SUPERAR LA POBREZA MEDIANTE EL TRABAJO DECENTE Y LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES ENTRE HOMBRES Y MUJERES: EL ENFOQUE DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO (OIT) OIT, Oficina Regional para las Américas Junio de 2004 I. PRESENTACIÓN Este documento es un resumen de los principales resultados del Programa de Fortalecimiento Institucional para la Igualdad de Género, Erradicación de la Pobreza y Generación de Empleo (GPE) que viene siendo implementado por la OIT en América Latina como parte de la Agenda y de los Programas Nacionales de Trabajo Decente.1 El objetivo general del Programa es fortalecer las capacidades institucionales de los constituyentes de la OIT (gobiernos, organizaciones de empleadores y de trabajadores) a nivel local, nacional y regional para elaborar e implementar políticas efectivas de combate a la pobreza y generación de empleo y trabajo decente que sean capaces de contribuir, al mismo tiempo, a la promoción de la igualdad de género. El marco analítico general del Programa (que se inserta en las prioridades de la OIT a nivel regional y en la Agenda global de la OIT de promoción del Trabajo Decente) considera que la pobreza está fuertemente determinada por los patrones de empleo y que las políticas de asistencia social no son suficientes para superarla. Los derechos fundamentales en el trabajo, que incluyen el acceso al empleo y a los recursos productivos en igualdad de condiciones, son parte intrínseca y fundamental de la lucha por la superación de la pobreza. La erradicación de la pobreza mediante el trabajo supone también la superación de las desigualdades y de la discriminación de género, así como el empoderamiento de las mujeres y el avance de sus derechos (OIT, 2003a y OIT 2003b). Eso es particularmente verdad en América Latina. En nuestra región, más que en cualquier otra del mundo, la pobreza está fuertemente relacionada a los patrones de desigualdad social. A su vez, las desigualdades y la discriminación de género – al lado de las desigualdades y la discriminación étnico-racial – constituyen ejes fundamentales y estructurantes de los padrones de desigualdad y exclusión social que reproducen y perpetúan la pobreza en América Latina. Eso significa que las estrategias de superación 1 El documento ha sido elaborado por Laís Abramo, Especialista Regional de la OIT en temas de género y se basa en informes anteriores de los varios proyectos que componen el Programa de Fortalecimiento Institucional para la Igualdad de Género, Erradicación de la Pobreza y Generación de Empleo, en especial lo informes elaborados por Janina Fernandez, Maria Elena Valenzuela y Nava san Miguel en marzo de 2004. de la pobreza deben necesariamente – tanto por razones de justicia y equidad social como por razones de eficiencia- incorporar una dimensión de género y raza/etnia en su proceso de diseño e implementación, así como en sus mecanismos de monitoreo y evaluación. En el contexto del Programa de Fortalecimiento Institucional para la Igualdad de Género, Erradicación de la Pobreza y Generación de Empleo (GPE), la OIT ha desarrollado desde 1999 hasta la fecha actividades de cooperación y asistencia técnica en 9 países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Perú), con el apoyo de la cooperación técnica internacional y del PNUD en el caso de Chile. En México la OIT viene implementando, desde el año 2000, el Proyecto Más y Mejores Empleos para las Mujeres que tiene como objetivo contribuir al apoyo y a la implementación de planes nacionales de acción con miras a la creación de más y mejores empleos para las mujeres. En Argentina, Costa Rica, Bolivia y Uruguay se ha implementado desde 1999 hasta le fecha, con el apoyo del BID, el Proyecto de Formación Profesional para Mujeres de bajos Ingresos (FORMUJER). II. ANTECEDENTES La implementación del Programa GPE en América Latina es parte de un esfuerzo interregional de la OIT que se inicia en 1995, con la Conferencia de Beijing. Reconociendo la estrecha interrelación entre la pobreza y las desigualdades de género, y el rol crucial del empleo para superarla, la OIT decidió preparar, como contribución a las discusiones que tuvieron lugar en esa ocasión – y, en especial a la definición de la Plataforma de Acción que se originó de la Conferencia - una “Guía para la Acción”, que tenía como objetivo sistematizar el conocimiento existente sobre las interrelaciones entre el género, la pobreza y el empleo, así como su experiencia práctica (y de otras agencias del sistema de NNUU) en la materia. Ese material inicial despertó mucho interés y a partir de ahí se decidió elaborar un Manual de Información e Formación desarrollando el contenido de la primera Guía. Este Manual es compuesto de 8 Módulos que se complementan y refuerzan mutuamente y que pueden y deben ser utilizados en forma flexible y creativa. Además de una discusión general sobre las interrelaciones entre el género, la pobreza y el empleo y sobre los determinantes de género de la situación de pobreza, el Manual presenta los temas claves de política y propuestas de cómo enfrentarlos, además de experiencias y herramientas prácticas en las siguientes áreas: cifras, estadísticas e indicadores; organización y empoderamiento de las mujeres en situación de pobreza; políticas de empleo y acceso al trabajo decente; acceso a los recursos productivos; recursos financieros para los pobres: el crédito; formación profesional y protección social. En cada uno de estos temas se discute las desventajas relativas de las mujeres que viven en situación de pobreza, su mayor desprotección y sus dificultades adicionales para tener acceso al empleo y a los activos y recursos productivos (organización, conocimiento, tierra, capital, tecnología, crédito) que posibiliten su superación. 