La teoría de Transformaciones y áreas de no sueño. Transformaciones autísticas: una ampliación del paradigma Celia Fix Korbivcher1 I Sabemos que el psicoanalista, en el trabajo clínico como el arqueólogo en las excavaciones, descubre entre las manifestaciones mentales de los pacientes a fenómenos de diferentes camadas, desde las más desarrolladas hasta las más primitivas, y en éstas últimas las que son de naturaleza primordial. Sabemos también, como nos dice Bion (1957) que, por detrás de un funcionamiento mental predominantemente neurótico, el psicoanalista encuentra partes psicóticas de la personalidad y también podrá encontrar partes autísticas (Tustin, 1990), además de partes no integradas de la personalidad (Korbivcher, 2009). Cuando predominan las partes psicóticas, el individuo no es capaz de ejercer la función alfa porque registra apenas los datos sensoriales brutos, elementos beta, sin diferenciar los vivenciados en los sueños de los que realmente ocurren en el mundo de la vigilia. Esto resulta en un estado en que el paciente no sabe si está despierto o soñando (Ogden, 2010). En los niveles autísticos, el paciente no tiene contacto con las emociones. No es capaz de transformar a las sensaciones corporales en elementos psíquicos, permaneciendo absorto en un mundo dominado por las sensaciones, sin representación en la mente. Es indispensable que el analista logre identificar, a cada movimiento en la sesión, si el paciente está operando con niveles neuróticos, psicóticos, autísticos o no integrados para que así pueda alcanzar la comunicación de su paciente. Las características de los fenómenos, en cada uno de esos niveles, son distintas, tal como vimos y requieren un abordaje específico. La finalidad de mi trabajo consiste en examinar las áreas mentales primitivas en las que está afectada la capacidad de soñar. Para ello, recurro a la teoría de Transformaciones, de Bion (1965) –transformaciones proyectivas, en alucinosis – y 2 Miembro efectivo y analista en función didáctica de la SBPSP. 1 también introduzco la idea de la constitución de un nuevo grupo de transformaciones – transformaciones autísticas - (Korbivcher, 2005) de manera que se amplíe esta teoría llegando a abarcar un área dominada por sensaciones. Presento material clínico que ilustra estos tipos de funcionamiento mental y discuto al respecto de las especificidades de cada uno de ellos. II Bion (1962a) introduce la noción de función alfa; una función de la mente que transforma a las impresiones sensoriales brutas – elementos beta- en elementos alfa. Los elementos alfa almacenados permiten el desarrollo de los pensamientos, del soñar, de la actividad de devaneo y de aprender con la experiencia. Beta son los elementos sensoriales que no sufrieron transformaciones en niveles psíquicos por la función alfa y por lo tanto, no son pasibles de ser utilizados para el pensamiento, apenas sirven para ser evacuados. La madre, con la capacidad de reverie y función alfa, transforma a esos elementos sensoriales en elementos psíquicos, elementos alfa, de manera a posibilitar que puedan ser mantenidos en la mente y no ser más descargados. La función alfa de la madre puede fracasar y, si esto ocurre, tal como afirma Bion, “el paciente no puede soñar y, por lo tanto, no puede dormir. En la medida en que la función alfa no convierte a las impresiones sensoriales brutas disponibles en pensamientos conscientes y oníricos, el paciente que no es capaz de soñar no puede adormecer y tampoco despertar.” (p.6-7 ) Bion propone que el soñar capacita al individuo para adormecer y para despertar, y no lo contrario, como se suponía hasta aquella época. La actividad de soñar, en el estado de sueño como en la vigilia, genera una barrera de contacto que separa lo conciente de lo inconsciente. Ante la ausencia de esta barrera, la diferenciación entre el mundo externo y el mundo interno, fantasía y realidad, se convierte en perturbada. Lo que sería un sueño pasa a ser un estado de alucinosis, una creación de la mente del individuo independiente de los hechos reales. Para Bion, (1962a) el campo de batalla del analista es el de aprender con la experiencia emocional compartida en la sesión, y Transformaciones (Bion, 1965) es un método de observación de los fenómenos mentales en este campo. Bion destaca diferentes tipos de transformaciones: transformaciones en movimiento rígido, transformaciones proyectivas, en alucinosis, transformaciones en K y -K, y en O (ser). 