el corredor verde del pinsapo

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EL CORREDOR VERDE
DEL PINSAPO
Autor:
Oscar N. Gavira
Fotografías:
Oscar N. Gavira
M. Becerra
J. L. Muñoz
2007
La pérdida de hábitats y la fragmentación de los mismos son las mayores
amenazas de la diversidad biológica a nivel mundial. La fragmentación de los hábitats
naturales, su reducción en tamaño y su progresivo aislamiento puede conducir a la
desaparición paulatina de especies comenzando por los fragmentos más pequeños. Ello
se debe a que la fragmentación produce cambios en el microclima, reducción del hábitat
disponible, y un aislamiento y reducción de las poblaciones con la consiguiente pérdida
de diversidad genética y aumento de la consanguinidad (endogamia). A esto hay que
añadir que muy pocos espacios protegidos son lo suficientemente grandes como para
mantener la integridad ecológica de sus ecosistemas por sí mismos.
Para evitar estos efectos negativos de la fragmentación de los hábitats surgen los
corredores ecológicos: espacios de terreno, lineales o no, que permiten el intercambio
reproductivo entre poblaciones aisladas. Las zonas conectadas por los corredores
ecológicos se denominan áreas núcleo o áreas fuente y representan zonas favorables
para una determinada especie, con una importante población o poblaciones.
Las Sierras Béticas son un sistema montañoso con una gran heterogeneidad
espacial y una gran diversidad ecológica, lo que determina que las especies se presentan
aisladas de forma natural en poblaciones o núcleos poblacionales (áreas núcleo). Estas
áreas núcleo se encuentran separadas por barreras ecológicas naturales y conectadas
entre sí por corredores ecológicos naturales. Este aislamiento entre poblaciones y entre
especies explica la gran cantidad de endemismos que se presentan en estas sierras. Sin
embargo, la actuación humana está provocando un aislamiento mucho mayor del que
presentan ya de por sí las poblaciones naturales, haciendo peligrar toda esta riqueza
natural.
En el extremo occidental de las Sierras Béticas se encuentran dos importantes
Parques Naturales: Sierra de las Nieves y Sierra de Grazalema. Estos dos Parques
Naturales muestran muchas semejanzas ecológicas que se pueden resumir diciendo que
son espacios fundamentalmente calizos, con suelos en general bien desarrollados,
aunque las zonas rocosas son importantes, con una precipitación alta (ombrotipo
principal húmedo), con una altitud considerable (principal piso bioclimático
mesomediterráneo y presencia del supramediterráneo) y similar vegetación (serie de
vegetación mayoritaria la de los encinares con peonías, con presencia de pinsapares,
incluidos fundamentalmente en el sector fitogeográfico Rondeño, subsector Rondense).
La Sierra del Oreganal y la Sierra de los Castillejos, constituyen la única
alineación montañosa que conecta estos dos Parques Naturales y representa un corredor
ecológico para la flora y la fauna
de estos espacios protegidos.
Casi todos los estudios sobre
corredores ecológicos se centran
únicamente en la fauna y sólo
contemplan la vegetación como
un hábitat para los animales. Por
ello, este corredor ecológico
destaca de todos los demás por
ser uno de los pocos estudiados
para la flora. Y de este modo
podría explicarse, por ejemplo, la
presencia del pinsapo en ambos
Parques Naturales.
Situación geográfica del corredor verde del pinsapo y de los Parques
Naturales Sierra de Grazalema (izquierda) y Sierra de las Nieves
(derecha).
Los Parques Naturales Sierra de Grazalema (izquierda) y Sierra de las Nieves (derecha) son dos espacios ecológicamente muy
similares, lo que determina que compartan muchas especies, entre ellas el pinsapo.
Los corredores ecológicos se han definido también como un hábitat continuo
entre dos zonas núcleo, pero cuando se trata de especies vegetales, a diferencia de
muchos vertebrados terrestres, el hábitat se caracteriza por multitud de variables
ecológicas: suelo, precipitación, temperatura, luz, etc. Uno de los factores más
importantes para las plantas y que caracteriza a este corredor ecológico es la presencia
de calcio en el suelo, de modo que hay plantas que lo necesitan para vivir (calcícolas),
otras no lo toleran (calcífugas o silicícolas) y para otras les es indiferente (indiferentes
edáficas). Otro factor que juega aquí un papel importante es el frío, o la temperatura,
que está condicionado por la altitud. Para medir la influencia de la temperatura sobre la
vegetación utilizamos lo que se denominan pisos bioclimáticos.
El corredor ecológico
La alineación montañosa Sierra del Oreganal-Sierra de los Castillejos comparte
las principales semejanzas ecológicas de los dos Parques Naturales: geología
fundamentalmente caliza, apareciendo también dolomías y margocalizas; precipitación
alta (ombrotipo húmedo); y principal piso bioclimático mesomediterráneo, apareciendo
en las cumbres el supramediterráneo (a partir de los 1200-1400 m).
Como ya se ha mencionado antes, el frío es un factor importante por lo que hay
que destacar que la mayor parte de la cresta se encuentra por encima de los 1000 m. La
Sierra del Oreganal es la prolongación occidental de la Sierra de las Nieves y
comprende las cumbres de la Cancha Almola (1409 m) y del Jarastepar (1427 m), al
oeste del cual se encuentra la Sierra de los Castillejos, donde destaca el Alto del Conio
(1269 m). Ambas sierras se encuentran conectadas entre sí por un estrecho puerto de
Cancha Almola
P. N.
(1409 m.)
S. NIEVES
Jarastepar
(1427 m.)
Cerro Fraile
(1115 m.)
Alto del Conio
(1269 m.)
