DISTINTAS ESCALAS,DISTINTOS RIESGOS,DISTINTOS

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DISTINTAS ESCALAS, DISTINTOS RIESGOS, DISTINTOS
TRATAMIENTOS.
Revisión bibliográfica
Título explicativo del propósito del artículo. Distintas escalas, distintos riesgos, distintos tratamientos.
Autores del artículo. Fernando Parrilla Valero, Andreu Segura Benedicto, José Luis Segú Tolsa.
Título original. Utilización de la ecuación de Framingham-REGICOR en un centro de atención primaria. Impacto
sobre la prevención primaria de las enfermedades cardiovasculares.
Fuente. Aten Primaria. 2006;38(9):490-5. Disponible online en:
http://www.elsevier.es/revistas/ctl_servlet?_f=7064&ip=81.202.232.87&articuloid=13095052&revistaid=27
Pregunta clínica. ¿Influye la utilización de una u otra escala de RCV a la hora de prescribir hipolipemiantes?
Antecedentes. Dada la alta incidencia de cardiopatía isquémica en nuestra población, el control de los FRCV se ha
convertido en los últimos años en uno de los aspectos a los que los profesionales de AP dedican más tiempo y gasto
farmacéutico. La aparición de diversas escalas de valoración del RCV (como Framingham o Score) permiten al
profesional decidir de forma más sencilla cuándo tratar determinados FR, sobre todo en el caso de las dislipemias. No
obstante, la distinta apreciación del riesgo según la escala aplicada genera discrepancias entre las indicaciones de
tratamiento. Este estudio explora las diferencias entre la escala clásica de Framingham (Framingham-Wilson) y su
versión calibrada para nuestra población (Framingham-Regicor), y sus diferencias con el tratamiento sin uso de escalas
(“criterio clínico”)
Población estudiada y ámbito de estudio. Se recogen todos los casos incidentes de dislipidemia entre Enero 02 y
Diciembre 03. Criterios de inclusión: entre 25 y 74a, sin antecedentes coronarios, sin tto hipolipemiante. Se excluyen
aquellos pacientes cuya historia clínica no recoge datos suficientes como para el cálculo de su RCV.
Diseño del estudio y validez. Estudio transversal, con un muestreo exhaustivo. Se realiza recogida de datos
independiente a los médicos del cupo al que pertenecen los pacientes, para evitar sesgos. Sin información sobre
validez interna o externa.
Mediciones más importantes. Se calcula el riesgo cardiovascular mediante la escala clásica de Framingham
(Framingham-Wilson) y su versión calibrada para nuestra población (Framingham-Regicor), viendo las diferencias
entre sus estimaciones del riesgo.
Tras esto, se separó a los pacientes en 3 grupos (RCV mayor o menor de 20% y tratados sin escalas o "clínico") para
cada escala, evaluando los tratamientos que se instauraron en cada caso y su impacto económico. Para evaluar el
impacto económico, se aplicó la media de gasto en hipolipemiantes del CAP al número de pacientes a tratar según la
escala.
Resultados principales. Se separaron los pacientes en 6 categorías, según el RCV calculado por cada ecuación (<2%,
2-4%,...). En los 82 individuos estudiados (92 - 10 excluidos), se observó que la ecuación de FW sobreestimaba el
riesgo en 1 o 2 categorías.
En cuanto al número de pacientes que se tratan, el cálculo con FW dio un porcentaje de 24'39% (coste total: 4792€),
frente al 26'82% (5271€) del criterio clínico. Ninguno de los pacientes a los que se aplicó la escala de FR dio como
resultado un riesgo mayor del 20%, y por tanto no se consideraron casos a tratar.
Conflicto de intereses. No se describen las fuentes de financiación ni conflictos de intereses. Tan sólo se refiere que
el estudio forma parte de un trabajo de Tesina para el Master de Salud Pública de la UPF.
Conclusión y Comentarios. Creo que este artículo es interesante en el sentido que nos recuerda uno de los riesgos
de tratar "por escalas": elegir la escala de riesgo inadecuada. Esto es especialmente importante en el caso del RCV,
que tanto gasto farmacéutico genera. En nuestro ámbito, este estudio nos debería hacer reflexionar sobre el uso de la
escala de riesgo en Abucasis, que se calcula según la escala de FW y no la de FR, sobreestimando el RCV.
En todo caso, también es cierto que para obtener una evidencia mayor sería deseable algo más que 82 pacientes,
sobre todo teniendo en cuenta que hablamos de una entidad frecuente en AP. A mi modo de ver, este estudio
hubiese tenido el mismo interés si se aplicara sobre casos prevalentes en lugar de incidentes, lo que hubiese
permitido un tamaño muestral mayor sin que el estudio perdiese valor.
Finalmente, no se explica en el artículo cómo se extrae la cifra de tratamiento según criterio "clínico".
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