DOSSIER DE PRENSA JUNIO, 2014 Presentación El pan en una dieta equilibrada y saludable Un pan adaptado a cada consumidor Nuestro decálogo Desterrando mitos 2 PRESENTACIÓN Pan cada día es una iniciativa promovida por la totalidad del sector del pan español con el objetivo de fomentar el consumo de este alimento básico como parte de una dieta sana y equilibrada. Basada en los pilares fundamentales del rigor científico y la divulgación, Pan cada día ha desarrollado desde su presentación en diciembre de 2007 numerosas actividades dirigidas a mejorar la percepción del pan entre la población a través de un mayor conocimiento de sus propiedades nutricionales. Si existe un alimento en la historia al que es imposible no referirse cuando se habla de la evolución y el progreso del hombre es el trigo y con él, el pan. Ya las tribus nómadas empezaron a dejar de serlo con el descubrimiento de los cereales, esas semillas que podían ser cultivadas y, por lo tanto, almacenadas, dejando de ser necesario el desplazamiento en busca de nuevas provisiones. En la antigua Mesopotamia, nuestros antepasados ya reconocían la importancia de este alimento básico en su dieta y lo consumían como una masa preparada con cereales machacados y molidos. Desde ese rudimentario primer pan hasta nuestros días, el consumo de este alimento ha pasado por distintas etapas y civilizaciones. Hoy conocemos más de 300 variedades de pan, sólo o acompañado de las excelentes viandas que nos ofrece la industria agroalimentaria de nuestro país. Además, la gastronomía española, en la vanguardia de la cocina mundial, lo utiliza ampliamente, sobre todo en una de las atracciones turísticas nacionales más apreciadas: la tapa. Las propiedades nutricionales y organolépticas han sido ampliamente demostradas de forma científica y por ello, este producto se hace imprescindible para acompañar a cualquiera de las cinco comidas que se recomienda realizar al día en una dieta equilibrada y saludable. 3 EL PAN EN UNA DIETA EQUILIBRADA Y SALUDABLE Los cereales han constituido la base de la alimentación de las distintas civilizaciones, tanto el arroz en el sudeste asiático, el maíz en Centroamérica, el sorgo en África y el trigo y la cebada en las civilizaciones occidentales (Antiguo Egipto, Grecia y Roma). A través de uno de los alimentos más cotidianos y tradicionales de nuestra alimentación como el pan, ingerimos diversos nutrientes que contribuyen a mantener nuestra salud y bienestar y a equilibrar nuestra dieta. El pan forma parte de nuestra cultura y de las provisiones básicas de nuestra alimentación, y teniendo en cuenta los nutrientes que proporciona, debemos incluirlo como parte destacada de nuestra comida diaria. El pan es una fuente importante de hidratos de carbono siendo su componente más abundante el almidón, un polisacárido de glucosa que proporciona al organismo parte de la energía que necesita. También contiene una buena cantidad de proteínas de origen vegetal y apenas contiene grasa. El pan aporta almidón resistente y otros tipos de fibra (sobre todo los integrales), vitaminas hidrosolubles del grupo B y minerales como el fósforo, el magnesio y el potasio, además de hierro, calcio, yodo, y zinc. Y todo esto a partir de una de las fórmulas alimenticias más sencillas: harina de trigo, agua, levadura y sal. Según los distintos tipos y variedades de pan que existen la presencia de estos nutrientes puede variar ligeramente: 4 COMPOSICIÓN (100 g) Energía (kcal) Proteínas (g) Grasa total (g) Hidratos de carbono (g) Fibra dietética (g) Minerales Calcio (mg) Hierro (mg) Yodo (ug) Magnesio (mg) Cinc (mg) Sodio (mg) Potasio (mg) Fósforo (mg) Selenio (ug) Vitaminas B1, tiamina B2, riboflavina B3, niacina B6, piridoxina Ácido fólico PAN BLANCO DE TRIGO 258 7,8 1 58 2,2 PAN INTEGRAL DE TRIGO 228 8 1,4 49 8,5 19 1,7 1 26 2 540 100 91 28 21 2,5 1 91 3,5 540 220 195 35 0,12 0,05 1,7 0,04 - 0,25 0,09 3,8 0,14 22 La dieta española actual se caracteriza por una excesiva ingesta de proteínas y grasas en detrimento de los hidratos de carbono, que resultan insuficientes según todos los expertos. De esta forma, nos alejamos cada vez más de los aspectos saludables de la dieta mediterránea, de la que el pan forma parte fundamental, y que se caracteriza por el consumo regular de verduras, hortalizas y cereales, alimentos ricos en hidratos de carbono. En una dieta equilibrada, al menos el 50% de las calorías totales debe provenir de los hidratos de carbono de los alimentos, necesarios para proporcionar a nuestro organismo la energía que necesita para poder funcionar y desarrollarse correctamente. Los cereales son uno de los grupos de alimentos nutricionalmente más completos. Destacan sobre todo por ser ricos en hidratos de carbono complejos y por su contenido en fibra (sobre todo los integrales), además de ser pobres en grasa y colesterol. 5 El pan está compuesto mayoritariamente por almidón, y por tanto por hidratos de carbono de lenta absorción. El almidón es el principal componente presente en el grano de trigo (constituye dos tercios del mismo). En menor cantidad se encuentran otros hidratos de carbono como la celulosa, hemicelulosa, lignina, pentosanas y otros polisacáridos. Como productos derivados del almidón, el pan contiene dextrinas, maltosa y glucosa. El consumo regular de los hidratos de carbono es necesario ya que son fuente de energía de nuestro organismo en general y del cerebro y sistema nervioso en particular. Además, si ingerimos las cantidades correctas de hidratos de carbono nuestro organismo no necesitará emplear las proteínas como fuente de energía, pudiendo reservarlas para la construcción y reparación de estructuras corporales. Los hidratos de carbono contribuyen también al mantenimiento de la actividad muscular, e influyen en la temperatura corporal, en la tensión arterial, y en el buen funcionamiento del intestino. Los especialistas aconsejan tomar entre cinco y seis raciones al día de hidratos de carbono que componen los siguientes alimentos: pan, cereales, cereales integrales, arroz, pasta y patata. Incluir al pan en cada una de las comidas que realizamos a diario es una buena forma de