SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0068/2012 Sucre, 12 de abril de 2012 SALA PRIMERA ESPECIALIZADA Magistrado Relator: Efren Choque Capuma Acción de libertad: Expediente: 00014-2012-01-AL Departamento: Potosí En revisión la Resolución de 14 de enero de 2012, corriente de fs. 24 a 28, pronunciada dentro de la acción de libertad interpuesta por Joel Wenceslao Sarzuri Marca contra Freddy Hurtado Méndez, Juez Segundo de Instrucción Mixto y cautelar de Villazón del Distrito Judicial de Potosí. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda Por memorial presentado el 13 de enero de 2012, cursante de fs. 10 a 11 vta., el accionante expone los siguientes fundamentos: I.1.1. Hechos que motivan la acción Hace más de diez meses que se encuentra con detención preventiva por la presunta comisión del delito de violación, sin embargo el Juez cautelar no ha cumplido con la obligación de ejercer el control jurisdiccional de acuerdo con lo previsto con los arts. 54.1 y 134 del Código de Procedimiento Penal (CPP). El 11 de enero de 2012, en la audiencia de consideración de cesación a su detención preventiva, y pese a que sus abogados presentaron la Resolución fundamentada de sobreseimiento emitida por el Fiscal de Materia con la que él fue notificado, se rechazó la solicitud por no contarse con el pronunciamiento del Fiscal de Distrito que confirme o revoque la determinación del sobreseimiento, desconociendo la interpretación que al efecto hace la SC 1071/2011-R. Al día siguiente se presentó un memorial adjuntando jurisprudencia sobre la interpretación y los efectos de la resolución de sobreseimiento; sin embargo, hasta la fecha no se resuelve su petición. I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados El accionante alega la vulneración de sus derechos a la libertad, al debido proceso y a la “seguridad jurídica”, sin mencionar la norma constitucional que los contiene. I.1.3. Petitorio Solicita se conceda la tutela disponiendo, el pago de daños y perjuicios y la remisión de antecedentes ante el Ministerio Público por el delito de incumplimiento de deberes. I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías Celebrada la audiencia pública el 14 de enero de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 17 a 24 de obrados, se produjeron los siguientes actuados: I.2.1. Ratificación de la acción El abogado de la parte accionante ratificó el contenido de la acción de libertad, aclarando lo siguiente: a) La resolución de sobreseimiento es igual a una sentencia absolutoria y debe expedirse mandamiento de libertad, conforme SSCC 1071/2011-R y 1175/2012-R; y b) La autoridad accionada tenía conocimiento de la Resolución de sobreseimiento en la audiencia de cesación de detención preventiva, debido a que el Fiscal así lo hizo conocer. I.2.2. Informe de la autoridad demandada La autoridad en audiencia manifestó que la presente acción no tiene fundamento jurídico, puesto que una vez que termina una investigación es el fiscal quien debe presentar requerimiento conclusivo ante el Juez de Instrucción en lo Penal que conoce la causa, decretando de manera fundamentada el sobreseimiento cuando resulte que el hecho no existió, no constituye delito o el imputado no participó en el hecho ilícito y, en todo caso, debe exponerse los motivos por las cuales está dando curso al sobreseimiento. En auto revisado el cuaderno de control jurisdiccional, no existe ni ha sido presentada la Resolución de sobreseimiento del Fiscal como acto conclusivo. El abogado de la autoridad demandada ratificó los términos del informe presentado, refiriendo que el Fiscal encargado de la investigación no presentó ningún informe conclusivo, y que la autoridad fiscal, conforme a lo previsto por el art. 324 del CPP, debe poner en conocimiento de las partes el sobreseimiento decretado, que puede ser impugnado dentro de los cinco días siguientes a su notificación y recibida la impugnación si se la formulare o de oficio, en el caso de no existir querellante, el fiscal debe remitir antecedentes al fiscal superior jerárquico dentro las veinticuatro horas siguientes, para que se pronuncie en el plazo de cinco días. En el presente caso -sostiene- no se presentó ningún requerimiento conclusivo, por consiguiente no se vulneró norma alguna o derecho del accionante, por lo que pide se deniegue la acción de libertad, con imposición de costas. I.2.3. Resolución Concluida la audiencia, Raúl Zarate Condori, Juez Primero de Instrucción Mixto y cautelar de Villazón, constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución de 14 de enero de 2012, cursante de fs. 24 a 28, denegando la acción de libertad, conminando a la autoridad demandada que, previa las formalidades de rigor, “en un plazo de 48 horas resuelva y conmine al señor representante del Ministerio Público a presentar la respuesta al decreto de 13 de enero de 2012”, llamándole la atención por no haber cumplido los plazos procesales. I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional Remitido el expediente ante este Tribunal y producido el respectivo sorteo, de conformidad a ley, por AC 013-A/2012-CA/S de 28 de febrero, se dispuso requerir al Juez Segundo de Instrucción Mixto de Villazón y al Fiscal de Distrito de Potosí, la remisión de documentación complementaria, así como la suspensión del plazo para la emisión de la presente Resolución (fs. 31 y 32), habiéndose reanudado éste, por decreto de 28 de marzo de 2012 (fs. 61). Se aclara que el número 2012-24990-01-AL, con el que figuraba el presente expediente ha sido reasignado con el número de expediente 00014-2012-01-AL, por haberse dispuesto por el Pleno del Tribunal Constitucional Plurinacional, nueva numeración. II. CONCLUSIONES Efectuada la debida revisión y compulsa de los antecedentes, se llega a las siguientes conclusiones: II.1.Por Resolución de 3 de marzo de 2011, el Juez Segundo de Instrucción en lo Penal dispuso la detención preventiva de Joel Wenceslao Sarzuri Marca (fs. 49 a 51). El 7 de diciembre de 2011, el accionante solicitó cesación de su detención preventiva, habiendo el Juez demandado, fijado audiencia para el 16 de diciembre del citado año (fs. 53 y vta.). II.2. El 7 de diciembre de 2011, el accionante solicitó cesación de su detención preventiva, señalándose al efecto audiencia para el 16 del mismo mes y año (fs. 53 y vta.), audiencia que fue suspendida a solicitud del Fiscal de Materia, fijándose nueva fecha para el 30 del citado mes y año (fs. 54 y vta.), oportunidad en la que, al no haber sido notificada la víctima, la audiencia fue suspendida para el 6 de enero de 2012 (fs. 55); sin embargo, la misma también se suspendió, por no haberse podido notificar a la víctima, disponiéndose por ello la notificación mediante cédula y señalándose la nueva audiencia para el 11 del referido mes y año (fs. 57). II.3. El 26 de diciembre de 2011, el Fiscal de Materia, Javier Alonzo Torrejón Tuco, dispuso el sobreseimiento de la denuncia interpuesta e imputación contra Joel Wenceslao Sarzuri Marca, ordenándose la notificación de las partes y la posterior remisión de dicha Resolución ante el fiscal superior jerárquico y disponiendo luego: “devuélvase a despacho para su trámite legal” (sic) ante el órgano jurisdiccional (fs. 38 a 40). II.4. El 6 de enero de 2012, fueron notificados con la Resolución de absolución, el accionante, el representante de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia y, mediante cédula, a la madre de la víctima (fs. 41). II.5. Por Resolución 013/2012 de 16 de enero, el Fiscal de Distrito de Potosí, Sandro Fuentes Miranda ratificó el sobreseimiento emitido por el Fiscal de Materia (fs. 42 a 45). III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO El accionante alega que la autoridad judicial demandada vulneró su derecho a la libertad, al debido proceso y a la “seguridad jurídica”, porque pese a que existe Resolución de sobreseimiento en su favor, emitida por el Fiscal de Materia, no se ha dispuesto su libertad. Por consiguiente, en revisión, corresponde dilucidar si los hechos denunciados son evidentes, si en el caso concreto se vulneró los derechos aludidos por el accionante y si tal vulneración puede ser tutelada mediante la acción de libertad. III.1. Antes de entrar a la consideración sobre la Resolución y antecedentes de la acción de libertad elevada en revisión, es pertinente, referirse a algunos aspectos inherentes a la acción de libertad instituida en la Constitución Política del Estado, con relación, particularmente a los derechos a la vida y a la libertad personal, así como a la naturaleza de la institución jurídica constitucional y el entendimiento de la jurisprudencia constitucional, remarcando, tal como prevé la Norma Fundamental, el enunciado normativo sobre las formas de resolución en las acciones de libertad. III.1.1. El derecho a la vida y a la libertad personal en la Constitución Política del Estado Bolivia es un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que sustenta, entre otros valores, la dignidad y libertad de las personas, tal como establece el art. 8 de la Constitución Política del