2 La implementación del Programa GPE se inicia en 1998, y pasados 6 años ha desarrollado actividades en más de 20 países en 6 regiones del mundo (África, Asia, Países Árabes, Europa Central, América Latina y el Caribe). Una evaluación reciente de los resultados generales del Programa hasta la fecha destaca América Latina como la región que ha presentado los avances más importantes en varios sentidos (Hall, 2004): a) la capacidad de adaptar los lineamientos generales del programa a las realidades nacionales y regional y de implementarlo en forma flexible y creativa; c) los aportes al desarrollo de la base de conocimientos del programa; d) su “apropiación” por los constituyentes de la OIT en la región (gobiernos, organizaciones sindicales y empresariales); d) su capacidad de contribuir al fortalecimiento de la dimensión de género en las estrategias nacionales de reducción de la pobreza (particularmente en Paraguay y Bolivia, en las políticas de empleo a nivel nacional (particularmente en Nicaragua y Honduras) y en proyectos productivos locales (Argentina); e) su contribución al fortalecimiento de las capacidades técnicas de los gestores públicos y de organizaciones tripartitas para la promoción de la igualdad de oportunidades (como las Comisiones Tripartitas para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo de Argentina y Paraguay) para analizar las interrelaciones entre el género, la pobreza y el empleo y diseñar e implementar propuestas de política en esas áreas. III. LA ESTRATEGIA DEL PROGRAMA EN AMÉRICA LATINA La etapa inicial de implementación del Programa en América Latina se desarrolló entre 1999 y 2001. Las líneas básicas de acción en esa etapa fueron: a) presentación del Programa a los constituyentes de la OIT en una serie de países; b) a partir del gran interés manifestado por las contrapartes, el Manual (originalmente elaborado en inglés y basado principalmente en la situación de África y Asia) fue traducido al español y adaptado a la realidad latinoamericana, en un proceso participativo cuyo momento principal fue la realización de un Taller de Validación en Santiago de Chile en septiembre de 1999, del cual participaron representantes tripartitos de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay; c) presentación de la versión latinoamericana del Manual y realización de talleres iniciales de sensibilización en varios países; d) inicio del proceso de traducción al portugués y de adaptación del Manual a la realidad brasileña, en un proceso también participativo y que contó con la participación del Ministerio de Trabajo y Empleo de ese país, de organizaciones sindicales y de dos gobiernos locales; e) elaboración de un proyecto de cooperación técnica y búsqueda de recursos que posibilitaran la implementación del Programa en un conjunto de países. En 2002 se inicia la segunda etapa de implementación del Programa, con la aprobación del Proyecto Incorporación de la dimensión de género en las políticas de erradicación de la pobreza y generación de empleo en América Latina (GPE-AL), financiado por el Gobierno de los Países Bajos. Este Proyecto fue ejecutado en seis países (Argentina, Bolivia, Honduras, Nicaragua, Perú y Paraguay) entre julio de 2002 y febrero de 2004. . Su objetivo fue definido como la transversalización de la dimensión de género en las estrategias de erradicación de pobreza, particularmente en sus componentes de empleo, en los países seleccionados, a través de 5 ejes básicos de actuación: a) fortalecimiento de 3 las capacidades institucionales de los gestores públicos encargados del diseño, implementación, monitoreo y evaluación de esas políticas para cumplir esa tarea; en todos los casos los mecanismos de la mujer, al lado de los ministerios del trabajo, eran las contrapartes gubernamentales principales del Proyecto; b) desarrollo de actividades de asistencia técnica a políticas y programas seleccionados a nivel nacional y/o local; c) fortalecimiento de las capacidades técnicas de las organizaciones de empleadores y trabajadores en las áreas de empleo, pobreza y género; d) apoyo a la creación y/o el fortalecimiento de los mecanismos e instancias de diálogo social dirigidos a la promoción de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, tales como las Comisiones Tripartitas para la Promoción de la Igualdad de Oportunidades en el Empleo; e) desarrollo de la base de conocimientos del Programa, en especial en los temas de: la dimensión de género de las estrategias de erradicación de la pobreza, políticas de empleo con dimensión de género y las interrelaciones entre género, pobreza, empleo y etnia. En el período de implementación del proyecto la mayoría de los países contrapartes habían elaborado y – en algunos casos consensuado - sus Estrategias Nacionales para la Erradicación de la Pobreza, o estaban en la etapa final de este proceso, identificando o elaborando programas y/o proyectos de superación de la pobreza. En esos casos, el aporte de este proyecto se centró en el desarrollo de herramientas analíticas y metodológicas para fortalecer la capacidad propositiva de sus gestores técnicos y políticos. A partir de esa experiencia, y considerando el tiempo limitado de ejecución del Proyecto y la demanda creciente de los constituyentes de la OIT tanto para consolidar sus resultados en estos 6 países, como para ampliar su intervención para otros países de la región, fueron elaborados otros 4 proyectos de cooperación técnica con el objetivo de dar continuidad a ese trabajo. Los Proyectos actualmente en ejecución – y que nos permiten hablar de un Programa de fortalecimiento institucional desarrollado por la OIT en América Latina en esa área - son: a) el Proyecto OIT-PNUD sobre Género en las Políticas de Pobreza y Empleo en Chile (GPE-Chile), financiado por el Gobierno de Japón; b) el proyecto Políticas de erradicación de la pobreza, generación de empleo y promoción de la igualdad de género dirigidas a los trabajadores y trabajadoras de la economía informal en América Latina que se ejecuta en Brasil y Ecuador con aportes del DFID; c) las acciones que se han desarrollado en Ecuador con el apoyo del Departamento de Integración de Políticas de la OIT en Ginebra (GPE-Ecuador) y que se desarrollan en Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay con el apoyo del Gender Equality Partnership Fund (fondos del presupuesto regular de la OIT); d) el Proyecto “Promoción del Trabajo Decente para mujeres pobres y migrantes en Centroamérica: Honduras, Nicaragua y Costa Rica” (con el apoyo del gobierno de los Países Bajos), cuyo inicio está previsto para junio de 2005. IV. PRINCIPALES EJES DE ACCIÓN DEL PROGRAMA EN AMÉRICA LATINA 4 1. Desarrollo de una base de conocimientos para orientar la transversalización de la dimensión de género en las políticas públicas de combate a la pobreza y generación de empleo Se identificó una serie de vacíos en materia de información y análisis respecto de los determinantes de género de la pobreza, las brechas de equidad de género en el mercado de trabajo y los efectos de su no consideración en las políticas públicas. A fin de responder frente a estos vacíos y aportar nuevos instrumentos para el trabajo de los constituyentes, se elaboró una agenda de investigación, que incluyó el desarrollo de herramientas conceptuales y metodológicas, utilizando el enfoque de género. Esto permitió contar con diagnósticos precisos, disponer de evidencias y nuevos argumentos para enfrentar prejuicios que tienden a reproducir las desigualdades de género, evaluar el impacto de determinadas políticas de empleo y superación de la pobreza