la vigencia del pensamiento de paulo freire en la revolucion

Anuncio
LA VIGENCIA DEL PENSAMIENTO DE PAULO FREIRE EN LA
REVOLUCION BOLIVARIANA
(Gustavo Márquez Marin)
Señoras y Señores
Antes que nada quiero agradecer al profesor y amigo Andreas Snovic la distinción que
me ha hecho al invitarme a participar en este acto de instalación del Instituto Paulo
Freire. Me ha dado la responsabilidad de decir algunas palabras sobre la obra de Paulo
Freire y la vigencia de su pensamiento en conexión con el proceso revolucionario
bolivariano que tiene como hilo conductor la construcción de una sociedad basada en la
democracia participativa.
Paulo Freire nace en Recife, Brasil un 19 de septiembre de 1921, realizó estudios de
derecho y psicología del lenguaje. En 1961 es uno de los fundadores del movimiento de
cultura popular de Recife, luego de haber realizados sus primeras experiencias que le
sirvieron de base para desarrollar posteriormente su método de alfabetización, cuyo
objetivo no solo a enseñar a leer y escribir, sino también, provocar un cambio profundo
en la conciencia del hombre respecto de sí mismo como “sujeto histórico” y de la
realidad que lo rodea. Que busca estimular en el hombre el desarrollo de una conciencia
crítica, que deje atrás la pasividad, para asumir en comunión con los otros, la
transformación de su entorno social a través de la participación política.
Freire se nutre de la teología de la liberación y de las corrientes progresistas humanistas
cristianas que descollaron en los 60, en el contexto del Concilio Vaticano II. Del
marxismo asume la visión dialéctica de la histórica para formular las bases conceptuales
de su “pedagogía del oprimido”, cuyo punto de partida es el desarrollo de una
“educación liberadora”.
Una educación entendida como un instrumento de liberación individual y colectiva, que
contribuye a la formación en el pueblo, de una conciencia de sujeto protagónico,
hacedor de su propia historia, con la fuerza y la capacidad de transformar su propia
realidad social, económica y política, haciéndolo apto para vivir una auténtica
democracia, una democracia real y no solo formal, una democracia participativa y no
solo representativa.
La pedagogía de Freire es una pedagogía comprometida que rechaza la neutralidad en el
proceso educativo. El decía “la neutralidad no es posible en el arte y en el acto
educativo. Mi punto de vista, el de los excluidos, el de los condenados de la tierra”.
Para Paulo Freire “enseñar no es transferir conocimientos sino crear las posibilidades
de su producción o de su construcción”. Para él, el objetivo fundamental del proceso
educativo es contribuir al desarrollo de un hombre nuevo, conciente de sí mismo y de su
entorno social, de sus potencialidades y derechos, con una conciencia crítica pero a la
vez responsable, solidaria y societaria, que se asume así mismo como un agente de
cambio.
1
Esta nueva concepción de la educación se opone a la educación alienante tradicional
que él denomina “bancaria”, que asume al educando como un mero receptor y repetidor
de conocimientos, como un objeto y no como un sujeto creador. La pedagogía
liberadora, visualiza el proceso educativo como una doble relación dialéctica.
La dialéctica reflexión-práctica-reflexión que surge en el educando en su interacción
socio-educativa y la que se desarrolla en la relación educador-educando-educador, en
donde el educando es a la vez educador y viceversa. Dice Freire: “Ahora, ya nadie
educa a nadie, así como tampoco nadie se educa así mismo, los hombres se educan en
comunión, mediatizados por el mundo”.
Se basa en la reflexión permanente sobre la realidad y allí está precisamente su inmensa
potencialidad para humanizar la educación y convertirla en una palanca fundamental
para promover el cambio social, para transformar sociedades, como ocurre en
Latinoamérica, en la que las grandes mayorías oprimidas y excluidas actúan
pasivamente frente a su propia realidad de miseria, explotación y alienación,
desconocen las verdaderas causas de su propia situación y por ello, son manipuladas por
las élites dominantes para mantener su privilegios.
Freire señala al respecto: “Sólo si el educando puede tomar conciencia de su
verdadera condición puede apropiarse de su realidad histórica y transformarla. Se
trata de una búsqueda que va en línea de ser cada vez más, de humanizar al hombre.
Esta búsqueda de ser más debe ser realizada en comunión con los otros hombres, en
solidaridad situada”.
Resulta evidente la conexión entre esta educación liberadora y el desarrollo y
profundización de la democracia participativa y protagónica, porque esta sólo es
posible, si y solo sí, los ciudadanos se convierten en “sujetos críticos” integrados
socialmente.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela contiene el programa
revolucionario bolivariano y su eje es precisamente el desarrollo de la democracia
participativa y protagónica. Hay dos elementos importantes en esa constitución que
engranan con las ideas de Freire hoy más vigentes que nunca.
El primero es el establecimiento de nuevos mecanismos de ejercicio “democracia
directa”, tales como son los “Consejos de Planificación Local y Regional” y, la figura
de los referéndum revocatorio del mandatos de los gobernantes y representantes
populares a todos los niveles y el referéndum abrogatorio de las leyes por vía de la
iniciativa popular.
El segundo se refiere a la figura del “control social” de la gestión pública como derecho
y obligación de los ciudadanos. Ambos conceptos proporcionan una sólida plataforma
institucional en proceso de desarrollo, orientada a garantizar el protagonismo y la
participación del pueblo en el ejercicio de la democracia.
Democracia Directa y Control Social, constituyen un binomio esencial para darle un
marco institucional al proceso de profundización de la democracia con alcances no sólo
en el plano político, sino también en el ámbito social y económico. Sin embargo, de
nada serviría dicho marco, si no se desarrolla un proceso den concientización popular en
2
los términos planteados por Paulo Freire y es allí donde está jugando un papel crucial
las políticas públicas y programa sociales que ha emprendido el gobierno bolivariano,
especialmente en materia de educación a través de la “Misión Ronbinson” y otras
“Misiones” concebidas bajo esa óptica.
Finalmente, quisiera compartir con usted mi percepción de que la propuesta de Freire no
sólo es válida para los así llamados países de la periferia, porque en verdad tiene validez
universal ya que en definitiva, las sociedades capitalista con mayor o menor desarrollo,
adolecen del mismo proceso de deshumanización y alienación del hombre y su entorno.
Muchas Gracias
3
Descargar