MaDoQuim: Memorias de la Maestría en Docencia de la Química. Vol.1 Año 1. ISSN 2323-010X La química que enseña en el aula: ¿verdades absolutas o modelos científicos? Chemistry to teach in the classroom: absolute truths or scientific models? Dein Jeinman Cruz Leiva y Dora Ocampo Rozo [email protected]; [email protected] Resumen. Este artículo tiene como objetivo identificar la problemática acerca de la química se enseña en las aulas de clase, partiendo desde la concepción de ciencia y enfocando los modelos científicos y en particular el atomismo y el energetismo, como resultado del estudio del comportamiento de las sustancias, para finalmente exponer el papel del lenguaje químico y de la transposición didáctica en la enseñanza de la química. Palabras clave. atomismo, energetismo, lenguaje químico, modelos conceptuales, afinidad química, representación macroscópica, microscópica y simbólica. Abstract. The main objective of this article is to identify the chemistry teaching inside the classroom, starting from science conception and emphasizing in scientific models, specially the atomism and energetic as a result of the study of the substance behaviors, finally, to show the chemical language and didactic transposition roles in chemistry teaching. Keywords. atomism, energetic, chemical language, conceptual models, chemical affinity, macroscopic, microscopic and symbolic representation. 167 Segunda parte: Seminario Conceptos Químicos e Implicaciones Didácticas - Memorias MaDoQuim: Memorias de la Maestría en Docencia de la Química. Vol.1 Año 1. ISSN 2323-010X Introducción La labor del docente, hoy en día está influenciado por varias situaciones que deben promover el cuestionamiento sobre su responsabilidad en el desarrollo social, económico, técnico de la comunidad, razón que facilita que la alfabetización en química se haya convertido en una prioridad para los estamentos gubernamentales de todos los países, evidenciando la importancia de la enseñanza de la química en el desarrollo económico, tecnológico y social a través de currículos acordes con el entorno y de un mayor apoyo económico en aspectos relacionados con la ciencia la tecnología y el ambiente. El mejoramiento de los currículos, de los enfoques metodológicos y didácticos determina la necesidad de preguntarnos ¿Cuál es la química que se enseña en nuestras de aulas? ¿Cuál es la orientación filosófica, histórica, epistemológica y didáctica que presenta esta ciencia? la respuesta a estos cuestionamientos se debe realizar desde los siguientes aspectos: • • • • Concepción de la química como ciencia. Caracterización de la versión de química que se enseña en el aula. Caracterización de la versión de química como ciencia que se presenta en los libros de texto que los profesores utilizamos como guías para los alumnos. La influencia de la química en el desarrollo de los conceptos de estructura, enlace y función química. A partir de esta indagación se puede profundizar sobre la enseñanza de la ciencia y específicamente de la química, de las controversias que se han suscitado alrededor de esta, ya que no son tenidas en cuenta dentro del desarrollo curricular, razón que facilita que la enseñanza de la química se organice a partir de “verdades absolutas” dejando de lado la posibilidad de retomar los modelos científicos, didácticos y cognitivos de la química como herramientas didácticas que han favorecido el cambio, y que continúa haciéndolo aún en la actualidad. Además de los modelos científicos (química), didácticos (profesores) y cognitivos (estudiantes) que se trabajan en química, como docentes debemos preguntarnos sobre ¿Qué garantiza que esos modelos a través de los cuales enseñamos química, presentan una estructura coherente, que permita llevar a cabo un adecuado proceso de enseñanza – aprendizaje? ¿Cómo la acción mediadora del currículo, los libros de texto y el profesor contribuyen a democratizar el discurso científico en la escuela? ¿Cuáles son los modelos científicos, didácticos y cognitivos que permiten el aprendizaje significativo de la estructura, la composición y la función química? Acerquémonos a la definición de ciencia. Dentro del contexto de la definición de la química como ciencia surgen algunos cuestionamientos sobre los cuales se