Estado (CPE); además que también, en su art. 22, expresamente establece que “La dignidad y la libertad de la persona son inviolables” y “Respetarlas y protegerlas es deber primordial del Estado”. Si bien estos enunciados hacen referencia a la libertad, lo hace en su acepción más general, como expresión normativa del valor libertad, lo cual supone, para cada individuo o colectividad, la posibilidad de actuar de forma autónoma como partícipe en la sociedad, en todos sus ámbitos posibles y, en general, exenta de todo tipo de restricciones, salvo las establecidas en el sistema normativo constitucional. Dentro del sin número de libertades o derechos -según se vea- que la teoría o doctrina podría referir, o que la norma y la jurisprudencia constitucional han establecido, se encuentra la libertad personal, la misma que conforme precisa en el art. 23.I de la Ley Fundamental, refiere que “Toda persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal” y que esta libertad personal “sólo podrá ser restringida en los límites señalados por la ley, para asegurar el descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales”, luego entonces, la libertad de la persona es aquél derecho fundamental y constitucional que no sólo que debe ser respetado sino debe ser protegido por el Estado. Por cierto, con el salvamento del numeral IV del citado art. 23 de la CPE, en el sentido que toda persona que sea encontrada en delito flagrante podrá ser aprehendida por cualquier otra persona, aun sin mandamiento, con el único objeto de que sea conducido ante autoridad competente; de conformidad al parágrafo III del señalado artículo: “Nadie podrá ser detenido, aprehendido o privado de su libertad, salvo en los casos y según las formas establecidas por la ley” y que “La ejecución del mandamiento requerirá que éste emane de autoridad competente y que sea emitido por escrito”. En otro orden, el art. 15.I de la CPE, consagra que “Toda persona tiene derecho a la vida y a la integridad física, psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes (…)”. Así, la Constitución Política del Estado, al tiempo de señalar en el art. 14.I, que los derechos reconocidos por ella, entre otros caracteres, son inviolables, establece que el Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos. III.1.2. De la acción de libertad La Constitución Política del Estado, en la Sección I, del Capítulo Segundo (Acciones de Defensa) del Título IV (Garantías Jurisdiccionales y Acciones de Defensa) de la Primera Parte (Bases fundamentales del Estado - Derechos, deberes y Garantías) ha instituido la acción de libertad. En ese marco, el art. 125 establece: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”. El art. 65 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional LTCP, al referirse al objeto de la acción de libertad, señala lo siguiente: “Es una acción constitucional extraordinaria de tramitación sumarísima que tiene por objeto la garantía, protección o tutela de los derechos a la vida, a la libertad física y a la locomoción, para el restablecimiento inmediato y efectivo de estos derechos, en los casos en que sean restringidos, suprimidos o amenazados de restricción o supresión”. La acción de libertad, en consecuencia, es un mecanismo constitucional por el que la Ley Suprema del ordenamiento jurídico establece un procedimiento de protección inmediata tanto del derecho a la vida así como de aquellas situaciones en las que el derecho a la libertad física de las personas se encuentra lesionada por causa de una ilegal persecución, indebido procesamiento o indebida privación de libertad; en este último caso, siempre que el ordenamiento jurídico ordinario no prevea un medio idóneo y expedito para reparar la lesión producida, pues, de existir dicho medio, deberá hacerse uso de éste. Desde otra perspectiva, para la consideración y resolución de la acción de libertad, debe tenerse en cuenta que los ámbitos de protección se diferencian por el derecho que protegen: 1) derecho a la vida; 2) derecho de locomoción, en tanto esté amenazado el derecho a la libertad personal; 3) derecho al debido proceso, en cuanto esté restringido el derecho a la libertad personal y 4) derecho a la libertad personal, por haberse privado al margen de la Constitución Política del Estado y la ley. III.1.3. Sobre las formas de resolución de las acciones de libertad La acción de libertad tiene por objeto determinar si la vida de una persona está en peligro y, en cuanto a la libertad personal se refiere, si la persona esta indebidamente privada de