contribuir a cubrir esta necesidad. El pan y los cereales son alimentos especialmente idóneos para niños y adolescentes, no sólo por las especiales características de estos grupos de edad, sino también por la gran actividad física que desarrollan. De la misma manera, se considera muy importante su consumo en las personas de edad avanzada al ser alimentos de fácil masticación y digestión. La habitual falta de apetito de este grupo de edad les conduce a dietas hipocalóricas, insuficientes para cubrir sus necesidades de mantenimiento del organismo, razón de peso por la que el pan no puede faltar en sus hábitos alimentarios. % HIDRATOS DE CARBONO SEGÚN DIVERSOS ALIMENTOS Harina de trigo 70% Legumbres 52% Pan 52% Patatas 20% 6 Vitaminas El pan aporta vitaminas hidrosolubles del Grupo B, las cuales nuestro cuerpo sólo son capaces de almacenar en pequeñas cantidades. Por eso, la dieta diaria debe asegurar su aporte para cubrir las necesidades de nuestro organismo. En concreto, el pan contiene vitamina B1 o Tiamina, vitamina B2 o Riboflavina, vitamina B3 o Niacina, Vitamina B6 o piroxidina y vitamina B9 o ácido fólico. Al igual que ocurre con los minerales, las vitaminas se suelen concentrar en el salvado y el germen, partes que se separan en el proceso de molienda por lo que el pan blanco, debido a su refinado, tiene un contenido más pequeño de vitaminas que el pan integral. Vitamina B1 o Tiamina: Desempeña un papel fundamental en el metabolismo de los hidratos de carbono. Es la responsable de transformar los alimentos en energía, y resulta esencial en el metabolismo glucídico de todos los tejidos, en particular del cerebro y del corazón. Se encuentra en los cereales integrales, así como en el cerdo, la carne, los menudillos y las legumbres. Vitamina B2 o Riboflavina: Desempeña un papel fundamental en el metabolismo de los hidratos de carbono, de los lípidos y de las proteínas. Nos ayuda a mantener sanas piel, uñas y cabello. Se encuentra ampliamente distribuida en los alimentos. Vitamina B3 o Niacina: Contribuye a transformar lo que comemos en energía, a mantener el buen estado de nuestro sistema nervioso y a mejorar el sistema circulatorio cooperando a un correcto fluido sanguíneo, además de mantener la piel sana. Sus fuentes dietéticas son los cereales, el hígado, las carnes magras y las legumbres (puede sintetizarse a partir de triptófano). 7 Vitamina B6 o Piridoxina: Es fundamental en el metabolismo de las proteínas. Ayuda a la formación de glóbulos rojos y a la producción de anticuerpos. Mantiene el sistema nervioso y el inmune en perfecto estado y ayuda a reducir los niveles plasmáticos de homocisteína (relacionada con patologías cardiovasculares). Además de estar presente en los cereales integrales, se encuentra en carnes, verduras, legumbres y en la yema del huevo. Vitamina B9 o Ácido Fólico: Su consumo es de gran relevancia para la multiplicación celular y la formación de proteínas y tejidos del cuerpo. También es necesario para la formación de glóbulos rojos, reduce los riesgos de posibles defectos del tubo neural en el feto, y disminuye la incidencia de enfermedades cardiovasculares. Sus fuentes dietéticas son los productos de trigo integral, las legumbres y las verduras verdes. Otros nutrientes El pan contiene también numerosos minerales como fósforo, magnesio, calcio y potasio, necesarios para que nuestro organismo desarrolle correctamente diversas funciones fundamentales. Los panes elaborados con harina blanca tienen un contenido mineral más bajo que el pan integral, ya que estos minerales se concentran en el salvado y el germen, partes que se separan del endospermo en el proceso de molturación para obtener una harina blanca. Una ración de 100 g de pan blanco aporta 19 mg de calcio (21 mg pan integral), mineral encargado de la formación de los huesos y dientes, así como de la coagulación de la sangre y la transmisión nerviosa; y 91 mg de fósforo (195 mg en el caso del pan integral), que al igual que el calcio forma huesos y dientes y mantiene el equilibrio ácido-base. Por su parte, el magnesio que contiene el pan juega un importante papel en la producción y transporte de la energía; y el potasio (en el que el pan integral es especialmente rico) controla el ritmo cardiaco, interviene en la generación de impulsos nerviosos y en la contracción muscular. 8 Minerales El pan es rico en sodio, que interviene en la generación de impulsos nerviosos y en la contracción muscular; en hierro, imprescindible para el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico y para la formación de la hemoglobina que transporta el oxígeno en la sangre. Su composición incluye también selenio, relacionado con la elasticidad de los tejidos y el retraso del envejecimiento celular; yodo, que interviene en el crecimiento; y zinc (cuya ingesta media se considera deficitaria en la población española), que contribuye a aumentar la inmunidad natural del organismo. El pan y la fibra Los expertos recomiendan que en la dieta diaria se incluyan entre 25 y 30 g de fibra al día. No obstante, en la actualidad, la alimentación de la población española no alcanza estas recomendaciones, ya que tan sólo se consumen 18,8 g al día. Esto se debe principalmente a que la ingesta de productos de origen vegetal es muy baja. Por ello, es indispensable fomentar el consumo de alimentos ricos en fibra, como es el caso del pan. El trigo es un producto muy rico en almidón resistente y fibra, pero ésta se concentra en el salvado, que se elimina para la obtención de harinas blancas y la consiguiente elaboración de pan blanco (el más consumido en los países desarrollados). Sin embargo, en los últimos años se está produciendo un incremento en el consumo de pan integral, el cual desempeña un papel muy importante en la aportación de fibra dietética en cantidades entre dos y seis veces superiores a las del pan blanco. El pan integral se realiza con harina producida a partir del grano de cereal completo, a excepción de la cascarilla más externa. En el proceso de panificación la fibra aumenta la absorción del agua, el tiempo de desarrollo de la masa y la resistencia al amasado, y disminuye