en el bienestar y autonomía de las mujeres y contar con una batería de nuevos instrumentos que serán de utilidad para el conjunto de la región. Ese proceso se ha realizado en los proyectos GPEAL, GPE-Ecuador y GPE-Chile y se seguirá realizando en los otros proyectos que están en ejecución Esta nueva base de conocimientos permitió: a) elaborar material de apoyo para las actividades de sensibilización y capacitación; b) construir argumentos con base empírica para la formulación, negociación y adopción de políticas y programas productivos y de empleo dirigidos a la superación de la pobreza con enfoque de género; c) establecer una red de investigadoras/es en materias de pobreza, empleo y género en la región en torno a los temas del Programa. En este proceso de creación de conocimiento el programa generó hasta ahora una gran cantidad de materiales que fueron utilizados como insumos para la asistencia técnica y la capacitación ya realizada, así como libros y Manuales que recogen los aportes de 56 investigadoras e investigadores que trabajaron en el desarrollo de conocimientos considerados necesarios para la toma de decisiones por parte de los interlocutores sociales. Publicaciones del Programa:2 a) Libros • Mujeres, pobreza y mercado de trabajo. Argentina y Paraguay, 2003 (Editora: María Elena Valenzuela); • Inequidades, pobreza y mercado de trabajo. Bolivia y Perú, 2003 (Editora: Silvia Berger); • Género y mercado de trabajo: Honduras y Nicaragua, 2003 (Editora: Janina Fernández-Pacheco); 2 En el Anexo I se presenta el índice completo de los libros y manuales publicados o que están en imprenta. 5 • • • • • • Trabajo decente y equidad de género en América Latina, 2004 (Editora: Laís Abramo) (en imprenta); Negociación colectiva y equidad de género en América Latina, 2004 (Editoras: Laís Abramo) (en imprenta); Políticas de empleo para superar la pobreza: Argentina, 2004 (Editora: María Elena Valenzuela) (en imprenta); Políticas de empleo para superar la pobreza: Paraguay, 2004 (Editora: María Elena Valenzuela) (en imprenta); Políticas de empleo y combate a la pobreza con enfoque de género, 2004 (en imprenta);. Género, pobreza, empleo y etnia en Ecuador, 1990-2000, 2004 (Editora: Nava San Miguel) (en imprenta). b. Manuales: • • • Versión brasileña del Manual de Formación e Información sobre la Igualdad de Género y Raza, Erradicación de la Pobreza y Generación de Empleo, 2004 (en imprenta); Manuales de capacitación para el fortalecimiento de microempresas turísticas desde un enfoque de género y diversidad étnica (Miriam Ernst y Tatiana Unda); Manuales Profece: Cultura emprendedora, género y ciudadanía. Guia metodológica para la facilitación. (Mariela Rodriguez y Carmen Takayama). 2. Fortalecimiento institucional a través de la capacitación y sensibilización En el marco del Proyecto GPE-AL fueron realizados 83 talleres de sensibilización y capacitación, a los que asistieron 3.053 personas, de las cuales un 72% fueron mujeres y un 28% hombres.3 Estos talleres incluyeron actividades con representantes de gobierno (Ministerios de Trabajo, de la Mujer, Planificación, Educación, Desarrollo Social, Economía, Agricultura), los sindicatos, los empresarios y organizaciones de cooperación externa, así como de la sociedad civil. Un 25% de estos talleres tuvo un enfoque de diálogo social tripartito o bipartito. Actividades similares se han desarrollado –y se seguirán desarrollando- en Chile, Ecuador y Brasil. Destacase en el caso de Brasil la participación – además de los Ministerios mencionados en el párrafo anterior - de la recién creada Secretaria Especial de Políticas para la Promoción de la Igualdad Racial (SEPPIR) que ha tenido un papel de destaque –al lado de la Secretaria Especial de Políticas para la Mujer- en la 3 Veáse información más detallada sobre los talleres en el Anexo II. 6 implementación del Proyecto GRPE (Género, Raza, Pobreza y Empleo)4 en ese país, así como de los ministerios de Salud, Educación y Seguridad Social y las Secretarias Especiales de Derechos Humanos y del Consejo de Desarrollo Económico y Social. En Ecuador se destaca también la participación del Ministerio del Turismo.5 Los materiales de capacitación se basaron en los Manual de Formación e Información del Programa GPE, los cuales fueron complementados con información específica y relevante para cada país, a fin de generar un proceso de apropiación de sus contenidos por las contrapartes del Proyecto, y facilitar tanto el proceso de aprendizaje como las líneas de acción que de ahí surgirían. En la versión en portugués del Manual se introduce un nuevo Módulo sobre el tema racial y se hace un intento de transversalizar el tema en el conjunto del material de formación. En Argentina y Paraguay, los talleres de sensibilización/capacitación se orientaron principalmente al fortalecimiento de la capacidad técnica de mujeres integrantes de las Comisiones Tripartitas para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo, que han vistas así fortalecidas sus capacidades de funcionar como promotoras de género en sus respectivas organizaciones, así como en las instancias intersectoriales. En Honduras y Nicaragua, los eventos sirvieron al objetivo de sensibilizar a los dirigentes y cuadros técnicos sobre la necesidad de impulsar – dentro del marco de las estrategias nacionales de superación de la pobreza - una política de empleo que promueva el trabajo decente y transversalice la dimensión de género. Asimismo, funcionaron como plataformas para la promoción de la cooperación interinstitucional alrededor de objetivos comunes. En Bolivia y Perú los talleres respondieron más a solicitudes sectoriales interlocutores sociales y de programas de empleo vigentes. de los En el marco de los talleres, en todos los países, se armaron planes sectoriales y/o intersectoriales de trabajo. Los/as representantes de los distintos interlocutores sociales elaboraron propuestas para transversalizar género en las políticas de empleo y en las estrategias de reducción de la pobreza. 4 En Brasil el proyecto GPE se amplia para incluir la cuestión racial, debido a la severidad y magnitud de las desigualdades y discriminaciones de carácter racial en ese país. 5 Aun no se ha sistematizado los datos sobre el número y la composición por sexo de los participantes en esas actividades de sensibilización y capacitación realizadas hasta ahora en Brasil, Chile y Ecuador. 7 3. Asistencia técnica para la transversalización de género en las políticas Los enfoques y mecanismos específicos de asistencia técnica se programaron en función de la realidad y necesidades específicas de cada país. Se pueden distinguir tres grandes enfoques, que orientaron la acción en esta materia. 