24 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. bautizados, y los niños de 10 años en adelante también pueden ser bautizados, los que ya tienen conciencia del bien y del mal. Ahora, dejo al ministro aquí, reverendo Bladimiro Rivera, para que les indique cómo hacer para ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Continúen pasando una tarde feliz llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador, y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el glorioso Reino de Jesucristo nuestro Salvador. Pasen todos muy buenas tardes. En cada nación dejo al ministro correspondiente para que haga en la misma forma que estará haciendo el reverendo Bladimiro Rivera. “EL SEÑOR NO QUIERE QUE PEREZCAN, SINO QUE TODOS SEAN SALVOS.” EL SEÑOR NO QUIERE QUE PEREZCAN, SINO QUE TODOS SEAN SALVOS Domingo, 10 de julio de 2011 Veracruz, México EL SEÑOR NO QUIERE QUE PEREZCAN SINO QUE . . . NOTA AL LECTOR Es nuestra intención hacer una transcripción fiel y exacta de este Mensaje, tal como fue predicado; por lo tanto cualquier error en este escrito es estrictamente error de audición, transcripción e impresión; y no debe interpretarse como errores del Mensaje. El texto contenido en esta Conferencia, puede ser verificado con las grabaciones del audio o del video. Este folleto debe ser usado solamente para propósitos personales de estudio, hasta que sea publicado formalmente. 23 Cristo; ahí es donde la persona se identifica con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección, en el bautismo en agua que es tipológico; pero que tenemos que entender el significado del bautismo en agua, que es a la semejanza física de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Por eso cuando la persona recibe a Cristo, muere al mundo; cuando el ministro lo sumerge en las aguas bautismales, tipológicamente está siendo sepultado; y cuando lo levanta de las aguas bautismales, está resucitando a una nueva vida, a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno. Ahí tenemos el simbolismo del bautismo en agua para todos los que reciben a Cristo como único y suficiente Salvador. Es como la Santa Cena, el pan tipifica el cuerpo de Cristo, la copa de vino, el vino representa la Sangre de Cristo, y así por el estilo, en memoria de Cristo se lleva a cabo la Santa Cena. Y el Lavatorio de pies representa, tipifica que Cristo nos mantiene limpios de todo pecado con Su Sangre preciosa; porque si alguno ha pecado, Abogado tenemos para con el Padre a Jesucristo Su Hijo, el Hijo de Dios. Él es el Sumo Sacerdote del Templo celestial, y Él es el que con Su propia Sangre nos mantiene limpios de todo pecado, está haciendo intercesión con Su propia Sangre por cada persona que lo recibe como su único y suficiente Salvador. Y recuerden que Cristo dijo: “El que me confesare delante de los hombres, Yo le confesaré delante de mi Padre que está en los Cielos.” Y ahora, bien pueden ser bautizados entendiendo el significado, el simbolismo del bautismo en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento; y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el glorioso Reino de Jesucristo nuestro Salvador. Los que están en otras naciones también pueden ser 22 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. y suficiente Salvador. Te ruego perdones mis pecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado, y me bautices con Espíritu Santo y Fuego, y produzcas en mí el nuevo nacimiento. Quiero nacer en Tu Reino, quiero vivir eternamente Contigo en Tu Reino, sálvame, Señor. Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén. Con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, todos decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén. Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros pecados, y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado, porque ustedes le han recibido como vuestro único y suficiente Salvador. Ustedes me dirán: “Quiero ser bautizado en agua lo más pronto posible en el Nombre del Señor Jesucristo, porque Él dijo: ‘El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Aun el mismo Jesucristo fue adonde Juan el Bautista estaba bautizando allá en el Jordán, entró a las aguas del Jordán donde Juan estaba para que Juan lo bautizara. Y Juan no lo quería bautizar, le decía: “Yo tengo necesidad de ser bautizado por ti, ¿y Tú vienes a mí para que yo te bautice?” Y Jesús le dice: “Nos conviene cumplir toda justicia.” Y entonces lo bautizó, y vino el Espíritu Santo sobre Jesús, y dijo: “Éste es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia.” Y si Cristo