la capacidad de retención del gas. También atenúa el volumen del pan y oscurece la miga. Hace ya varias décadas, científicos e investigadores descubrieron la relación entre el consumo de fibra y una menor prevalencia de enfermedades como la diabetes y el colesterol, 9 además de su papel regulador intestinal. La fibra que aporta el pan es insoluble, y tiene por tanto un efecto laxante, contribuyendo a facilitar el tránsito intestinal. ALIMENTOS RICOS EN HIDRATOS DE CARBONO % fibra/100 g Garbanzos 10,7 Pan Integral 7,7 Pan Tostado 4,5 Cornflakes 4 Pan Blanco 3,5 Lentejas cocidas 3,3 Patata cocida 2,5 Arroz 1,4 Pan y materia grasa La harina de trigo apenas contiene grasa, por lo tanto el contenido graso del pan es insignificante, únicamente 1 g por cada 100 g de pan, por lo que es idóneo para aportar a nuestra dieta los hidratos de carbono que necesitamos, con una mínima ingesta de grasa. Los estudios científicos constatan que personas con una dieta rica en hidratos de carbono acumulan menos grasas que quienes ingieren poca cantidad de este tipo de alimentos y abundante materia grasa. Esto es debido a que el pan, y en general los hidratos de carbono, aportan menos calorías que las dietas ricas en grasa (4 kcal/g frente a 9 kcal/g de los lípidos), poseen un efecto saciante, y contribuyen a la regulación de las funciones intestinales del organismo. Pan y proteínas Las proteínas son esenciales para el crecimiento humano ya que proporcionan los aminoácidos esenciales necesarios para la síntesis de los tejidos y ayudan a reparar los efectos del continuo desgaste que sufre el organismo. En la dieta, la ingesta de proteínas no debe suponer más del 12-13% del aporte calórico de la misma. 10 Desde el punto de vista nutricional, la calidad nutricional de una proteína es más alta cuanto mayor número de aminoácidos esenciales (no pueden ser sintetizados por el organismo) contiene. Las de mayor calidad biológica son las de origen animal, como las de la leche, huevos, carnes y pescados. En este sentido, las proteínas del pan son incompletas. Pero en una dieta equilibrada, la deficiencia de algún aminoácido en un alimento se cubre con la ingesta de otro alimento. Por ejemplo, si se come el pan con otros alimentos como legumbres o lácteos se consigue una proteína tan completa como la de la carne, el pescado o los huevos. Las proteínas del trigo pueden clasificarse en albúminas, globulinas, prolaxinas (gliadinas) y glutenina. Al mezclar la harina con el agua en las proporciones adecuadas, la gliadina y gluteína, responsables de la elasticidad y tenacidad de la masa respectivamente, se hidratan e hinchan formando el gluten (conjunto de proteínas insolubles en agua, que hacen que la harina sea panificable) y por tanto una masa que otorga al pan su elasticidad y consistencia. Tablas de composición de alimentos del Prof. Dr. José Mataix VALOR PROMEDIO DE PAN BLANCO POR 100 g. VALOR ENERGÉTICO 244 kcal (1.018 KJ) PROTEÍNAS 9,0 g HIDRATOS DE CARBONO. 51,5 g GRASAS De las cuáles: 1,6 g Saturadas 0,39 g Monoinsaturadas 0,28 g Poliinsaturadas 0,34 g Colesterol 0,0 g FIBRA ALIMENTARIA 3,5 g SODIO 0,520 g Los alimentos están compuestos por nutrientes que el organismo necesita para desarrollar sus funciones vitales. Por lo tanto, el estado nutricional de las personas depende de los alimentos que componen la dieta y de su proporción. Todos los alimentos a excepción del agua aportan calorías; los hidratos de carbono 4 kcal/g al igual que las proteínas y las grasas 9 kcal/g. 11 El pan, el combustible de nuestro organismo El pan es una de las principales fuentes de energía presentes en la dieta del hombre desde los orígenes de la humanidad y según todos los expertos en nutrición es un “ingrediente” inamovible de la base de la pirámide nutricional. Aproximadamente el 50% de la energía diaria que necesitamos debe proceder de alimentos ricos en hidratos de carbono. Con respecto a los minerales, un consumo de 200 g de pan ayuda a conseguir las recomendaciones dietéticas de calcio, hierro y zinc. La misma cantidad contribuye a cubrir parte de las necesidades de vitaminas y fibra que regulan el organismo. Por lo tanto, un bajo consumo de pan puede desequilibrar de manera importante la dieta. El aporte energético de los hidratos de carbono, proteínas, grasa y alcohol a la energía total, se define como el perfil calórico. El perfil calórico recomendado debe estar formado por las siguientes cantidades de macronutrientes: Los hidratos de carbono deben suponer entre el 50-60% de la energía total. Menos del 10% deben ser hidratos de carbono simples procedentes de alimentos que aportan además otros nutrientes, como las frutas. El resto, hidratos de carbono complejos, pueden ingerirse a través de alimentos como el pan, cereales, cereales integrales, pasta, arroz, patata, legumbres, etc. Se recomienda que el aporte de proteínas sea entre un 10% y un 15% de la energía total. Alimentos ricos en proteínas son las carnes, el pescado, los huevos o los lácteos. La cantidad de lípidos debe ser menor al 35% de la energía total. La grasa añadida debe proceder preferiblemente del aceite de oliva virgen por sus propiedades cardiosaludables. El aporte de proteínas (entre un 10-15%) se ha mantenido constante desde el año 2000, adecuándose de esta forma a la cantidad recomendada. Sin embargo, el de lípidos ha superado las recomendaciones en detrimento de los hidratos de carbono, que aportan una cantidad inferior a la deseada. Esta es la razón por la que se aconseja que en la dieta diaria se incluya una mayor 12 cantidad de alimentos que sean fuente de hidratos de carbono complejos, entre ellos el pan, en sustitución de alimentos con un elevado contenido lípido. Evolución del perfil calórico (%) 1964 1981 1991 2000 Proteínas Lípidos Carbohidratos 12 32 53 13 40 43 14 42 42 14 39 42 2006 14 41 41 Al analizar la evolución del perfil calórico de la población a lo largo del tiempo, se observa que la ingesta media de energía ha disminuido en casi 300 kcal en los últimos 40 años, lo que afecta de forma negativa al perfil calórico. En lo que respecta a los hidratos de carbono, el porcentaje ha disminuido más de un 10% desde 1964, año en el que se alcanzaron cifras que se ajustaban a las recomendaciones. Este empeoramiento está ligado al descenso en el consumo de alimentos pertenecientes al grupo de cereales y derivados, legumbres y patatas. Para conseguir una calidad de dieta saludable, el perfil calórico recomendado debe incluir una cantidad mayor de hidratos de carbono. Recomendaciones dietéticas Hidratos de Carbono Hidratos de carbono simples Proteínas Lípidos Ácidos grasos saturados Ácidos grasos monoinsaturados Äcidos grasos poliinsaturados Colesterol (mg) 50-55% < 10% 10-15% 30-35% En la siguiente tabla puede verse la distribución aconsejada de macronutrientes sobre la ingesta total diaria de cada individuo. 