2 En las transformaciones proyectivas predominan los mecanismos de escisión e identificación proyectiva. En las transformaciones en alucinosis, el individuo con la finalidad de evitar el contacto con la situación intolerable a la que está sometido la sustituye por otra que él mismo crea, independientemente de la existencia real. Rivalidad, envidia, avidez, robo, juntamente con el sentido de ser inocente, son consideradas como invariantes bajo alucinosis. El abordaje de Bion para una mente multidimensional nos ofrece la base para el desarrollo de la idea de otras transformaciones, lado a lado con las transformaciones neuróticas (en movimiento rígido) y las psicóticas (transformaciones proyectivas y en alucinosis). (Braga J. C. Comunicación personal). III Algunos pacientes, aunque predomine en ellos un funcionamiento neurótico, mantienen núcleos encapsulados impenetrables, impidiendo así el acceso a determinados aspectos mentales, semejantes a las defensas autistas. La finalidad de estas defensas consiste en proteger al self primordial de los estados intolerables de no-integración (Tustin 1990; Klein, S. 1981). Estos individuos presentan una sensibilidad y autosensualidad exacerbadas. En ellos la conciencia de separación corporal del objeto se dio de manera abrupta, sin que tuvieran medios para soportarla. Ellos vivencian la separación como si partes del propio cuerpo les hubieran sido arrancadas, provocando constantes amenazas de aniquilación. La relación entre el Yo y el no-yo ocurre por medio de “objetos- sensación”, “objetos y formas autistas” (Tustin,1986,1990). El contacto sensorial con el objeto es esencial, no por el hecho de representar a otro objeto o por la fantasía que desencadena, sino por convertirse en el propio objeto. La falta de objeto es tapada por objetos y formas autísticas, de manera tal que se supriman los sentimientos de terror provenientes de su ausencia. Ante las vivencias aterrorizadoras estos individuos tienden a adherirse a superficies en contigüidad. Ellos se relacionan por identificación adhesiva (Bick,1986) evitando así que surjan espacios. En trabajos anteriores (Korbivcher, 2005) he propuesto introducir, en la teoría de Transformaciones, a los fenómenos autísticos. Hice la propuesta de añadirle un nuevo grupo de transformaciones, o sea, “las transformaciones autísticas”. Estas se desarrollan en un medio autista, lo que implica la ausencia de la noción de objeto. Las relaciones 3 entre el Yo y el no-yo se dan por medio de objetos/sensación, objetos y formas autistas sin representación en la mente. Algunas de las invariantes serían: la experiencia de ausencia de vida afectiva, la experiencia de vacío afectivo, y la presencia de actividades autosensuales. Pienso que con todo este agregado el analista podrá, eventualmente, instrumentarse para identificar en la clínica el área de fenómenos no mentalizados, dominados por sensaciones tan presentes en el trabajo analítico. Material Clínico: Pedro, de seis años de edad, fue llevado al consultorio por los padres porque no podía dormir. Es un niño delgado. Camina curvado hacia delante como dando la impresión de que lleva un enorme peso en la cabeza y los hombros. En el primer encuentro me dice: “Mi mamá me trajo acá porque no puedo dormir. Yo le tengo miedo a mis sueños. ¡Ella me dijo que me puedes ayudar!”. En las sesiones, Pedro expresa mediante dibujos el estado mental. Demuestra estar sobrecargado, en un estado de enorme excitación mental, quejándose de que el dibujo que está realizando no cabrá en la hoja de papel. Demuestra estados de mucha desorganización mental y de amenaza de ruptura de su aparato psíquico. André, de ocho años de edad, es un niño que tiene dificultades escolares. Al entrar a la sala, abre una caja de juguetes, agarra unos cochecitos y se tira en el diván, transformándolo en una pista de carreras. Emite el ruido de los motores de los coches, intercalados con narrativas vinculadas a los movimientos de los coches en la pista. Otras veces, llena la lata de la basura con agua y pone dentro varios juguetes y mucho papel picado. Mezcla todo y dice que es una “sopa”. Se queda absorto observando el movimiento del agua, pareciendo ignorar mi presencia. Tengo dificultades en mantenerme atenta, porque soy acometida por un estado de intenso torpor. El clima es de algo parado, sin vida. En una de las sesiones, me pregunta: “Celia, ¿conoces la biblioteca del Mar Muerto? Es una biblioteca donde guardan los mapas del Mar Muerto, pedazos de yeso, de floreros, todo lo que sobró”. Me explica que el sol secó completamente al mar, quedando solamente la sal y que ya no hay más vida allá. Pedro y André presentan características peculiares de la mente primitiva, aunque el nivel de desarrollo mental de cada uno sea diferente. Pedro tiene miedo de entrar en contacto con los sueños y de la ruptura de su aparato psíquico. André habla de su mundo 4 interior, de un Mar Muerto, sin vida, donde sólo hay fragmentos de todo lo que sobró. Pedro no produce propiamente sueños, una actividad onírica, sino una descarga de la acumulación de elementos concretos –transformaciones en alucinosis - que ocupan el espacio mental, lo que le impide dormir, soñar y hasta de despertar. André vive en un mundo dominado por sensaciones no mentalizadas – transformaciones autísticasincapaces de ser soñadas. Algunos puntos para la discusión. 