tuvo que ser bautizado, cuánto más nosotros tenemos necesidad de ser bautizados en agua en el Nombre del Señor. Pues el bautismo en agua, aunque no quita los pecados, porque lo que quita los pecados es la Sangre de Cristo, el bautismo en agua es tipológico, el bautismo en agua es a la semejanza física de la muerte, sepultura y resurrección de EL SEÑOR NO QUIERE QUE PEREZCAN, SINO QUE TODOS SEAN SALVOS Rev. William Soto Santiago, Ph.D. Domingo, 10 de julio de 2011 Veracruz, México uy buenos días, amables amigos y hermanos presentes y los que están en diferentes naciones conectados por internet o por medio del satélite Amazonas, allá en Puerto Rico, en Colombia, en Ecuador, en Perú, en Bolivia, en Paraguay, en Argentina, en Uruguay, en toda la República Mexicana, allá también en el Brasil; y ustedes allá en Puerto Rico y en todas las demás naciones: Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes. Para esta ocasión leemos un pasaje que se encuentra en Segunda de Pedro, capítulo 3, versos 8 al 9, donde nos dice el apóstol Pedro: “Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.” Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. Nuestro tema es para esta ocasión: “EL SEÑOR NO M 4 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. QUIERE QUE PEREZCAN, SINO QUE TODOS SEAN SALVOS.” Dios no quiere que el ser humano perezca, Él quiere que el ser humano viva eternamente, porque Dios creó al ser humano para que viva eternamente; por eso creó al ser humano a Su imagen y semejanza, de acuerdo a como nos dice la Escritura en Génesis, capítulo 1, versos 26 al 28, donde dice: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” Y luego en Génesis, capítulo 2, verso 7, dice: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.” Ahí podemos ver el origen del ser humano en este planeta Tierra, pero antes de aparecer en este planeta Tierra por cuanto creó al hombre a Su imagen, la imagen es el cuerpo angelical de Dios y por consiguiente creó al hombre en cuerpo angelical primero, cuerpo espiritual, o sea, en espíritu que es un cuerpo parecido al cuerpo físico terrenal, pero de otra dimensión, a la imagen de Dios primeramente creó al hombre, hizo al hombre. La imagen de Dios es su cuerpo angelical llamado el Ángel del Pacto o Ángel de Dios, el cual es Cristo en Su cuerpo angelical. Recuerden que Él dijo, Cristo: “Antes que Abraham fuese, yo soy.” ¿Cómo era Él? Era el Ángel del Pacto, el EL SEÑOR NO QUIERE QUE PEREZCAN SINO QUE . . . 21 dos mil años; no importa cuántos años hayan transcurrido desde la muerte de un creyente en Cristo, Él lo resucitará, Él lo resucitará en un cuerpo eterno, inmortal, incorruptible, un cuerpo nuevo, igual al cuerpo glorificado que Jesucristo tiene, y joven para toda la eternidad. Y ese será el cuerpo que Dios, desde antes de la fundación del mundo, determinó para usted vivir eternamente. Tan sencillo como eso. Estos cuerpos mortales están en la permisiva voluntad de Dios, por eso son temporales, por eso los tenemos por un tiempo y luego desaparecerán y tenemos que irnos del cuerpo a otra dimensión. Pero volveremos a la Tierra para obtener un cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado, como el cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador. Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo, los que están presentes y los que están también en otras naciones pueden estar puestos en pie, los niños de 10 años en adelante también pueden venir a los Pies de Cristo, recuerden que Cristo dijo: “Dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis; porque de los tales es el Reino de Dios.” Vamos a estar con nuestras manos levantadas a Cristo, al Cielo y nuestros ojos cerrados, y los que han venido a los Pies de Cristo repitan conmigo esta oración: Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelio y nació Tu fe en mi corazón. Creo en Ti con toda mi alma, creo en Tu primera Venida, creo en Tu Nombre como el único Nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podemos ser salvos. Creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados. Reconozco que soy pecador, y necesito un Salvador; doy testimonio público de mi fe en Ti, y te recibo como mi único 20 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. toda la eternidad. Jesucristo es la persona más importante que ha pisado este planeta Tierra, murió por nosotros, fue sepultado, resucitó, estuvo unos días con Sus apóstoles luego de resucitado, y luego subió al Cielo y se sentó a la diestra de Dios en el Cielo. Y está allá haciendo intercesión con Su propia Sangre, y