7-8% 13-18% <10% <300mg Recomendaciones de ingesta de nutrientes Las ingestas recomendadas son las cantidades de nutrientes que debe tomar diariamente un colectivo respecto a su situación fisiológica, para que no se produzca ninguna deficiencia nutricional. 13 POBLACION EDAD Prot g Ca mg Fe mg I mg Zn mg Mg mg B1 mg B2 mg Niac mg Fol mg B 12 mg C mg A mg D mg NIÑOS NIÑOS NIÑOS NIÑOS 0 1 4 6 14 20 23 30 500 600 650 650 7 7 7 9 35 45 55 70 3 5 10 10 60 85 125 200 0,3 0,4 0,5 0,7 0,4 0,6 0,8 1,0 4 6 8 11 40 60 100 100 0,3 0,3 0,9 1,5 50 50 55 55 450 450 300 300 10 10 10 10 Tablas de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) POBLACION EDAD Prot g Ca mg Fe mg I µg Zn mg Mg mg B1 mg B2 mg Niac mg Fol µg B 12 µg C Mg A µg D µg HOMBRES HOMBRES HOMBRES HOMBRES HOMBRES HOMBRES HOMBRES HOMBRES HOMBRES 10 13 16 20 40 50 60 70 80 36 43 54 56 54 54 54 54 54 650 800 850 850 600 600 600 600 600 9 12 15 15 10 10 10 10 10 90 125 135 145 140 140 140 140 125 10 15 15 15 15 15 15 15 15 250 350 400 400 350 350 350 350 350 0,8 1,0 1,1 1,2 1,2 1,1 1,1 1,0 0,8 1,2 1,5 1,7 1,8 1,8 1,7 1,6 1,4 1,3 13 16 18 20 20 19 18 16 14 100 100 200 200 200 200 200 200 200 1,5 2,0 2,0 2,0 2,0 2,0 2,0 2,0 2,0 55 60 60 60 60 60 60 60 60 400 575 725 750 750 750 750 750 750 2,5 2,5 2,5 2,5 2,5 2,5 2,5 2,5 2,5 Tablas de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) POBLACION EDAD Prot g Ca mg Fe mg I mg Zn mg Mg mg B1 mg B2 mg Niac mg Fol mg B 12 mg C mg A mg D mg MUJERES MUJERES MUJERES MUJERES MUJERES MUJERES MUJERES MUJERES M. GESTANTES M. LACTANTES 13 16 20 40 50 60 70 80 41 45 43 41 41 41 41 41 56 800 850 850 600 600 700 700 700 120 0 130 0 18 18 18 18 18 10 10 10 18 115 115 115 110 110 110 110 95 135 15 15 15 15 15 15 15 15 20 300 330 330 330 330 300 300 300 450 0,9 1,0 0,9 0,9 0,9 0,8 0,8 0,7 1,0 1,4 1,5 1,4 1,4 1,3 1,2 1,1 1,0 1,6 15 17 15 15 14 14 12 11 17 100 200 200 200 200 200 200 200 400 2,0 2,0 2,0 2,0 2,0 2,0 2,0 2,0 3,0 60 60 60 60 60 60 60 60 80 575 725 750 750 750 750 750 750 750 2,5 2,5 2,5 2,5 2,5 2,5 2,5 2,5 10,0 18 155 25 450 1,1 1,7 18 300 2,5 66 86 1200 10,0 Tablas de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) Como se deduce fundamentalmente en la siguiente tabla de porcentajes, el pan es un alimento esencial para mantener una alimentación completa y equilibrada. 14 Contenido de energía, proteínas y algunos micronutrientes por cada 200 g de pan (Comparación con las RDA para un adulto y 200 g de pan –consumo mínimo recomendado-) 100g PAN RDA VARÓN 20 AÑOS 200g PAN (consumo mínimo recomendado) % sobre las RDA MINERALES Calcio (mg) Hierro (mg) Yodo (ug) Magnesio (mg) Cinc (mg) 56 1,6 4 25.1 0.6 850 15 145 400 15 112 3.2 8 50.2 1.2 13.2 21.3 5.5 12.6 8 VITAMINAS B1, tiamina (mg) 0,08 1.2 0.16 13.3 B2, riboflavina (mg) B3, niacina (mg Eq) Ácido fólico (ug) 0,05 1.8 0.1 5.6 1,7 20 3.4 17 0 2 0 0 *Ingesta y distribución de macronutrientes en varón adulto (2200Kcal) Como se puede comprobar en las tablas, el consumo de 200 gramos de pan diarios aportan el 22.2% de la energía total diaria que el organismo necesita. De la Energía Proteínas Grasa HC Fibra RECOMENDACIONES INGESTA CALÓRICA Y MACRONUTRIENTES * CONSUMO de 200 g 2200 Kcal 75g (15%) 74g (33.3%) 280g (52%) 30g 488Kcal 18g 3.2g 103g 7g % APORTE 200 g SOBRE LA INGESTA GENERAL 22.2 24 4.3 36.7 23.3 misma manera se puede observar en el aporte de minerales, vitaminas, etc. 15 UN PAN ADAPTADO A CADA CONSUMIDOR Como hemos dicho anteriormente, el pan es un alimento imprescindible para todas las personas. Existen infinidad de tipos de pan dependiendo de los cereales que se utilicen en su elaboración, de esta manera, personas que tienen problemas de celiaquía, diabetes, retención de líquidos, hipertensión y otros no tienen por qué renunciar a él. Alto contenido en fibra El pan de centeno es un tipo de pan elaborado con la harina de centeno (Secale cereale), la panificación muestra una miga más oscura que el clásico pan de trigo, es por esta razón por la que se denomina a veces como pan negro. En la actualidad se suele comercializar este pan con mezclas de otras harinas con el objeto de mejorar sus prestaciones de miga. Se trata de un pan que posee un alto grado de fibra alimenticia y que hoy en día es muy popular. En la antigüedad era considerado un pan de gente humilde. Se caracteriza por su fuerte sabor y por la capacidad de permanecer comestible durante largos periodos de tiempo. El pan integral está compuesto de harina de trigo no refinada (posee más salvado). Se denomina integral al pan que posee una gran cantidad de fibra dietética. Algunos panes considerados de elaboración tradicional son denominados integrales, un ejemplo de ello sería el pan de soda irlandés. En algunos países del norte de Europa se considera el consumo de este pan como un ingrediente de la dieta equilibrada. La popularidad de este producto ha ido creciendo desde finales del siglo XX y hoy en día es fácil encontrarlo envasado en cualquier supermercado. Bajo contenido en sodio La composición nutritiva del pan sin sal es muy semejante a la del pan tradicional salvo por algunas diferencias. Éste, sin embargo, cuenta con una cantidad inapreciable de sodio, dos miligramos por cada 100 gramos de pan, frente a los 460 miligramos (según el estudio de contenido en sodio de alimentos) de sodio que presenta el pan blanco tradicional. La Estrategia NAOS en una de sus propuestas con las empresas de panadería sugiere reducir