3.1. Estrategias de reducción de la pobreza En Paraguay, Bolivia Ecuador, la asistencia técnica se centró en la contribución a la incorporación de la perspectiva de género en los documentos nacionales para la superación de la pobreza. En Paraguay el proyecto se insertó en el marco de la cooperación interagencial coordinada por el PNUD, que ya contaba con la participación de la OIT, y entregó a la Secretaría de Acción Social (responsable de la Estrategia de Reducción de la Pobreza) y al grupo de trabajo sobre género, coordinado por la Secretaría de la Mujer, elementos técnicos para transversalizar la dimensión de género. En Bolivia se brindó apoyo técnico a la Unidad de Análisis de Políticas Económicas, dependiente de la Presidencia de la República, para avanzar en la transversalizacion de género en la Estrategia de Reducción de la Pobreza y asimismo fortaleció las capacidades del Ministerio de la Mujer para transversalizar género en las políticas públicas relacionadas con el mercado de trabajo. En Chile, el trabajo se concentró en el apoyo a los componentes de empleo del Programa Chile Solidario. En Ecuador a partir de un diagnóstico sobre las brechas de equidad de género en el mercado de trabajo (con especial atención a las mujeres indígenas) se concluyó la primera versión de una “Propuesta para la integración de la dimensión de género en la estrategia de erradicación de la pobreza y en la Agenda de Desarrollo Humano de Ecuador”. Ambos documentos fueron validados en talleres tripartitos realizados en tres localidades del país (Quito, Cuenca y Guayaquil) y servirán de base para la continuidad de las actividades en ese país. 3.2.Políticas de empleo En Honduras y Nicaragua se brindó asistencia técnica a la formulación de una política de empleo con perspectiva de género. En ambos países, esas actividades estuvieron vinculadas estrechamente con el plan de trabajo regular de la OIT de apoyo técnico para la formulación de una política de empleo en el marco de las estrategias nacionales para la erradicación de la pobreza. De esta manera, se vincularon las actividades del proyecto a los mandatos institucionales de los Ministerios del Trabajo, logrando una articulación con el trabajo del Consejo Económico y Social de Honduras, por un lado, y del Comité Consultivo Técnico de Nicaragua, por otro lado, responsables por la formulación de políticas nacionales de empleo en estos países. 8 3.3. Políticas locales En Argentina y Perú la entrega de asistencia técnica se centró en el nivel local de implementación de las políticas de generación de empleo e ingresos. En Argentina se optó por trabajar en una de las provincias más pobres del país (El Chaco) y se identificaron los ejes de intervención en el marco de la política de desarrollo local, generando un modelo de intervención replicable en otras comunidades pobres. En Perú, el proyecto decidió apoyar técnicamente al Programa Femenino de Consolidación del Empleo (PROFECE) implementado en Lima desde el año 1996 por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, con el objetivo de articular la oferta laboral de mujeres de sectores populares urbanos con la demanda de empresas de diversa dimensión, principal aunque no exclusivamente de exportación. En Brasil se han definido 4 localidades principales para la implementación del Programa. Uno de los ejes centrales de las actividades de asistencia técnica a nivel local es la incorporación o fortalecimiento de los indicadores de género y raza en los programas sociales de combate a la pobreza y generación de empleo6. 4. Fortalecimiento de las capacidades técnicas de las organizaciones sindicales, empresariales y de las instancias de diálogo social en torno al tema. En todos los países se han desarrollado actividades de capacitación y sensibilización dirigidas a los sindicatos y a los empleadores y a las instancias de dialogo social. Se han generado espacios de diálogo tripartito, convocados a partir de las actividades del programa. V. PRINCIPALES RESULTADOS Los principales resultados de las acciones realizadas hasta ahora en el marco del Programa son los siguientes: 1. Sensibilización a actores clave Uno de los mayores logros del Programa GPE consiste en haber sensibilizado a los constituyentes de la OIT en los países en que ha sido implementado de la necesidad de orientar las políticas de empleo y las estrategias de superación de la pobreza hacia las necesidades integrales de las personas, tomando en cuenta la especificidad de las desventajas de género que enfrentan las mujeres. Ello aporta una mirada cualitativamente enriquecedora a políticas y programas que están estrechamente vinculadas con las 6 El eje de las actividades de asistencia técnica a nivel nacional aun no ha sido definido y se está discutiendo con las principales contrapartes del Proyecto en ese país. 9 estrategias de desarrollo económico y productivo donde a menudo se pierde esta perspectiva de desarrollo humano y de promoción de la igualdad de oportunidades. El proyecto contribuyó también por un lado, a reforzar la necesidad de re-enfocar las políticas y estrategias de combate a la pobreza hacia la promoción de un trabajo decente que permita a las personas vivir en condiciones dignas; por otro, a entregar tanto subsidios analíticos como sugerencias de política en ese sentido. Demostró además que ello requiere tomar en cuenta las actividades laborales re-productivas –realizadas principalmente por las mujeres– y abordar mecanismos de exclusión y discriminación – de género, y también de raza, edad, pertenencia étnica, etc. – que inciden en la calidad de la inserción laboral y productiva de la población y, por ende, en sus posibilidades de superar la indigencia y la pobreza. El Programa viene identificando los grandes vacíos y necesidades existentes en los países en cuanto a: a) la sensibilización de los actores relevantes sobre la vinculación entre pobreza, empleo y género; en Brasil y Ecuador a esa ecuación se empieza a incluir un cuarto término que es el de la cuestión étnico-racial; b) la capacitación de los funcionarios públicos y cuadros sindicales en temas relacionados con pobreza, empleo y género (y raza y etnia en Brasil y Ecuador); c) la elaboración y el uso de análisis de género basados en indicadores y estadísticas existentes (sin dejar de señalar la necesidad de generar nuevos indicadores); d) la elaboración y el uso de evaluaciones independientes “de impacto” – tanto cuantitativos como cualitativos - de los programas y proyectos de generación de ingresos y empleos existentes en la región, con perspectiva de género7; e) la coordinación intersectorial e interinstitucional, tanto en los niveles nacionales como locales, así como