I Informes Tributarios Algunos apuntes sobre el Criterio del Devengado Ficha Técnica Autor : Dr. Francisco J. Ruiz de Castilla Ponce de León* Dra. Carmen del Pilar Robles Moreno** Título : Algunos apuntes sobre el Criterio del Devengado Fuente: Actualidad Empresarial, Nº 195 - Segunda Quincena de Noviembre 2009 1. Introducción Señala el artículo 57° inciso a) de la Ley del Impuesto a la Renta (LIR) que las rentas de tercera categoría se considerarán producidas en el ejercicio en que se devenguen. Como sabemos el criterio de lo devengado no se encuentra definido en la LIR, no obstante ello, para el criterio del devengado lo que interesa es que se haya obtenido el derecho a la renta o que un tercero haya tenido el derecho a cobrar una renta, con independencia de si se ha pagado o percibido la misma. De otro lado, de acuerdo a la doctrina, en el criterio de lo devengado se atiende únicamente al momento en que nace el derecho al cobro, aunque no se haya hecho efectivo; es decir, la sola existencia de un título o derecho a percibir la renta, independientemente que sea exigible o no, lleva a considerarla como devengada y por ende imputable a ese ejercicio. Como contrapartida, tratándose de gastos, el principio de lo devengado se aplica considerándoseles imputables –deducibles– cuando nace la obligación de pagarlos, aunque no se hayan pagado ni sean exigibles. En esta oportunidad haremos algunos comentarios en relación al criterio del devengado desde el punto de vista conceptual y jurisprudencial. 2. Universo Este criterio se aplica en rentas de primera categoría, así lo señala el artículo 57° numeral b) de la Ley del Impuesto a la Renta, cuando indica que: “Las rentas se imputarán al ejercicio gravable de acuerdo con las siguientes normas: b) Las rentas de primera categoría se imputarán al ejercicio gravable en que se devenguen”. También se aplica en rentas de tercera categoría, tal como lo indica el artículo 57° numeral a) de la Ley del Impuesto a la Renta, cuando señala que “las rentas de tercera categoría se considerarán producidas en el ejercicio en que se devenguen”. * Profesor Principal de la Pontificia Universidad Católica del Perú. ** Profesora Ordinaria de la PUC y de la UNMSM. I-4 Instituto Pacífico 3. Perú: Criterio jurídico versus criterio contable 3.1. Criterio jurídico Tradicionalmente se entendía el devengamiento del ingreso bajo los parámetros jurídicos. Una renta se devenga cuando nace un derecho a percibir una renta, o surja la obligación de pago, aunque finalmente no se perciba la misma. Esto significa que para el criterio jurídico no es relevante si hay o no ingreso o percepción, sino basta que se tenga el derecho a percibir, o que nazca el derecho de percibir una renta para que se considere imputada para determinado ejercicio. Entonces si una renta se rige por el principio del devengado, se puede o no haber recibido el ingreso, pero para efectos tributarios, se va entender recibida si se ha cumplido con el principio del devengado. 3.2. Criterio contable El principio contable señala que la imputación por el referido método se produce cuando tanto los ingresos y los costos y los gastos se ganan o se incurren, y no cuando éstos se cobran o se pagan. Actualmente, el Tribunal Fiscal considera el devengamiento del ingreso bajo los parámetros contables. Es decir, no obstante que la jurisprudencia reconoce que el devengo es un concepto de naturaleza contable, le otorga un contenido jurídico; en este sentido, señala que el criterio del devengado se da en el momento en que se adquiere el derecho a algo. Ver las RTF 274-3-1998 y 311-1-1998. Se deben tomar en cuenta los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados y las Normas Internacionales de Información Financiera-NIIFs. Ver RTF 1652-5-2004. En esta RTF el Tribunal Fiscal señala que las normas tributarias no han previsto la definición de devengado, a pesar de que resulta fundamental para establecer la oportunidad en que deben imputarse los ingresos y los gastos a un ejercicio determinado; no obstante, al tratarse de una definición contable, resulta razonable recurrir a la explicación establecida en el marco conceptual de las normas internacionales de contabilidad. 