progresivamente el porcentaje de sal utilizado en la elaboración del pan. El pan sin sal no sólo se 16 recomienda para las personas que padecen hipertensión, también está indicado para los que se les ha pautado una dieta con muy poca sal, es decir, que por motivos de salud han de controlar el consumo de sodio. Esta pauta se recomienda por ejemplo cuando hay problemas de corazón, retención de líquidos, trastornos renales graves o hipertensión. De gluten Es el pan de harina de trigo enriquecida con gluten en proporción no inferior al 30% de gluten seco. Si la cantidad de gluten seco fuese superior al 16% e inferior al 30%, se denominará ‘pan glutinado’. Estos panes están indicados para los diabéticos por su bajo contenido en almidón y porque están enriquecidos en proteínas. Sin gluten Las personas celiacas son sensibles al gluten (gliadina) en los alimentos, lo que hace que se tengan que evitar ciertas harinas en la elaboración. Los celiacos no pueden ingerir pan ordinario debido a su contenido en gluten, por esta razón es cada vez más frecuente ver elaboraciones de panes hechos con harinas sin gluten, como puede ser el almidón o la harina de maíz. Algunas de ellas suplen la falta de proteína, a veces, con la adicción de goma xantana, que proporciona elasticidad al pan, y con emulsificantes que permiten retener las emisiones de dióxido de carbono de la fermentación. La soja también se utiliza como materia prima para la elaboración de pan, ya que es un tipo de harina que no contiene gluten. Aunque es cierto que se utiliza mezclada con otro tipo de harinas para dar más consistencia al pan y mejor sabor. 17 DECÁLOGO ‘PAN CADA DÍA’ Diez significativas razones que demuestran los beneficios de consumir este producto tan característico de la dieta mediterránea: 1. El pan pertenece al grupo de los cereales, que son el tipo de alimentos nutricionalmente más completos, de los más baratos e inamovibles de la base de la pirámide nutricional. 2. Proporciona al organismo parte de la energía que éste necesita, particularmente para el cerebro y el sistema nervioso. 3. Incluir el pan en cada una de las comidas que realizamos a diario es una buena forma de cubrir las cinco o seis raciones diarias de hidratos de carbono recomendadas por los especialistas. 4. El pan contiene poca grasa (1 g. por cada 100 g. de pan), por lo que es idóneo para aportar a nuestra dieta los hidratos de carbono que necesitamos con una mínima ingesta de lípidos. 5. Posee un efecto saciante y contribuye a la regulación de las funciones intestinales del organismo por su contenido en fibra, sobre todo el pan integral. 6. La ingesta de fibra es directamente proporcional a una prevalencia menor de enfermedades como la diabetes o el colesterol. 7. Incluso para las personas sometidas a dietas de adelgazamiento, los especialistas recomiendan 100 g de pan al día repartidos en varias raciones. 8. El pan aporta también vitaminas hidrosolubles del Grupo B que nos ayudan, entre otras cosas, a transformar los alimentos en energía, mantener sanos cabello, piel y uñas, formar glóbulos rojos y anticuerpos, y mantener en buen estado nuestro sistema nervioso y circulatorio. 9. Contiene numerosos minerales como calcio, fósforo, magnesio y potasio, fundamentales para nuestro organismo. 10. Su consumo es idóneo para niños y adolescentes por la gran actividad física que estos desarrollan, así como para las personas de edad avanzada, pues son alimentos de fácil masticación y digestión. 18 DESTERRANDO MITOS Igual que ha ocurrido con ciertos alimentos tachados en un determinado momento de “la dieta saludable”, (el caso de aceite de oliva, el pescado azul o del vino), la necesidad de reafirmar los beneficios del consumo de pan y aclarar, a la vez, falsos mitos como el de “si el pan engorda”, ha llevado a la comunidad médica y científica a divulgar sus conocimientos sobre este producto. El más reciente de los estudios realizados en torno al pan ha sido ‘Comparación de la utilidad de dos dietas hipocalóricas equilibradas con inclusión versus exclusión de pan en el tratamiento de pacientes con sobrepeso y obesidad’, dirigido por la Dra. Carmen Gómez Candela, Jefa de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital La Paz de Madrid. El objetivo de la investigación era comparar dos estrategias de intervención nutricional incluyendo y excluyendo el pan- en un grupo de mujeres con sobrepeso u obesidad dentro de un programa de educación nutricional y actividad física. Tras el ensayo, los autores observaron que la inclusión del pan en una dieta de adelgazamiento no interfiere en la pérdida de peso y que, además, facilita el seguimiento de la dieta. En ambos grupos se redujo por igual el peso corporal y el porcentaje de abandonos fue significativamente inferior entre las mujeres que hicieron la dieta con pan. Los autores del estudio concluyeron, por tanto, que la exclusión del pan en una dieta de adelgazamiento está totalmente injustificada y no debe formar parte de la práctica clínica. En el estudio ‘Hábitos y nutrientes, ingesta de energía y padecimiento de sobrepeso/obesidad en escolares españoles. Diferencias en función de consumo de pan’, dirigido por la Prof. Dra. Rosa M. Ortega, Catedrática de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, y realizado con 500 escolares españoles de entre 8 y 13 años, se comprobó que los niños que consumen más pan presentan un menor porcentaje de sobrepeso y obesidad, una ingesta más adecuada de nutrientes, tienen dietas más equilibradas, poseen un Menor Índice de Masa Corporal y registran mejores indicadores de riesgo cardiovascular que los que comen menos. Además, se observó que los niños que toman más pan, toman más cantidad de vitamina B1 y yodo (importantes en el funcionamiento del sistema nervioso), más ácido fólico (que ayuda a la 19 protección cardiovascular y mejora la función mental) y más zinc (importante para conseguir una mejor respuesta inmunitaria). Otro de los estudios realizados en torno al pan ha sido ‘Influencia del consumo de pan en el estado ponderal: revisión sistemática’, realizado por el Dr. Lluis Serra Majem y la Dra. Inmaculada Bautista