pretende argumentar su identidad. Estos cuestionamientos son: 168 Segunda parte: Seminario Conceptos Químicos e Implicaciones Didácticas - Memorias MaDoQuim: Memorias de la Maestría en Docencia de la Química. Vol.1 Año 1. ISSN 2323-010X • • • ¿Cuándo la química se convirtió en ciencia? ¿Qué aspectos determinan la independencia de la química con respecto a la producción artesanal e industrial? ¿Qué influencia ejerció su afinidad con la física para determinar su autonomía? Fueron fundamentales los trabajos experimentales de Lavoisier (1743-1794) para dar origen a una química de composición y descomposición (análisis y síntesis), experimental y cuantitativa, de fijación y afinidad, gracias a la creación y utilización de una serie de instrumentos como la balanza, eudiómetros, gasómetros, globos de combustión y calorímetros de hielo que facilitaron la recogida de datos cuantitativos y promovieron el nacimiento de la ciencia química, cuyo pilar fundamental sería la experimentación con un nuevo lenguaje que determinaba la muerte de la teoría del flogisto y el surgimiento de la teoría de la oxidación. Además propuso la organización de la materia en tres estados de agregación cuya característica principal fue la cantidad de calórico como elemento fundamental, presente en la composición. Los Acerquémonos a la definición de ciencia. Dentro del contexto de la definición de la química como ciencia surgen algunos cuestionamientos sobre los cuales se pretende argumentar su identidad. Estos cuestionamientos son: • • • ¿Cuándo la química se convirtió en ciencia? ¿Qué aspectos determinan la independencia de la química con respecto a la producción artesanal e industrial? ¿Qué influencia ejerció su afinidad con la física para determinar su autonomía? Fueron fundamentales los trabajos experimentales de Lavoisier (1743-1794) para dar origen a una química de composición y descomposición (análisis y síntesis), experimental y cuantitativa, de fijación y afinidad, gracias a la creación y utilización de una serie de instrumentos como la balanza, eudiómetros, gasómetros, globos de combustión y calorímetros de hielo que facilitaron la recogida de datos cuantitativos y promovieron el nacimiento de la ciencia química, cuyo pilar fundamental sería la experimentación con un nuevo lenguaje que determinaba la muerte de la teoría del flogisto y el surgimiento de la teoría de la oxidación. Además propuso la organización de la materia en tres estados de agregación cuya característica principal fue la cantidad de calórico como elemento fundamental, presente en la composición. Los estados de agregación son (Bensaude, p. 411-435): • • El estado sólido con mínimo contenido de calórico El estado aeriforme con máxima saturación de calórico. Algunos historiadores de la ciencias (Latour, 1998) afirman la influencia que la física ejerció sobre el desarrollo de la química como ciencia alrededor de la afinidad como descripción e interpretación de las reacciones químicas (termodinámica) y de la formación y destrucción de enlaces entre átomos (mecánica cuántica). 169 Segunda parte: Seminario Conceptos Químicos e Implicaciones Didácticas - Memorias MaDoQuim: Memorias de la Maestría en Docencia de la Química. Vol.1 Año 1. ISSN 2323-010X Durante el desarrollo de la historia, la reflexión alrededor de la definición de la química como ciencia no solamente la realizan los científicos y químicos, en los últimos tiempos han manifestado su preocupación historiadores de la ciencia, filósofos, sociólogos……, en el siglo XVII la termodinámica química como producto de los trabajos de los físico-químicos realizó su aporte a la definición de química como ciencia, alrededor de la noción de afinidad con un significado “vago e indeterminado que indicaba una suerte de simpatía, una verdadera propiedad oculta por lo que distintos cuerpos se unían con mayor o menor facilidad” (Stengers, 1998). Este concepto de afinidad tiene manifestación en la organización de una tabla de las relaciones entre sustancias publicadas por Geoffroy en 1718. Figura 1. La tabla de las relaciones de Claude Joseph Geoffroy presentada a la academia de ciencias en 1718. París Con Dalton y la ley de las proporciones definidas, la afinidad adquiere un nuevo significado dentro de la química , como