entre los niveles local-provincial/departamental-nacional y f) el debate crítico en torno a la relación de políticas macro-económicas, políticas de empleo y políticas de equidad social e igualdad de género. De esta manera, el Programa viene 7 En Brasil uno de los ejes claves del proyecto es la incorporación de la dimensión racial a esos análisis, lo que supone la introducción o la mejoría del “quesito color” (o sea, de la desagregación por color de la piel tanto de las estadísticas generales como de los indicadores de los programas sociales. Se debe señalar que en Brasil las encuestas de hogar existentes (como la PNAD – Pesquisa Nacional por Amostra Domiciliar y la PED – Pesquisa de Emprego e Desemprego) vienen siendo sistemáticamente desagregadas, además de por sexo, también por el color de la piel. Por un mecanismos de auto clasificación las personas entrevistadas deben declararse “blancas”, “pretas”, “pardas” o “amarillas”. La categoría “amarilla” se refiere a los descendientes de orientales y a los indígenas que viven en reservas. La suma de las categorías “preta” e “parda” compone la categoría “negros”, que es ampliamente aceptada tanto por los estadísticos, como por los académicos, gestores de políticas públicas e organizaciones del movimiento negro como una aproximación muy importante para la definición de la situación de los afrodescendientes en Brasil y para la discusión en general de la cuestión racial. Desafortunadamente son pocos los países latinoamericanos que cuentan con la posibilidad de identificar la situación de las poblaciones afrodescendientes e indígenas en sus encuestas de hogar. La ventaja de las encuestas de hogar sobre los censos es su mayor periodicidad y mayor posibilidad de establecer los cruces con los indicadores clave de calidad de vida y en especial del mercado de trabajo. En ese sentido una sugerencia importante de política a los gobiernos de la región es la de repensar sus sistemas estadísticos – en especial las encuestas de hogar – en el sentido de las posibilidades de establecer esa tipo de desagregación y cruces considerando que, en al mayoría de nuestros países, las desigualdades étnico-raciales son ejes estructurantes de los patrones de desigualdad y exclusión social que reproducen y perpetúan la pobreza. 10 demostrando claramente la pertinencia de que la promoción de políticas de empleo y trabajo decente en el marco de las estrategias de reducción de la pobreza, sea un objetivo central de las políticas públicas en los países de América Latina, así como de un programa o intervención programática de la OIT mucho más amplio a nivel regional, aglutinando e incluyendo proyectos y actividades en distintos países. 2. Transversalización de género en Estrategias de Reducción de la pobreza El Programa promovió la incorporación del trabajo decente desde una perspectiva de género en los Documentos Estratégicos de Reducción de la Pobreza en los países en que su implementación se encuentra más avanzada. Se puede percibir claramente que hubo avances nominales y conceptuales en esta dirección. Por ejemplo, el aporte del proyecto GPE-AL en Paraguay ha sido importante para colocar de una manera más visible y más destacada la perspectiva de género en la última versión de la Estrategia Nacional de Reducción y Eliminación de la Pobreza y de las Desigualdades (ENREPD). En Bolivia, la sinergia creada entre el Proyecto y la UDAPE resultó en que se incorporaron una parte importante de las recomendaciones hechas en la versión actual de la Estrategia Boliviana de Reducción de la Pobreza (EBRP). Los Proyectos GPE-AL y GP-Ecuador sentaron las bases institucionales y técnicas en los 7 países en que han sido implementados para entrar en un proceso más intensivo de capacitación y asistencia técnica orientado a promover políticas de empleo con perspectiva de género como parte de las estrategias de superación de la pobreza. En Honduras y Nicaragua los dirigentes máximos de las instituciones gubernamentales a cargo de la estrategia de reducción de la pobreza se comprometieron con los objetivos del proyecto y se establecieron relaciones de cooperación con este propósito. Las acciones desarrolladas en el marco de los otros proyectos que componen el programa permiten dar la continuidad a ese proceso en la mayoría de esos 7 países e intensificarlos en algunos otros. 3. Desarrollo de una base de conocimientos En todos los países y a nivel regional se produjeron una importante cantidad de diagnósticos, estudios e investigaciones, que han generado una nueva base de conocimientos y han permitido dar valor agregado y sostenible a los esfuerzos realizados por todos los participantes en el proyecto. Adicionalmente, se generó una red de investigadoras al interior de los países y en la región. 4. Fortalecimiento de la cooperación intersectorial El proyecto ha fortalecido en todos los países la cooperación interinstitucional e intersectorial a nivel nacional. En el plano local, a través del proyecto MUPRO en 11 Argentina y a través de talleres de capacitación desarrollados en Honduras, Bolivia y Brasil el programa viene promoviendo también una mayor coordinación entre instituciones de diversos tipos de nivel municipal y provincial o departamental. En Argentina y Paraguay se fortaleció – sobre todo – la cooperación intersectorial entre promotoras de la equidad de género insertas en distintos ámbitos de la institucionalidad pública. En América Central, el proyecto GP-AL promovió el protagonismo institucional de los Ministerios del Trabajo y el fortalecimiento de la cooperación inter-institucional al más alto nivel. Logró posicionar al Ministerio del Trabajo de Honduras como una institución con capacidad técnica y convocatoria en cuanto al abordaje de políticas de empleo con perspectiva de género en el marco de la estrategia de reducción de la pobreza. De ello es testigo el taller de funcionarios públicos que logró reunir a varios ministros y directores y que sirvió como espacio de intercambio y coordinación entre instituciones de gobierno. En Bolivia este compromiso institucional por parte de los altos mandos fue obtenido básicamente por parte de autoridades públicas como son: la Dirección de UDAPE, el Director del Instituto Nacional de Investigaciones Sociales (Ministerio del Trabajo) y el Vice-Ministro del Trabajo. En todos los países en que ha sido o se viene implementando, los mecanismos de la mujer han sido una contraparte fundamental en todas las acciones. Uno de los objetivos explícitos del Programa es fortalecer las capacidades técnicas e institucionales de esos mecanismos para trasnversalizar la dimensión de género en las políticas de empleo y reducción de la pobreza. En Brasil, además, se ha trabajado en una estrecha vinculación con la recientemente creada Secretaria de Políticas de Promoción de la Igualdad Racial (SEPPIR). 