~Ellndependiente iiTrasobares /íii/íiiiiii i JlrI,r_¿cc 'ijrJ,::r:/í;:iiii' c --¿¿'¿¿¿¿"~¿Cc¿ --¿~¿¿¿¿=¿¿¿¿I ., Disidentes Y a conocen mi tesis de que un significativo sector de la sociedad aragonesa (incluyendo buena parte de los que manejan los instrumentos del poder político o fáctico) mantiene ancladas sus opiniones en conceptos que eran norma de obligado cumplimiento allá por los años sesenta, pero que hoy no encajan con los usos habituales en las sociedades democráticas y culruralmente avanzadas. Sólo así se puede entender la polvareda que ha levantado la abstención de Labordetapor cuenta de CHA En la famosa votación sObre Batasuna (abstención explicada por el diputado en términos tan comprensibles como irreprochables). En este tema se escuchan opiniones de un reduccionismo impresionante. y es curio~o'que estemos ante una polémica que no se montó en tales proporciones cuando diputados aragoneses (también lo tengo dicho y repetido) apoyaron la retirada de los Presupuestos Generales del Estado de partidas que debían cubrir neCesi- Losjefesde Aragón reclaman una y otra vezadhesiones uñání~es e ín~ebrantables dades perentorias de nuestra región; por no hablar de los que votaron el trasvasistaPHN. .Atraso y actitudes que proceden directamente del poso que dejó el franquismo en el subconsciente colectivo. Por ejemplo, la indiferencia ante las cuestiones medioambientales (IBahllComo que nos van a dar de comer las montañas y los arbolitosl). Por eje~plo,eldesprecio al patrimoniohistórico (IPues... Si hay que parar una obra c;¡da vez que sale algún pedrusco de los romanos o los moros!). Por ejemplo, la constante confusión del consenso con la unaIÚmidad ent\jsiasta, como si la existencia de algún disidente fuese un crimen de lesapatria; esa obsesión (tan querida por los que mandan) de ponemos a todos mirando a Cartagena. Por ejemplo,la manía de culpar a los disidentes (e incluso a los indiferentes) de fiascos cUya responsabilidad, en todo caso, corresponde íntegramente a los promotores y autores de los proyectos fruStrados Uaca olímpi~, sín ir más lejos). y todo esto en pleno siglo XXI.