El Museo te ayuda a hacer tus… …Tareas DON BERNARDO O

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El Museo te ayuda a hacer tus…
…Tareas
DON BERNARDO O`HIGGINS INAUGURA EL
CEMENTERIO GENERAL.
(9 DE DICIEMBRE 1821)
Cementerio General de Santiago, antigua fachada de 1900.
Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional
Departamento Educativo
Museo Histórico Nacional
Los entierros en Chile en los Siglos XVI, XVII y XVIII:
El entierro de los cadáveres en la época del Descubrimiento y la Conquista de Chile, así
como también en el periodo de la Colonia, estuvo marcada por la tradición de sepultar a
sus muertos en el interior de las iglesias, sólo cuando sus familiares estaban en
condiciones de pagar tal derecho; si el muerto pertenecía las clases menos afortunadas,
se les ubicaba en un patio colindante al templo. Esta costumbre fue traída desde Europa
por los españoles, y fue adoptada en la época de los principios del cristianismo.
El rey denominado Alfonso el Sabio, explicó en uno de sus escritos, que son cuatro las
razones de por qué fuesen las sepulturas en el interior o cerca de las iglesias:
La primera apunta a que los cristianos son muy cercanos a Dios, más que otras “gentes”
y por ello las sepulturas son acercadas a la iglesia. La segunda es porque aquellos
familiares que visitaran las iglesias se acordaran de rogar a Dios por sus difuntos. La
tercera razón apunta a que los santos que fuesen patrones de aquella iglesia los
protegerían. La cuarta se sustenta en que los “diablos” no se pueden acercar tanto a los
muertos. Es por esta razón que la iglesia le llamaba a estos lugares cementerio de
amparamiento de los muertos.
Entonces en el nuevo mundo se siguió esta práctica desde los primeros días de la
conquista.
Con el transcurrir de los años se comenzaron a hacer evidentes graves inconvenientes
en las prácticas de los entierros al interior de las iglesias; una de las situaciones que se
presentó, estuvo en los cobros abusivos de parte de algunas parroquias al momento de
trasladar a los difuntos a sus lechos de muerte. Otra lamentable situación, consistía en la
remoción y posterior recolección de los huesos que iban apareciendo al interior de la
fosa que se estaba preparando, los restos eran ubicados en una caja en algún sitio de la
iglesia. Pero sin lugar a dudas el inconveniente más grave que resultaba de esta práctica
era los focos infecciosos en que se convertían los templos. El aire resultaba ser
irrespirable, y a pesar de que las iglesias se ventilaban, era habitual que los fieles
contrajeran enfermedades al respirar tan mal sano aire.
La gente más pobre era “lanzada” al cerro en rudimentarios e improvisados panteones a
las faldas del Cerro Santa Lucía.
9 de diciembre de 1821 O`Higgins decreta la creación del Cementerio General:
Una vez que Chile ya consolidaba su Independencia, O`Higgins se encomendó la tarea
de avanzar en muchos temas que se encontraban sobre todo en el plano de la ignorancia
y la superstición. Enterrar a los muertos en las iglesias resultaba ser poco higiénico e
insalubre para las ciudades. La idea de crear un gran panteón, rompía con las arcaicas
costumbres de aquel entonces y se avanzaba hacia una mejor salud pública y que
además estuviera al nivel de los países cultos.
Con fecha 6 de septiembre de 1821 ordenó al Cabildo de Santiago que comprase un
predio para construir un cementerio digno de un pueblo culto, un lugar de entierro y de
respeto a la memoria de los fieles que habitaban Santiago. Por la construcción del
Cementerio, O`Higgins se gano muchos más enemigos que con las medidas más
representativas de su gobierno.
Reunir los recursos fue otro de los complicados desafíos con los que las autoridades
debieron lidiar. El país no pasaba por un buen momento económico y lamentablemente
se encontraba completamente empobrecido, producto de las guerras por la
independencia.
Entrada Principal Cementerio General. Fotografía de Vera, 1915
Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional.
Por esta razón, las autoridades a cargo del proyecto y con la venia del Director Supremo
O`Higgins se comenzaron a utilizar recursos provenientes de la extracción de nieve de
La Dehesa, la que se transportaba a lomo de mula, y se empleaba en la fabricación de
los helados o de la conservación de otros alimentos.
Gracias a la asignación de otros recursos y además de importantes donaciones se logró
llevar a cabo el proyecto. Fue una construcción bastante simple, principalmente adobe y
ladrillos. Se cercó todo el gran terreno que se le había asignado y que se extendía en
pleno sector de la Chimba (hoy Recoleta e Independencia).
La inauguración del recinto mortuorio se materializó el 9 de diciembre de 1821. La
apretura al público del nuevo camposanto dio origen a una gran fiesta colectiva donde
se desbordaron los ánimos para recibir a este nuevo recinto ambicionado por la
autoridad civil. Dicha celebración, contó además con la
bendición del obispo de
Santiago, José Santiago Rodríguez Zorrilla.
El día de la inauguración no tuvo ningún fallecido y recién el día 10 de diciembre, se
recibiría a los primeros moradores.
En este cementerio yacen la mayoría de los personajes más relevantes de la historia de
Chile incluyendo un gran número de presidentes de Chile.
En la actualidad cuenta con 85 hectáreas y se encuentran sepultadas más de dos
millones de personas, por lo que se convierte el recinto más grande existente en Chile
en su tipo, depende administrativamente a la comuna de Recoleta.
Acceso Cementerio General, Fotografía 1920. Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional.
Vista de los mausoleos al interior del Cementerio General. Fotografía de 1900
Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional.
Entrada Principal Cementerio General, con imponente escultura, bajo la cual yacen 2000 cadáveres del “Incendio de la
Compañía” (ver ayuda tareas”Incendio De la Compañía”). Fotografía de Vera, 1915
Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional.
Vista de los mausoleos al interior del Cementerio General. Fotografía de Vera, 1945
Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional.
Vista al interior del Cementerio General. Fotografía de Miguel Rubio, 1948
Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional.
Escultura Fúnebre, Interior Cementerio General. Fotografía de Miguel Rubio, 1949
Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional.
Escultura Fúnebre, Interior Cementerio General. Fotografía de Miguel Rubio, 1949
Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional.
Tumba de Víctor Jara, Interior Cementerio General. Fotografía de Kena Lorenzini.
Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional.
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