limpiando de todo pecado a todos aquellos que lo reciben como Salvador y manteniendo limpios a todos los creyentes en Cristo, manteniéndolos limpios con Su Sangre preciosa. Cristo es el Sumo Sacerdote del Templo celestial según el orden de Melquisedec, que es el orden celestial del Templo celestial. Ya no hay sacrificios en templos terrenales, sacrificios de animalitos, porque ya el Sacrificio perfecto de Cristo el Cordero de Dios fue efectuado en la Cruz del Calvario dos mil años atrás, y ahora todos tienen la oportunidad de obtener la salvación y Vida eterna por medio de Cristo, ser limpiados de todo pecado con la Sangre de Cristo y ser justificados ante Dios, para vivir con Cristo por toda la eternidad. Esa es la única forma en que el ser humano puede obtener la Vida eterna, no hay otra forma para obtener la Vida eterna. Aun el mismo Cristo dijo: “…el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.” (San Juan, capítulo 11, versos 25 al 27). Esta fue la conversación que Jesús tuvo con Marta, la hermana de Lázaro, cuando Jesucristo fue a resucitar a Lázaro, el cual ya tenía cuatro días que había muerto y ya estaba sepultado. No importa cuántos días o años o siglos pasen, Cristo resucitará a todos los creyentes en Él que han muerto y a los vivos los transformará; el tiempo para Él no significa nada, en el sentido de que Él no pueda resucitar a una persona que haya muerto hace cuatro días o hace cuatrocientos años o EL SEÑOR NO QUIERE QUE PEREZCAN SINO QUE . . . 5 Ángel que le aparecía a Adán, a Abel, a Set, a Matusalén, a Noé, a Abraham, a Isaac, a Jacob y así también a los profetas, a los jueces y a los profetas, el mismo Ángel que le apareció al profeta Moisés, ese es el Ángel de Dios, el Ángel de Jehová (como dicen las versiones que usan el nombre Jehová como Nombre de Dios). Y ese Ángel es el cuerpo angelical de Dios, el Verbo que era con Dios por medio del cual Dios creó todas las cosas, y el cual se hizo carne y habitó en medio de los seres humanos y fue conocido por el nombre de Jesús, eso era Dios con Su cuerpo angelical dentro de un velo de carne llamado Jesús. El velo de carne llamado Jesús es la semejanza física de Dios, por eso cuando aparece Jesús, la semejanza física de Dios tiene que ser como los demás seres humanos, un cuerpo de carne en esta dimensión terrenal. Y ahora, encontramos que Dios colocó en el Huerto del Edén al ser humano, en donde Dios había colocado también dos árboles que son nada menos que Cristo, el Árbol de la Vida, y el enemigo de Dios que es Satanás, el cual a través de la serpiente estaba allí en el Huerto del Edén y por eso encontramos que le aparece a Eva y le habla a Eva, y el ser humano tenía que comer del fruto del Árbol de la Vida en el momento correspondiente. Pero Eva se adelantó y comió del árbol equivocado, del árbol de la ciencia del bien y del mal que trajo muerte para la raza humana encabezada la raza humana allá en Adán y Eva; por eso ellos son los padres de la raza humana, ellos tenían Vida eterna, les faltaba ser adoptados, estaban en una etapa de prueba. Ahora, ¿por qué Dios le da libertad al ser humano para que escoja y coloca allí el árbol de la ciencia del bien y del mal y el Árbol de la Vida? Por la siguiente razón: Dios creó al ser humano a Su imagen y semejanza, y Dios tiene libre albedrío 6 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. y por consiguiente si crea al ser humano a Su imagen y semejanza, tiene que crearlo con libre albedrío también, y le instruye al ser humano lo que no debe hacer porque le traerá muerte, morirá a la Vida eterna el ser humano si come del árbol equivocado. Falló el ser humano a Dios cuando Eva comió del árbol de la ciencia del bien y del mal al cual Satanás a través de la serpiente le dijo que comiera y que no iba a morir, pero Dios había dicho: “El día que comas, morirás,” le dijo a Adán, y Adán se lo enseñó a Eva. Aún antes de aparecer Eva en la escena terrenal ya Dios se lo había enseñado a Adán que no comiera del árbol de la ciencia del bien y del mal porque el día que lo hiciera, moriría, y luego Adán le enseñó eso mismo a Eva. Y ahora, viene luego de la enseñanza divina a través de Adán a Eva, luego viene Satanás en la serpiente a darle una enseñanza con relación al árbol de la ciencia del bien y del mal, y le dice: “¿Con que Dios ha dicho que no coman del árbol de la ciencia del bien y del mal?” Y Eva le dice a Satanás que está en la serpiente que Dios no ha dicho que no coman de los árboles del Huerto, sino que no coman del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque el día que lo hagan, morirán.” Y entonces ahí, vean, lo que le cambió fue una sola palabra, le añadió una palabra, Dios dijo: “Morirán,” y el diablo le añadió el “no,” porque él siempre es negativo, le dijo: “No morirán.” y Eva le creyó. La serpiente le dice... Recuerden que la serpiente en aquel tiempo no era un reptil como lo es actualmente, y hablaba, ¿de qué hablaba? Eso es sencillo, si hasta las cotorras hablan y los pericos también, así que no es raro que la serpiente antigua hablara, y más siendo el animal más cercano al ser humano tenía espíritu, tenía conocimiento, tenía inteligencia y astucia también, dice que EL SEÑOR NO QUIERE QUE PEREZCAN SINO QUE . . . 