1- El universo autístico está organizado por leyes que son diferentes de las que encontramos en las áreas neuróticas y psicóticas. Se trata de un universo no mentalizado, dominado por sensaciones y no por sueños, fantasías y emociones. En ese universo los parámetros son diferentes. El individuo no tiene la noción de un objeto separado, lo que hace que la función de révèrie y la función alfa no operen, y que no se desarrollen la vida psíquica y onírica. Aunque tenga una semejanza con el fenómeno de alucinosis, posee una naturaleza diferente. El paciente inmerso tanto en los estados autísticos como de alucinosis no incluye ni excluye a la figura del analista en la sesión porque, simplemente, ignora su presencia. Sin embargo, la calidad de la experiencia emocional en ambas situaciones es distinta. En las transformaciones autísticas el paciente permanece absorto con las sensaciones generadas en el propio cuerpo de manera que mantiene un estado de continuidad con el objeto. En las transformaciones en alucinosis, el paciente permanece inmerso en un estado de alucinosis, en un estado creado por él mismo, independientemente de lo real. 2- Los fenómenos autísticos y los elementos beta, aunque tengan alguna similitud, presentan diferencias de cualidades. Los elementos beta sirven solamente para ser evacuados, de manera a aliviar al aparato psíquico de la acumulación de tensión. El fenómeno autístico, por otro lado, se caracteriza por la naturaleza estática y por pertenecer al mundo inanimado. Los elementos autísticos, diferentemente de los elementos beta, no tienen la función de descarga o de alivio sino de protección, especialmente en las situaciones de terror ante la amenaza de no existencia psíquica (Korbivcher, 2008). Los elementos alfa y beta al ser agrupados constituyen, respectivamente, la barrera de contacto y la pantalla beta. De la misma manera, también los elementos autísticos al ser agrupados forman una barrera, o sea, la barrera autística. El 5 individuo busca protección en esta barrera, en que por medio de actividades autosensuales él genera al objeto, un objeto con características autísticas. 3- La experiencia emocional del analista en las transformaciones autísticas es de vacío, de una falta de emoción, estimulándolo a evadirse, mientras que en las transformaciones en alucinosis la atmósfera que se vive en la sala es intensa, plena de emociones. En ésta, el analista es invitado a alucinar junto con el paciente los productos de creación de éste, debiendo apartarse enseguida e informarle al paciente que esas vivencias son creaciones de la mente del paciente y que no corresponden a hechos reales. En el caso de que el paciente llegue a concientizarse de este hecho, el estado de alucinosis se va a atenuar y el paciente pasará a operar en un nivel diferente. Sin embargo, ante las transformaciones autísticas, el analista necesita penetrar en la barrera autística del paciente y también intentar acercarse al mundo inanimado que éste tiene para darle vida psíquica. Sólo de esa manera el paciente podrá vivenciar las emociones sin llegar a sentirse tan amenazado. BIBLIOGRAFÍA BICK, E. (1986). Further considerations on the function of the skin in early object relations: findings from infant observation integrated into child and adult analysis. Brit. J. Psychotherapy, v.2, n.4, p.292-9. BION, W.R. (1957). Differentiation of the psychotic from the non-psychotic personalities. In Second Thoughts. London: Heinemann, 1967. p. 43-64. ________. (1962a). O Aprender com a Experiência. Río de Janeiro: Imago, 1991. _________. (1963). Elementos em Psicanálise. Río de Janeiro: Imago, 1991. _________. (1965). Transformações: Mudança do Aprendizado ao Crescimento. Río de Janeiro: Imago, 1983. KLEIN S. (1980). Autistic phenomena in neurotic patients. Int J Psychoanal 61:395 KORBIVCHER, C. F. (2005) The Theory of Transformations and autistic states. Autistic transformations: a proposal. International Journal of Psychoanalysis, 86: 1595-1610 _____________( 2009) O referencial de Bion e os fenômenos não integrados. Diluição e Queda. (Trabajo no publicado) 6 ____________ (2010) Transformações Autísticas. O referencial de Bion e os fenômenos autísticos. Río de Janeiro. Ed. Imago. OGDEN , T (2010) Esta arte da psicanálise. Sonhando sonhos não sonhados e gritos interrompidos. Artmed Ed. Porto Alegre. RS TUSTIN, F. (1981). Estados Autísticos em Crianças. Río de Janeiro: Imago, 1984. _________ (1986). Barreiras Autistas em Pacientes Neuróticos. Porto Alegre: Artes Médicas, 1990. ________(1990). The Protective Shell in Children and Adults. Karnac Books Londres. Celia Fix Korbivcher [email protected] 7