Culmina el ciclo de cine español en la Regional Norte

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Culmina el ciclo de cine español en la Regional Norte
Sábado, 19 Noviembre 2016
El ciclo de cine español en la Regional Norte Salto llega a su fin mañana miércoles a las 20
horas con la proyección del premiado documental "El milagro de Candeal" (2004).Se trata de
una elogiada una película de Fernando Trueba, donde participan Carlinhos Brown, Bebo
Valdés, Mateus, Cézar Mendes y Caetano Veloso, entre otros. Obtuvo los premios a la mejor
película documental y a la mejor canción original en la XIX edición de los Premios Goya, en
2005.
El gran músico cubano, Bebo Valdés, exilado en Estocolmo desde hace 40 años, investiga las
raíces de los orígenes africanos, en un viaje que lo llevará a descubrir Salvador de Bahia. Allí,
por ejemplo, encuentra a Mateus, un músico bahiano que le introduce en la vida de la
comunidad afro-bahiana y le conduce al Candeal, una favela que, gracias a la iniciativa de
Carlinhos Brown y al esfuerzo de sus moradores, se ha convertido en una comunidad especial.
En Candeal no hay armas ni drogas. Hay, eso sí, hay un conservatorio de música, un centro de
salud, un estudio donde vienen a grabar artistas de todos los continentes, atraídos por los
tambores de Candeal. Utilizando la música como motor para todo tipo de iniciativas, las gentes
de Candeal han recuperado la autoestima y la esperanza de que la realidad puede ser
transformada, de que un mundo mejor es posible.
Un docente que la utilizó este film como recurso pedagógico relató al respecto: "A mí me causó
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un enorme impacto cuando la vi, de manera que desde entonces la incluyo o hago referencia a
ella en mis clases".
Con el tono de un documental, relata la llegada del músico Bebo Valdés, octogenario pianista
cubano, a la ciudad Salvador de Bahía en Brasil, antigua capital colonial del imperio portugués.
Se trata de una ciudad con una gran tradición y presencia de la cultura afroamericana, de los
descendientes de los antiguos esclavos arrancados de África para ser llevados a América. En
Salvador, Bebo desea reencontrarse con sus raíces africanas. Conoce a Matheus Aleluia y a
Carlinhos Brown que lo llevan a conocer el barrio del Candeal. El Candeal es una favela
reconvertida en un pintoresco y adecentado barrio humilde, en medio de barrios ricos, de
finanzas y negocios, que con el esfuerzo de sus habitantes superó el horror propio de lo que
era en los años 90: chabolas, aguas sucias, droga, miseria, etc. Ahora, además de disponer de
cloacas y casas de ladrillo con sus calles nuevas, se desarrollan proyectos educativos a partir
de una primera escuela de música. En ellos, niños y adultos aprenden a tocar instrumentos,
baile, percusión, y cada vez más disciplinas de tipo "académico". Todos los niños están
escolarizados en escuelas del estado, y además, aprenden en las escuelas del Candeal. De
manera paralela, la vida del barrio se ha disparado y proliferan grupos de debate, obras (como
la construcción de una plaza que se ha convertido hoy en el centro cultural del barrio donde
confluyen todos y se manifiesta una rica y diversa vida cultural popular), comercio artesanal,
etc.
Carlinhos era un niño de la calle al que salvó la música y que actúa de agente movilizador de
sueños que se hacen realidad. Pero Carlinhos no es el protagonista de la palícula, ni tampoco
Bebo. El verdadero protagonista es El Candeal, su gente, algunos venidos de fuera
enamorados de tanta luz y buenos sentimientos como se respiran en su atmósfera.