libertad o está siendo ilegalmente perseguida o indebidamente procesada; en estos dos últimos casos, cuando la persecución o procesamiento está vinculado a la restricción del derecho a la libertad personal. Según se presenten los hechos y dilucide el ámbito de protección cuya tutela se demanda, así también, la resolución que emita el juez o tribunal llamado a conocer la acción de libertad, determinará lo que corresponda. Así, el art. 125 de la CPE, nos señala que la persona que considere que su vida está en peligro, solicitará que se guarde tutela a su vida; la que crea estar ilegalmente perseguida, que cese la persecución indebida o la que cree estar indebidamente procesada o privada de libertad personal, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad. Dicho de otro modo, en la acción de libertad, al margen de los casos en los que se tutela el derecho a la vida o de locomoción (por persecución ilegal en la que esté en riesgo el derecho a la libertad física de la persona), el juez competente, o puede disponer la restitución de la libertad o mandar a que se restablezcan las formalidades, particularmente cuando de las lesiones al debido proceso en tanto éstas estén relacionadas con el derecho a la libertad física de las personas. III.2. Sobre el sobreseimiento pronunciado por el Ministerio Público La jurisprudencia constitucional en distintas ocasiones se pronunció en cuanto al tema de sobreseimiento, así, mediante la SC 1071/2011-R de 16 de agosto, se fueron mencionando otros precedentes pronunciados al respecto, y en su caso, remarcando la línea jurisprudencial que acentuaban las sentencias. Así, la SC 1071/2011-R antes referida señala: “A través de la SC 1406/2005-R de 8 de noviembre, refiriéndose a la actuación del Fiscal en estos casos, señaló que: 'su función cuando dicta un sobreseimiento, no culmina con el mero acto formal de dictarlo, pues al conocer la ratificatoria tiene que hacer efectivo el requerimiento de sobreseimiento, de manera que de haber imputados detenidos preventivamente tiene que comunicar de su sobreseimiento ante la autoridad competente, a fin de que sean liberados inmediatamente; vale decir que no puede simplemente limitarse a que luego de haber emitido su requerimiento de sobreseimiento, el Fiscal superior en grado emita su decisión confirmatoria o revocatoria, pues a partir de este momento aún tiene obligaciones, como ser la de -se reiterahacer efectiva la libertad de los imputados detenidos preventivamente, porque de no hacerlo no se podría sustentar ni invocar que se aplicó justicia material en el caso concreto, sino simplemente una justicia formal que en los hechos no es justicia, de ahí que el Fiscal al tener como función principal velar por ella, debe hacerla efectiva, y en el caso de dictar un sobreseimiento y conocer de su ratificatoria, como se ha referido debe asegurarse que los efectos del mismos sean cumplidos'. Consecuentemente, bajo este entendimiento, significa que cuando el sobreseimiento ha sido ratificado por el Fiscal de Distrito, el Fiscal del caso, debe poner de inmediato a conocimiento de la autoridad jurisdiccional contralora de los derechos y garantías constitucionales, a objeto de que ordene se libre el respectivo mandamiento de libertad a favor del imputado detenido preventivamente, y cesen las medidas cautelares que le fueron impuestas. No obstante, posteriormente a través de la SC 1230/2006-R de 1 de diciembre, haciendo mención a los efectos del sobreseimiento señaló que: '…la autoridad judicial competente cuando el imputado se encuentra detenido preventivamente debe librar el mandamiento de libertad en los casos de requerimiento conclusivo de sobreseimiento y de sentencia absolutoria, pues en ambas situaciones corresponde la cesación de medidas cautelares conforme lo disponen los arts. 324 tercer párrafo y 364 primer párrafo del CPP; en cuya virtud, en coherencia con lo establecido por el segundo párrafo de esta última disposición legal, que establece que la libertad del imputado se ordenará aún cuando la sentencia absolutoria no esté ejecutoriada” en ese sentido, concluyó indicando que: 'similar razonamiento puede aplicarse cuando se emita requerimiento conclusivo de sobreseimiento, si acaso el imputado se encuentra sujeto bajo la medida cautelar de detención preventiva,…'; por cuanto, añadió que: '…si bien la parte in fine del tercer párrafo del art. 324 del CPP establece que cuando el fiscal superior ratifica el sobreseimiento, éste dispondrá la conclusión del proceso con relación al imputado en cuyo favor se