Indicaciones y materiales para la enseñanza de la Constitución Departamento de Derecho Político. UNED El presente texto se reproduce con fines exclusivamente docentes, para su uso por parte de profesores y alumnos en el ámbito de la enseñanza de la Constitución Ramón Parada Vázquez, Derecho Administrativo I. Parte General, Madrid: Marcial Pons, 1997 (novena edición) Apartado I del Capítulo XI: “Las clases de la actividad administrativa”, págs. 430 a 436. Extracto (...) Los fines a que tiende la actividad de la Administración son los mismos fines del Estado y éstos dependen de circunstancias históricas, ideológicas o geopolíticas (...). Pero aparte de esa clasificación por los fines, sectores o materias (...) es preciso disponer de otros conceptos que permitan clasificar (o más bien sistematizar (...)) dentro de cada sector o materia (orden público, sanidad, comercio, industria, agricultura, etc.) la actuación administrativa y las normas que la rigen. En este sentido, es fundamental el criterio del efecto que la actividad administrativa causa en la libertad de acción y los derechos de los particulares y que permite distinguir entre actividad de limitación o de policía, que restringe la libertad, los derechos o la actividad de los particulares; actividad de fomento o incentivadora, que estimula mediante diversos premios o apoyos el ejercicio de la actividad de éstos para que la orienten al cumplimiento de determinados fines de interés general, y, por último, la actividad de prestación o de servicio público, por la que la Administración suministra mediante sus propias organizaciones determinadas prestaciones a los particulares (sanitarias, docentes, culturales, de transporte, etc.) (...). Sin embargo, estas tres formas no agotan, a nuestro juicio, la realidad de la actividad de la Administración española (...). En efecto, parece obligado separar la llamada actividad administrativa de limitación o policía de la actividad administrativa sancionadora (...) la causa que da origen al acto sancionador es substancialmente distinta de la causa jurídica de otros actos limitativos (autorizaciones previas, mandatos, prohibiciones) (...). A esta cuarta forma de actividad se añade una quinta: la actividad arbitral de la Administración Pública. Con este concepto se pretende justamente acoger la cada vez más extensa actividad administrativa de mediación entre los intereses y derechos de los particulares (...) por la que la Administración decide o arbitra entre pretensiones contrarias de los particulares, actuando, por consiguiente, como verdadero árbitro mediador (...) Las técnicas expuestas son formas o modos externos de actividad o intervención administrativa (...) Pero al margen de esa actividad externa, la Administración desarrolla una actividad interior o reflexiva sobre sí misma, sobre su propia estructura, en la que puede encuadrarse la actividad de organización y reforma y que conlleva la adquisición de los medios instrumentales para poder existir y funcionar como tal organización (...).