instrumento de análisis para acceder a la composición química de un producto, como consecuencia de esto, se produjo la transformación de la química con marcada influencia en el desarrollo industrial y un mutuo interés entre la química y la industria, que se observa a través de la producción de los métodos válidos para favorecer la extracción del producto deseado y la influencia sobre la composición de este (Brock, 1988). La creación de protocolos experimentales, la generalización de instrumentos y de productos que permiten la reconstrucción de experiencias convirtió a la química del siglo XIX en una química de experimentos que se aprende por medio de un entrenamiento sistemático para dominar los procedimientos y donde se articula la ciencia pura y la aplicada es “acción racional por ser práctica, apasionante por crear nuevos productos que transforman la sociedad y la vida de los individuos” (Stengers, 1998). 170 Segunda parte: Seminario Conceptos Químicos e Implicaciones Didácticas - Memorias MaDoQuim: Memorias de la Maestría en Docencia de la Química. Vol.1 Año 1. ISSN 2323-010X El deseo de construir un currículo de Ciencias Naturales y tecnología propio del contexto de los alumnos y de la comunidad, potencia la reflexión sobre la ciencia que se construye y se enseña en las aulas además de la influencia que esta ejerce provocando cambios en el entorno local. Como docentes de ciencias es necesario aceptar los cambios vertiginosos que enfrentan las sociedades actuales como consecuencia del impacto de la ciencia y la tecnología en la vida cotidiana, razón por la que debemos “incorporar la reflexión sobre la estructura de las ciencias y el papel que ha jugado en nuestra sociedad y, sobre todo, es necesario discutir la dinámica de cambio, puesto que lo que queremos conseguir es que los conocimientos del alumnado evolucionen hasta hacerlos rigurosos y útiles” (Chamizo 2009). Es válido entonces determinar o delimitar la definición de ciencia como construcción históricoepistemológica que permite reconstruir y transformar el presente desde el pasado, recordando que las ciencias naturales ( química, biología y física) son ciencias fácticas ( o materiales) que surgen a partir de los hechos acaecidos en el espacio y en el tiempo, este último como propiedad irreversible y fundamental de la naturaleza; no somos profesores de historia de las ciencias pero la historia y el pasado es la base fundamental para construir un currículo que permita diseñar y desarrollar técnicas y destrezas específicas respetando la individualidad, investigaciones que conduzcan a los estudiantes a resolver situaciones problema de su contexto creando conciencia de los fenómenos del mundo ya sean naturales o artificiales e intervenciones propias acordes a las necesidades individuales y comunitarias dentro de una formación personal con sentido social y axiológico (Gallego y Pérez. 1999). De acuerdo con lo anterior es imprescindible revisar la versión de ciencia que se enseña y aprende en el aula evolucionando de la versión transmisionista a una versión acorde con la realidad del estudiante y de la comunidad; una química local que plantee soluciones a situaciones específicas, construida desde su contexto, de forma que los objetos de saber y de investigación se delimiten a través de la intervención epistemológica de los modelos científicos y con “los elementos básicos de las disciplinas científicas para que sean capaces de entender la realidad que les rodea y puedan comprender el papel de la ciencia en nuestra sociedad” (Campanario 1999: p.397). Los modelos científicos: el atomismo ¿una verdad absoluta? El estudio de los comportamientos químicos de las diferentes sustancias, ha sido fundamental en la determinación de sus características o propiedades, de su composición, estructura y función química. Todo este conocimiento que se ha podido obtener hasta el momento, gracias al estudio experimental y sistemático de los procesos o reacciones de las sustancias estudiadas, dando como resultado el planteamiento de conceptos, postulados, leyes o teorías, representadas mediante modelos. Lo anterior nos conduce a cuestionarnos sobre ¿Qué tipo de química enseñamos? ¿Una química basada en modelos o en verdades absolutas? Los conceptos o modelos