19 Cristo; porque el Señor no quiere que perezcan sino que sean salvos, que obtengan la salvación y Vida eterna, y vivan en el Reino de Cristo por toda la eternidad. Si hay alguna persona que todavía no lo ha recibido como Salvador a Cristo puede hacerlo en estos momentos y estaremos orando por usted, para lo cual puede pasar al frente y estaremos orando por usted. Y luego, permanezca sirviendo a Cristo todos los días de su vida, porque el que pone su mano en el arado y mira hacia atrás no es apto para el Reino. Nunca deje a Jesucristo nuestro Salvador. El que deja a Cristo, ha dejado la Vida eterna, y por consiguiente, ha perdido la oportunidad de vivir eternamente. Siempre manténgase sirviendo a Cristo, aprendiendo más de Cristo, leyendo más la Escritura, escuchando más la Palabra, el Evangelio de Cristo, para que así sea afirmada cada día más la fe en Cristo, su fe en Cristo, para permanecer firmes en el Reino de Cristo. Nunca deje a Cristo, recuerden que no hay otro sacrificio por el pecado sino el Sacrificio de Cristo. El que no tiene el Sacrificio de Cristo creyendo en Cristo, entonces no tiene otro sacrificio por el pecado. Es importante estar conscientes de que no hay otro sacrificio por el pecado del ser humano sino el Sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario, el cual fue tipificado en los sacrificios que el pueblo hebreo efectuaba cada año; esos sacrificios de animalitos eran tipo y figura del Sacrificio que Cristo efectuaría en la Cruz del Calvario. Por eso es que Juan el Bautista cuando ve a Jesús dice: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” (San Juan, capítulo 1, verso 29 al 36). En las demás naciones también pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo para que Cristo les reciba en Su Reino, les perdone y con Su Sangre los limpie de todo pecado, y sus nombres sean confirmados en el Reino de Cristo para vivir por 18 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. Santo y Fuego, y produce en la persona el nuevo nacimiento. Tan sencillo como eso. Para el ser humano es la parte más sencilla; la parte difícil que no podía hacer el ser humano la hizo Jesucristo, le tocó a Dios realizarla a través de Jesucristo. Por lo tanto, es un asunto de creer en Cristo como nuestro único y suficiente Salvador, para obtener la salvación, porque el Señor no quiere que ninguno perezca sino que todos procedan al arrepentimiento, para que obtengan la salvación y Vida eterna, Él quiere que todos sean salvos. Miren, en el tiempo de Noé, la paciencia de Dios era por Noé y su familia, era por los que iban a ser salvos en aquel tiempo para lo cual el arca se tenía que construir, más los animales y aves que entraron al arca juntamente con los reptiles correspondientes. La paciencia de Dios es por causa de los que entrarán al Programa de Salvación, los que creerán en Cristo como único y suficiente Salvador para ser salvos y vivir eternamente en el Reino de Dios. Por lo cual, todos los que han recibido a Cristo como Salvador han confirmado su lugar en el Reino de Cristo y ya tienen Vida eterna. Y por esa causa esperan la resurrección de los muertos en cuerpos eternos, y la transformación de los vivos en cuerpos eternos, o sea, al ser transformados el cuerpo será glorificado y eterno y joven para toda la eternidad, igual al cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador. Y Cristo dijo que Él va a hacer eso en el Día Postrero: “Y Yo les resucitaré (¿cuándo dice Cristo?) en el día postrero.” (San Juan, capítulo 6, versos 39 al 40). Y luego el mismo capítulo 6, versos 41 al 58, Él habla ahí de que la resurrección va a llevarla a cabo en el Día Postrero, que es el séptimo milenio de Adán hacia acá o tercer milenio de Cristo hacia acá. El séptimo milenio o Día Postrero está representado en el sábado, es un milenio sabático delante de Dios, para la restauración a la Vida eterna física de todos los creyentes en EL SEÑOR NO QUIERE QUE PEREZCAN SINO QUE . . . 