3.2.1. Perú: Normas de contabilidad Los Estados Financieros se preparan en aplicación de las Normas Internacionales de Información Financiera-NIIFs, según lo precisa el artículo 223° de la Ley General de Sociedades, Ley N° 26887. Ver Resolución CNC N° 013-98-EF/93.01. El Consejo Normativo de Contabilidad, en mérito a sus funciones, aprobó el Nuevo Plan Contable General Empresarial, cuya adecuación es facultativa durante el 2009 y 2010, y a partir del 2011 de manera obligatoria. Según este Plan, los efectos de las transacciones y demás sucesos se reconocen cuando ocurren (no cuando se recibe o paga dinero). Se reconoce un ingreso en el Estado de Resultados cuando ha surgido un incremento en los beneficios económicos dentro de un ejercicio, relacionado con un incremento en los activos o un decremento en los pasivos, y además el importe del ingreso puede medirse con fiabilidad, siendo entonces que ello ocurre simultáneamente con el reconocimiento de incremento de activos o decrementos de pasivos. 4. Venta de bienes: ingreso 4.1. Aspectos contables El reconocimiento contable de las transacciones y hechos debe ser de acuerdo con el criterio del devengado. Ver NIC 1-párrafos 27 y 28. En virtud del principio contable del devengado: los efectos de las transacciones se reconocen cuando ocurren (y no cuando se cobra o paga el efectivo). Marco Conceptual para la Presentación de los Estados Financieros: Párrafo 22. El ingreso de las empresas se considera como realizado cuando –en los hechos– ha operado la transferencia de propiedad de un bien a título oneroso. Ver RTF 259-2-1998. Primero se debe realizar la operación de venta (transferencia de propiedad); recién después se devenga la renta a favor del vendedor. 4.2. Aspectos tributarios Para la literatura, el ingreso (renta) existe en la fecha en que nace el derecho a obtenerla, independientemente que en dicha fecha se cobre o no el ingreso. El profesor Roque García Mullin señala que generalmente los ejercicios que contempla la Ley del Impuesto a la Renta son anuales, pero que no basta con establecer los límites del ejercicio para resolver todos los problemas, ya que como la renta es un ingreso o un flujo de ellos, que se incorpora al patrimonio del contribuyente, existen por lo menos dos momentos que pueden ser trascendentes, a efectos de decidir si esta incorporación se produjo en qué ejercicio. En este sentido, precisa el profesor García Mullin que los dos momentos relevantes lo constituyen el instante en que se adquiere el derecho a un ingreso (éste será el momento del nacimiento del crédito), y un segundo momento, es cuando efectivamente se perciba el ingreso. Esto es lo N° 195 Segunda Quincena - Noviembre 2009 Área Tributaria que justamente da lugar a dos sistemas de imputación de un cierto ingreso a un período, conocidos con los nombres de criterio de lo devengado y criterio de lo percibido. En relación al criterio de lo devengado, también llamado causado, se atiende únicamente al momento en que nace el derecho al cobro, aunque no se haya hecho efectivo éste, ya que la sola existencia de un título o derecho a percibir la renta, independientemente de que ésta sea o no exigible, lleva a considerar la renta como devengada y por consiguiente imputable a ese ejercicio. Y como contrapartida, tratándose de gastos, el principio de lo devengado se aplica considerándolas imputables o deducibles cuando nace la obligación de pagarlos, aun cuando no se hayan pagado ni sean estos exigibles1. Es importante anotar que la Ley del Impuesto a la Renta no define lo que debe entenderse por el criterio del devengado, por lo que debemos recurrir a la doctrina y jurisprudencia. Conviene añadir que el criterio del percibido es mencionado en el artículo 57°.d de la LIR y además está definido en el artículo 59° de la LIR, cuando señala que: “Las rentas se consideran percibidas cuando se encuentren a disposición del beneficiario, aun cuando éste no las haya cobrado en efectivo o en especie”2. 