Castaño, del Grupo de Investigación en Nutrición de la Universidad de la Las Palmas de Gran Canaria. A través de una rigurosa revisión sistemática, los autores llevaron a cabo un análisis de aquellos artículos y publicaciones en los que se había examinado la relación entre el consumo de pan y el peso de los individuos. El objetivo era demostrar que el pan no tiene relación directa con la obesidad y el sobrepeso, con el objetivo de reducir el importante número de personas que eliminan el pan de su dieta para intentar perder peso. Los resultados que se obtuvieron en el estudio demostraron que una dieta rica en pan, sobre todo en el caso del integral, favorece una disminución de peso, circunferencia de cintura o IMC (Índice de Masa Corporal); o no tiene influencia en estas variables. Por ello, se insiste en la importancia de que tanto el pan como los cereales formen parte de la dieta habitual de la población, ya que cumplen un papel muy importante para garantizar la salud. Otro de los trabajos más destacables ha sido la publicación del estudio ‘Adelgace comiendo pan’, del doctor Félix Gómez-Guillamón Arrabal, médico especialista en Medicina Interna y experto en Nutrición del USP del Hospital de Marbella. Según se recoge en el trabajo, el ser humano necesita, entre otros elementos indispensables para vivir, oxígeno y glucosa. La gasolina de nuestras células y neuronas es la glucosa. El pan contiene almidón: un polisacárido de glucosa. Cuando el organismo obtiene glucosa del pan una parte se consume y otra se almacena en el hígado. Por cada gramo de glucógeno que guardamos retenemos tres g de agua. Para el doctor Gómez-Guillamón la explicación del éxito de las dietas que eliminan los hidratos de carbono es que cuando no se ingieren hidratos de carbono como el pan, el organismo tira de las reservas de glucógeno del hígado y, al consumirlo, el agua que retiene la glucosa para su almacenamiento se elimina, lo que produce la sensación de adelgazamiento. Sin embargo, realmente no estamos perdiendo grasa, que es la que genera la obesidad, sino el líquido 20 retenido por las reservas de glucosa, que se volverá a coger cuando se comience a llevar una alimentación adecuada. En el trabajo se explica que eliminar el líquido retenido no es una ventaja, frente a lo que pudiera parecer, porque cuando el organismo se queda sin glucosa en el hígado lo busca en la masa muscular y se pierde músculo. Sólo después de mucho tiempo se pierde grasa, pero hasta entonces se han asumido muchos riesgos para la salud. Coger o perder peso, considera el doctor GómezGuillamón, no es sinónimo de adelgazar o engordar. Tener sobrepeso tiene que ver con la cantidad de grasas acumuladas que sobran. El doctor Gómez-Guillamón mantiene que en una persona con un peso adecuado y que haga algo de ejercicio puede consumir hasta 400 g de pan sin que se convierta en grasa. A los pacientes que quieren adelgazar les recomienda al menos 100g de pan repartidos en tantas comidas como hagan al día, lo que supone aproximadamente unas 210 calorías, la que tienen dos yogures. En esa misma línea de desmitificación se sitúa el estudio ‘Hidratos de Carbono y Obesidad’, elaborado por los doctores Rosa M. Ortega y Pedro Andrés, del Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, en el que ponen de manifiesto el desconocimiento que tenemos en cuanto al aporte de calorías de los alimentos y el injustificado temor hacia el pan. La principal fuente de vitamina B1 son los cereales y en particular el pan. Según la Dra. Ortega, los individuos que consumen más de 40 g de pan al día, suben los niveles plásmáticos de vitamina B1, sustancial para el desarrollo neurológico. En este sentido ha realizado un test de rendimiento intelectual en niños, demostrando que existe una correlación entre el consumo de pan y el desarrollo intelectual de los mismos. 21 22 ANEXO DOSSIER 23 El consumo de pan en España ¿Cómo se elabora el pan? Materias primas 24 EL CONSUMO DE PAN EN ESPAÑA España es uno de los países europeos donde menos pan se consume. En concreto, en 2013 se consumieron 37,41 kg por habitante y año, una cifra muy alejada de los 134 kilos per cápita de 1964 y de otras cifras de consumo de los años 70 y 80. Según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el mercado español de consumo de pan en el hogar durante 2013 se situó en 1,69 millones de toneladas, por un valor cercano a 3.936,25 millones de euros. Estas cifras suponen un aumento interanual del 2,8% en volumen y un ligero descenso en valor del 1,2%. Los panes frescos y congelados pasan de 1,42 millones de toneladas y 3.227 millones de euros, mientras que las restantes 271.142 toneladas y 715.203 millones de euros corresponden a los panes industriales. Consumo de pan en España (1964-2013) 140 134 120 100 82 80 67,5 56,4 60 58 50,6 45,9 45 35,6 40 35,87 37,41 20 0 1964 1976 1980 1990 2000 2008 2009 2010 2011 2012 2013 Evolución del consumo de pan 2000-2013 60 55 50 45 58,4 58,1 58,23 56,97 56,4 55,87 53,82 51,8 50,6 45,9 45 40 35 35,8737,41 35,6 30 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 25 En la actualidad el consumo de pan en España se encuentra muy por debajo del de otros países europeos como Grecia, Dinamarca (70 kg/persona), Irlanda (68 kg/persona) o Alemania (57 kg/persona). Consumo pan per capita Kg/persona 2012 Dinamarca 32 42 45 Grecia * 65 Bélgica 96 60 52 57 45 57 Alemania Francia España *Los datos de Grecia son de 2010 Durante el año 2013 los hogares españoles consumieron cerca de 1.699 millones de kilos de pan, 37,41 kilos en términos per cápita. Por comunidades autónomas, La Rioja, Navarra, País Vasco, Castilla-León y Asturias son las que más pan consumen per cápita, mientras que los consumos más bajos se registran en los hogares de Canarias e Islas Baleares. Consumo de pan por Comunidades Autónomas Según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Andalucía es la Comunidad Autónoma con más consumo de pan en el año 2013 (331.396,02 miles de kilos) y 2012, seguida por Cataluña con 239.511,31 kilos. En el lado opuesto se encuentra La Rioja con 14.351,11 kilos siendo la Comunidad Autónoma con la cifra de consumo