dictó, la cesación de las medidas cautelares y la cancelación de sus antecedentes penales, ello no debe llevarnos a concluir en forma taxativa, que recién podrá emitirse el mandamiento de libertad una vez que sea ratificado el indicado sobreseimiento; un razonamiento contrario, implicaría que no obstante que existe un sobreseimiento a favor del imputado éste se vea sujeto a las emergencias de la ejecutoria de esa resolución, cuando en los hechos la utilidad procesal de la detención preventiva ha desaparecido a raíz de que no resulta justificable mantener privado de libertad a aquel imputado sobre el que no existen suficientes elementos de prueba para fundamentar la acusación formulada en su contra; o por el contrario, se llega a la convicción de que no participó en el delito atribuido, o finalmente el hecho no existió o no constituye delito; es decir, desaparecieron los presupuestos que determinaron la detención; y si bien resulta evidente que el fiscal superior puede revocar el sobreseimiento, mantenerlo privado de su libertad hasta esa probable resolución no guarda coherencia con el principio de favorabilidad contenido en el art. 7 del CPP…'. Jurisprudencia que establecía, que para librar el mandamiento de libertad, no es necesario esperar que el sobreseimiento sea ratificado por el Fiscal de Distrito, es decir que adquiera ejecutoria, pudiendo librarse estando en trámite la impugnación o revisión de oficio (las negrillas nos corresponden) En cuanto al procedimiento del sobreseimiento y los plazos en los cuales deben realizarse, la misma Sentencia Constitucional citada precedentemente estableció que: “…para la correcta aplicabilidad de los plazos precisados en el art. 324 del CPP, deben regirse de la siguiente manera: 1) El fiscal inferior, una vez presentado el sobreseimiento al juez, sea con impugnación o de oficio, deberá remitir dicho actuado, dentro del plazo máximo de veinticuatro horas ante el Fiscal de Distrito a efectos de su revisión; 2) El Fiscal de Distrito, o superior jerárquico, una vez recibido el sobreseimiento, emitirá resolución de ratificación o de revocatoria al sobreseimiento, según sea el caso, indefectiblemente dentro de los cinco días siguientes; es decir, que hasta ese momento, sólo pueden sumarse seis días; 3) Una vez transcurrido el lapso señalado, computado desde de la presentación del sobreseimiento, sin que el Fiscal de Distrito se haya pronunciado en cualquiera de sus formas, el juez a cargo del proceso, dispondrá la libertad inmediata del imputado sobreseído, porque los motivos que fundaron su detención preventiva, 'suficientes indicios para sostener con probabilidad que es autor o participe del hecho punible', sostenidos inicialmente por el fiscal, al momento de la imputación y el requerimiento de medidas de coerción personal, como efecto del sobreseimiento han desaparecido, o sea, hacen insostenible mantenerlas; y, 4) No obstante, de ninguna manera podría reputarse, que el sobreseimiento se hubiese ejecutoriado, dado que la ley así no lo prevé, por ello; en caso de revocatoria al sobreseimiento, conforme se señaló anteriormente, el fiscal inferior, queda compelido a presentar acusación ante el juez y o tribunal de sentencia, lo que implica que las medidas cautelares impuestas anteriormente y que cesaron, de considerarse necesarias, deberán ser reanalizadas, previa concurrencia de los requisitos para su determinación en base a los nuevos presupuestos para su fundamentación, porque reiteramos, en el momento de la presentación del sobreseimiento ante el juez de la causa, el elemento de posible autoría o participación en el hecho sindicado, desapareció; y si bien el fiscal superior puede revocar el mismo, no será posible mantener privado de su libertad al imputado si es que previamente, no se volvió a establecer la existencia de los requisitos exigidos por el art. 233 del CPP con relación al 234 y 235 del mismo cuerpo legal” (las negrillas y subrayado nos corresponden). III.4. De la necesaria modulación del entendimiento que se tiene sobre la potestad del juez cautelar de disponer la libertad en los casos de sobreseimiento La acción de libertad, procede -además de los casos en los que esté amenazado la vida o el derecho de locomoción en tanto este amenazada el derecho a la libertad- cuando una persona está indebidamente privada de libertad al margen de la Constitución Política del Estado y la ley y, cuando la persona estando sometida a un proceso existe una lesión al derecho al debido proceso y siempre que dicha lesión pueda relacionar con el derecho