RESISTIR DESDE LAS LENGUAS INDÍGENAS Elena Torres. Argentina. En las comunidades quichuahablantes de mi país se narra y se canta la historia de Telesita. “Cuando en las noches claras del monte santiagueño las ‘cajas’, los ‘bombos’ y las guitarras comenzaban a sonar, ella se presentaba, de improviso, en medio de la fiesta. Vestida con andrajos, pies desnudos, negra y larga cabellera, comenzaba a bailar, golpeando un pequeño cántaro a modo de ‘caja’. Sus pequeños pies se movían como las alas de una mariposa; danzaba y danzaba, frenéticamente, como si fuera la última vez que lo haría. Todos los presentes festejaban la armoniosa y alegre presencia de aquella mujer, con alas en los pies y mirada de fuego. Luego ella, misteriosamente, se perdía en el monte de donde había venido. Muchas veces sucedía así. Hasta que una noche, Telesita no llegó. Todos se preocuparon. Nadie sabía de ella. Y salieron a buscarla. Por la madrugada, la encontraron muerta, a la intemperie, junto a una fogata. Seguramente ese fuego era el único abrigo que Telesita tenía”. También los tobas, guaraníes, mapuches... cuentan sus historias en su propia lengua. Porque hay pueblos vivos, con palabras vivas que son proféticas, un canto a la vida, y que nos invitan a escucharlas. Pueblos que se expresan oralmente en su lengua ancestral; porque la lengua es parte interna de una persona, es parte de sus raíces, de su cosmovisión, y es difícil que podamos expresar todo lo que sentimos en una lengua adquirida. Lenguas vivas, milenarias, que se hablan en mi país, en zonas empobrecidas. Hermanos nuestros que siendo alma-salitre, alma-monte, alma-montaña; que saben de sequías e inundaciones, dan vida, desde sus entrañas, a una lengua que los demás ignoramos y muchas veces descalificamos. Es evidente que muchos grupos étnicos supieron adaptarse a otras realidades. Y en ese avasallamiento cultural que sufrieron, sostuvieron su identidad, soportaron planes de exterminio... y siempre estuvieron presentes cuando se conformaron las sociedades latinoamericanas. Aunque hay que admitir que en Argentina eso fue más difícil. Un sistema capitalista que promueve la alienación y los “valores occidentales”, estigmatiza una lengua diferente. No se trata de negar los aportes positivos de otras culturas, pero la Conquista y las migraciones de los siglos 18 y 19 han traído consigo valores, como una religión del miedo, la competencia y el éxito personal, un concepto de desarrollo que viola la tierra y los bosques,... una fuerte idea de “eficiencia”... Estos valores se impusieron atropellando los valores que vivían los pueblos desde tiempos remotos, como el respeto a la naturaleza, una religión ligada a la Creación, el respeto a las/os ancianas/os, una economía solidaria, la fiesta... los mitos... ¿Cómo entonces no resistir a este atropello cultural? Estas comunidades que se sienten parte de la tierra, que cultivan una profunda espiritualidad con la Creación, que tienen contacto con todo el Universo, siguen resistiendo, a pesar de todo, para sostener su identidad. Y la propia lengua, por medio de la cual expresan su cosmovisión, es el canal que interactúan. En el seno de las familias se produce el dulce contacto con la lengua de los abuelos, y la historia de la comunidad fluye en vocablos de tierra, fuego y cielo. “Dicen los Mapuches: Nuestra Ñuque Mapu nos engendró por igual. Es una frase que expresa el corazón del pueblo Mapuche y que también es revelación y teofanía y que nos explica la raíz profunda del sentir que descubren dentro de sí”. (Elena Picasso). ¿Tenemos conocimiento de la composición y distribución de estos pueblos? He aquí un abreve reseña del territorio argentino: Región Noreste Pueblos Mbya-Guaraní Mocoví Pilagá Toba Región Noroeste Pueblos Atacama Ava-Guaraní Chané Chorote Región