planteados en los libros de texto frente a la función y composición química, son presentados como verdades absolutas y terminadas, sin dar lugar a la incertidumbre además sin hacer mención de los aspectos que 171 Segunda parte: Seminario Conceptos Químicos e Implicaciones Didácticas - Memorias MaDoQuim: Memorias de la Maestría en Docencia de la Química. Vol.1 Año 1. ISSN 2323-010X dieron lugar al desarrollo de estos modelos. Un ejemplo de lo anterior es la determinación de la fórmula del benceno, en donde se menciona en los libros de texto de secundaria, el científico que la determinó y el producto final correspondiente a la fórmula y estructura de este compuesto, sin tener en cuenta su desarrollo histórico y epistemológico a través del cual se llegó a plantear este modelo. Los modelos plasmados en los libros, no dan lugar a discusiones frente a su consistencia, precisamente porque se consideran verdades absolutas, es la única herramienta que explica los fenómenos o comportamientos estudiados, sin abordar el proceso y los desaciertos que se presentaron en desarrollo de este modelo. Si nos remitimos al concepto de enlace en los libros de texto, se da a conocer mediante una serie de pasos que determinan el tipo de enlace que se forma junto con el mecanismo de reacción, planteamientos que dan como resultado una única respuesta, que no permite el surgimiento de otros cuestionamientos. Sin embargo este modelo atomista que pretende dar explicación al enlace, no fue de total aceptación por otras corrientes como la energetista. Pero ¿Qué es el atomismo?, ¿una verdad absoluta que da explicación a los diferentes comportamientos de la materia a partir de la existencia de unas partículas llamadas átomos? Esta teoría, o hipótesis como algunos científicos la han llamado, durante la historia de la química, ha ganado opositores y seguidores que defienden esta verdad. Sin embargo, olvidamos que el atomismo en realidad es un modelo científico que ha tratado de explicar ese comportamiento de las sustancias, sin convertirse en una única verdad. Boltzmann considera las teorías científicas como “una imagen mental puramente íntima” de los fenómenos. Según él y referenciado por Moreno, (2006), las teorías científicas deberían ser vistas como imágenes conceptuales o representaciones del mundo más que descripciones directas basadas en hipótesis realistas. Entonces, ¿Cuál ha sido la versión de química que se ha enseñado y difundido durante los últimos siglos?, ¿se sigue pensando en esas esferas redondeadas alrededor de las cuales giran los electrones? Quizás esto resulte ilógico para muchos científicos, pero durante siglos se pretendido dar una explicación racional de muchos de los comportamientos que presentan las sustancias y finalmente se ha llegado al planteamiento de unas representaciones: en forma esférica, dibujando caminos u orbitas imaginarias, puntos que representan los electrones que hay alrededor de un núcleo, líneas que dan explicación a las uniones o lo que conocemos actualmente como enlace, pero , finalmente todo lo anterior se traducen en modelos científicos, representaciones que han diseñado los químicos y físicos para dar esa explicación. Pero, entonces ¿en que radica la problemática? En este articulo, no se trata de derrocar un modelo científico, sino, se trata de mostrar que no existe un solo modelo para dar explicación al comportamiento de las sustancias, sino por el contrario, y la historia no lo muestra, se han presentado un gran número de modelos, que han tratado de explicar el hecho de que las sustancias se puedan combinar de diferente manera y de esta forma, determinar la relaciones que existe entre las sustancias, dando como resultado diferencias y semejanzas entre ellas. Lo anterior ha permitido desarrollar una serie de planteamientos y teorías, dando como resultado los modelos científicos, frente al enlace químico, estructura y composición de las sustancias. 