total más baja, al igual que el año 2012. Por otro lado, hay que destacar que La Rioja es la Comunidad Autónoma con el consumo más alto por persona (53,37 kilos por persona) el pasado año. 26 27 28 Las variedades más consumidas El tipo de pan más consumido en España es el pan fresco frente al pan envasado. Dentro del pan fresco, el más consumido es la barra de pan o pistola, con el 75% del total de las ventas, seguida por la baguette, (con una cuota de en torno al 10%), la chapata (en torno al 7%) y el pan payés (en torno al 4%). Tipo de pan más consumido 10% 4% Pistola Baguette 75% 7% Pan payés Chapata 11% Los canales modernos, los lugares más frecuentados Las compras de pan en 2013 se realizaron, mayoritariamente, en el canal dinámico, que engloba el híper, el súper y la tienda de descuento (52,1%). Mientras que las panaderías tradicionales mantienen su alto porcentaje de Lugar de compra en 2013 venta con más de un 40%, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Canal dinámico más del 40% 52% Panaderías Otros No obstante, los datos disponibles entre mayo de 2012 y abril de 2013 destacan que las compras de pan en los supermercados alcanzaban una cuota del 34,6%, en los hipermercados del 7%, y en las tiendas de descuento del 9,6%. El resto lo configuraban las ventas a domicilio y otras formas comerciales, con cerca del 6,9%. 29 Hostelería y Restauración Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente a fecha de 2010, la cantidad comprada por parte del sector de la Hostelería y la Restauración ha ido decreciendo desde el año 2008, y aunque en 2010 hubo un pequeño repunte, no se alcanzaron los niveles anteriores. Además, destaca el incremento que se ha producido en el número de tiendas especializadas y otros establecimientos de la restauración y la hostelería que apuestan por el pan de calidad dentro del canal HORECA. Además, la buena evolución del turismo y lo que conlleva en relación a las tapas como fenómeno gastronómico también ha contribuido a que cada se aprecie más la calidad e importancia del pan en los establecimientos de clase medio-alta. De esta manera, gran parte de los chefs españoles más destacados en la actualidad están fomentando el consumo del pan a través de la creación de tapas cada vez más originales convirtiendo a este producto en el ingrediente estrella de la cocina de vanguardia. CANTIDAD COMPRADA POR HOSTELERÍA Y RESTAURACIÓN (DATOS EN MILLONES DE KILOS) 86,00 74,56 75,45 PAN INDUSTRIAL 281,02 235,61 236,20 PAN FRESCO/ CONGELADO AÑO 2008 AÑO 2009 AÑO 2010 367,01 310,17 311,65 PAN (TOTAL) 0,00 100,00 200,00 300,00 400,00 30 El pan, la estrella de la restauración El consumo de pan en los establecimientos de restauración y hostelería está en aumento, en gran parte, debido al “boom” de las tapas gastronómicas. Muchos de los grandes chefs españoles están fomentando el consumo del pan a través de la creación de tapas cada vez más originales. El pan es el ingrediente estrella de la cocina de vanguardia y de la Dieta Mediterránea, que es una alimentación equilibrada y variada en la que predominan los alimentos obtenidos de los cultivos del: trigo, olivo y la vid. Los hogares con niños consumen más pan Los hogares integrados por cinco o más personas, formados por parejas con hijos de edad media y mayores, que viven en poblaciones pequeñas o medianas de hasta 10.000 habitantes, son los que muestran una menor preferencia por este alimento. Así mismo, los jubilados son tradicionalmente grandes consumidores de pan. Existe también una relación directamente proporcional entre la edad de la persona encargada de hacer la comida y el consumo de pan. Tradicionalmente, los hogares donde la compra la realiza una persona con más de 65 años tienden a adquirir más pan al año en relación a la media nacional. Por el contrario, aquellos en los que la persona que realiza la compra tiene menos de 35 años son los que menos pan consumen. Por otra parte, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el consumo de pan también disminuye a medida que aumenta el tamaño del núcleo de población. Así, en los municipios rurales de menos de más de 10.000 habitantes se consume menos pan. 31 CÓMO SE ELABORA EL PAN No existe un solo método de panificación, el profesional suele escoger en función del tipo de pan que quiere fabricar, del obrador del que dispone, de las materias primas, entre otros. Destacaremos, no obstante, los siguientes procesos: Amasado depende de la cantidad y calidad de la El amasado es, a grandes rasgos, la levadura utilizada, de las características acción de unir el agua y la harina en una plásticas de la masa, y de la temperatura y mezcla homogénea y lisa que se desprenda humedad del recinto donde se realice. bien de las manos y de las paredes de la Cocción amasadora. Los ingredientes que van a contribuir La cocción se hace a una temperatura externa de aproximadamente 230ºC, más en la formación de la masa son el agua y permaneciendo la temperatura de la masa a el gluten (proteínas insolubles de la harina). El unos 100 ºC. Inicialmente se produce un agua debe dosificarse en función de las rápido crecimiento de la pieza, debido a la características de la harina y en función de la evaporación del agua de la masa, y a la consistencia de la masa. Asegura los enlaces dilatación de los gases retenidos, que se ve entre los granos de almidón y, sobre todo, favorecido por la gradual gelatinización del entre las partículas de gluten. almidón. Fermentación Posteriormente, se produce la La fermentación se inicia cuando la coagulación de las proteínas y se forma levadura entra en contacto con la harina y el definitivamente la miga. En la superficie, a la agua y finaliza dentro del horno cuando la progresiva desecación que genera la corteza, temperatura de la masa es superior a 55 sigue su tostado, lo que aporta aromas y grados. sabores característicos, diferentes de los de la El efecto visible de la fermentación es el aumento de volumen de la masa, lo que miga y que completan el aroma y sabor del producto final. 