FABRICANDO JABÓN Introducción Como curiosidad te vamos a explicar como fabricar jabón a partir de aceite usado. Es una forma de reciclar el aceite en lugar de tirarlo y se puede usar como jabón de tocador o para lavar las manchas rebeldes de la ropa. Un jabón es una mezcla de sales de ácidos grasos de cadenas largas. Puede variar en su composición y en el método de su procesamiento. Si se hace con aceite de oliva es jabón de Castilla y se le puede agregar alcohol para hacerlo transparente; perfumes, colorantes, etc. Sin embargo, químicamente, es siempre lo mismo y cumple su función en todos los casos. La obtención de jabón es una de las síntesis químicas más antiguas. Fenicios, griegos y romanos ya usaban un tipo de jabón que obtenía hirviendo sebo de cabra con una pasta formada por cenizas de fuego de leña y agua (potasa). A lo largo de los siglos se ha fabricado de forma artesanal, tratando las grasas, en caliente, con disoluciones de hidróxido de sodio o de potasio. Aún, hoy en día, se hace en casa a partir del aceite que sobra cuando se fríen los alimentos. Si quieres hacer una pequeña cantidad de jabón sólo necesitas aceite usado, agua y sosa cáustica (hidróxido de sodio), producto que se puede comprar en las droguerías. Material necesario -100 mL de aceite de oliva (o aceite usado previamente filtrado para que no contenga impurezas) -100 mL de agua -24 g de sosa cáustica - un vaso de 250 mL -varilla agitadora de vidrio o palo de madera -opcional: aceite esencial del aroma deseado o colorante Procedimiento Para obtener el jabón se debe mezclar una grasa (aceite de coco, aceite de palma, de oliva y otros) con un hidróxido (de sodio o potasio). A esta reacción se le llama saponificación. 1º.- Echar en el recipiente de vidrio el hidróxido sódico, añadir el agua y remover hasta su completa disolución. No toques en ningún momento con la mano el hidróxido sódico porque puede quemarte la piel. Al preparar esta disolución observarás que se desprende calor; este calor es necesario para que se produzca la reacción 2º.- Añadir, poco a poco, el aceite removiendo continuamente y siempre en la misma dirección para que no se corte. Poco a poco se irá logrando la saponificación y aparecerá una mezcla consistente (pasta blanquecina espesa). Continuar con la agitación durante al menos una hora. 3º.- Una vez adicionado todo el aceite si queremos dar al jabón un color determinado deberemos añadir también algún colorante. Si se quiere obtener el jabón más blanco se puede añadir un producto blanqueante, como un chorrito de añil. Para que huela bien se puede añadir alguna esencia (limón, fresa) o aceite esencial. 4º.- Verter la pasta obtenida en moldes (caja de madera) para que vaya escurriendo el líquido sobrante. Dejar enfriar y secar durante al menos uno o dos días. 5º.- Una vez transcurrido ese tiempo desmoldar y cortar en trozos con un cuchillo. Dejar secar otros tres días más y el jabón estará listo para usar. Jabón artesanal NOTAS: Ten paciencia, ya que el jabón tarda en formarse a partir del aceite, dado que se trata de una reacción lenta. Tendrás que agitar entre media hora y tres cuartos de hora para que se forme el jabón. A veces ocurre que por mucho que removamos, la mezcla está siempre líquida, el jabón se ha “cortado”. No lo tires, pasa la mezcla a una cacerola y calienta en el fuego de la cocina al baño maría. Cuando esté caliente la mezcla removiendo de nuevo aparecerá al fin el jabón. Observa que el jabón que hemos conseguido es muy suave al tacto, debido a que lleva glicerina que se obtiene como subproducto de la reacción. PRECAUCIÓN: La sosa cáustica es muy corrosiva y debes evitar que entre en contacto con la ropa o con la piel. En caso de mancharte lávate inmediatamente con agua abundante y jabón.