172 Segunda parte: Seminario Conceptos Químicos e Implicaciones Didácticas - Memorias MaDoQuim: Memorias de la Maestría en Docencia de la Química. Vol.1 Año 1. ISSN 2323-010X Si analizamos el comportamiento que presentan las sustancias para combinarse con otras, se ha propuesto la existencia de una afinidad química, sin embargo, este planteamiento, no ha sido suficiente; dando paso a nuevas experimentaciones y teorías que han tratado de complementar o de explicar de forma más detallada, lo que la anterior no logró. Chamizo, en su trabajo titulado “Modelos de enlace Químico”, muestra que el modelo propuesto por Berzelius, a pesar de su aceptación en Europa, no daba explicación a otros fenómenos experimentados por otros químicos como A. Laurent. En el modelo de Berzelius, los átomos pueden ser positivos y otros negativos, ejerciéndose una atracción y neutralización entre las cargas opuestas, a parir de lo anterior se lograba dar explicación a la afinidad o enlace químico, sin embargo en el momento de explicar la razón por la cual el H podía ser sustituido por halógenos en compuestos aromáticos, el modelo de Berzelius sobre la naturaleza eléctrica del enlace, no lo permitía. De esta manera se da un cambio de paradigma (Kuhn, 1972),en donde el modelo anterior no es suficiente para dar explicación a todos los fenómenos, por tal motivo se cambia de modelo. Además de este cambio de paradigma, podríamos enunciar otros, tales como, el paso de la teoría de los radicales al de los tipos, luego al de valencia, enlace electrostático y así sucesivamente hasta llegar al de modelo de orbitales moleculares apoyado en la mecánica cuántica. Sin embargo, a pesar de los cambios que muestra la historia, seguimos basándonos en modelos que ya han sufrido una transformación y los enseñamos como una verdad absoluta, sin lugar a cuestionamientos. En algunos libros de química inorgánica (Mondragòn, et al, 2005) abordan el concepto de enlace, desde el atomismo, dando explicación a los enlaces iónico, covalente y metálico. Desde el lado de la orgánica, para dar explicación al gran numero de compuestos orgánicos que se pueden formar a partir de Carbono (C) e Hidrógeno (H), se remiten al modelo de orbitales moleculares. Lo anterior nos permite determinar, que no existe un único modelo para explicar los fenómenos químicos. Los modelos propuestos en la química mineral o inorgánica, no han sido suficientes para dar, de forma general o unificada, esa explicación a las diferencias existentes entre lo orgánico y lo inorgánico. Estas controversias o inconsistencias, han dado paso a otras corrientes que han tenido gran aceptación, tales como el energetismo, desde el cual, se pretende dar explicación de todos los fenómenos, tomando como elemento fundamental la energía y dejando de lado el átomo. El energetismo, defendido fuertemente por Ostwald y Mach, también ha presentado grandes controversias, que han dado lugar de nuevo a la aceptación de la estructura atómica de la materia, tal como sucedió con el descubrimiento del electrón (1897) por J.J Thomson y las aportaciones hechas por Einstein sobre el movimiento browniano, (Moreno, 2006). Sin embargo, las aportaciones del atomismo y energetismo a pesar de las controversias, han consolido un cuerpo estructural de la química, la física y la termodinámica, necesarias para dar explicación a los fenómenos que se presentan en la naturaleza, sin embargo este conocimiento, es enseñado en las aulas de clase como verdades absolutas y no como modelos científicos (Gallego, T; Perez y Gallego B.). 173 Segunda parte: Seminario Conceptos Químicos e Implicaciones Didácticas - Memorias MaDoQuim: Memorias de la Maestría en Docencia de la Química. Vol.1 Año 1. ISSN 2323-010X El papel del lenguaje y el discurso en la didáctica de química. Los modelos científicos, como se mencionó anteriormente se encuentran en los libros de textos, mediatizados desde los originales por los profesores a través de un lenguaje científico con características propias que lo hacen particularmente diferente al lenguaje cotidiano. Pareciera que no existe ninguna relación entre los modelos científicos como el atomismo y el energetismo con el lenguaje de los libros de texto, pero detrás de todo discurso existe una intencionalidad, una materialidad, y una re-significación que favorece el proceso de aprendizaje de las ciencias y de la química en particular. Según Lemke (1998) desde la perspectiva del lenguaje, la ciencia es un discurso sobre la materialidad del mundo, el discurso es entonces lenguaje en uso en el seno de una comunidad (Van Dijk, 2003), por medio del desarrollo