NACIONALISMOS Y GLOBALIZACION Actualmente, el curso del mundo se esta desarrollando principalmente a través de dos fenómenos que a nuestro modo de ver están marcando el rumbo de la politica, la economía y la cultura del momento. Estos dos fenómenos son: la creciente tendencia globalizadora y el resurgimiento de los nacionalismos. El mundo actual está regido por un sin fin de nuevas tendencias y avances tecnológicos en todos los aspectos que hacen que desaparezcan las distancias físicas entre países provocando una mayor rapidez de circulación de capital y una progresiva desaparición de las fronteras debido al rápido crecimiento de la economía. El proceso de globalización es una realidad en la que es muy difícil preservar algo como propio ya que es un todo absoluto en donde se mezclan aspectos económicos, políticos y culturales. Sin embargo, los nacionalismos intentan preservar ante este fenómeno globalizador su identidad cultural y colectiva. Planteamos el proceso globalizador como el veneno que acaba con los nacionalismos políticos y económicos, pero que sin embargo hace que se reproduzca y desarrolle rápidamente el sentimiento cultural− nacional. A lo largo de la historia los nacionalismos han estado dotados de gran importancia en la vida política mundial, sin embargo, con el surgimiento del fenómeno de la globalización en la segunda mitad del S.XX (70−80) se tiende a la desaparición de cualquier forma o tipo de nacionalismo debido a la concepción de un mundo sin barreras donde la libre circulación de información, culturas y dinero elimine la idea tradicional de estados nacionales formando así, un espacio global mundial. El arraigado sentimiento nacionalista de identidad colectiva resumido en la idea de nosotros frente a los otros deja paso a una idea más globalizadora del todos, sin embargo, los nacionalistas se consideran propios de una región, de una cultura y de una forma de vida viendo a los demás como individuos no pertenecientes a esa cultura, su cultura. Como afirma Alfonso Pérez Agote: la nación es la idea de comunidad lanzada contra el Estado ya establecido, comunidad que se siente amenazada en su identidad por el Estado. −−−−−−−−−− Actualmente los nacionalismos occidentales surgidos en el interior de los Estados− nación, son fenómenos consistentes en una conciencia actual colectiva que pone en tela de juicio los fundamentos de la legitimación de un Estado− nación concreto; este sería el caso de la actual guerra en territorio Yugoslavo. El problema de la identidad colectiva también plantea el problema de un conflicto con otra identidad de mayor extensión que ha sido objetivada por el Estado (es el caso del pueblo Vasco). Con la globalizacion se produce una integración transnacional y a su vez una desintegración nacional. Poco a poco van desapareciendo los países puros; cada vez hay más regiones que se integran al sistema capitalista y por lo tanto más espacios económicos autosuficientes locales y nacionales que se disuelven. Sin embargo ante esta perdida de poder económico y político intentan reforzar su sentimiento nacional reivindicando símbolos culturales propios y cuidando especialmente el desarrollo de su identidad colectiva nacional. (Ulrich Beck. ¿Qué es la globalización? 1.998.pg.138). El proceso globalizador nos está llevando a una homogeneización de la vida política y económica a nivel global, por lo que cada vez es más común el surtimiento de movimientos nacionalistas cuya base mas fuerte es 1 la identidad cultural situándola por encima de una base política y económica ya que el fenómeno económico globalizador socava los cimientos de las economías nacionales y de los Estados nacionales. Podemos decir que la globalizacion pretende restar poder a la política y a la economía Estatal−nacional. Ante esto, Ulrich Beck plantea que los Estados nacionales pueden tomar dos caminos: A. Pueden cerrarse de puertas adentro. B. Pueden orientarse hacia fuera translocalizando y definiendo de nuevo sus políticas e identidades. En el primer caso, el intento de los Estados nacionales por mantenerse aislado está lleno de contradicciones ya que para subsistir en el medio de la competencia mundial, cada país tiene que tener al menos tres elementos básicos como son: capital, mano de obra, y cerebros. Sin estos tres elementos y con un aislamiento total supondría la no−competencia y con esto el fin de cualquier Estado− nacional. En el segundo caso, esa orientación hacia fuera supondría la integración al sistema global con la consiguiente perdida de su identidad cultural y de su sentimiento nacional. Como dice U.Beck hace ya bastante tiempo que vivimos en una sociedad mundial, de manera que la tesis de los espacios cerrados es ficticia, no hay ningún país o grupo que pueda vivir al margen de los demás (U.Beck ¿Qué es la globalizacion?. 1998. Pg.28). Este autor haciendo referencia a Howard Perlmutter (pg.82) plantea una única civilización global. En este planteamiento, la globalizacion se vuelve reflexiva y gana una nueva cualidad histórica que justifica el concepto de sociedad mundial planteando un mundo sin fronteras. Sin embargo, la globalizacion no produce necesariamente una globalizacion cultural, es decir, la producción masiva de símbolos culturales no origina algo que se pueda llamar una cultura global. Los Estados nacionales intentan mantener y conservar identidades propias y consideran la mezcla o la asimilación de diferentes identidades culturales como algo excepcional considerado como una amenaza a la integridad cultural del Estado. Pero a pesar de querer preservar totalmente el concepto de una identidad colectiva propia, este se derrumba en virtud de las globalizaciones políticas, económicas y culturales. Con la globalizacion, las comunidades ya no están contenidas en regiones, ni estas a su vez están dentro de un Estado− nacional, por lo que nacionalismos como el catalán o el Vasco se ven abocados a una integración mundial perdiendo así, sus posibilidades de consolidarse como Estados−nacionales. El fenómeno globalizador se puede definir también como un fenómeno desnacionalizador ya que transforma un Estado− nacional en un Estado transnacional. Además, cabe destacar que el fenómeno de la globalización favorece al microregionalismo y este a su vez favorece al macroregionalismo dando un fuerte impulso al sentimiento y refuerzo por parte de los Estados nacionales de la identidad cultural. Este sentimiento de refuerzo de la identidad cultural viene marcado por la amenaza que sienten los nacionalistas ante la perdida total de sus costumbres más arraigadas debido a la gran capacidad de absorción del fenómeno globalizador. En resumen, pretendemos con el estudio de este tema intentar explicar la importancia del fenómeno 2 globalizador ante el resurgimiento de viejos nacionalismos y el intento de estos de resistirse a una globalización cultural que acabe con sus principios culturales tradicionales. 3