Las máquinas de venta automática instaladas en la vía pública no

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4/1/2015
El Consultor de los Ayuntamientos ­ Documento
Las máquinas de venta automática instaladas en
la vía pública no pueden dispensar productos
eróticos
Redacción de El Consultor de los Ayuntamientos
El Consultor de los Ayuntamientos, Nº 24, Sección Consultas,
Quincena del 30 Dic. 2014 al 14 Ene. 2015, Ref.
2624/2014, pág. 2624, tomo 2, Editorial LA LEY
LA LEY 1608/2014
Antecedentes.—
¿Podemos autorizar la venta de productos eróticos en máquinas expendedoras instaladas en
la vía pública?
Contestación.—
El tema planteado en la consulta tiene su encaje legal, por una parte, en el art. 49.1 de la Ley
7/1996, de 15 de enero (BOE del 17), de ordenación del comercio minorista y en el art. 55 de la
Ley 3/2011, de 23 de marzo (DOCV del 25), de la Generalitat, de Comercio de la Comunitat
Valenciana. De otra parte, en las normas dictadas para la protección de la infancia y de la
adolescencia; en concreto en el Real Decreto 1189/1982 (BOE del 10), de 4 de junio, sobre
regulación de determinadas actividades inconvenientes o peligrosas para la juventud y la
infancia, especialmente su art. 3, relativo a los establecimientos de venta de productos eróticos.
De acuerdo con las primeras normas citadas, la venta de productos en máquinas expendedoras
es una modalidad de venta automática en la que se pone a disposición del consumidor un
producto o servicio para que éste lo adquiera mediante el accionamiento de un tipo mecánico y
previo pago de su importe.
La Ley 1/2010, de 1 de marzo (BOE del 2) modificó la Ley de comercio minorista, estableciendo
la regla general de que la instalación de establecimientos comerciales no estará sujeta a
régimen de autorización. Y, en consecuencia, derogó el apartado tercero del art. 49 de la Ley, en
el que se exigía, para la instalación de máquinas de venta automática, autorización específica de
las autoridades competentes por razón del producto objeto de la actividad comercial y la de las
autoridades competentes en materia de comercio. Pues, como señalaba el preámbulo de la
norma modificadora, «Con el fin de eliminar toda autorización innecesaria que suponga una traba
injustificada a la libertad de establecimiento, se suprime la autorización previa para ejercer la
actividad de venta automática que otorgaban las autoridades competentes en materia de
comercio y se remite a la normativa técnica que resulte de aplicación». Por tanto, hoy, resulta
innecesario obtener autorización previa para la instalación de máquinas vending o de venta
automática (véase, como complemento, la consulta publicada en El Consultor, con referencia EC
1181/2014).
Cierto es que, por su instalación en la vía pública, cualquier viandante puede tener acceso a los
productos que se dispensen en las máquinas expendedoras —incluidos los menores de edad— a
no ser que existiese una vigilancia permanente que lo impidiese.
A nivel estatal, la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero (BOE del 17), de protección jurídica del
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menor, de modificación del Código Civil y de la Ley de Enjuiciamiento Civil, establece en su art.
11 que «Las Administraciones públicas deberán tener en cuenta las necesidades del menor al
ejercer sus competencias especialmente en materia de control sobre productos alimenticios,
consumo, vivienda, educación, sanidad, cultura, deporte, espectáculos, medios de comunicación
transportes y espacios libres en las ciudades». Y a nivel autonómico, y centrándonos en Valencia
por ser la Comunidad Autónoma a que pertenece el consultante, el art. 69 de la Ley 12/2008, de
3 de julio (DOCV del 10), de la Generalitat, de Protección Integral de la Infancia y la
Adolescencia, prohíbe «la venta, exposición y ofrecimiento a menores de publicaciones y la
venta, alquiler y ofrecimiento a menores, así como su proyección o difusión por cualquier medio,
de vídeos, videojuegos u otro material de contenido pornográfico, de apología de cualquier forma
de delincuencia, de exaltación o incitación a la violencia, la xenofobia y la discriminación, que
resulte perjudicial para el desarrollo de la personalidad de los menores y contrario a los
derechos y libertades reconocidos por el vigente ordenamiento jurídico.» (apartado e).
Pese a que se han dictado diversas normas para la protección de la infancia y de la
adolescencia, la solución al problema que se plantea en la consulta la encontramos en una
norma de 1982.
El art. 3 del ya citado Real Decreto 1189/1982, establece que los artículos y objetos que tengan
relación con el sexo solo podrán venderse en establecimientos específicos (los denominadassex­
shop) que deberán reunir requisitos específicos, tales como que únicamente se dediquen a dichos
objetos, sin escaparates visibles desde el exterior ni reclamo publicitario, con prohibición
expresa de acceso de menores de 18 años, que no formen parte otros locales públicos ni
comunicación con ellos, etc…. Lo expuesto en este precepto excluye, a nuestro juicio, la
posibilidad legal de venta de productos eróticos u objetos relacionados con el sexo en las
máquinas expendedoras situadas en la vía pública. De modo que no es que pueda o no pueda
autorizarse una máquina vending en la vía pública; sino que está prohibida la venta en las
mismas de productos eróticos, al igual que ocurre con el tabaco.
¿Alcanza esta prohibición a los preservativos por considerarse productos eróticos o directamente
relacionados con el sexo? Hemos de convenir con la opinión del profesor Ricardo del Estal
Sastre, quien, en un informe del Centro de Estudios de Consumo de la Universidad de Castilla­
La Mancha, puntualiza que pese a que el concepto «productos eróticos» es algo indeterminado,
del mismo deberían excluirse los preservativos; cuya difusión y distribución no solo no está
prohibida por ninguna norma, sino estimulada por razones profilácticas y sanitarias que no
concurren en los productos eróticos propiamente dichos, que tienen una finalidad más bien de
tipo lúdico o placentero. Por lo que considera que los preservativos pueden ser objeto de venta
en máquinas automáticas, aunque estén ubicadas en la vía pública.
En definitiva, aunque se ha suprimido la autorización previa para la instalación de máquinas
expendedoras para la venta automática, bastando la comunicación previa a la Administración
municipal; algunos productos están sometidos a prohibiciones sectoriales específicas cuando los
potenciales consumidores son menores de edad, entre los cuales debe entenderse comprendida
la venta de «productos eróticos».
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