es privativo de nuestra mente y de
nuestra cultura en un momento dado.
En ese sentido, tenemos las verdades científicas que han resistido el paso del tiempo y siempre
han sido corroboradas por las observaciones o experiencias realizadas, y que difícilmente puedan
ser cuestionadas. Como ejemplo podríamos tomar la existencia de las mencionadas estrellas, o
los átomos de la materia. Son verdades aceptadas actualmente de forma unánime.
Es posible que un cambio en dicha “Visión del Mundo” se esté dando en los últimos siglos,
como se dio en anteriores civilizaciones.
Continuaremos en el próximo artículo.
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