de un sistema de signos con unos significados particulares que forman un sistema de conceptos, teorías y principios para agruparse en modelos conceptuales, como representaciones externas, precisas y completas, acorde con un conocimiento científico aceptado (Greca y Moreira, 2000). Los libros de texto interpretados dentro del contexto escolar como herramienta que facilita el aprendizaje de la ciencia, exige entonces una relación manifiesta entre la intencionalidad del autor (científico), la materialidad del texto (fenómeno o situación científica) y las potencialidades de re-significación del lector(interpretación). En el caso de la química se hace necesario el dominio del lenguaje a través del establecimiento de relaciones conceptuales entre las representaciones y los diferentes niveles de estas, como resultado se obtienen las transformaciones de las representaciones con el objetivo de ser utilizadas en un contexto social y de establecer relaciones entre representaciones para generar unas nuevas. Conviene aclarar que las representaciones giran alrededor de dos tipos: las lingüísticas y las pictóricas la construcción del discurso en química exige la utilización de los dos tipos gracias a que “nunca atribuimos significados utilizando sólo el lenguaje” (Lemke, 1998), por esta razón se puede afirmar que las representaciones lingüísticas son atómicas y las pictóricas son molares, se realizan a través de las analogía como por ejemplo la representación de los átomos por esferas o las representaciones lingüístico-matemáticas utilizadas para mostrar sustancias y reacciones químicas, en este caso se acude a la utilización de números y letras para expresar las fórmulas químicas y los cambios ocurridos en las reacciones resumidos en ecuaciones químicas. Los modelos científicos se encuentran en documentos originales que forman el cuerpo de conocimiento expresado por el científico, sin modificaciones o interpretaciones, pero este conocimiento científico debe ser mediatizado y llevado a la escuela para que se realice la construcción de una ciencia escolar donde el discurso público es aceptado por la comunidad de profesores facilitando la apropiación del lenguaje de la química, la explicación de modelos conceptuales y del conocimiento para la resolución de problemas por medio de la enculturación científica que se manifiesta en la participación del proceso de alfabetización a través de la familiarización con los conceptos y hechos científicos y “como la habilidad para 174 Segunda parte: Seminario Conceptos Químicos e Implicaciones Didácticas - Memorias MaDoQuim: Memorias de la Maestría en Docencia de la Química. Vol.1 Año 1. ISSN 2323-010X utilizar un complejo aparato representacional para razonar o calcular dentro de una comunidad de discurso lo cual determina una práctica específica” (Lemke, 1998). ¿Cuál es la función comunicativa del profesor en la enseñanza de la química? En todo proceso comunicativo existen dos actores principales: el emisor y el receptor, en el aula de clases y específicamente en el caso de química el emisor es el profesor y desde el texto escolar es el autor(es) del libro de texto, quienes tienen como función la construcción de un discurso disciplinar (desde el saber químico) y curricular (desde el currículo, la didáctica y la pedagogía), que refleje la estructura de conocimientos y creencias del emisor, razón por la cual estos dos aspectos deben ser trabajados constantemente por medio de la actualización académica, de la construcción de estructuras y de modelos mentales para interpretar situaciones particulares, que en nuestro caso se refiere al conocimiento histórico, epistemológico y didáctico de la química (atomismo y energetismo). En cuanto al receptor, los estudiantes deben procesar el discurso para apropiarse del campo disciplinar (química), apropiación que se manifiesta en el dominio del lenguaje, de sus modelos conceptuales (científicos) y sus métodos en conclusión el estudiante debe desarrollar una serie de competencias que le ayuden a “establecer una relación entre el mundo representado por medio del lenguaje con ayuda de recursos semióticos (representación) el fenómeno (situación) y el razonamiento (proceso que usa la representación) (Lemke, 1998). Respecto al discurso