Programa de Diplomado en Salud Pública y Salud Familiar DESARROLLO INTEGRAL DEL NIÑO Y NIÑA MENOR DE DOS AÑOS Autoras: a. M Elena Dávila R. Manuela Román B. Módulo I: Tendencias en Salud Pública: Salud Familiar y Comunitaria y Promoción. La Serena, marzo – mayo del 2006 INTRODUCCION La mortalidad infantil constituye una de las variables más significativas del estado de salud de la población. En Chile, ésta se ha caracterizado en las últimas décadas por una tendencia sistemática al descenso, es así como en el año 2001, esta tasa nos señala que 8 de cada mil niños que nacieron este año, fallecen durante su primer año de vida, lo que nos asemeja en este aspecto, a los países desarrollados. Lo anterior significa, por una parte, que cada vez más niños sobreviven y, por otra que en una alta proporción estos niños se ven afectados por factores como la malnutrición y la deprivación sociocultural, que sabemos causa un impacto negativo en el crecimiento y desarrollo psicomotor y social de los niños. Cada vez se hace más evidente que los cimientos de una edad adulta saludable se establecen en las primeras etapas de la vida humana y, dado que la familia y los recursos organizados de la Sociedad son, en último término, los únicos capaces de satisfacer los requerimientos biológicos y psicosociales de los niños, se debe fortalecer el trabajo con la familia. El refuerzo de las actividades destinadas a apoyar el desarrollo integral de los niños y niñas, deben orientarse fundamentalmente a fortalecer en sus roles a la familia y la comunidad, para que éstas sean capaces, dentro de un ambiente afectivo y protector, de apoyar a los niños y niñas, les den las oportunidades para promover el aprendizaje cognitivo y las habilidades sociales, previniendo de esta manera los trastorno provocados por la falta de estímulos adecuados para su edad. La prevalencia de trastornos severos del desarrollo es baja pero debe ser detectada en forma precoz. Esto trastornos expresan habitualmente un entorno afectivo inadecuado en la familia, que si no es modificado puede afectar el desarrollo psicosocial del niño. Los niños y niñas que sufren maltrato pueden presentar retraso en su desarrollo e incluso en su crecimiento, éste último sin relación con deficiencias nutritivas, y trastornos de su salud física y mental; emocional, de vinculación temprana o conductuales. En la actualidad, la primera causa de muerte en los niños y niñas de 1 a 4 años son los traumatismos y envenenamientos, los que probablemente contengan los casos más severos de maltrato y abandono. En general, podría decirse que cada vez tienen más peso en la mortalidad infantil, las causas vinculadas a la protección y calidad de la crianza. Los padres siguen siendo la pieza clave, los guías y modelos potentes para liderizar la comunidad, con una nueva visión de optimismo y amor. Si hay algo que podamos hacer 1 Módulo I: Tendencias en Salud Pública: Salud Familiar y Comunitaria y Promoción La Serena, marzo - mayo del 2006 para cambiar una Sociedad tan compleja y enferma es buscar dentro de la familia la energía para la transformación. En el presente ensayo postulamos que en el Desarrollo Psicomotor del niño/a menor de 2 años, la familia y su entorno juegan un rol fundamental. Si los padres siguen siendo la pieza clave, es necesario entonces, buscar en la “familia” la energía que pueda potenciar las acciones que desde salud podemos instalar como “célula madre” para hacer crecer un modelo biopsicosocial, se requiere de un trabajo paralelo con las familias para impactar en esta sociedad compleja, que favorece la satisfacción de necesidades y externaliza muchas acciones y actividades, que deben realizarse al interior del núcleo celular básico de nuestra sociedad que es la familia. Con este pensamiento, se hace necesario una intervención del equipo de salud hacia la familia, en este contexto, consideramos que las herramientas más concretas estarían dadas por el desarrollo de Salud Familiar en los Centros de Salud, la aplicación de una mirada psicosocial y un trabajo mancomunado con los programas actuales de Salud, de modo de integrar el nuevo modelo biopsicosocial al modelo biomédico que tradicionalmente hemos desarrollado en Salud Pública. Consideramos que el logro de cambios relevantes en nuestra Sociedad, requiere un trabajo dirigido a la familia y desde