4.3. Jurisprudencia En una etapa inicial se recoge la doctrina económica y jurídica clásica. Así lo ha señalado el Tribunal Fiscal en la RTF 4663-1997, veamos: “El rédito devengado importa sólo una disponibilidad jurídica (pero no económica o efectivo ingreso), existiendo un derecho del beneficiario que se incorpora a su patrimonio y que puede ser valuado monetariamente. Esto significa que hay una realización del ingreso tan sólo potencial, más no efectiva”. Etapa actual Va creciendo la tendencia jurisprudencial que está a favor de la utilización de la definición “contable” del principio del devengado para realizar la imputación de ingresos y gastos en la determinación de la renta imponible del ejercicio gravable. Ver la RTF 965-1-2005. Así, señala el Tribunal Fiscal que “siendo que el artículo 57° de la LIR establece que las rentas de la tercera categoría se consideran producidas en el ejercicio comercial en que se devenguen, siendo de aplicación analógica para la imputación de los gastos y las RTFs 467-5-2003 y 8534-5-2001, que han establecido que es apropiada la utilización de la definición contable del principio de lo devengado, a efectos de establecer la oportunidad en que deben imputarse los ingresos y los gastos a un ejercicio determinado”. 1 GARCÍA MULLÍN, Roque. Manual del Impuesto a la Renta elaborado para el curso de Postgrado Especialista en Tributación de la Universidad de Lima, del libro original del doctor Roque García Mullín. 2 Artículo 59° de la Ley del Impuesto a la Renta. N° 195 Segunda Quincena - Noviembre 2009 4.3.1.Bienes muebles: transferencia efectiva de propiedad Guía de remisión El hecho que la Guía de Remisión tenga fecha anterior a la de emisión de la factura, no acredita por sí misma que el ingreso se haya devengado. Ver la RTF 12742-2004 del 05.03.04. En este sentido, señala el Tribunal Fiscal que la Guía de Remisión es sólo un documento (papel). Así sucede también con el simple texto de un contrato escrito o la sola emisión de un comprobante de pago. Por ello, lo importante no es el papel sino el aspecto operativo: que el vendedor haya efectivamente entregado el bien al comprador; pues sólo de este modo se transfiere la propiedad del bien. En este contexto de ideas, entonces se puede decir que el devengamiento del ingreso depende de que el contribuyente haya efectivamente entregado los bienes al cliente. Pago anticipado El Tribunal Fiscal conoce del caso que a continuación planteamos: En diciembre del año 1, una empresa facturó una venta por 10,000 más IGV, pero el despacho de la mercadería recién ocurrió en marzo del año 2. Como en el mes 1 todavía no se ha despachado la mercadería, entonces no se ha devengado el ingreso; por tanto, no corresponde imputar los 10,000 a la base imponible para el pago mensual del IR correspondiente al mes de diciembre del año 1. Tampoco corresponde imputar estos 10,000 al ejercicio 1 a efectos de la determinación del IR anual del ejercicio 1. En cambio estos 10,000 deben formar parte de la base imponible para determinar el pago mensual del IR correspondiente a marzo del año 2. Del mismo modo, los 10,000 tienen que pasar a la base imponible para determinar el IR del año 2. Así, señala el Tribunal Fiscal en la RTF 3557-2-2004 que: “La controversia consiste en determinar si la suma depositada en la cuenta corriente de la recurrente el 31.12.95 por la venta de azúcar, constituye ingreso del ejercicio 1995 para efecto del indicado tributo. De acuerdo con la doctrina tributaria y las normas contables (NIC 18), los procedimientos adoptados para reconocer ingresos se refieren a que éstos deben ser ganados, señalándose las condiciones que una venta debe cumplir para que los ingresos sean reconocidos: que se haya transferido al comprador los riesgos significativos y los beneficios de propiedad de los productos, la empresa no retenga la continuidad de la administración en un grado que esté asociado a la propiedad, ni el control efectivo de los productos vendidos, el monto de los ingresos puede ser medido confiablemente, es probable que los beneficios económicos fluirán a la empresa, los costos incurridos o I a ser incurridos pueden ser medidos confiablemente. Teniendo en cuenta ello se indica que el recurrente no transfirió al comprador los riesgos significativos y los beneficios de la propiedad de los productos, pues si bien recibió el dinero, no entregó el bien sino hasta enero de 1996; en tal sentido, el importe recibido califica como un adelanto o anticipo que no afecta los resultados del ejercicio en que se percibió”. 