a la libertad. En este último caso, en el que deberá partirse del presupuesto que la pretensión no es dilucidar sobre una presunta indebida privación de libertad sino de una presunta vulneración al debido proceso, no puede omitirse que tanto las autoridades judiciales como administrativa, así como los sujetos procesales están sometidos al cumplimiento de la ley, y en ese contexto, al procedimiento penal. El Código de Procedimiento Penal establece los pasos e instancias de un proceso así como refiere con la claridad sobre el procedimiento en cuanto al sobreseimiento se refiere. Así, establece que el Ministerio Público, que desarrolla en esencia una actividad administrativa y en la que, la determinación del sobreseimiento por parte del fiscal de materia, tiene la calidad de determinación conclusiva, sólo causa efectos cuando la misma no ha sido impugnada por las partes; en cambio, cuando no sucede ello; es decir, cuando la resolución del fiscal de materia ha sido impugnada o cuando no existe parte querellante, tal determinación -en el último caso, de oficio- debe remitirse ante el Fiscal de Distrito para que se pronuncie, y si la resolución de este último confirma el sobreseimiento, recién, la determinación del Fiscal de Materia, adquiere la calidad de una resolución conclusiva, capaz de tener efectos. Así, el entendimiento al que se refiere la SC 1071/2011-R de con relación a la SC 1406/2005-R de 8 de noviembre, es correcto al señalar: “cuando el sobreseimiento ha sido ratificado por el Fiscal de Distrito, el Fiscal del caso, debe poner de inmediato a conocimiento de la autoridad jurisdiccional (…), a objeto de que ordene se libre el respectivo mandamiento de libertad a favor del imputado detenido preventivamente, y cesen las medidas cautelares que le fueron impuestas” (las negrillas nos corresponden). La misma SC 1071/2011-R, al referirse a su similar 1230/2006-R de 1 de diciembre, alude a que la misma concluye que la autoridad judicial competente:”… debe librar el mandamiento de libertad en los casos de requerimiento conclusivo de sobreseimiento y de sentencia absolutoria” (las negrillas nos corresponden), pues, en ambas situaciones -según la citada Sentencia- “… corresponde la cesación de medidas cautelares”. La SC 1230/2006-R, dice: “… para librar el mandamiento de libertad, no es necesario esperar que el sobreseimiento sea ratificado por el Fiscal de Distrito, es decir que adquiera ejecutoria, pudiendo librarse estando en trámite la impugnación o revisión de oficio” (las negrillas nos corresponden). La SC 1071/2011-R, modulando los citados precedentes, concluye que: “Una vez transcurrido el lapso señalado, computado desde de la presentación del sobreseimiento, sin que el Fiscal de Distrito se haya pronunciado en cualquiera de sus formas, el juez a cargo del proceso, dispondrá la libertad inmediata del imputado sobreseído…” (Las negrillas nos corresponden). La aludida SC 1071/2011-R, en otras palabras y en el orden práctico, asume como una determinación correcta el que el juez disponga la libertad del imputado al sólo transcurso del tiempo que la ley otorga al Fiscal de Distrito para pronunciarse sobre el sobreseimiento dispuesto por el fiscal de materia y que se le hubiera dado a conocer formalmente a la autoridad jurisdiccional; entendimiento que no se explica sino a partir del entendimiento del precedente de la SC 1230/2006-R, que identifica a la resolución de sobreseimiento emitido por el fiscal de materia con una sentencia absolutoria; sin embargo, este Tribunal con relación a la aplicación de las normas relativas al sobreseimiento, en particular, asume que la ley determina un procedimiento tal, que la determinación del fiscal de materia, de ninguna manera puede ser comparada, o peor, asimilada, a una sentencia absolutoria, pues ésta, no sólo que es pronunciada por una autoridad jurisdiccional, sino que la Sentencia que ésta pronuncia, es el resultado de un proceso y que por su propia naturaleza, difiere en mucho de una etapa investigativa en la que, es deber del Ministerio Público, asegurarse que el sobreseimiento al que arribe como conclusión, en algunos casos, debe imprescindiblemente merecer el pronunciamiento del Fiscal del Distrito, cuyo procedimiento, dicho sea de paso, exige que el fiscal de materia eleve los actuados dentro de las veinticuatro horas ante el Fiscal del Distrito quien deberá pronunciarse en cinco días. De esta manera, esta Sala, concluye que es preciso dejar de lado el entendimiento que sobre el tema fueron expuestos en las SSCC 1071/2011-R