Los jueces marroquíes piden la independencia del

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Melilla
eltelegrama, martes 9 de octubre de 2012
Los jueces marroquíes piden la independencia del poder judicial
Por Blasco de Avellaneda
Este fin de semana, cientos de jueces llegados desde todos
los rincones del reino alauí se concentraban en la capital,
frente al Tribunal Supremo de Rabat, para reclamar la
independencia de la Justicia en Marruecos y la aplicación
real de la nueva Constitución marroquí.
Revestidos con sus características togas negras con ribetes y borlas verdes, los magistrados,
pertenecientes en gran parte al Club de Magistrados de Marruecos, gritaron consignas como "Queremos
Justicia, reclamamos derechos", y enarbolaron pancartas en las que se podía leer "Tribunales sin
corrupción", "Independencia de la Justicia" o "Aplicación de la Constitución".
"La nueva constitución (aprobada por referéndum el 1 de julio de 2011) estipula que la Justicia es un
poder independiente, pero desde que fue aprobada no ha habido ningún cambio. Exigimos la aplicación
real de la constitución y terminar con la relación de dependencia con el Ministerio de Justicia", explicaba
Anas Ait Ben Kadur, portavoz del club.
Entre los manifestantes se encontraban los principales jueces del Tribunal de Primera Instancia de Salé,
que durante dos años han mantenido un proceso viciado en el que finalmente han condenado
-injustamente, sin pruebas y con planteamientos infundados- a 12 años de prisión al melillense Ali
Aarrass.
Entre otras reivindicaciones, como la mejora financiera y social de los magistrados -que reciben menos
de 700 euros mensuales, unos 8.000 dirhams- los jueces se quejan de la falta de apoyo, independencia
y libertades que tienen desde el Ministerio de Justicia.
Algo que les resulta cuando menos contradictorio, ya que el actual ministro de Justicia y Libertades de
Marruecos, El Mostafa Ramid, ha sido siempre un férreo defensor de los derechos y libertades y un
activista de los derechos humanos, llegando a ser abogado de Rachid Niny -el periodista que fue
acusado y condenado por denunciar las torturas secretas del régimen alauí-, o de Abdelkader Belliraj
-presunto cabecilla de la supuesta célula a la que se le acusa de pertenecer a Ali Aarrass-.
Ahora, una vez llegado al poder, Ramid ha olvidado su pasado y ha seguido con la permisibilidad ante
las torturas y los tratos vejatorios, ha permitido un mayor control por parte del poder político y de la Casa
Real de la Justicia, no ha aplicado la Constitución y tampoco ha llevado a cabo las reformas prometidas
para Justicia y Prisiones.
El rey Mohamed VI de Marruecos nombró el pasado mes de mayo a una ‘Alta instancia de diálogo
nacional para la reforma de la Justicia’ en el país, compuesta por cuarenta miembros y que tiene como
misión adecuar las instancias judiciales a la nueva Constitución. Pero, entre sus representantes, ninguno
pertenece al Club de Magistrados, que cuenta entre sus filas con siete de cada diez jueces del país.
En agosto del año pasado, el Ministerio del Interior prohibió la creación del Club de Magistrados, que
está apoyado por 17 asociaciones defensoras de los derechos humanos, entre ellas la Asociación
Marroquí de Derechos Humanos (AMDH).
Los jueces denuncian la falta de voluntad de diálogo y el rechazo del Gobierno a sentarse a discutir las
reivindicaciones y planteamientos, por lo que, de seguir así las cosas, los jueces anuncian nuevas
movilizaciones e incluso una posible huelga en todo el país.
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