7 era el más astuto de todos los animales, era un animal, el más parecido al ser humano, al hombre, y caminaba como el hombre; la diferencia era que Adán tenía alma y la serpiente no tenía alma. Todos esos descubrimientos que hacen de esqueletos de personas de millones de años, pertenecen a la raza de la serpiente, porque el cuerpo del ser humano fue creado por Dios alrededor de seis mil años atrás; el ser humano es joven. Y ahora, encontramos que el ser humano es lo más cercano a Dios, y lo más cercano al ser humano entre la raza animal y el ser humano era la serpiente, pero ahora lo más cercano entre Dios y el ser humano es Jesucristo, el segundo Adán. Y ahora, el ser humano pecó allá en el Huerto del Edén y perdió la Vida eterna, murió, murió a la Vida eterna, pero continuó viviendo físicamente una vida temporera o temporal que se le acabaría a unos a los pocos años que serían 930 años; él no sabía cuántos años más duraría luego de pecar, pero vivió por todos 930 años, que cualquiera quisiera vivir 930 años en la actualidad, pero ya el tiempo ha sido acortado para el ser humano. Dios estableció primero allá en el tiempo de Noé que iban a ser 120 años de aquel momento en adelante para que... estaría aquella civilización antediluviana, y luego fue acortando los años de la vida de los seres humanos. Noé vivió muchos años, Noé vivió 900 y algo de años, 950 años, cualquiera quisiera vivir como Noé, pero no es importante cuántos años usted o yo vivamos en estos cuerpos mortales, lo importante es que hayamos hecho contacto con la Vida eterna a través de Cristo, que es el Árbol de la Vida para ser restaurados a la Vida eterna, y en el Día Postrero los que creyeron en Cristo y obtuvieron el nuevo nacimiento y murieron, serán resucitados en cuerpos eternos, pues ellos están en el Paraíso en cuerpos angelicales, pero regresarán a 8 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. la tierra con Cristo para obtener el cuerpo físico glorificado, joven y eterno como el de Jesucristo. Y los creyentes en Cristo que estén vivos en esos días, verán a los muertos creyentes en Cristo resucitados y serán transformados los creyentes que estén vivos en ese tiempo, y que estén en la posición que les corresponde estar en el Cuerpo Místico de Cristo, la etapa o edad que corresponde a este tiempo final, por lo cual será la edad de oro para los creyentes en Cristo, para la Iglesia del Señor Jesucristo. Dios no quiere que el ser humano perezca, no quiere que el ser humano se pierda, porque no envió Dios al mundo a Su Hijo unigénito para que el mundo se pierda, para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él. O sea, que Dios no quiere que el ser humano perezca, no quiere que se pierda, Dios quiere que el ser humano viva eternamente; por esa causa socorrió a Adán luego de haber pecado Adán y Eva en el Huerto del Edén, y les dio vestiduras de pieles de un animalito, por lo cual tuvo que morir, ser sacrificado un animalito para darle las pieles de ese animalito a Adán y a Eva para cubrir su desnudez. Nos habla de un sacrificio, lo cual allí es un tipo y figura del Sacrificio del Mesías que va a ser hecho más adelante; por esa causa también encontramos desde el Génesis los sacrificios de animalitos que son hechos por el pecado del ser humano, y aun Dios estableció al pueblo hebreo sacrificios de animalitos en el tabernáculo, y luego en el templo que construyó el rey Salomón. Por lo tanto, encontramos que esos sacrificios son tipo y figura del Sacrificio Expiatorio que el Mesías Príncipe haría por Su pueblo y por todos los seres humanos, para la reconciliación del ser humano con Dios, para ser restaurado el ser humano a la Vida eterna y por consiguiente ya el ser humano estar confirmado en el Reino de Dios con Vida EL SEÑOR NO QUIERE QUE PEREZCAN SINO QUE . . . 17 nos dice que estamos aquí para ser rociados con la Sangre de Jesucristo, y por consiguiente tenemos que aprovechar esa oportunidad que Dios nos ha dado de ser rociados con la Sangre de Cristo nuestro Salvador. Porque cuando Cristo salga del Trono de Intercesión, ya no habrá más oportunidad para ser limpiados con la Sangre de Cristo, porque ya no habrá Sangre en el propiciatorio allá en el Cielo. Vean lo que nos dice Primera de Pedro, capítulo 1, verso 2, dice: “…elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo…” Hemos sido elegidos para escuchar el Evangelio, creer, y ser rociados con la Sangre de Cristo y por consiguiente ser limpiados de todo pecado. Por esa causa estamos en este planeta