Potestad sancionadora del Organismo

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DI RECCIÓN G ENERAL DE ORGANI ZA CIÓN Y RÉGI MEN JU RÍD ICO
Asunto: Potestad sancionadora del Organismo autónomo Madrid Salud.
Por el Gerente del Organismo Autónomo Madrid Salud se solicita informe sobre
la competencia del citado Organismo para el ejercicio de la potestad sancionadora en
materia de salud pública, formulándose las siguientes consideraciones:
1. Régimen jurídico de los Organismos autónomos municipales.
Los Organismos autónomos son entidades con personalidad jurídica propia a los
que se encomienda en régimen en régimen de descentralización funcional y en
ejecución de programas específicos de la actividad de una Administración pública, la
realización de actividades de fomento, prestacionales o de gestión de servicios públicos.
En el ámbito local los arts. 85.2 a) de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora
de las Bases de Régimen Local (LBRL) y 100.2 b) de la Ley 2/2003, de 11 de marzo, de
Administración Local de la Comunidad de Madrid (LALCM), regulan los Organismos
autónomos locales como una de las formas de gestión directa de los servicios públicos
locales, configurándolos como entidades de Derecho público con personalidad jurídica
y patrimonio propio para la gestión descentralizada de servicios o intereses sometidos a
Derecho público
El art. 85 bis LBRL establece cuál es el régimen jurídico de los Organismos
autónomos locales, señalando que se regirán por lo dispuesto en los artículos 45 a 52 de
la Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento de la Administración
General del Estado (LOFAGE) en cuanto les resultase de aplicación, señalando a
continuación una serie de especialidades.
2. Competencias y potestades de los Organismos autónomos municipales.
La creación de un Organismo autónomo municipal y la aprobación de sus
Estatutos, en los que se establecen sus competencias y régimen de organización y
funcionamiento, se enmarcan dentro de la potestad de autoorganización municipal
expresamente prevista en el art. 4.1 a) LBRL.
Según los arts. 85 bis.1 a) y 123.1 k) LBRL la competencia para crear
Organismos autónomos y aprobar sus estatutos corresponde al Pleno municipal, que al
establecer sus competencias y régimen de organización y funcionamiento ha de respetar
la regulación que al respecto establecen los arts. 45 a 52 LOFAGE y 85 bis LBRL.
En particular, el art. 85 bis.2 b) LBRL establece como uno de los contenidos
necesarios de los estatutos “Las funciones y competencias del organismo, con
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indicación de las potestades administrativas generales que éste puede ejercitar”. De
esta forma, los estatutos prevén no sólo las competencias que corresponden al
Organismo autónomo, sino también las potestades administrativas precisas para el
ejercicio de tales competencias, de manera que unas y otras determinan su capacidad de
obrar.
3. Ejercicio de la potestad sancionadora por los Organismos autónomos
municipales.
La resolución de la cuestión planteada por el Gerente del Organismo autónomo
Madrid Salud, relativa a la posibilidad del ejercicio de la potestad sancionadora en
materia de salud pública por el citado Organismo, requiere examinar si el Pleno
municipal, al aprobar los estatutos de un Organismo autónomo, está sujeto a alguna
limitación en cuanto a las potestades que puede descentralizar en el mismo.
En primer lugar, debe señalarse que la potestad sancionadora está sujeta a una
limitación en los arts. 85.3 LBRL, 101.1 LALCM y 95.1 del Real Decreto Legislativo
781/1986, de 18 de abril, por el que se aprueba el Texto refundido de las disposiciones
legales vigentes en materia de régimen local, en los que se establece que “En ningún
caso podrán prestarse por gestión indirecta ni mediante sociedad mercantil de capital
social exclusivamente local los servicios que impliquen ejercicio de autoridad (entre los
que puede englobarse la potestad sancionadora)”. No obstante, ha de tenerse en cuenta
que esta es una limitación que tan sólo afecta a las sociedades municipales y a las
formas de gestión indirecta (concesión, concierto y gestión interesada, según el art. 156
del Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio, por el que se aprueba el Texto
refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas), pero no a las
formas de gestión directa, entre las que se encuentra el Organismo autónomo local.
Aclarado lo anterior, la LBRL no establece de forma expresa ninguna limitación
respecto de las potestades que pueden atribuirse a un Organismo autónomo a través de
sus estatutos, sino que se remite en su art. 85 bis.1 a la regulación que establece la
LOFAGE.