y 1230/2006-R y retomar el entendimiento de la SC 1406/2005-R de 8 de noviembre, en el sentido que la resolución conclusiva de sobreseimiento emitida por el fiscal de materia debe de manera imprescindible contar con el pronunciamiento del Fiscal de Distrito en los casos que dicha resolución haya sido impugnada o, de oficio, cuando no exista parte querellante; sin que en esos casos le esté permitido al juez tomar la decisión de disponer la libertad del imputado. A mayor abundamiento debe entenderse que si el Ministerio Público si se demora en su tramitación, debe acudirse al juez cautelar para que éste inste al Ministerio Público a sujetarse a los plazos que determina la ley; un entendimiento contrario, impondría más bien, que el juez obre la margen de la ley, y que la justicia constitucional soslaye el principio de legalidad y a título de aplicar el principio de favorabilidad, ignore que una norma se presume constitucional entre tanto no sea el órgano de control de constitucionalidad el que determine su inconstitucionalidad. En cualquier caso, si se tratara de un indebido procesamiento en el que de por medio está la libertad de la persona, corresponderá a este Tribunal disponer que se reparen los procedimientos y no la libertad, pues, como se ha dicho, no se trata de una indebida privación de libertad sino de un presunto indebido procesamiento de una persona que está sometido a un proceso, sujeta a la ley. Desde otra perspectiva, partiendo del presupuesto de que no se dilucidaría una indebida privación de libertad, así como el Ministerio es titular de la acción penal y por consiguiente puede concluir por el sobreseimiento, el Juez por otra parte, es quien toma la determinación legal de la detención preventiva que es una medida cautelar con el fin de asegurar la presencia del imputado en la tramitación del proceso con el fin de que asuma su responsabilidad penal sabiendo que tal medida extraordinaria sólo procede en los casos específicamente señalados por ley y, entre ellos, fundamentalmente, que existan suficientes indicios racionales de la comisión del delito por parte del imputado. En este último contexto, el Juez cautelar puede modificar o determinar la cesación de las medidas cautelares cuando las causas que originaron la determinación de una medida como la detención preventiva ya no existe; así también podrá obrar, el Tribunal de alzada si acaso se hubiera apelado de la determinación del inferior. En suma, la configuración procesal sobre los aspectos que se refieren al sobreseimiento no es sino el desarrollo de la norma constitucional que se expresa a través de la Ley del Ministerio Público o, entre otras, por medio de la ley procesal adjetiva. III.5. Análisis del caso concreto En el presente caso, más allá que dentro del proceso penal instaurado contra el accionante por el delito de violación, éste fuera detenido preventivamente desde el 3 de marzo de 2011 y posteriormente solicitara la cesación de su detención preventiva cuya audiencia fue suspendida en varias ocasiones; el accionante alega que el Fiscal de Materia dispuso el sobreseimiento del proceso en la investigación iniciada en su contra y que el Juez demandado, a pesar de habérsele anunciado sobre tal determinación, no dispuso su libertad inmediata, como señala la jurisprudencia constitucional. Para la determinación de si evidentemente se ha vulnerado los derechos del accionante corresponde:1) Tener claridad sobre el marco legal sobre el cual la solicitud de tutela se ampara para alegar la violación al debido proceso; 2) La jurisprudencia constitucional que sobre esas normas existe o sobre los casos concretos que haya dilucidado; y, 3) Constatar si los hechos denunciados son evidentes. En ese orden, en el Capítulo VI, de la conclusión de la etapa preparatoria, inserta en el Título I sobre esta etapa del juicio que desarrollada sobre el procedimiento común en el Libro Primero del Código de Procedimiento Penal; el art. 323, refiere que cuando el fiscal concluya la investigación, presentará ante el juez de instrucción la acusación, requerirá la suspensión condicional del proceso o declarará de manera fundamentada el sobreseimiento. En efecto el inciso 3) del citado artículo señala: “Decretará de manera fundamentada el sobreseimiento, cuando resulte evidente que el hecho no existió, que no constituye delito o que el imputado no participó en él, y cuando estime que los elementos de prueba son insuficientes para fundamentar la acusación”. En los dos primeros casos, previstos en los incisos 1) y 2), remitirá al juez