4.3.2.Bienes muebles: transferencia de riesgos y beneficios Venta con reserva de dominio La renta se devenga en el momento de la transacción, según la NIC 18; aun cuando no se haya transferido legalmente la propiedad. Así lo señala la RTF 34954-2003. 4.3.3. Bienes inmuebles Venta de terrenos La empresa AA vende un terreno a la compañía B. En el año 1 la empresa B paga una porción del precio. La compañía AA emite un comprobante de pago con la glosa de: “Inicial por venta de terreno ubicado en”. En el año 2 recién se firmaba la Escritura Pública de compraventa. En el año 1 ya se devengó la renta, porque jurídicamente ya existe un acuerdo sobre cosa y precio. De conformidad con el Código Civil el surgimiento de la obligación de vender un predio implica la transferencia de propiedad de bienes inmuebles. Ver la RTF 1203-2-2008. Esta RTF agrega que lo más importante ocurre a nivel contable, donde dicha operación (realizada el año 1) permitía al vendedor establecer el monto de sus ingresos y costos, y la certeza respecto a los beneficios de la transacción (máxime cuando tales pagos correspondían a montos mayores al 20% del precio total. Por tanto, se refuerza la posición de que el ingreso se devengó en el año 1. 5. Venta de bienes: gasto Concepto El gasto se devenga en la fecha que nace la obligación de pagarlo, independientemente que en dicha fecha se realice o no el pago. A partir de la fecha de la transferencia de propiedad del bien recién se pueden deducir los costos y gastos inherentes al ingreso. Se sostiene que el gasto se devenga cuando ocurren hechos en virtud de los cuales los terceros adquieren el derecho al cobro. 6. Servicios: ingreso 6.1. Aspectos contables Realización efectiva del servicio: El servicio se debe haber realizado efectivamente. Luego que dicho servicio ha sido realizado, recién se devenga el ingreso (a favor de la empresa proveedora del servicio). Actualidad Empresarial I-5 I Informes Tributarios Estimación confiable del valor del servicio El reconocimiento de los ingresos está en función de la posibilidad de estimar confiablemente los resultados de la operación. Ver la NIC 18. Si los resultados de la transacción pueden determinarse de modo confiable, se reconoce el ingreso de acuerdo al estado de cumplimiento (ejecución) del servicio a la fecha del balance general. La confiabilidad del resultado depende de los términos contractuales, garantías, vencimiento de los plazos y del perfecto reconocimiento de los derechos y obligaciones de las partes contratantes. Por ejemplo, en el servicio de comisión por ventas, una vez realizada la venta, recién se puede estimar el ingreso del comisionista. 6.2. Aspectos tributarios Jurisprudencia El concepto del devengado se asocia indisolublemente al concepto de realizado, en el sentido que el ingreso para ser considerado como tal debe haberse generado, en el caso de la prestación del servicio, cuando se ha prestado el servicio. Ver la RTF 466-3-1997. Estimación confiable del valor del servicio En el año 1 se presta el servicio y recién en el año 2 es posible liquidar la retribución y facturar al cliente. Así, una empresa AA prestó el servicio de alquiler de maquinaria en setiembre y octubre del año 1; pero el cliente ZZ no proporcionó la documentación sobre la respectiva valorización. Por tanto, la compañía AA no pudo emitir el respectivo comprobante de pago ni reconocer contablemente el respectivo ingreso. En el año 1 todavía no se ha producido el devengamiento de la renta. Ver la RTF 847-4-2002. 7. Devengado exigible La Base legal del devengado exigible se encuentra en el artículo 58° de la LIR. Por ejemplo, si una empresa vende un auto nuevo para ser pagado a lo largo de tres años, se trata de una venta al crédito. La venta se celebra en diciembre del año 1. En el año 1, de acuerdo al contrato, el comprador está obligado solamente a pagar la cuota inicial. ¿El íntegro del valor de venta constituye un ingreso para el vendedor que debe ser atribuido –en su totalidad– en la Declaración Determinativa del Impuesto a la Renta del año N° 1? La Regla general es que se debería atribuir todo el valor de venta del vehículo (100% del ingreso) al ejercicio 1. I-6 Instituto Pacífico La crítica a esta posición es que nacería el íntegro del Impuesto a la Renta. Sin embargo, el