El art. 42.2 LOFAGE dispone en este sentido que “Dentro de su esfera de
competencia, les corresponden las potestades administrativas precisas para el
cumplimiento de sus fines, en los términos que prevean sus estatutos, salvo la potestad
expropiatoria. Los estatutos podrán atribuir a los Organismos públicos la potestad de
ordenar aspectos secundarios del funcionamiento del servicio encomendado, en el
marco y con el alcance establecido por las disposiciones que fijen el régimen jurídico
básico de dicho servicio”.
Más adelante, el art. 62. 1 b) LOFAGE establece como uno de los contenidos
necesarios de los estatutos “Las funciones y competencias del Organismo, con
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indicación de las potestades administrativas generales que éste puede ejercitar, y la
distribución de las competencias entre los órganos de dirección (...)”, sin establecer
ninguna limitación.
Finalmente, el art. 65.1 e) y g) LOFAGE, al regular los recursos económicos de
los Organismos Autónomos permite que estos obtengan “Los ingresos ordinarios y
extraordinarios que estén autorizados a percibir, según las disposiciones por las que se
rijan” y “Cualquier otro recurso que pudiera serles atribuido”.
Del examen de la normativa citada puede concluirse que la única limitación que
tanto la LBRL como la LOFAGE imponen a las potestades que pueden atribuirse a los
Organismos autónomos mediante sus estatutos, es la relativa a la imposibilidad de que
los Organismos autónomos ejerzan la potestad expropiatoria, no existiendo ninguna otra
limitación respecto del resto de potestades administrativas y, en particular, respecto de
la potestad sancionadora.
Este es, por otra parte, el criterio seguido por la Administración General del
Estado , establecido por el Ayuntamiento de Madrid en el Reglamento Orgánico del
Gobierno y de la Administración de 31 de mayo de 2004 (arts. 79.2, 82.1 c) y 96) y que
se ha plasmado en el art. 3 de los estatutos del Organismo autónomo Madrid Salud.
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Finalmente, debe señalarse que en la legislación sectorial en materia de salud
pública conforme a la cual el Organismo autónomo Madrid Salud ejerce sus
competencias, no existe ninguna limitación respecto de la posibilidad de atribuir la
potestad sancionadora a un Organismo autónomo.
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Muestra de ello son los arts. 6.1 y 5 i) y j) del Real Decreto Legislativo 339/1990, de 2 de marzo, por el
que se aprueba el Texto articulado de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad
Vial, en los que se atribuye al Organismo Autónomo Jefatura Central de Tráfico la sanción de las
infracciones a las normas de circulación, el art. 5.27 del Real Decreto 520/1997, de 26 de marzo, por el
que se aprueba el estatuto de la Agencia Española del Medicamento, que atribuye a este Organismo
autónomo el ejercicio de la potestad sancionadora en las materias en las que tenga competencias de
inspección y el Real Decreto Legislativo1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el Texto Refundido
de la Ley de Aguas, que en su art. 22 configura a las Confederaciones Hidrográficos como Organismos
autónomos y les asigna en el art. 117.2 la sanción de las infracciones leves.
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Disposición adicional quinta de la Ley 31/1990, de Presupuestos Generales del Estado para 1991, en
relación con los dispuesto en la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad, Ley 26/1984, de 19 de
julio, General para la Defensa de Consumidores y Usuarios, Ley de la Comunidad de Madrid 11/1998, de
9 de julio, de Protección del Consumidor de la Comunidad de Madrid, Ley de la Comunidad de Madrid
1/1990, de 1 de febrero, de Protección de los Animales Domésticos y Ley 50/1999, de 23 de diciembre,
de Régimen Jurídico de la Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos.
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4. Conclusiones.
•
La única limitación que la LBRL y la LOFAGE imponen a las potestades que
pueden atribuirse a los Organismos autónomos locales mediante sus estatutos, es la
relativa a la imposibilidad de que los Organismos autónomos ejerzan la potestad
expropiatoria, no existiendo ninguna otra limitación respecto del resto de potestades
administrativas y, en particular, respecto de la potestad sancionadora.
•
En consecuencia, de conformidad con la legislación sectorial en materia de salud
pública y los arts. 85 bis.2 b) LBRL, 42.2 LOFAGE, 79.2 y 82.1 c) ROGA, el
Organismo Autónomo Madrid Salud puede ejercer la potestad sancionadora en
materia de salud pública al habérsele atribuido dicha potestad administrativa por el
art. 3 de sus estatutos aprobados por acuerdo plenario de 24 de noviembre de 2004.
Madrid, 2 de noviembre de 2005
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