debe ser consensuado, mostrar con claridad la intencionalidad del autor (científico), la caracterización de la realidad física sobre las sustancias y sus transformaciones, con un lenguaje que permita identificar los significados tipológicos (descriptivos para categorizar) determinando las variables y sus relaciones como ocurre con la definición de solubilidad y su dependencia con una cantidad fija de solvente y la temperatura; y los topológicos (utilizados para cuantificar y expresar variaciones) en el caso que mencionamos anteriormente, la solubilidad y su variación con relación al cambio de cantidad de solvente o el aumento o disminución de temperatura. Es importante también mencionar que se debe recurrir a otros tipos de representaciones como las numéricas y las visuales, complementadas con el discurso propio de un campo de conocimiento específico (Lemke, 1998). Desde la química podemos hablar además de las representaciones anteriores, de una representación macroscópica relacionada con las características físicas, explicadas con ayuda de la representación pictórica y lingüística (títulos, subtítulos y graficas); las representaciones microscópicas hacen referencia a las características estructurales de las moléculas, la representación simbólica contribuye a identificar los momentos que ocurren en la situación o fenómeno químico. La materia y sus transformaciones se pueden representar en tres niveles macroscópico, microscópico y simbólico (desde el sistema lingüístico-matemático como fórmulas y ecuaciones y desde el diagrama geométrico por medio de colores tamaños y figuras geométricas). 175 Segunda parte: Seminario Conceptos Químicos e Implicaciones Didácticas - Memorias MaDoQuim: Memorias de la Maestría en Docencia de la Química. Vol.1 Año 1. ISSN 2323-010X TIPOLÓGICOS (categorías) Ciencia TOPOLÓGICOS Contenidos MACROSCÓPICO Química MICROSCÓPICO SIMBÓLICO CUALITATIVO CUANTITATIVO Figura 1. Representación de los significados de los contenidos según la propuesta de Lemke (1998) Desde la teoría de Chevallard (1997) y la transposición didáctica es el saber sabio, estos textos presentan una gran complejidad en el lenguaje y en el desarrollo de las ideas expuestas en ellos, precisamente porque corresponden a un contexto diferente al que actualmente se maneja, descociendo en muchos casos la intencionalidad del autor en la utilización del sistema de símbolos lingüísticos y en algunos casos matemáticos que allí se presentan además porque exigen una preparación académica particular para acercarse a su interpretación. Desde la transposición didáctica Chevallard propone desincretización del saber como formación de un saber apropiado, delimitado y descontextualizado; despersonalización del saber como objetivación del mismo producto de una comunidad sabia, en conjunto y no individual con el aval del grupo a pesar del reconocimiento individual que pueda darse; la programabilidad de la adquisición del saber entendida como la progresión, el comienzo, el intermedio y el fin, la organización de una programación para la construcción del mismo y por último la publicidad y control social de los aprendizajes por compartirse con la comunidad (Gómez, 2005). Las transformación del saber sabio desde la transposición didáctica conlleva el reconocimiento que todo saber es una respuesta a una pregunta aceptada por la sociedad de la época; lo esencial es preguntarse como profesor ¿cuáles son las preguntas que los estudiantes se hacen sobre el saber científico y sobre su entorno? ¿Qué tanta participación ha tenido la noosfera en la organización y construcción de estos contenidos de forma tal que el estudiante fundamente la producción científica? realmente la transposición didáctica garantiza la interpretación del saber sabio y del contexto en el cual se desarrolló y promueve la producción de conocimiento científico adecuado al contexto de los alumnos?), se considera entonces que desde esta mirada 176 Segunda parte: Seminario Conceptos Químicos e Implicaciones Didácticas - Memorias MaDoQuim: Memorias de la Maestría en Docencia de la Química. Vol.1 Año 1. ISSN 2323-010X didáctica se da lugar a una problemática encaminada en dos aspectos: el primero es el reduccionismo o fragmentación en el conocimiento Chevallard, 1997 y el