No son empresarios, ni dueños de medios de información

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PERIODISMO Y PODER
Por Leandro Mariani
No son empresarios, ni dueños de medios de información –y aunque los hay, son los
menos-. La gran mayoría son empleados, pero no como tantos otros. Ellos son periodistas
y, en un marco de cierta libertad de empresa, deciden qué y cómo difundir la información
que consumimos diariamente.
Hace 68 años tienen su día. Así lo decidió el Primer Congreso Nacional de
Periodistas celebrado el 7 de junio de 1938 en Córdoba, en homenaje a “La Gazeta de
Buenos Ayres”, primer periódico independentista fundado en 1810 por Mariano Moreno.
Y aunque existen tantas fechas conmemorativas como profesiones hay, la del
periodista no pasa desapercibida. Quizá, indagar acerca de su rol dentro de la sociedad
puede ayudarnos a comprender por qué resulta ser una profesión tan necesaria, como
criticada.
Ahora, ellos redactan los artículos que mañana leeremos en los periódicos o
producen los noticieros que veremos a la noche por televisión. Otros, elaboran la política
comunicacional de funcionarios y preparan los comunicados oficiales que luego llegarán a
sus colegas de los medios de información.
Estuvieron en la plaza del 17 de octubre de 1945. También aquel 26 de julio de 1952,
y al día siguiente muchos escribieron notas que aún hoy hasta el lector más joven y
desentendido del tema puede llegar a revivir ese momento histórico con un escalofrío, como
aquel que puede sentir algún futbolero cuando recuerda el gol de Diego a los ingleses. Esa
mezcla de nostalgia y emoción.
Nos informaron sobre los bombardeos de septiembre del 55. También estuvieron en
Plaza de Mayo convocados por Galtieri, en 1982, y varios nos desinformaron sobre la
Guerra de Malvinas.
Algunos bautizaron al ex presidente Illia como “la tortuga”, al tiempo que escribieron
sobre la necesidad de un cambio político en el país. Fueron esos mismos los que luego
aplaudieron como monos la llegada de Onganía y, aún peor, la del último régimen militar.
Pero también hubieron otros. Aquellos que no sólo quedaron en la historia del
periodismo, sino también de la Argentina. Porque escribieron y criticaron, pero también
ejercieron la profesión con compromiso, investigaron y e hicieron públicas denuncias de
abusos por parte del poder público y empresarial.
Rodolfo Walsh fue uno de ellos. Y no sólo nos mostró las aristas de un nuevo
periodismo, sino que logró abrirnos los ojos, aunque pagó con el precio de cerrar los suyos.
Quizá esa sea la tarea, abrirnos los ojos.
El periodismo en el S XXI
El siglo XXI nos encuentra con tantos medios de información como concepciones del
mundo existen; portales de Internet por doquier, medios gráficos, canales de cable, de aire,
radios de alcance nacional, provincial y local.
Ante ese abanico de alternativas resulta casi imposible no enterarse de lo que
acontece en los distritos, la provincia o el país, incluso en el mundo.
Sin embargo, si partimos de la base de entender a los medios de información como
empresas, no podemos obviar que poseen intereses, y que a la hora de informar lo pondrán
de manifiesto. Sólo se trata de conocer a esas empresas. Y de consumir sus productos con
una mirada crítica.
Mientras tanto, ellos preparan sus crónicas para el periódico de mañana o producen
los noticieros que veremos a la noche, con la certeza de que el poder político y económico
los necesita, respeta y vigila.
Pero también estuvieron en la Plaza en diciembre de 2001, y conocen del poder del
pueblo. También han leído a Foulcault.
Junio de 2006
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