338 FERNANDO ARIAS GARCÍA elementos en forma separada al establecimiento mismo, siempre y cuando el propietario del establecimiento sea el creador de la invención. Frente a las invenciones y creaciones realizadas por trabajadores subordinados, habrá de diferenciarse: En materia de propiedad industrial, el artículo 539 del C. de Co. establece que, salvo estipulación en contrario, la invención realizada por el trabajador pertenece al patrono, aun en el evento en que éste no haya sido contratado para investigar e inventar, sino que creó la invención mediante datos conocidos en razón a su cargo. Igualmente el artículo 23 de la Decisión 486 del 2000 de la C.A.C. (Comisión del Acuerdo de Cartgena), contempla una compensación –obligatoria en el C. de Co. y facultativa en la Decisión 486 del 2000– a favor del trabajador. En materia de derecho de autor, el artículo 20 de la ley 23 de 1982 establece que: “Cuando uno o varios autores, mediante contrato de servicios, elaboren una obra según plan señalado por persona natural o jurídica y por cuenta y riesgo de ésta, sólo percibirán, en la ejecución de ese plan, los honorarios pactados en el respectivo contrato. Por este solo acto, se entiende que el autor o autores transfieren los derechos sobre la obra, pero conservarán las prerrogativas consagradas en el artículo 30 de la presente ley, en sus literales a) y b)”. El artículo 30 de la ley 23 de 1982 consagra los derechos morales de los autores a: “Reivindicar en todo tiempo la paternidad de su obra y, en especial, para que se indique su nombre o seudónimo cuando se realice cualquiera de los actos mencionados en el artículo 12 de esta ley; y a oponerse a toda deformación, mutilación u otra modificación de la obra, cuando tales actos puedan causar o acusen perjuicio a su honor o a su reputación, o la obra se demerite, y a pedir reparación por éstos…”. 3.2. EL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO DEL ESTABLECIMIENTO COMERCIAL Los derechos correspondientes al empresario emanados de la celebración de contratos de arrendamiento, también son componentes inmateriales del establecimiento. En tal sentido, no podemos dejar de hacer mención especial al contrato de arrendamiento del establecimiento comercial en razón a las particularidades de su régimen jurídico: Efectivamente, a partir del momento en que el arrendatario mercantil supera los dos años en el mismo local y con la misma actividad, nacen para él una serie de derechos de protección, especialmente frente al resguardo de la clientela que ha logrado adquirir en los dos años iniciales de su negocio. Es dable anotar que la protección específica que veremos a continuación nace una vez se supere este tiempo,