segundo tiene relación con la enseñanza y aprendizaje de este conocimiento. Estos dos aspectos nos permite preguntarnos ¿Qué garantiza, que esta química o modelos que enseñamos, presenta una estructura coherente, que permita llevar a cabo un adecuado proceso de enseñanza – aprendizaje? Lo anterior nos conduce a cuestionarnos frente a la vigilancia epistemológica que se ha llevado cabo en la transposición didáctica de estos conocimientos. Si nos remitimos a los textos universitarios y de secundaria, como fuentes didácticas, nos encontramos con una diferencia bien notable: el texto universitario como saber enseñado, posee un cuerpo de conocimiento mayor que el texto de secundaria. Una de las razones frente a esta diferencia, es precisamente el contexto y el nivel de conocimiento que existe entre un estudiante universitario y uno de secundaria. Pero, un aspecto importante y ya mencionado anteriormente es la simplificación o reduccionismo al que son sometidos los conceptos o modelos, debido a que los textos actuales son simplemente copias hechas a partir de los textos anteriores, los cuales van perdiendo su sentido epistemológico. Moreno (2006) afirma “La fragmentación del conocimiento ha tenido una influencia decisiva en los sistemas educativos que quizá empiezan a notar los achaques de aquella fragmentación decimonónica y hayan de adentrarse en propuestas más unificadoras”. Conclusiones Finalmente, tendríamos que cuestionarnos como docentes, con respecto a los modelos científicos y de enseñanza que estamos aplicando en nuestras aulas y sobre el papel que jugamos en el desarrollo de nuevas estrategias didácticas que garanticen un verdadero aprendizaje de los modelos científicos y en sí de la química y finalmente replantear la forma como enseñamos los modelos o conceptos científicos, no como verdades absolutas, sino, como modelos que están sujetos a la incertidumbre y al análisis de los factores que permitieron su desarrollo. Por consiguiente es necesario replantear el uso de textos y buscar fuentes didácticas que estén orientadas en contrarrestar las deficiencias que presentas estos libros. No es posible en química, construir un lenguaje con un único sistema de representación, así que para dar cuenta de la materia y sus transformaciones se debe tener en cuenta su representación en tres niveles macroscópico, microscópico y simbólico. Los modelos científicos son representaciones lingüistico matemáticas que permiten acercarnos a verdadera intencionalidad del científico que produce en conocimiento químico. Los libros de texto representan el discurso público aceptado por la comunidad, en ellos se recoge de forma consensuada los contenido que se consideran más importantes para dar explicación a los hechos reales sobre el mundo. Se hace necesario que el profesor actualiza su conocimiento y concientice sobre su intervención en la enseñanza de la química en especial de las sustancias y sus transformaciones, conocimiento que exige tomar una posición histórica y epistemológica que 177 Segunda parte: Seminario Conceptos Químicos e Implicaciones Didácticas - Memorias MaDoQuim: Memorias de la Maestría en Docencia de la Química. Vol.1 Año 1. ISSN 2323-010X contribuya a la construcción de didáctica que facilite la enseñanza y el aprendizaje de la química. El atomismo y el energetismo son dos interpretaciones sobre la materia y sus transformaciones con un lenguaje propio del conocimiento de la química. Bibliografía Bensaude, B. (1997). Historia de la química. Addison-wesley. Bensaude, B. (1998). Lavoisier: Una revolución científica. p. 411- 435. Brock, W. (1998). Historia de la química. Alianza editorial. Campanario, J. (1999). La ciencia que no enseñamos. Enseñanza de las Ciencias, 17 (3). 397-410. Campanario, J y Moya A. (1999). ¿Cómo enseñar ciencias? Principales tendencias y propuestas. Enseñanza de las Ciencias, 17(2). P 179-192. Casares, A. (2009). El calórico y la estructura de la materia en los orígenes de la química moderna. Revista de Filosofía. A Parte REI 63, mayo p: 1-40. Chamizo, J. (2009).El aprendizaje de la historia experimental de a química. TEA No. 26. P. 82-96. Chamizo, J.A., (1992) Modelos de enlace químico, Elementos, 2, 28-32. Chamizo, J.A. 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