Revolucionario avance en el tratamiento del fallo cardiaco agudo

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Noticias de la Salud
Tras más de una década de estancamiento
Revolucionario avance en el tratamiento
del fallo cardiaco agudo
· Simdax (levosimendan), fármaco de nueva generación, consigue mejorar la
clase funcional, los días de estancia hospitalaria, las rehospitalizaciones y el
pronóstico a corto y medio plazo.
Tras más de una década sin ningún avance médico en este campo, el tratamiento de
la insuficiencia cardiaca aguda (o descompensada) acaba de recibir un impulso
determinante con la incorporación de Simdax (levosimendan), un novedoso fármaco
aprobado ya en Europa a la vista de su demostrada eficacia en términos de reducción
de mortalidad. El mecanismo de acción de Simdax convierte a este fármaco en el
primero de una nueva clase con sensible ventaja respecto a los que se utilizan en la
actualidad en el hospital en pacientes con insuficiencia cardiaca crónica que sufren
episodios agudos de descompensación.
Los ensayos clínicos con levosimendan han demostrado una significativa mejora
funcional, proporcionando a intensivistas y cardiólogos una valiosa herramienta para
“llegar a tiempo” cuando se produce la crisis en cardiópatas crónicos. Al mismo
tiempo, el fármaco recién aprobado consigue evitar el daño que, a medio y largo plazo,
es efecto secundario común a los actuales fármacos estimuladores de la contractilidad
cardiaca. Esta seguridad de Simdax es debida a su exclusiva capacidad para
sensibilizar los receptores del calcio existente en las células del miocardio, pero sin
aumentar la cantidad de calcio intracelular, que pudiera posteriormente producir
arritmias.
Efecto vasodilatador
Simdax añade a su papel de sensibilizador del calcio el de vasodilatador mediante la
activación de los canales de potasio de la célula. De este modo se consigue reducir la
precarga y la poscarga, mejorar el flujo sanguíneo coronario así como el periférico y
mejorar la función cardiaca en el “miocardio aturdido” por el efecto de reperfusión. Por
otra parte, no se altera la función diastólica ni se producen arritmias.
Las mejoras significativas que se consiguen en los parámetros hemodinámicos, sin
aumentar la demanda de oxígeno, se concretan en aumentos significativos en el
volumen latido y otros índices cardiacos, así como reducción significativa en la presión
capilar pulmonar. Estas mejoras no se ven afectadas negativamente por el uso
concomitante de beta-bloqueantes.
El metabolito activo de Simdax proporciona respuesta sostenida después de
transcurridas 24 horas desde la infusión.
El nuevo fármaco ha demostrado que su administración no aumenta el riesgo de
arritmias e isquemia potencialmente lesivas.
Otra ventaja de Simdax es que no necesita monitorización invasiva.
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Manejo de la insuficiencia cardiaca
La insuficiencia cardiaca constituye un problema sanitario de primer orden, siendo una
de las principales causas de ingreso hospitalario y de mortalidad en nuestro medio. Se
calcula que el coste del tratamiento de la insuficiencia cardiaca alcanza en España el
1,8% del coste sanitario total. La principal causa del coste de la insuficiencia cardiaca
es la relacionada con los ingresos en el hospital. Cuando la patología progresa, el
número de descompensaciones precisando ingreso hospitalario aumenta.
Hasta la aparición de Simdax (levosimendan), el tratamiento de los pacientes que
precisan ingreso por insuficiencia cardiaca incluye la administración de diuréticos,
vasodilatadores y fármacos inotrópicos positivos. Los inconvenientes de estos
fármacos son conocidos: el aumento de contractilidad se consigue a costa de un
mayor consumo de energía y del incremento en la presencia de calcio intracelular,
pudiendo provocar arritmias, circunstancia que puede ser responsable del incremento
de la mortalidad que ha sido observado con estos tratamientos.
Por el contrario, Simdax (levosimendan) estimula la función cardiaca, pero no aumenta
el riesgo de isquemia o arritmias, y no incrementa el consumo de oxígeno a las dosis
recomendadas.
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