Sur Pueblos Mapuche Ona Tehuelche Yamana Región Central Pueblos Atacama Ava-Guaraní Diaguita-Calchaquí Huarpe Vilela Wichi Chulupí Diaguita-Calchaquí Kolla Omaguaca Tapiete Toba Tupí-Guaraní Wichi Kolla Mapuche Rankulche Toba Tupí-Guaraní ¿Podemos imaginar a los niños de estos pueblos expresando su existencia en lengua materna? ¿Qué sentirán cuando ingresan a la escuela, abren sus libros, y ellos no están; ni están sus lenguas, ni sus creencias, ni sus relatos, ni sus coplas? La lengua materna de estos niños quedó en la puerta, esperando como Lázaro. “Se dice: Para lograr que una lengua desaparezca, no es necesario asesinar a sus hablantes. En ese tema hay promoción de la desigualdad: hay lenguas más y menos cultas; más y menos internacionales; más y menos progresistas. Un ejemplo: en el Censo Nacional del 2001 no hay fuentes que permitan conocer la cantidad de hablantes de guaraní, toba, quichua, mapuche... Esta discriminación, la necesidad de migrar y el sistema educativo dominante, son algunas de las causas de la negación de una lengua. El dominio cultural puede llevar a la muerte de una lengua. “Estamos a tiempo de revertir este abandono y esta masacre”.(Sábato) Si bien es cierto que hay intentos individuales de maestros y colegios, los avances no son estructurales. Es necesaria una política lingüística que no olvide a los docentes emanados de las mismas comunidades indígenas. Nada justifica que permanezcamos insensibles ante la amenaza de extinción de una lengua; si no detenemos este proceso seremos juzgados por las generaciones venideras de haber sido cómplices de nuevas desapariciones”. (1) La transculturación norteamericana es muy fuerte en Argentina. Mata muchos aspectos culturales de los pueblos primitivos... y del pueblo “criollo” que en su “mestizaje”, ha conservado y sigue conservando su cosmovisión. Esta manera de contemplar la Vida: la persona, la tierra, el agua, los animales, los bosques, sigue estando en el alma de los pueblos, aún cuando se olvidaron voces que los nombran. Esta manera de contemplar la Vida debe considerarse como un aporte moderno e insustituible a las lenguas dominantes. Mientras tanto, y paralelamente al ejercicio de su propia lengua, las comunidades indígenas luchan por la igualdad de derechos y garantías que les otorga la Reforma Constitucional. Allí se garantiza el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe. A lo largo y ancho del país podemos encontrar estudios linguísticos, diccionarios, asesoramiento, cursos, talleres, expresión teatral, musical y plástica, cine, sitios Web, donde la lengua indígena resiste ante la amenaza de su extinción. “Los colores de todos los pueblos juntos, dan el verdadero color a la tierra”. Nuestros hermanos siguen hablando con sus propias voces; voces que quieren entrar a las aulas: Petei ko’éme oja valkue che kure, opu valkue che jurúpe, mba’e guasuete, ñe’e. Mba’e kyrymi, marangatuete, ara pytumi ñanemoingovéva sapy’ aitemi, pyhare pytépe. En un despertar, se pegó a mi lengua, estalló en mi boca, cosa inesperada, el habla. Cosa tiernísima, buena de verdad, aliento del cielo que nos da la vida un momentito, en medio de la noche. Poema en guaraní. Susy Delgado. Tvfaci mapumew mogeley wagvben. Tvfaci kajfv wenumew vlkantuley ta copu rakiduwam. Doy fvta ka mapu tañi mvlen ta komv xipalu ko mew ka pvjv mew pewmakeiñmu tayiñ pu fvcakece yem. Apon kvyeh fey yañi am-pigekey. Ni hegvmkvleci piwke fewvla ñvkvfvy. En este suelo habitan las estrellas. En este cielo canta el agua de la imaginación. Más allá de las nubes que surgen, de estas aguas y estos suelos, nos sueñan los antepasados. Su espíritu- dicen- es la luna llena. El silencio, su corazón que late. Poema mapuche. Elicura Cuihuailaf. (1) Catedrático santiagueño. *************************************