5. Diálogo Social En todos los países se generaron espacios de diálogo tripartito, convocados a partir de las actividades del Programa. En algunos de ellos se reforzaron las instancias tripartitas ya existentes y en otros se sentaron las bases para la posible creación de instancias más permanentes. En Paraguay y Argentina, donde ya existía este tipo de mecanismos, el proyecto GPE fue de vital importancia para una renovada acción y proyección de las Comisiones Nacionales Tripartitas para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (CTIO). El Proyecto GPE-AL ha contribuido significativamente a fortalecer las CTIOs de Argentina y Paraguay como interlocutoras de las autoridades y personal técnico responsable por la elaboración de las políticas de erradicación de la pobreza y generación de empleo. En Nicaragua y Honduras se establecieron instancias de diálogo tripartito a partir de la intervención del Proyecto y en Bolivia y Perú se desarrollaron actividades de asistencia técnica – por solicitud de los constituyentes – con el objetivo de dar a conocer la experiencia de las CTIOs del Cono Sur y promover la creación de mecanismos similares. 12 En Ecuador se desarrolló entre junio de 2003 y diciembre de 2004 un “Programa de Información Continua” para los/as integrantes de la “Mesa Nacional de Empleo y Género” a partir de los contenidos del Manual de Capacitación del Programa GPE. Eso ha permitido consolidar una base de sensibilización y fortalecer las capacidades de las personas responsables de cada organización que componen la mesa para incorporar aspectos de género en programas y proyectos de empleo, combate a la pobreza y fomento productivo a al microempresa. Ese tipo de actividad deberá ser continuada e ampliada en 2004-2005. En Brasil se viene apoyando la constitución de una Comisión Tripartita para la Promoción de la Igualdad de Oportunidades en el Empleo, una iniciativa del Ministerio del Trabajo y Empleo y que deberá contar también con la participación y el apoyo activos de la Secretaria Especial de Políticas para la Mujer (SPM) y de la Secretaria Especial de Políticas de Promoción de la Igualdad Racial (SEPPIR). 6. Movilización de recursos Se ha logrado una importante movilización de recursos de cooperación técnica de diversos donantes para la implementación de los diversos proyectos que componen el Programa. También se ha establecido sinergias importantes con otras agencias de NNUU, en particular con el PNUD, CEPAL y UNIFEM. Sin embargo, el corto tiempo de duración de los proyectos ha sido insuficiente para dar cuenta de la intensidad de las demandas de los constituyentes en los diversos países y la necesidad de profundizar y consolidar los resultados hasta ahora alcanzados. Eso significa que es necesario seguir desarrollando un gran esfuerzo de movilización de recursos y definición de estrategias de colaboración entre las agencias del sistema para dar continuidad al Programa. 7. Transversalización de género en el trabajo de la OIT en América latina Las actividades hasta ahora desarrolladas contribuyeron a generar sinergias con el resto de los especialistas de las Oficinas de la OIT en la Región, que contaron con apoyos para incorporar la dimensión de género y el objetivo de promover la igualdad de oportunidades en sus propias actividades. Algunos de ellos participaron como docentes en las actividades de capacitación, contribuyendo para su éxito y como supervisores – en conjunto con las especialistas de género – de los estudios y diagnósticos realizados, contribuyendo así para la garantía de su calidad. El Programa GPE se ubica en el marco de una estrategia integrada de la OIT en la región latinoamericana. Por un lado, existe una fuerte demanda de sus constituyentes para consolidar y dar continuidad al trabajo hasta ahora realizado. Por otro lado, existe en las Oficinas de la OIT en América Latina, una disposición favorable para continuar 13 trabajando en esa línea. A pesar de las limitaciones presupuestarias y de tiempo con las cuales los diversos proyectos se han implementado o vienen implementando, como se ha señalado en el ítem anterior, se ha logrado a partir de esa experiencia movilizar otros recursos de cooperación técnica que han posibilitado ir estructurando un Programa coherente e integrado sobre género, pobreza y empleo – al cual ahora, a partir de las experiencias de Brasil y Ecuador se pretende agregar también la dimensión étnico-racialen la región. La necesidad de seguir desarrollando y de consolidar ese programa sigue teniendo plena vigencia en el actual contexto, donde la mayoría de los países en la región están en fase de elaboración, negociación o puesta en práctica de sus estrategias y/o programas nacionales de superación de pobreza y donde la generación de empleo y trabajo decente sigue siendo un tema altamente prioritario e urgente. Es recomendable que las actividades hasta ahora realizadas consigan una continuación para consolidar lo hecho. Los proyectos de seguimiento a deben, a partir de ahora, reforzar los componentes de elaboración e incidencia en políticas públicas relacionados con la promoción del trabajo decente en el marco de las estrategias de superación de la pobreza. Estos componentes deben incluir la difusión y socialización de los nuevos conocimientos generados sobre temas de especial interés para los/as trabajadores pobres y proponer y discutir intersectorialmente propuestas de políticas y/o programas públicos tendientes a mejorar las condiciones de trabajo y de vida de estos trabajadores/as, tomando en cuenta las condiciones y relaciones de género. Es necesario señalar, a su vez, que, en los países de América Latina existen serios problemas de representatividad de: a) los sectores más pobres y excluidos; b) los sectores geográficamente más aislados de las grandes capitales y –de manera generalizada - c) de las mujeres trabajadoras y emprendedoras, en especial las indígenas y afrodescendientes. Por lo mismo, es un objetivo central del Programa el apoyo consistente el fortalecimiento institucional de las mujeres al interior de sus organizaciones laborales y empresariales. VI. ALGUNAS LECCIONES APRENDIDAS 1. Promoción de sinergias y coordinación interinstitucional e intersectorial Una estrategia que ha demostrado su gran relevancia en el proceso de generar políticas y programas de superación de la pobreza que promuevan el trabajo decente para mujeres y hombres, es la de fortalecer las sinergias y la coordinación interinstitucional e intersectorial. La validez de esta estrategia se da en distintos