todos los sectores de la Sociedad. Desde Salud los profesionales del equipo, contribuirán según etapa del ciclo vital, a promover, fomentar y estimular conductas saludables, el autocuidado, la estimulación del Desarrollo Psicomotor, la comunicación intrafamiliar, la autoestima, entre otras. Para que este esfuerzo tenga mayor impacto y favorezca el cambio que deseamos, creemos necesario involucrar la participación de otras organizaciones del intersector para abordar integralmente el desarrollo del niño y niña de nuestra sociedad. Por lo anterior, nuestro objetivo es “Relevar a la familia y su entorno, como agente determinante en el Desarrollo Integral de los niños/as”. 2 DISCUSION El desarrollo infantil constituye un proceso continuo que se inicia antes del nacimiento y continua a lo largo de toda la vida. Es por ello que el desarrollo del niño debe verse como parte del desarrollo humano que ocurre toda la vida, por lo tanto, es importante prestar atención tanto a los efectos de este proceso en la primera infancia sobre las etapas posteriores de la niñez, como en la edad adulta. El desarrollo infantil es multidimensional e integral, lo cual implica considerar en cada niño/a las dimensiones físicas, motoras, cognitivas, emocionales y sociales. En consecuencia, en los programas debe prestarse atención a la salud y la nutrición así como también a la educación y socialización. El orden de precedencia de estas dimensiones varía según el contexto. No obstante, el principio supremo debe ser que el niño/a reciba atención integral. (Myers 1999). El tema del apego ha cobrado mucha importancia en las últimas dos décadas, tanto a nivel mundial como nacional. Ello es debido a que un buen “APEGO” favorece los lazos afectivos entre la madre y su hijo y se relaciona con mayor duración y mejor calidad de la lactancia natural, lo que, a futuro, estimula un mejor desarrollo psicomotor y una salud óptima para el niño. Existe abundante bibliografía que apoya lo anterior y lo relaciona, inclusive, con algunas patologías de la infancia, como por ejemplo el maltrato infantil. Se ha observado que un porcentaje de los niños maltratados presenta el antecedente de “mal apego” inicial o disfunción del mismo, frecuentemente asociado a prematuridad o patología perinatal. El niño vulnerable, que enferma con frecuencia, pese a que los estudios inmunológicos y otros de laboratorio resultan normales y el mal progreso pondoestatural, sin explicación nutricional o endocrinológica , también han sido relacionados a deficiencia o disfunción en el apego. La autoconfianza en la niñez y más adelante en la vida no descansan ni en un abandono benigno, ni en una estricta disciplina, sino que en ”un apego seguro” con una figura de confianza (Bowly). Algunos autores describen distintos tipos de apego; siendo éstos determinantes en el desarrollo futuro del niño: { Apego Seguro: es aquel en que la madre o cuidador primario es tierno, acogedor, seguro, hace que el niño en el futuro sea amistoso, flexible, resiliente, con buena autoestima. 3 Módulo I: Tendencias en Salud Pública: Salud Familiar y Comunitaria y Promoción La Serena, marzo - mayo del 2006 { Apego Evitativo: la madre con frecuencia, no está emocionalmente disponible o rechazadora, en este caso, el niño busca escasamente contacto físico con la madre, algunas veces está enojado con ella, no demuestra sentimientos cuando se le toma en brazos; en el futuro son niños agresivos, desafiantes, puede estar aislado de sus pares y a ellos no les resulta atractiva su compañía, “se cuelgan” de la profesora, se ensimisma ante el dolor. { Apego Ambivalente: la madre es impredecible o caótica, con frecuencia atenta a su guagua, pero sin sintonía con ella, se muestra con sintonía cuando la guagua tiene miedo; en el futuro son niños “enojones” y fácilmente sobrepasados por la angustia, inmaduros, extremadamente dependientes de la educadora. Entre los factores familiares destaca el que los niños cuenten con su madre, padre o alguna otra figura significativa por la cual se sienten queridos incondicionalmente, familias funcionales en la cual los padres tengan una relación estable, no intrusiva, no castigadora ni sobreprotectora, en la cual la crianza está basada fundamentalmente en la entrega de límites. Por otra parte, la autoestima es el afecto que sentimos por nuestra propia