o tribunal las actuaciones y evidencias. Por su parte, el art. 324 de la citada norma, con relación a la impugnación del sobreseimiento, determina que el fiscal pondrá en conocimiento de las partes el sobreseimiento decretado, el que podrá ser impugnado dentro de los cinco días siguientes a su notificación y, entre otras previsiones, que “recibida la impugnación, o de oficio en el caso de no existir querellante, el fiscal remitirá los antecedentes dentro de las veinticuatro horas siguientes, al fiscal superior jerárquico para que se pronuncie en el plazo de cinco días”. En el caso de examen, es evidente que el Fiscal de Materia, Javier Alonzo Torrejón Tuco, dispuso el sobreseimiento de la denuncia interpuesta e imputación contra el accionado, lo que inicialmente da lugar a examinar la jurisprudencia constitucional, la misma que como se tiene dicho en el Fundamento Jurídico III.4 no puede sino entenderse, a la luz de las normas citadas precedentes y en resguardo del principio de legalidad, que la Resolución conclusiva de sobreseimiento emitida por el Fiscal de Materia debe de manera imprescindible contar con el pronunciamiento del Fiscal de Distrito en los casos que dicha Resolución haya sido impugnado o, de oficio, cuando no exista parte querellante; sin que en esos casos le esté permitido al Juez tomar la decisión de disponer la libertad del imputado. No obstante, sea cual fuere el caso; si bien existe evidencia de que el Fiscal de Materia concluyó sobreseyendo al accionado, corresponde determinar si dicho sobreseimiento ha sido de conocimiento del Juez para que éste pudiera pronunciarse de una u otra manera. En ese marco, de la revisión de la documentación que informan los antecedentes del caso, y sin considerar que en forma posterior a la presentación de la acción de libertad fue librado el mandamiento de libertad en virtud de lo ordenado por el Juez demandado, por Auto de 18 de enero de 2011, corresponde puntualizar no existe evidencia que mediante memorial alguno o en acta de las audiencias producidas, así sean éstas para determinar la suspensión de las mismas, se hubiera dejado constancia que el accionante fue notificado con la Resolución de sobreseimiento, menos, que el Ministerio Público hubiera puesto en conocimiento del Juez cautelar, sobre la medida de sobreseimiento, de tal forma que, al no tener conocimiento el Juez, hasta antes de la acción de libertad del sobreseimiento, mal podría haber dispuesto la cesación de la detención preventiva y menos disponer la libertad del accionante. Al respecto, debe indicarse que la jurisprudencia constitucional en reiterados casos ha establecido que para valorar los hechos demandados requiere que el actor demuestre o acredite con la prueba pertinente la supuesta vulneración que acusa, pues, el fallo o determinación que se asuma debe obedecer a la certidumbre sobre si en efecto se ha violado o está amenazado los derechos que se acusa como vulnerados. Así, la afirmación de que: “…la parte recurrente debe acompañar la prueba suficiente y necesaria que acredite la veracidad de las acusaciones que formula, a objeto de lograr sus pretensiones, puesto que corre por su cuenta la carga de demostrar la existencia del o los actos lesivos que estima hayan restringido sus derechos, puesto que no puede dictarse una resolución de procedencia cuando no se constata la vulneración de ningún derecho o garantía fundamental precisamente por falta de pruebas en las que el Tribunal pueda basar su decisión” (SC 0318/2004-R de 10 de marzo, entre otras). En el caso de examen no sólo que no se acompañó prueba alguna; incluso, para mayor ilustración, fue requerido algunos actuados del cuaderno procesal. Aún así, no se constató que las afirmaciones del accionante fueran ciertas, particularmente sobre el hecho de que el Juez de la causa hubiera conocido sobre el sobreseimiento resuelto por el Fiscal de Materia. Consiguientemente, el Juez de garantías al denegar la tutela, efectuó una adecuada compulsa de los antecedentes procesales y realizó un correcto análisis de esta acción tutelar. POR TANTO Por lo expuesto, el Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Primera Especializada; en virtud de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado, de conformidad con el art. 12.7 de la Ley LTCP, en revisión, resuelve: DENEGAR la tutela solicitada. Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional Fdo. Efren Choque Capuma MAGISTRADO Fdo. Soraida Rosario Chánez Chire MAGISTRADA http://www.tribunalconstitucional.gob.bo/resoluciontcp124153.html