32 Diagrama de flujo orientativo: Proceso de elaboración de pan Recepción de materias primas Recepción de materiales auxiliares Almacenamiento de materias primas Almacenamiento de materiales auxiliares Dosificado Amasado Recortes División Formado Fermentación Escarificado / corte Envases, embalajes... Precocción / Cocción Enfriado Leyenda Congelación Línea de masa de pan cruda Línea de pan precocido congelado Línea de Pan cocido congelado Envasado y Etiquetado Flujo de material de embalaje Almacenamiento y Expedición Pan Cocido congelado Transporte Pan Precocido congelado Masa de Pan Cruda 33 MATERIAS PRIMAS DEL PAN Se define como pan, al producto perecedero resultante de la cocción de una masa obtenida por la mezcla de harina de trigo, sal comestible y agua potable fermentada por la levadura. El pan no contiene ningún nutriente cuyo consumo excesivo se asocie a un mayor riesgo en el desarrollo de las llamadas patologías occidentales (obesidad, diabetes, enfermedades de vasos sanguíneos y corazón). La sal, el exceso de la misma si se considera factor de riesgo en enfermedades cardio vasculares. Aunque este no es el caso del pan por la concentración en la que aparece, al estar mencionado en los ingredientes, quizás sería bueno indicarlo; Harina Es la materia prima más importante para la elaboración del pan y procede fundamentalmente del trigo. Hay tres tipos principales de harina en función de su uso: la de pan, la de pastas y la de confitería. El grano del trigo es el fruto de la planta y comprende tres partes esenciales: La envoltura, constituida por capas de células superpuestas (pericarpio, tegumento seminal y base proteica). Desde el punto de vista nutritivo son ricas en fibras celulósicas y hemicelulósicas, en sales minerales y en ácido fítico. Poseen un contenido elevado en proteínas y vitaminas B1 (tiamina) y B2 (riboflavina). Representa del 14 al 16% del grano. La almendra harinosa está constituida por granos de almidón insertados en la red de un cuerpo nitrogenado: el gluten. El almidón representa un 70% del peso de la almendra y transformado en azúcares tiene un papel destacado en la acción de las levaduras. Por su parte, el gluten, se encuentra en la semilla de muchos cereales y se trata una materia proteica característica que representa aproximadamente el 80% de la proteína del trigo. La almendra representa del 81 al 85% del grano. El germen es rico en hidratos de carbono, grasas y vitaminas B y E. Representa del 2,5 al 3% del grano. 34 Agua El agua desempeña un papel primordial: hidrata la harina, humedece los granos de almidón y las proteínas que, tras haberse transformado en gluten, sirven de agente de enlace para insertar el almidón en el interior de la red glutinosa llegando así a la elaboración de la masa. El agua genera el adecuado medio húmedo para el desarrollo del medio enzimático y de la fermentación panaria. El agua ha de ser potable y no debe contener mucho calcio o sodio que pueda influir negativamente sobre el gluten haciendo que la masa fuera más dura y rígida. El agua no interviene en el sabor del pan. Un pan muy hidratado es más voluminoso, de miga más alveolada y da como resultado un pan más ligero y con alvéolos mucho más grandes, factor cada vez más demandado por el mercado. Sal La sal sí interviene en el sabor del pan y lo mejora, tanto de la harina como de los demás ingredientes. Aumenta la estabilidad de la masa, controla el crecimiento de los microorganismos y la tasa de fermentación. Favorece la absorción del agua y mejora la coloración de la corteza, ya que sin ella la corteza quedaría más pálida. Por otro lado, nuestro compromiso con la Estrategia NAOS (Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad), y su Código de Autorregulación de alimentos dirigidos a menores, Prevención de la Obesidad y Salud (Código PAOS) es clara. Muestra de ello es el acuerdo firmado en año 2005 con el antiguo Ministerio de Sanidad y Consumo para la reducción en el porcentaje de sal utilizado en la elaboración de pan, que pasaría de los 2,2 g de sal por cada 100 gramos de harina hasta un máximo de 1,8 gramos de sal por cada 100 gramos de harina en un periodo de cuatro años, disminuyendo a razón de un gramo cada año. Además, esta reducción se ha llevado a cabo sin alterar las condiciones necesarias para la elaboración del pan. El objetivo era reducir la cantidad existente en ese momento, 22 g por kilo, para alcanzar la cifra de 18 g. Aunque esto no debe llevar a pensar que la cantidad de sal contenida en el pan era excesiva, sino que el propósito de la estrategia era evitar la sal añadida. 35 No obstante, según datos de 2009, España ha conseguido alcanzar una media de 16,3 g de sal por kilo, por lo que este resultado está incluso por debajo de las cifras que se marcaron como objetivo en un principio, 18 g. De esta forma, nuestro país ha superado las recomendaciones de la OMS de forma muy amplia y además ha mejorado los datos obtenidos por otros países como Alemania, que mantiene una proporción de 20 g por kilo. Levadura La levadura de panadería es un agente de fermentación de la especie Saccharomyces cerevisiae, que pertenece a la familia de los hongos. Es el componente esencial del pan. En la actualidad se obtiene de la melaza procedente de la remolacha o de la caña de azúcar. Se trata de una levadura biológica que posee las facultades de todos los seres vivos de respiración y reproducción. En la masa, las células de levadura consumen los azúcares que provienen principalmente del almidón de la harina y producen el gas carbónico, que es el responsable de la subida de la masa. En la fermentación, se producen también otros compuestos que determinan el aroma y el sabor del pan. La masa madre La “levadura de masa” o “masa madre” es el resultado de la fermentación espontánea (es decir, sin añadir levadura de panadería) de una masa de harina y agua cuando se deja reposar suficiente tiempo a una temperatura entre 23 y 30 grados. 36 SECRETARÍA C/ Diego de León, 54 28006 Madrid (España) Tfno.: (+34) 91 563 58 60 Fax: (+34) 91 561 59 92 e-mail: [email protected] COMUNICACIÓN Agrifood Sector Communication, S.L C/ Embajadores 181 (B) - Local 12 28045 Madrid - España Tel.+34 91 222 80 07 Fax.+34 91 506 13 71 e-mail: [email protected] 37