La película puede interpretarse como una aplicación de la pedagogía de Paulo Freire, autor
cuyo nombre no aparece en todo el filme, pero que se puede relacionar fácilmente con la
manera de comunicarse y educarse los seres humanos que se ve en él. Todos se escuchan,
hablan sin miedo y se respetan profunda y sinceramente. Nadie renuncia a ser él mismo, es
decir, un anciano no necesita dejar de ser un anciano para vivir amorosamente con gente
joven. Del mismo modo, ni las mujeres, ni los niños, ni negros o blancos, deben renunciar a ser
lo que son. No existe la violencia, la exclusión de nadie, el odio o la envidia. En un lugar donde
por sus condiciones sociales y económicas debería abundar, como suele ocurrir, la violencia y
el malestar, existe, al contrario, una gran paz y se generan sentimientos positivos de
solidaridad. Nadie compite, nadie está solo, todos aprenden con ganas; es un lugar, sin duda,
tocado por la luz. Pero una luz que se manifiesta en el esfuerzo de los seres humanos por
transformar la realidad.
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El discurso fatalista que renuncia a creer en los seres humanos y que considera al hombre
como un animal violento, un lobo para el propio hombre (homo homini lupus) resulta
impugnado por lo que el ojo asombrado puede contemplar en la película. Tiene tal gancho y
fuerza de convicción que, literalmente, hace que el espectador se levante del asiento y casi
llegue a bailar en la sala de proyección del cine. El poderoso lenguaje de un pueblo
ancestralmente oprimido (Matheus, un estupendo músico, comenta a Bebo en una iglesia
colonial que considera esa iglesia un poco suya, ya que fue construida con la sangre de los
africanos que perdura en ella) en la forma de capoeira, percusiones, colores, ritos, atrae y
moviliza el amor y la vida, no el odio precisamente. El gran lenguaje del Candeal es la música.
Los ritmos hablan y los diálogos se hacen cantando o tocando instrumentos… Los antiguos
amos que prohibieron so pena de muerte que los esclavos aprendieran a leer y escribir, no
pudieron con la música. Pero no hay ni siquiera presencia del revanchismo ni resentimientos en
ellos. Esta aceptación incondicional del otro se refleja también, abundantemente, en los
cuerpos y rostros, sin necesidad de lenguaje conceptual. Existe una abierta receptividad a los
demás que hace de la vida un diálogo, muchas veces sin palabras.
Hay varias escenas proverbiales. En una, Carlinhos dice a unos niños que ellos conocen los
secretos de los ritmos sin haberlos estudiado, porque ya los escucharon en el vientre de la
madre: con los latidos de su corazón. Mayéuticamente, extrae esta suerte de sabiduría innata
de ellos, y, lo que es mejor, los sentimientos bondadosos que esconde el corazón humano en
lo más hondo. Hay, también, una escena de santería en la que un dios bondadoso, africano, se
manifiesta a los sobrecogidos Bebo y Carlinhos transmitiendo un mensaje de paz y amor.
La mujer es respetada de verdad, como origen y núcleo de la civilización, los niños cuidados y
educados por todos y la política es una actividad limpia, comunal, de base. Se participa de
abajo a arriba, en una línea de democracia radical, en la que todo poder autoritario,
descendente, está de más y sobra. De manera natural, se muestran evidencias que en nuestro
sucio y rico mundo no podemos ver. La ideología brutal que nos constituye a los de fuera del
Candeal resulta evidenciada y desactivada. Allí, los seres humanos no se comparan, no
dominan, no se jerarquizan, no se excluyen, no se someten.
Resulta una ironía que en los lugares y personas marcados por el horror y la injusticia, donde
de hecho suele proliferar y multiplicarse dicho horror, pueda darse lo contrario. El Candeal es
una lección. Tal vez debamos todos, como educadores, aprender de ella.
Cierre del año
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Cerrando este exitoso ciclo de Cine Arte 2012, el miércoles 7 de noviembre se exhibirá la
primera versión de "Tarzán de los monos" (1918) a las 19.30 horas y "Goldfinger" a las 20.30
horas.
Finalmente, en la Regional Norte de la Udelar, el miércoles 14 se celebrará junto a Centro MEC
Salto el Día Nacional del Cine.
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