Tierra en este tiempo en el cual nos ha tocado a nosotros; o sea, que hay un propósito de nuestra vida aquí en la Tierra, un propósito divino, que marcará el futuro eterno de cada uno de nosotros. Y todos queremos vivir eternamente en cuerpos eternos, jóvenes, inmortales, igual al cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador. Jesucristo es el que nos salva del infierno y de la muerte, Él evita que nosotros tengamos que ser condenados en el juicio final y ser echados al lago de fuego, Él evita todo eso al nosotros recibirlo como nuestro único y suficiente Salvador; porque el Hijo del Hombre vino, ¿para qué? Para salvar lo que se había perdido. Y ahora, el ser humano, al escuchar el Programa de Salvación a través de la predicación del Evangelio de Cristo, nace la fe de Cristo en su alma, cree en Cristo, y luego da testimonio de su fe en Cristo recibiéndolo como su único y suficiente Salvador; y luego es bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo lo bautiza con Espíritu 16 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. no hay otro Nombre en el cual podamos ser salvos,” dice la Escritura en el capítulo 4, verso 12 del libro de los Hechos, San Pedro predicando. Por lo tanto, no hay otra forma para el ser humano regresar a la Vida eterna excepto por medio del Árbol de la Vida que es Jesucristo nuestro Salvador. Recuerden que Él dijo: “Yo soy el pan de vida; el que come de este pan vivirá eternamente.” Por lo tanto, Cristo es nuestra única oportunidad de salvación y Vida eterna. Y es por gracia, porque usted y yo no podemos pagar el precio de la salvación, la pagó Cristo en la Cruz del Calvario con Su propia vida. Él tomó nuestros pecados, Él fue hecho pecado por nosotros, y por lo tanto fue hecho mortal al tomar nuestros pecados, porque la paga del pecado es muerte. Él no podía morir si no tenía pecados, por lo tanto nuestros pecados Él los tomó y se hizo pecado por nosotros para que nosotros seamos la justicia de Dios, y por consiguiente para que nosotros estemos limpios de todo pecado por medio de la Sangre de Cristo que nos limpia de todo pecado, y podamos vivir eternamente. Recuerden que la paga del pecado es muerte; pero si son quitados los pecados por la Sangre de Cristo, entonces hay Vida eterna en y para la persona. Por lo tanto, todos los creyentes en Cristo han recibido Vida eterna todos aquellos que lo han recibido como Salvador, han sido bautizados en agua en Su Nombre arrepentidos de sus pecados, y Cristo los ha bautizado con Espíritu Santo y Fuego, y ha producido en ellos el nuevo nacimiento. Esas personas tienen Vida eterna, tanto los del pasado que pasaron por esta Tierra como los que viven en esta Tierra en este tiempo final. Estamos pasando por esta Tierra para hacer contacto con la Vida eterna y ser restaurados a la Vida eterna. La Escritura EL SEÑOR NO QUIERE QUE PEREZCAN SINO QUE . . . 9 eterna. Por supuesto, todos los que recibirían a Cristo como único y suficiente Salvador. San Juan, capítulo 3, verso 16 dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Para eso fue que Cristo fue enviado a la Tierra, y por esa causa fue que Cristo tenía que morir en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por el pecado del ser humano, para que pudiera impartirle a los seres humanos Vida eterna. Por eso en San Juan, capítulo 5, verso 24, nos dice: “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.” Por eso es tan importante escuchar la predicción del Evangelio de Cristo para que todos sepan cómo obtener la salvación y Vida eterna, porque Dios no quiere que el ser humano perezca, Dios no quiere que el ser humano se pierda, Dios no quiere que el ser humano sea condenado y echado en el lago de fuego y destruido en alma, espíritu y cuerpo; Dios quiere que el ser humano tenga Vida eterna para vivir en el Reino de Dios, el Reino eterno de Dios. Recordemos que el ser humano es descendiente de Dios, la misma Escritura nos habla del ser humano como descendiente de Dios cuando se nos habla en las Escrituras acerca de la ascendencia de Jesús, en San Lucas, capítulo 3 nos dice, verso 23 en adelante, dice: “Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se creía, de José, hijo de Elí, hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Melqui, hijo de Jana, hijo de José...” Y sigue enumerando su ascendencia a través de José, el cual lo adoptó como hijo. Y luego cuando llega acá al rey 10 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. David, dice: “...hijo de David, hijo de Isaí...” Esta es la línea que viene de David por Natán. Dice: “...hijo de Melea, hijo de Mainán, hijo de Matata, hijo de Natán, hijo de David, hijo de Isaí, hijo de Obed, hijo de Booz, hijo de Salmón, hijo de Naasón, hijo de Aminadab, hijo de Aram, hijo de Esrom, hijo de Fares, hijo de Judá, hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abraham, hijo de Taré, hijo de Nacor, hijo de Serug, hijo de Ragau, hijo de Peleg, hijo de Heber, hijo de Sala, hijo de Cainán, hijo de Arfaxad, hijo de Sem, hijo de Noé, hijo de Lamec, hijo de Matusalén, hijo de Enoc, hijo de Jared, hijo de Mahalaleel, hijo de Cainán, hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios.” Vean cómo lleva esta línea de José el padre adoptivo de Jesús, lleva directamente esa línea hasta Dios; por consiguiente descendientes de Dios la línea por donde viene José el padre adoptivo de Jesús. Por lo tanto, el rey David vean de dónde viene, ¿de qué línea viene? De Dios, y por la línea de la virgen María encontramos que también viene de Dios, está allá en el capítulo 1 de San Mateo. Y ahora, encontramos que el ser humano es descendiente de Dios, por eso es que el apóstol Pablo cuando nos habla en su carta a los Efesios, capítulo 2, versos 17 en adelante, vamos a ver aquí... aún un poquito antes, capítulo 2, verso 11 en adelante de Efesios dice San Pablo: “Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. EL SEÑOR NO QUIERE QUE PEREZCAN SINO QUE . . . 15 escucharlo y nacer la fe de Cristo en el alma de la persona, ahí, y recibirlo como Salvador ha nacido del agua, es bautizado en agua en el Nombre del Señor y luego Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y ahí obtiene la parte de nacer del Espíritu y entrar al Reino de Dios. Tan sencillo como eso es el Programa de Redención ¿para qué? Para que todos puedan obtener la salvación y Vida eterna. Lo mismo es para el pobre que para el rico, lo mismo es para el que ha estudiado mucho como para el que no ha estudiado, porque es un asunto de escuchar la predicación del Evangelio de Cristo, nacer la fe de Cristo en el alma de la persona, creer en Cristo y dar testimonio público de su fe en Cristo recibiéndolo como único y suficiente Salvador, y ser bautizado en agua en Su Nombre, y Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y produce en la persona el nuevo nacimiento. Por eso es que Cristo dijo a Sus discípulos en San Marcos, capítulo 16, verso 15 al 16: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Tan sencillo como eso: el que cree es salvo, y el que no cree es condenado. Vean también aquí en San Lucas, capítulo 24, verso 45 en adelante, dice: “Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.” Se predica el arrepentimiento y el perdón de los pecados en todas las naciones en el Nombre del Señor Jesucristo, “porque 14 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. necesita Vida eterna la cual solamente se puede obtener a través de Jesucristo. Él dijo: “Mis ovejas oyen mi Voz, y me siguen, y Yo las conozco, y Yo les doy vida eterna. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre, como tampoco nadie las puede arrebatar de la mano del Señor.” Por lo tanto, estas son las ovejas que Cristo decía que el Padre le dio para que las busque y les dé Vida eterna. En San Lucas, capítulo 19, verso 10, y San Mateo, capítulo 18, verso 11 al 14, nos habla de eso, compara esas personas con ovejas también. “Porque no es la voluntad de nuestro Padre celestial que se pierda uno de estos pequeñitos,” dice Cristo. No es la voluntad de Dios que se pierda una persona. La voluntad de Dios es que todos procesan al arrepentimiento, porque el Hijo del Hombre vino par buscar y salvar lo que se había perdido. El ser humano se perdió, perdió la Vida eterna, y ahora tiene la oportunidad el ser humano, por medio de Cristo, de obtener la Vida eterna y por consiguiente ser restaurados, ser restaurado a la Vida eterna, para vivir eternamente con Cristo en Su Reino. El Señor no quiere que el ser humano perezca sino que todos sean salvos, y por eso Dios hizo un Programa de Salvación, para que obtenga el ser humano la Vida eterna y viva en el Reino de Dios por toda la eternidad. Por lo cual Cristo dice a Nicodemo: “De cierto, de cierto te digo, que es necesario nacer de nuevo (le dice), de cierto te digo que el que no nazca de nuevo no puede ver el Reino de Dios.” Nicodemo piensa que es nacer a través de una mujer, su madre, y no sabemos cuántos años tenía la madre de Nicodemo o si había muerto. Pero Cristo le explica: “De cierto, de cierto te digo, que el que no nazca del agua y del espíritu no puede entrar al Reino de Dios.” Nacer del agua es nacer del Evangelio de Cristo, al EL SEÑOR NO QUIERE QUE PEREZCAN SINO QUE . . . 