Elaborado por: Licda. Marcela Calvo Lara La pareja es una unidad que se establece con el tiempo, cumple una función social. Además, cubre necesidades afectivas y sexuales. En una pareja debe darse el cuidado mutuo, la amistad y el apoyo necesario para que ambos logren cumplir con sus propósitos de vida. Las parejas deben basarse en: La amistad, El respeto a las individualidades, Equilibrio entre la autonomía y el compartir, El respeto mutuo, La libertad de cada uno, Comunicación, Entre otros. Parejas dependientes: Son parejas donde uno de sus miembros pone a su relación por encima de todo, incluyéndose a sí mismo, a su trabajo o a sus hijos en muchos casos. No tiene que haber nada que se interponga entre el individuo y su pareja, que dificulte el contacto deseado con ella. Se caracterizan por: Deseo de tener información y contacto con la persona constantemente. Tendencia de exclusividad de las relaciones. Idealización del compañero (a). Sumisión hacia la pareja. Miedo al abandono. Son aquellas parejas que se olvidan de si mismas para complacer a su compañero, casi se anulan por completo. Se caracterizan por: Uno de sus miembros se anula por completo. Siempre intenta complacer a su pareja. Pierde sus propios intereses. Una pareja sana, es aquella que logra la igualdad de responsabilidades y derechos, que tienen capacidad de escucha y que cada uno de los miembros conservan su autonomía y libertad. Este tipo de parejas implican: Un trabajo colaborativo entre ambos. Igualdad de derechos y responsabilidades. Equidad de géneros. Buena comunicación. Capacidad de escucha. Respeto al espacio propio de su compañero (a). La corresponsabilidad es definida como el espacio de compartir o cumplir en forma conjunta de una tarea, donde los compromisos se distribuyen equitativamente entre las personas involucradas. Mientras que crianza se refiere a nutrir, cuidar, educar y acompañar a los niños y niñas en su proceso de crecimiento y desarrollo integral. De esta manera, podemos entender que la corresponsabilidad en la crianza de los hijos y las hijas, es asumir la responsabilidad conjunta de los padres en la guía de los niños y los jóvenes, generando espacios de equidad e igualdad para los mismos. Son proyectos que desarrollan en forma conjunta los hombres y las mujeres que participan en igualdad de condiciones. Algunos proyectos mixtos son: la vida en pareja, la crianza y el cuido de los hijos, las tareas domésticas, el matrimonio, entre otros. Deben ser compartidos. Es un proceso negociado. Gira en torno a los pilares de la convivencia en grupo. Tiene que haber claridad en lo que se quiere hacer. Un conflicto es algo inevitable, es un desacuerdo entre dos o más personas. En las relaciones entre géneros, se pueden presentar entre parejas, hijos, padres, hermanos, entre otros, pero lo importante no es el conflicto sino la forma en que lo resolvemos y lo que aprendemos de él. Un conflicto es destructivo cuando aumenta y agudiza las diferencias entre las personas y conduce comportamientos como insultos, violencia física y psicológica. Los conflictos pueden ser constructivos cuando: Ayudan a clarificar un problema, Conducen a una comunicación autentica, Ayuda a liberar emociones contenidas, Propicia al diálogo. Genera el crecimiento personal. Un estereotipo es una imagen simplificada por un grupo o institución, que asignan ciertos rasgos comunes a todos sus miembros o representantes. Son compartidos por muchas personas. Se atribuyen a una persona como miembro de un grupo y no como sujeto. Son resistentes al cambio. Simplifican y generalizan la realidad. Orientan expectativas. Propician que recuerden con más facilidad la información congruente con el propio estereotipo. Étnico Etario Sexista Asociados con la labor. Entre otros. Las relaciones entre los géneros, se ven influenciadas por la percepción que tenemos de lo que es bello o no, lo que ha llevado a los jóvenes a sufrir una serie de trastornos para ser aceptados por los estándares de la sociedad. Anorexia: poca ingesta de alimentos, con el fin de mantener un peso por debajo de los normal. Bulimia: consiste en comer en forma descontrolada y provocarse luego el vómito. Ortorexia: Es la obsesión por la comida sana, hasta el nivel que puede ser patológico. Vigorexia: Es el deseo de ganar masa magra, no grasa y una alteración en la imagen personal.