persona, independientemente de nuestra condición. Es el amor y el respeto que nos damos, a partir del que recibimos de los demás en los primeros años de formación. Es necesario enseñar a los niños y niñas a quererse y valorarse, esto se logra transmitiéndoles el amor que les tenemos, el valor que les damos y el respeto que sentimos por ellos. Para fortalecer el autoestima de los niños es necesario que los padres y las madres sepan demostrar su amor con caricias, besos y palabras. No se debe dar por sentado que los niños saben que los queremos. Desarrollar y fortalecer la autoestima es un proceso que empieza en casa. La autoestima familiar es de suma importancia, los padres y las madres deben aprender a valorarse y a valorar a cada uno de sus hijos e hijas por sus propios méritos y no en función de lo que hacen los demás. La autoestima familiar debe estar equilibrada, una familia no funciona bien si uno de sus miembros se siente menospreciado o inferiorizado. Promover conductas positivas en niños y niñas es un desafío, para lograrlo es importante que las personas que los cuidan entiendan el porque los niños y niñas actúan de la forma que lo hacen y que les respondan siempre de una manera positiva mostrándoles amor, además de hacerles sentir su apoyo incondicional. Los padres estimulan el buen comportamiento de los niños cuando manifiestan visiblemente su aprobación por su conducta. Por esto es importante que estén atentos al buen comportamiento de los niños y les comuniquen su alegría y aprobación cuando hacen 4 algo bien. Este es un método mucho más adecuado que las constantes críticas, gritos y castigos para enseñar a comportarse correctamente a los niños y niñas. Para que un niño/a pueda crecer y desarrollarse integralmente, se deben considerar los enfoques de intervención desde los distintos puntos de vista: físicos, motores, cognitivos emocionales y sociales. Con estos preceptos, los programas de salud deben tener incluidas estas dimensiones, que se están incorporando en el trabajo que ejecutan los equipos de salud con enfoque de Salud Familiar y en el desarrollo del modelo biopsicosocial. Obviamente, que este trabajo tendrá un impacto en la comunidad y más aún en la sociedad, siempre que estos contenidos tengan a los actores principales, motivados y convencidos del efecto que buscan encontrar en el resto de los protagonistas, vale decir, familia, organizaciones comunitarias, educación y otros. Sin olvidar que en esto, las políticas de gobierno apuntan a un cambio de modelo, que permite relevar otras ciencias y dar una atención integral al desarrollo de los niños y niñas, para lograr impacto en la Sociedad. Esta tarea, que vista en forma teórica, pueda parecer sencilla, probablemente, será una intervención que tendrá resultados a largo plazo y para lo cual tendremos que vencer hoy Paradigmas, creados en forma histórica por los equipos de salud, que en su política central, establecían el logro de un impacto biomédico, que se logró fehacientemente, con resultados que se reflejan en tasas de morbi-mortalidad, en los indicadores de nutrición, que hoy nos colocan en otro escenario, respecto a la realidad de 20 años atrás. Políticas que asignaban a los equipos de salud una actitud “paternalista”, con el convencimiento de que éramos responsables de dirigir todas y cada una de las conductas que considerábamos eran más acertadas o “correctas” de realizar en el cuidado de los niños. Hoy queremos relevar la importancia de la familia y entregarles a ellos también, un rol más protagónico en el desarrollo de sus hijos. Creemos que la integración de las Educadoras de Párvulos al equipo de salud, a través de las Salas de Estimulación infantil en la atención del control de salud, puede ser el “puntapié“ inicial, para fortalecer más a la madre en este rol, al participar directamente con esa profesional en las primeras tareas de estimulación de sus hijos. Este proceso, que parece ser la “intromisión” del Jardín o Sala Cuna al trabajo del equipo de Salud, será el “hilo conector” de Educación, Salud y Familia, puede ser un elemento facilitador para mejorar las falencias que vemos hoy en el desarrollo de los programas actuales. Además, se reconoce el derecho del niño y de la niña a recibir o a tener acceso a ciertos servicios y cuidados que garanticen su desarrollo. Fundamentalmente, es durante la primera infancia que la educación debe apoyar una función que es deber y derecho de la familia y en este sentido no puede remplazarla sino complementarla. 