220-6008 Ref: Beneficio Especial de Auditoría Se recibió su comunicación enviada vía correo electrónico el día 23 de enero de 2001, mediante la cual consulta sobre el artículo 4 de la ley 633 de 2000, relacionado con el beneficio especial de auditoria, con el fin de que se precise el alcance cambiario de la referida disposición, respecto de las siguientes inquietudes: 1 Si el beneficio cobija la salida del país de las divisas sin el cumplimiento de los requisitos previstos en la legislación cambiaria y por lo tanto, no se sancionaría la no canalización de las divisas en los casos en que deben canalizarse a través del mercado cambiario? 2.Si el beneficio cobija la utilización y las operaciones realizadas con esas divisas poseídas en el exterior no declaradas en Colombia y que no cumplen con lo previsto en las normas cambiarias. 3.Si para que proceda el beneficio de auditoría es necesario que las divisas o los activos poseidos en el exterior sean repatriados, lo cual no se concluye de la norma. Al respecto, sea lo primero advertir que una disposición semejante ya había sido prevista, cuando la ley marco de cambios internacionales ( ley 9 de 1991), autorizó a los residentes en el país la libre tenencia y posesión de activos en el exterior, siempre y cuando hayan sido poseídos con anterioridad al 1 de septiembre de 1990, o cuando hayan sido adquiridos o se adquieran con divisas que no deban ser transferidas o negociadas por medio del mercado cambiario, y señaló que el rendimiento o el valor de liquidación de estas inversiones podría reinvertirse o utilizarse libremente en el exterior. En cuanto a los efectos por el incumplimiento al régimen cambiario el artículo 17 de la ley 9 de 1991, expresaba: "La Superintendencia de control de Cambios se abstendrá de iniciar o dará por terminados los procesos administrativos correspondientes a infracciones al régimen cambiario por posesión, tenencia o negociación de divisas, o títulos representativos de las mismas, hasta por un límite máximo de (US $ 15.000) siempre y cuando los hechos hubieren ocurrido con anterioridad al 1 de septiembre de 1990. La Disposición contenida en el artículo 4 de la ley 633 del año 2000, consagra un beneficio especial tributario para las liquidaciones privadas de los años gravables 2000 y anteriores de los contribuyentes del impuesto sobre la renta y complementarios, que incluyan en su declaración correspondiente al año gravable 2000, activos representados en moneda extranjera , poseídos en el exterior a 31 de diciembre de 1999 y no declarados y para el efecto dispone que quedarán en firme dentro de los cuatro meses siguientes a la fecha de presentación, beneficio que incluye la posible renta por diferencia patrimonial, con la adición de ingresos correspondientes a tales bienes y a los ingresos que les dieron origen, siempre que no se hubiere notificado requerimiento especial en relación con ingresos diferentes a los originados por comparación patrimonial y se cumpla con las condiciones señaladas en los numerales 1,2 y 3 de la misma disposición. Adicionalmente, la referida disposición establece que cumplidos los supuestos señalados en el presente artículo y en firme las liquidaciones privadas en relación con los activos representados en moneda extranjera, no pueden realizarse investigaciones ni hacerse exigibles las sanciones correspondientes por las posibles infracciones cambiarias derivadas de divisas que estuvieren en el exterior antes del 1 de agosto del año 2000, siempre y cuando a la fecha de vigencia de esta ley no se hubiere notificado el pliego de cargos respecto de estas infracciones. Lo anterior significa que a partir de la vigencia de la ley 633, los titulares del impuesto de renta y complementarios del año 2000, podrán ser objeto de investigaciones cambiarias cuando el pliego de cargos correspondiente se hubiere notificado dentro de los cuatro meses siguientes a partir de la presentación de la declaración, y por consiguiente de las sanciones pecuniarias administrativas a que haya lugar por razón de los activos representados en moneda extranjera en el exterior que se hubieren declarado. No así, cuando a contrario sensu se encontrare en firme la declaración de renta y complementarios por haber transcurrido cuatro meses desde su presentación sin que la autoridad cambiaria correspondiente hubiere notificado el pliego de cargos respectivo con anterioridad a los cuatro meses. Así pues, la iniciativa legal contenida en el artículo 4 de la ley 633, no es nueva, la diferencia actual consiste en que se extendió la eximente de responsabilidad cambiaria por activos incluidos en la declaración de renta presentada en el año 2001, representados en moneda extranjera existentes en el exterior hasta el 31 de agosto del año 2000, se eliminó la cuantía prevista en la ley 9 de 1991, de hasta US $15.000 y se estableció como premisa para continuar el proceso administrativo sancionatorio cambiario, el hecho de haberse notificado el pliego de cargos con anterioridad al momento en que la declaración de renta y complementarios hubiese quedado en firme. En consecuencia, si en vigencia de la ley 633 no hubiere quedado en firme la declaración de renta y complementarios del año 2000, por no haber transcurrido los cuatro meses desde su presentación, y durante ese lapso ocurre la notificación de un pliego de cargos por presuntas infracciones cambiarias, los infractores podrán ser sancionados pecuniariamente por la autoridad administrativa correspondiente; y a contrario sensu, encontrándose en firme la declaración de renta y complementarios, la autoridad administrativa no podrá intentar notificar el pliego de cargos a los presuntos infractores, por disposición expresa de le ley que señala que en este caso el contribuyente no podrá ser objeto de sanciones por infracciones derivadas de divisas que estuvieren en el exterior con anterioridad al primero de agosto del año 2000. De lo expuesto se deriva que en efecto el beneficio cobija las divisas salidas del país sin el cumplimiento de los requisitos previstos en la legislación cambiaria, el que sin perjuicio del concepto de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales DIAN, incluye la utilización y operaciones realizadas con esas divisas en el exterior, por lo que desde luego debe extenderse a los activos adquiridos con las mismas divisas y, en cuanto al tercer punto, por supuesto también sin perjuicio de lo que para el efecto estime la DIAN, la interpretación debe ceñirse al texto legal, el que en ningún caso establece exigencia relacionada con la repatriación de los activos o de las divisas poseídas en el exterior. En los anteriores términos se estima haber resuelto sus inquietudes , advirtiendo de antemano que los efectos se circunscriben a los consignados en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.