contribuyente ha percibido solamente una pequeña parte del precio de venta, que en este caso sería la cuota inicial. Por tanto, el contribuyente no tiene capacidad para pagar el Impuesto a la Renta. Consideramos que la teoría del devengado-exigible significa que –en los casos de ventas de bienes a plazos– para la atribución de rentas a un determinado ejercicio gravable (en el ejemplo inicial: año 1) se deben tomar en cuenta dos requisitos: 1. Devengamiento del ingreso (en el año 1) 2 Sólo el ingreso que resulte exigible (en el año 1) Por tanto (según el caso práctico arriba propuesto), para el vendedor, debe entenderse que –con relación al año 1– se debe atribuir únicamente el ingreso por concepto de la cuota inicial. 7.1. Justificación Se trata del principio de capacidad contributiva. De este modo, queda postergado el hecho imponible para más adelante, cuando la empresa se encuentre en aptitud económica real de soportar el tributo (capacidad contributiva). Se advierte un conflicto entre el principio del devengado y el principio de capacidad contributiva. 7.2. Ámbito Son ciertos casos de enajenación de bienes a plazo. En principio el total del precio se debería computar en el ejercicio en que se pacta la operación, pues ya hubo transferencia de propiedad. En la fecha que se pacta la operación ya surge el derecho a la renta, para el vendedor. Por excepción el legislador introduce la figura, según la cual el contribuyente irá imputando la respectiva porción de renta al ejercicio en que se haya hecho exigible cada una de las cuotas. 7.3. Perú: venta de bienes a plazo Se trata de la venta a plazos, con pagos superiores a un año; en cuyo caso los ingresos se imputan al ejercicio en el cual se hagan exigibles las cuotas convenidas para el pago. Caso: préstamo de dinero a largo plazo En marzo de 2003 una persona natural le presta dinero a una empresa de la cual es accionista. El interés es de 500 soles mensuales, y se acordó que la fecha de cancelación del total de la deuda (préstamo más intereses) es febrero de 2004. 7.3.1.Consideraciones contables Pensando en los gastos de la empresa, tenemos que el gasto por concepto de intereses se devenga mensualmente. En efecto –según el postulado contable del devengado– las transacciones y hechos se reconocen cuando ocurren y no cuando se cobra o paga el efectivo. Por tanto, el devengo de los referidos intereses ocurre en forma mensual (puesto que la obligación de pagarlos surge con carácter mensual). 7.3.2.Consideraciones tributarias El artículo 58° de la LIR limita la aplicación de la teoría “devengado-exigible” sólo al caso de enajenación de bienes a plazo y no para otras situaciones, tales como los préstamos de dinero a largo plazo. Por tanto, la empresa –en el año 1– debería deducir como gasto el íntegro de los intereses que se aplicarán a lo largo de la totalidad de la operación de préstamo. Impuesto mensual Con relación a este punto, el diferimiento es aplicable a los ingresos (no a la utilidad o beneficio). De este modo, se aclaran las reglas para determinar los pagos mensuales (pues la base imponible de éstos son los ingresos mensuales). Parecería que la norma se refiere al ingreso recibido por el contribuyente (en el mes del efectivo cobro), descartándose el criterio de la fecha de vencimiento del mismo). Construcción Nos referimos al sector de la construcción, (artículo 63° de la LIR) toda vez que las empresas constructoras suelen ejecutar contratos en períodos que abarcan varios ejercicios fiscales y, por tanto, las utilidades de cada proyecto se van gestando a los largo de varios años. Las empresas de construcción y similares podrán diferir los resultados hasta la total terminación de las obras, cuando éstas, según contrato, deban ejecutarse dentro de un plazo no mayor de tres años (ya no de 5 años, según el texto anterior). En el caso que la obra exceda de este plazo máximo, la utilidad será determinada –a partir del tercer año– siguiendo cualquiera de las otras dos opciones contempladas en la ley. Las empresas que –antes del 01.01.04 hubieran optado por el método del artículo 63°.c de la LIR y ya hubiesen iniciado las respectivas obras– continuarán aplicando el plazo de cinco años hasta que éste venza. N° 195 Segunda Quincena - Noviembre 2009