5 Módulo I: Tendencias en Salud Pública: Salud Familiar y Comunitaria y Promoción La Serena, marzo - mayo del 2006 ¿Por qué la familia? La familia es una construcción social, a la vez institución y grupo, situada en una época histórica determinada. Es el primer colectivo humano en donde en general nace, crece y se desarrolla todo ser humano dando lugar a su construcción como sujeto psíquico y como sujeto social. Los primeros años son vitales para el establecimiento del vínculo con la madre, el padre u otros adultos a cargo del niño. Vínculo, que cuando bien logrado, establece en el niño una base de confianza, estabilidad y autoestima, que constituyen los cimientos sobre los cuales se construye el edificio del conocimiento y la socialización.( Bralic,1995 ) Estudios demuestran que: o o o o o El desarrollo cerebral durante la etapa prenatal y en el primer año de vida es más rápido y extensivo de lo que se sospecha, El desarrollo cerebral es más vulnerable a influencias del entorno de lo que se sospecha, La influencia del entorno en el desarrollo temprano del cerebro es duradera, El entorno afecta no sólo el número de neuronas y el número de conexiones entre ellas, sino también la manera en que estas conexiones se entrelazan, El estrés tiene un impacto negativo en el desarrollo cerebral. En una investigación realizada en Uruguay en 1996, se demuestra que el 43% de los niños menores de cinco años presentan alteraciones en su desarrollo psicomotor. El análisis estadístico de los datos permitió establecer la asociación de las alteraciones del desarrollo y emocional con determinadas características de la situación familiar. La condición socio económica, el soporte social, el clima familiar, la disponibilidad materna y las creencias y prácticas de crianza forma parte de un conjunto de áreas relevadas por los investigadores, dentro de las variables que se asociaron con trastornos del desarrollo. Las variables psicosociales que se asociaron significativamente con dichos trastornos, son las siguientes: promiscuidad, hacinamiento, discusiones violentas entre los integrantes de la familia, información distorsionada sobre el nacimiento, familias numerosas, depresión materna habitual, insatisfacción materna con autorrealizaciones, mala relación familiar, prácticas punitivas frente a la desobediencia del hijo, prácticas machistas de crianza, imagen negativa del padre en el discurso materno, primaria incompleta de la madre. En la pobreza la acumulación y masividad de estos factores sobrepasa la capacidad de respuesta de las personas y pasa a producir efectos que en otras circunstancias no se darían. Esto explica que estos factores en los sectores pobres se asocien con el retraso psicomotor de una forma que no ocurre en los sectores medios. A lo que se suma el peso simbólico que significa ocupar un lugar marginal en la sociedad. Es posible que las políticas 6 sociales hacia la pobreza valgan no sólo por la ayuda concreta que ofrezcan sino en función del grado de verdad del gesto simbólico de integración que vehiculicen. Por otra parte, estudios nacionales e internacionales, han demostrado cuáles son los factores de protección para el desarrollo infantil. Destacan en relación al niño, el orden de nacimiento (primogénito con una separación de dos años), integridad del sistema nervioso y un temperamento fácil con habilidades adaptativas. En relación al ambiente, menos de cuatro hermanos con una separación de dos o más años entre ellos, no haber sido separado de sus cuidadores primarios por periodos prolongados en el primer año de vida, empleo materno sin desgaste, familia unida, contar con un apoyo emocional incondicional de un adulto en momentos de tensión, contar con sistemas de apoyo externos, escuela, amigos, iglesia, entre otros. Al fortalecer los factores de protección se disminuye el efecto de los factores de riesgo. Cuando se tienen sistemas de apoyo emocional intra y extrafamiliares, donde las personas se siente reconocidas y sostenidas, éstos actúan como soportes que posibilitan a la persona sentir confianza en que la adversidad puede ser superada, aumentan la autoconfianza, elevan la autoestima y el sentimiento de tener cierto