niveles y por distintas razones. Primero que nada, es preciso promover el intercambio y la coordinación entre los distintos ministerios sectoriales vinculados con la elaboración y negociación de políticas y programas de superación de la pobreza: ministerios de trabajo (políticas/programas de empleo); acción social (políticas/programas de pobreza); agricultura (políticas/programas 14 productivos sector rural) y de la mujer y promoción de la igualdad racial (políticas/programas de igualdad). Segundo, es necesario promover el intercambio y la coordinación tripartita, dado que la responsabilidad de promover políticas sostenibles y eficientes de empleo debe ser compartida por el estado en su conjunto: gobierno, trabajadores/as y empresarios/as. Tercero, hay cada vez más claridad en cuanto a la necesidad de una mayor coordinación entre los gobiernos centrales, provinciales/departamentales y locales debido a la creciente tendencia a descentralizar la ejecución de las políticas y programas. Apoyar este tipo de coordinación constituye un desafío importante, al menos en América Latina donde los países tienen una estructura altamente “centralizada”. 2. Gestión participativa de acuerdo a las necesidades y aprovechando las capacidades de los interlocutores sociales Una gestión participativa, de acuerdo a las necesidades de las contrapartes y aprovechando sus capacidades, aumenta la sostenibilidad de los resultados, dado que de esta manera se genera un compromiso con los objetivos del proyecto más allá del proyecto mismo. Adicionalmente, la mejor forma de garantizar la asistencia de los actores clave en las actividades impulsadas por el proyecto, es asegurar que estas respondan a necesidades reales. Una gestión participativa se logra a través de las siguientes estrategias de gestión (entre otras): • elaboración de los planes de trabajo a nivel nacional a partir de consultas previas con los interlocutores sociales en cuanto a preocupaciones principales y propuestas de líneas de acción; • identificación por parte de los constituyentes de las necesidades de generación de conocimientos y análisis de datos y de posibles consultores/investigadores; • identificación por parte de los constituyentes de las necesidades en cuanto a temas específicos de capacitación, aunque siempre enmarcados en el objetivo de desarrollo del proyecto; • participación activa de los constituyentes en la organización técnica y logística de las actividades: identificación de facilitadores y expositores nacionales; participación de cuadros políticos en la inauguración de eventos; participación de cuadros técnicos como expositores/capacitadores 3. Promoción del “anclaje institucional” del proyecto al más alto nivel Las experiencias del Programa demuestran que existen hoy en día las condiciones necesarias mínimas para que los proyectos “Género, Pobreza y Empleo” y “Género, Raza, Pobreza y Empleo” transciendan la consigna y la “condena” de ser “proyectos de mujeres para mujeres”. No obstante, ello exige un esfuerzo continuo para posicionar y anclar el proyecto al más alto nivel institucional, comprometiendo, además de los 15 mecanismos para el adelanto de la mujer, a los/as ministros/as de trabajo (y otros ministros sectoriales), secretarios generales sindicales y presidentes de organizaciones empresariales. Limitar las acciones y beneficios de los proyectos a las mujeres “promotoras de género”, conlleva el riesgo de que las personas con el poder de toma de decisión y altos mandos no se sienten apelados ni comprometidos con sus objetivos. 4. Programa GPE como parte de la Agenda del Trabajo Decente de la OIT en los países contrapartes El Programa GPE ha contribuido para impulsar la Agenda del Trabajo Decente de la OIT en la región, en especial el objetivo de integrar/fortalecer los objetivos de generación de empleo decente a las estrategias y políticas nacionales de combate a la pobreza. 5. Promoción de un discurso técnico-analítico, dirigido a mujeres y hombres, que visibilice las relaciones y brechas de género El proyecto ha demostrado la importancia de insistir en el hecho de que la consigna de “género” no es igual a “mujer”, sino que la perspectiva de género pone en relación comparativa la situación de hombres y mujeres con miras a avanzar hacia una mayor equidad. Ha demostrado también la importancia de los análisis de género sobre la pobreza y el empleo no solo para entender la situación específica de las mujeres, sino también la dinámica general de los mercados de trabajo y de los procesos de pobreza, exclusión y desigualdad social existentes en los países de la región. Dado que la superación de la pobreza, el acceso al trabajo decente y la generación de mayor equidad social y de género son objetivos de interés para la sociedad en su conjunto, es estratégicamente importante generar un mayor compromiso y participación por parte de los dirigentes gubernamentales, de organizaciones de trabajadores y empleadores – en su mayoría hombres – con los objetivos y actividades del proyecto. 16 BIBLIOGRAFIA Hall, Eve, 2004. Gender, Poverty and Employment: Final Evaluation and Terminal Report. OIT, Ginebra. OIT, 2003a. Superar la pobreza mediante el trabajo. Memoria presentada por el Director General de la OIT a la Conferencia Internacional del Trabajo, junio. OIT, 2003b. La hora de la igualdad en el trabajo. Informe Global de Seguimiento a la Declaración de Derechos y Principios Fundamentales en el Trabajo, presentado a la Conferencia Internacional del Trabajo. 17 ANEXO 1 PUBLICACIONES A. LIBROS 1. Trabajo decente y déficit de equidad de género en América Latina, 2004 (en imprenta) (Editora: Laís Abramo) Capítulo I: Trabajo decente y equidad de género en América Latina: evolución de las tendencias generales de la inserción laboral de hombres y mujeres en los 90 (Laís Abramo/María Elena Valenzuela) Capítulo II: La igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres como un derecho fundamental en el trabajo (Manuela Tomei) Capítulo III: Género, pobreza y empleo en América Latina (María Elena Valenzuela) Capítulo IV: Género en la agenda de la integración regional (Verónica Oxman) Capítulo V: Costos laborales de hombres y mujeres (Laís Abramo/Rosalba Todaro) Capítulo VI: Brecha de ingresos entre hombres y mujeres en América Latina (Telma Gálvez) Capítulo VII: La experiencia de las Comisiones Tripartitas para la Igualdad de oportunidades en el empleo en el Cono Sur (Silvia Galilea) Capítulo VIII: Mujeres y relaciones de género en la maquila centroamericana (Janina Fernández) Capítulo IX: Formación profesional y género en América Latina (Sara Silveira) Capítulo X: Cadenas productivas, trabajo a domicilio y acción sindical en América Latina (Giovanna Rossignotti) Capítulo XI: Pensiones, género y (des) protección social: ¿Una agenda pendiente? (Fabio Bertranou) Capítulo XII: Género y sindicalismo en América Latina (Eduardo Rodríguez) 18 2. Negociación colectiva y equidad de género en América Latina, 2004 (en imprenta) (Editora Laís Abramo) Capítulo I: Negociación colectiva e igualdad. Dos derechos fundamentales en el trabajo interrelacionados (Mariluz Vega) Capítulo II: Negociación colectiva e igualdad de género en América Latina: un análisis comparativo (Laís Abramo/Marta Rangel) Capítulo III: Negociación colectiva y equidad de género en la Argentina 19912000 (Marta Novik) Capítulo IV: Negociación colectiva y Gebrim) equidad de género no Brasil (Vera Capítulo V: Negociación colectiva e igualdad de género en Chile (Marta Rangel) Capítulo VI: Negociación colectiva en Paraguay: análisis de cláusulas relativas al trabajo femenino y a las relaciones de género (Marta Rangel) Capítulo VII: Negociación colectiva y equidad de género en Uruyguay (Marta Márquez) Capítulo VIII: Género y negociación colectiva en Venezuela (Consuelo Iranzo) 3. Género y mercado de trabajo. Honduras y Nicaragua, 2003 (EditoraÇ Janina Fernández-Pacheco) Capítulo I: Introducción: Notas sobre la incorporación de la dimensión de género a las políticas de empleo y erradicación de la pobreza en América Latina (Laís Abramo). Capítulo II: Género, pobreza y mercado de trabajo para las mujeres en Honduras (Janina Fernández-Pacheco) Capítulo III: Estudio sobre la situación de las mujeres y los hombres en el mercado de trabajo en Nicaragua (Janina Fernández-Pacheco) Capítulo IV: Desigualdad de género y pobreza en América Latina (María Elena Valenzuela) Capítulo V: Derechos laborales y equidad de género en América Central (Janina Fernández-Pacheco) 4. Mujeres, pobreza y mercado de trabajo: Argentina y Paraguay, 2003 (Editora: María Elena Valenzuela) Capítulo I: Desigualdad de género y pobreza en América Latina (María Elena Valenzuela) Capítulo II: Mercado de trabajo y género. El caso argentino (Rosalía Cortés) Capítulo III: Situación laboral de la mujer en Paraguay (Lylian Mires) 19 5. Inequidades, pobreza y mercado de trabajo: Bolivia y Perú, 2003 (Editora: Silvia Berger) Capítulo I: Las estrategias de reducción de la pobreza en América Latina (Silvia Berger) Capítulo II: Incorporación de la perspectiva de género en la estrategia boliviana de reducción de la pobreza (Ivonne Farah) Capítulo III: Trabajo y género en Bolivia: 1992 -2001 (Silvia Escobar de Pabón) Capítulo IV: Género, empleo y pobreza en Perú: El mercado laboral urbano 19902002 (Eliana Chávez O’Brien) 6. Políticas de empleo para superar la pobreza. Argentina, 2004 (en imprenta) (Editora: María Elena Valenzuela) Capítulo I: Políticas públicas para la promoción de la igualdad de género en el trabajo y el combate de la pobreza (María Elena Valenzuela) Capítulo II: Beneficios y beneficiarios: análisis del programa jefes y jefas de hogar desocupados de Argentina (Laura C. Pautassi) Capítulo III: Experiencias de economía solidaria frente a la crisis argentina: estudio desde una dimensión de género (Graciela Di Marco y Javier Moro) Capítulo IV: Crónica de una transformación: de beneficiarias a trabajadoras remuneradas. El caso de la cooperativa Sojalín del Chaco (Haydeé Birgin y Laura C. Pautassi) 7. Políticas de empleo para superar la pobreza. Paraguay, 2004 (en imprenta) (Editora: María Elena Valenzuela) Capítulo I: Políticas públicas para la promoción de la igualdad de género en el trabajo y el combate de la pobreza (María Elena Valenzuela) Capítulo II: Aportes desde la perspectiva de género a la estrategia de reducción de la pobreza y la desigualdad en el Paraguay (Line Bareiro) Capítulo III: Dimensión de la pobreza y relaciones de género en el sector rural (María Victoria Heikel) Capítulo IV: La situación de las trabajadoras domésticas en el Paraguay y el trabajo doméstico remunerado (Lilian Soto) 20 8. Políticas de empleo y combate a la pobreza con enfoque de género, 2004 (en imprenta) Capítulo I: Desafíos para la incorporación de la dimensión de género en las políticas de empleo (Laís Abramo) Capítulo II: Políticas de empleo y equidad de género en la Unión Europea (Lylian Mires) Capítulo III: Nuevos enfoques conceptuales y metodológicos para el estudio de la pobreza (Sylvia Venegas y María Elena Valenzuela) Capítulo IV: Incorporación del enfoque de género en el documento de estrategia de superación de la pobreza y oportunidades económicas para los pobres (Patricia Ruiz Bravo) Capítulo V: El mercado y la casa: las mujeres emprendedoras del PROFECE (Maruja Barrig) Capítulo VI: Análisis del programa nacional de apoyo a mujeres jefas de hogar de escasos recursos de Chile (Amalia Mauro) Capítulo VII: El Plan Nacional de Formación Profesional (PLANFOR) en Brasil: un análisis desde la perspectiva de género (Marcia Leite) Capítulo VIII: Evaluación de los programas de empleo en Bolivia desde una perspectiva de género (Roberto Rivero) Capítulo IX: Categorías de diferencia, trayectorias de desigualdad: superar la pobreza femenina diversa en América Latina (Janine Andersen) Capítulo X: Género, etnicidad, pobreza y mercado de trabajo en Bolivia, Ecuador, Guatemala y Perú (Marta Rangel) Capítulo XI: Las desigualdades étnicas y de género en el mercado de trabajo de Guatemala (Pablo Sauma) Capítulo XII: Identidades étnicas, culturales y de género y sus condicionantes en las actitudes emprendedoras (Victoria Bedoya) 9. Género, pobreza, empleo y etnia en Ecuador, 1990-2000, 2004 (en imprenta) (Editora: Nava San Miguel) Capítulo I. Diagnóstico Género, pobreza, empleo y etnia en el Ecuador, 19902000 (Desirée Castro Ruiz) Capítulo II: Género y políticas de combate a la pobreza: La agenda de desarrollo humano en Ecuador (Maria Arboleda y Cecilia Viteri) Capítulo III: Políticas y programas del Ministerio de turismo en Ecuador para el desarrollo turístico para la diversidad etnico/cultural, la protección del medio ambiente y la promoción de iniciativas productivas para la mujeres. (Jeanette Sánchez Z). 21 Capítulo IV: Estudio y análisis de la situación actual y del marco regulatorio de los sectores microempresarial y artesanal en Ecuador. (Margarita Vallejo y Ramiro Arellano) B. MANUALES Y DOCUMENTOS 1. Manual de Formação e Informação sobre Igualdade de Gênero e Raça, Erradicação da Pobreza e Geração de Emprego, 2004 (en imprenta). 2. Manuales de capacitación para el fortalecimiento de microempresas turísticas desde un enfoque de género y diversidad étnica (Miriam Ernst y Tatiana Unda) 3. Manuales Profece: Cultura emprendedora, género y ciudadanía. metodológica para la facilitación (Mariela Rodriguez y Carmen Takayama) Guia 22