Pilas, de producto contaminante a insumo para diferentes industrias Entrevista a Alberto Gauna, investigador de la Universidad Tecnológica Nacional de Avellaneda. Lleva adelante un proyecto con la asistencia del INTI para separar zinc y manganeso en estado puro y reutilizarlo. ¿Qué es lo contaminante de las pilas? El principal problema son los metales pesados. Mucha cantidad de manganeso y de zinc, que no son tan tóxicos como el cromo, pero sí son perjudiciales para el ambiente. También contienen mercurio las pilas redondas, que son por ejemplo las que van en los relojes. Este trabajo lo empecé en 1999 y actualmente me apoyan a través de un convenio el INTI y la UTN. Se avanzó y se armó una planta a escala laboratorio, y estamos por ampliar la escala para toda el área metropolitana y Gran Buenos Aires. 1/3 parte de la población del país, y por lo tanto 1/3 parte de consumo de pilas, representan 300 toneladas de manganeso por año. Y esta es una región que produce alimentos y bebidas, por lo que es peligroso que estos desechos con metales pesados lleguen a los rellenos sanitarios. ¿Cómo se disponen las pilas para que no migren hacia la tierra o las napas? No hay una metodología definida. Algunos municipios las recolectan y las inmovilizan en cemento por ejemplo. La solución definitiva pasa por reciclar las pilas y recuperar materiales útiles para procesos industriales, por ejemplo el manganeso en la industria siderúrgica y el zinc para la industria de galvanizados. Entrevista a Mabel Pueyes, del laboratorio de Química del INTI ¿Cómo colabora el INTI con este proyecto? Se reciben las muestras en el laboratorio que provienen de la separación de los componentes de las pilas. Se trabaja el zinc y el manganeso a través de diferentes etapas para recuperarlos en su forma más pura posible. Se cuantifica el zinc y el manganeso y se ve cuál es la eficacia del proceso de separación aplicado. ¿La idea es reutilizarlos? Los metales puros del zinc y el manganeso se destinan a diferentes industrias. El objetivo es obtener un material reutilizable a través de un desecho. Entrevista al Dr. Horacio Thomas de la Universidad Nacional de La Plata. ¿Cómo vienen trabajando en la planta de reciclado que tiene la Universidad? Se empezó a trabajar a escala laboratorio el análisis de recuperación a través de un proceso sustentable. Se corta la pila y se separan los metales a través de diferentes procesos. ¿Qué hacen con los materiales? Se obtiene finalmente la cobertura de la pila que es acero, por otro lado manganeso y zinc. Se están estudiando diferentes usos de esos materiales, pero el objetivo del proyecto no es comercializar desde esta planta los metales recuperados, sino demostrar que se puede hacer eso a cualquier escala y así no tirar más las pilas. El país importa 600 millones de pilas por año. Son 15 pilas por año por habitante. ¿Se transfirió esta tecnología a gran escala? No. Para hacerlo sólo se necesita por ejemplo que algún intendente o inversor llame a la comisión científica y pida la transferencia. ¿Cómo estamos respecto de América Latina? No he visto publicado en ningún lugar que esté en funcionamiento una tecnología para el reciclado de pilas. En Francia hay una planta de reciclado, pero con otro método, ellos calcinan las y las transforman en cerámica. En España he leído que utilizan un par de plantas algo parecidas a la nuestra. Nuestro proceso está en vía de patentamiento. Los materiales del futuro Juan Nicastro, corresponsal de la región Centro del país nos comentó la importancia del Primer Encuentro Regional de Fabricantes de Materiales Compuestos que organizó el INTI en la provincia de Córdoba. “No es lo mismo un material compuesto que una aleación. Los compuestos son dos o más materiales que se combinan y genera una sinergia que hace que se multiplique la calidad del nuevo material. Por ejemplo la madera, contiene por un lado fibra y por el otro resina. Los materiales compuestos se comenzaron a usar por 1930 con la industria aeronáutica que buscaba bajar el peso de los materiales. En Argentina el desarrollo es menor que a nivel global, por eso el desafío hoy es poder promover el uso de los materiales compuestos en actuales y nuevas aplicaciones. Estos pueden ser usados para reemplazar otros que son contaminantes o dañinos para la salud. Hoy una empresa cordobesa que utiliza mucho material compuesto es OTEC que fabrica los acueductos que transportan agua interprovincialmente. Esto mejora la calidad de vida. Los materiales compuestos son los materiales del futuro por su bajo costo de mantenimiento, bajo peso y alta durabilidad.