control y capacidad de reflexión y planificación frente a los acontecimientos de su vida. Por otra parte se ha demostrado que los programas que tienen más impacto son aquellos que no sólo integran la familia activamente como protagonista, sino que el énfasis está puesto en el rescate de los recursos positivos de la misma. “Los niños nacen con un potencial casi ilimitado, de la misma manera que una semilla tiene la capacidad para crecer, cada niño nace con un potencial para ser un humano feliz, lo que se necesita es poder proveer al niño de un medio ambiente que le sirva de apoyo”. “Quien no tiene raíces en una familia, carece de un elemento importante no sólo dentro de sí mismo, sino, para los demás ” 7 Módulo I: Tendencias en Salud Pública: Salud Familiar y Comunitaria y Promoción La Serena, marzo - mayo del 2006 CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS { { { { { { { { { { { { { El análisis de bibliografía y Trabajos de Investigación, confirman nuestra postura, de que en el Desarrollo Psicomotor de niños y niñas menores de dos años, la familia y su entorno juegan un rol fundamental y que es relevante trabajar, para favorecer todos aquellos factores que incidan positivamente en él. Los primeros años son vitales para el establecimiento del vinculo con la madre, el padre u otros adultos a cargo del niño. Favorecer la participación del padre u otra figura significativa en el control prenatal, en el momento del parto, en los controles de salud, y en general, en las diferentes atenciones de salud a las que acceden los niños y niñas. La familia es la red de apoyo y socialización más permanente del niño y niña, por tanto, es preciso que los equipos de salud cuenten con antecedentes familiares que orienten su intervención. El refuerzo de las actividades orientadas a apoyar el desarrollo integral de los niños y niñas, deben orientarse fundamentalmente a fortalecer en sus roles a la familia y la comunidad. Promover el aprendizaje cognitivo y las habilidades sociales de las familias para prevenir, de esta manera los trastornos provocados por la falta de estímulos adecuados para su edad. Promover condiciones para el establecimiento de un vínculo afectivo temprano entre la madre, padre e hijo. Promover espacios educativos y de estimulación entre hijos y padres, en todos los sectores de las Instituciones responsables del desarrollo y aprendizaje de los niños y niñas. La familia se constituye en el entorno más próximo, que favorece u obstaculiza el desarrollo Psicomotor del niño, por lo tanto, en necesario trabajar con estos elementos que favorezcan el Desarrollo Psicomotor. Es necesario que los equipos de salud fortalezcan el rol de las familias, a través de estrategias que promuevan relaciones afectivas saludables. Se requiere que los equipos de salud, trabajen coordinadamente con otros sectores involucrados en el proceso de aprendizaje, para establecer lenguaje y objetivos comunes respecto al Desarrollo Psicomotor de los niños y niñas. Que las Educadoras de Párvulos se constituyan en un integrante más del equipo de salud que lidere un proceso que es responsabilidad de todos. Que se implemente en todos los establecimientos de Atención Primaria de Salud, el enfoque familiar y comunitario, que permite detectar la estructura y dinámica familiar, que orienta el trabajo de los equipos de salud de manera más eficiente e integral. 8 BIBLIOGRAFIA 1. Ministerio de Salud (2004). “Normas Técnicas de Estimulación y Evaluación del Desarrollo Psicomotor del Niño y Niña menor de 6 años”, Santiago, Chile. 2. Ministerio de Salud (1998). “Orientaciones para el diseño de un Plan Comunal para el Desarrollo Integral de Niños y Niñas, Santiago, Chile. 3. Pinto Laso, F, citado en documento “Apego”, Facultad de Medicina, Universidad de Chile, Santiago, Chile. 4. Kotliarenco, M A, Centro de Estudios y Atención del Niño y la Mujer, CEANIM, Santiago, Chile. 5. Coe, G, “Ayudando a crecer”, OPS/OMS 2003, Washington, E.E.U.U. 6. CAIF, Centro de Atención a la Infancia y la Familia, Programa de Estimulación Oportuna (1998-2001) “Un lugar para Crecer y Aprender Jugando” PLAN CAIF-INAME, Uruguay. 7. Suárez O; Moreno J ( ). “La familia como eje fundamental en la formación de valores en el niño”, 9 Módulo I: Tendencias en Salud Pública: Salud Familiar y Comunitaria y Promoción La Serena, marzo - mayo del 2006