11 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.” Es por la Sangre que la persona pertenece a una raza y a una familia: “Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca (los que estaban lejos: los gentiles, y los que estaban cerca: los judíos); porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.” Los miembros de la familia de Dios son los descendientes de Dios, así como los miembros de la familia suya son los descendientes del padre, o sea, los descendientes suyos son los hijos, los nietos, los bisnietos y así por el estilo; y los descendientes de Dios son los hijos e hijas de Dios, son creyentes en Cristo nuestro Salvador por medio de la Sangre de Cristo que está en cada creyente con la cual fue limpiado de todo pecado. Y la vida de la Sangre, que es el Espíritu Santo, está en toda persona creyente en Cristo nacida de nuevo; así que ya no 12 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. son extranjeros esas personas, sino miembros de la familia de Dios, por eso es que San Pablo en Filipenses, capítulo 3, verso 20 al 21, dice: “Porque nuestra ciudadanía está (¿dónde?) en los cielos, de donde esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo, el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, con el poder con el cual puede también sujetar a Sí mismo todas las cosas.” O sea, que Él tiene el poder para producir esa transformación, y así al producir esa transformación hacernos a todos físicamente semejantes a Él: cuerpos glorificados, como el cuerpo glorificado que Él tiene, el cual está tan joven como cuando subió al Cielo, no se ha puesto viejo y nunca se pondrá viejo ese cuerpo. Esa es la clase de cuerpo que Él tiene para mí, ¿y para quién más? Pues para cada uno de ustedes también. ¿Y cuándo es que vamos a recibir ese cuerpo? Pues vamos a ver para qué tiempo es que Cristo dice que lo vamos a recibir, vamos a terminar esta partecita aquí, dice: “...y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado (o sea, toda esa familia, la Iglesia)... bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor.” La Iglesia como Cuerpo Místico de Cristo es un Templo espiritual, y cada creyentes en Cristo como individuo es un templo espiritual también, cuando Cristo estuvo frente al templo allá en Jerusalén, dice: “Destruyan este templo y en tres días yo lo levantaré,” (San Juan, capítulo 2). Y las personas dicen a Jesús: “Señor, en cuarenta y seis años fue levantado, construido este templo, ¿y Tú ahora dices que lo destruyamos y ahora en tres días Tú lo vas a levantar?” EL SEÑOR NO QUIERE QUE PEREZCAN SINO QUE . . . 13 Pero Cristo no habla del templo de piedras, sino que hablaba de Su cuerpo, porque aquel cuerpo de carne era el templo humano de Dios, estaba prometido que el Señor vendría a Su templo, y vino a Su templo y lo vimos, también cuando Juan el Bautista bautizó a Jesús, vino el Espíritu Santo sobre Jesús y permaneció sobre Él. Por eso es que Cristo decía: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido,” (San Lucas, capítulo 4, versos 11 en adelante); y eso era conforme a Isaías, capítulo 61, versos 1 al 2, y había sido ungido para predicar el año de la buena voluntad del Señor, y por eso también Él decía en algunas ocasiones: “El Padre que mora en mí, Él hace las obras.” Y también encontramos en Isaías, capítulo 7, verso 14 que dice hablando de ese niño que va a ser concebido por una virgen, dice: “Porque he aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, un niño, y se llamará Su Nombre Emanuel (que traducido es Dios con nosotros).” Era Dios con nosotros vestido de un cuerpo de carne, de un velo de carne visitando a Su pueblo Israel, y por consiguiente visitando a la raza humana para llevar a cabo la Obra de Redención para la salvación y Vida eterna de millones de seres humanos que creerían en Su Sacrificio Expiatorio y lo recibirían como su único y suficiente Salvador; y todo esto ocurrió porque Dios no quiere que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento para que obtengan la salvación y Vida eterna, “porque el Hijo del Hombre no vino para condenar al mundo, sino para salvar al mundo.” Es un programa de salvación, de redención para el ser humano, para que así tenga la oportunidad de obtener la Vida eterna. Ya no puede la persona decir: “Eso fue un problema de Adán y Eva allá,” ahora el problema lo tiene cada persona, que lo que tiene como herencia es vida temporera y con vida temporera no podrá vivir eternamente en el Reino de Dios,