P. N. GRAZALEMA
Perfil del corredor ecológico. En el extremo oriental se encuentra la Sierra del Oreganal con las cumbres de Cancha Almola y
Jarastepar. En la parte más occidental se encuentra la Sierra de los Castillejos.
1000 m, y por el cerro Fraile (1115 m). Únicamente se interrumpe esta continuidad en el
Valle del Guadiaro, que desciende hasta los 400 m (termomediterráneo), constituyendo
una posible barrera de 2,75 km entre la Sierra de Líbar (Parque Natural Sierra de
Grazalema) y la Sierra de los Castillejos. Sin embargo, la Sierra de los Castillejos se
prolonga por el sur en una estrecha Dorsal caliza comprendida entre Atajate y
Algatocín. Cuando este “salto” de individuos, semillas, polen, esporas, etc., de una
sierra a otra a través del Valle del Guadiaro es un fenómeno poco probable, la existencia
de esta Dorsal enfrentada a la Sierra de Líbar podría favorecer que se produzcan estos
“saltos”, suavizando, por tanto, el efecto barrera del Valle del Guadiaro.
Se incluyen también dentro de los límites del corredor verde las zonas más bajas
y alomadas al norte de estas sierras, constituidas por encinares, dehesas y olivares, hasta
llegar al Río Guadalevín. El Cerro Cascajares de Igualeja y la Sierra Hidalga de Ronda
se han incluido también a pesar de ser zonas cuyo papel en la conectividad es
cuestionable pero han sido injustamente excluidos del Parque Natural Sierra de las
Nieves a pesar de su gran valor ecológico.
Todo el conjunto tiene una longitud mínima de 12 km y una superficie de 22.000
ha. Y no existe otra conexión igual: al sur, los Valles de los Ríos Genal y Guadiaro se
abren al mar dominando los terrenos silíceos (esquistos principalmente) y las peridotitas
Piornal
Sur
Norte
Vegetación rupícola
Matorral y pastizal
Encinares y dehesas
Río
Guadalevín
El corredor verde es una franja caliza rodeada por terrenos silíceos en el sur y por cultivos en el norte. Pueden distinguirse
tres zonas: la zona montañosa, la zona de dehesas y encinares, y el Río Guadalevín.
Ronda
LIC
Río Guadalevín
LIC
Río Guadiaro
P. N.
Sierra de
Grazalema
Sª Hidalga
Sª de los
Castillejos
P. N.
Sierra de
las Nieves
Sierra del Oreganal
C. Cascajares
Espolón
AtajateAlgatocín
LIC Valle del Río Genal
LIC
Sierra Bermeja y Real
Mapa del corredor verde del pinsapo. Se puede distinguir una zona de corredor ecológico en sentido estricto (amarillo),
aunque la zona más oriental (naranja) debería integrarse en la zona núcleo del P. N. Sierra de las Nieves. Toda la zona está
excluida de la RENPA y la superficie LIC es escasa.
La Cancha Almola es un torreón de 1409 m flanqueado por escarpadas paredes. Contacta por el este con el P. N. Sierra de las
Nieves.
El Jarastepar es la cumbre más alta del corredor con 1427 m.
El Alto del Conio es la cumbre más alta de la Sierra de los Castillejos con 1269 m. Es un pequeño torcal que contacta por el
este con la Sierra del Oreganal y se enfrenta por el oeste a la Sierra de Líbar (P. N. Sierra de Grazalema).
El Valle del Guadiaro representa una barrera ecológica. La existencia de un Dorsal caliza enfrentada a la Sierra de Líbar (P.
N. Sierra de Grazalema) podría facilitar la conectividad ecológica entre ambos espacios.
(en Sierra Bermeja); al norte aparece otra
alineación montañosa con un recorrido
mucho mayor (40-60 km), alcanzando en
determinados puntos cotas muy bajas
(800-954 m en Sierra de Salinas).
El corredor florístico
Pinsapo excluido del P. N. Sierra de las Nieves. Sierra
Hidalga y Cerro Cascajares son zonas con una importante
diversidad biológica.
Este corredor ecológico es
importante no sólo para el pinsapo, sino
también para un gran número de especies
vegetales. Según los requerimientos
ecológicos de estas plantas podemos hacer
dos grupos: las calcícolas, que son
aquéllas que viven mayoritariamente
sobre suelos calizos, muchas veces de
forma obligada; y las plantas que viven en
las zonas más altas, generalmente a más
de 1000 m de altitud, sean calcícolas o no.
Por esta razón podemos afirmar que la
alineación montañosa Sierra del Oreganal-
En la zona montañosa (izquierda) se pueden distinguir dos tipos de flujos genéticos: el de las especies calcícolas (naranja) y el
de las especies de montaña, que viven a altitudes superiores a 1000 m (amarillo). En las zonas más bajas (derecha) se puede
distinguir una zona asociada a encinares y dehesas (verde) y el corredor fluvial del Río Guadalevín (azul).
El arce de Montpellier (Acer monspessulanum) es una especie protegida que habita en las cumbres de los dos Parques
Naturales y del corredor.
Campanula specularioides (izquierda) y Cytisus fontanesii subsp. plumosus (derecha) son dos endemismos casi exclusivos de
los dos Parques Naturales y del corredor. Se encuentran además catalogados como “en peligro de extinción”.
Sierra de los Castillejos es un corredor ecológico para la flora calcícola y/o de montaña.
Existen especies que están presentes en los dos Parques Naturales y en el
corredor, algunas de ellas protegidas por la ley como el arce de Montpellier (Acer
monspessulanum) y el helecho Asplenium petrarchae subsp. bivalens; endémicas y
amenazadas son la campanilla Campanula specularioides, la bolina Cytisus fontanesii
subsp. plumosus, la reseda Reseda gayana y el lastón Helictotrichon filifolium subsp.
arundanum; endémicas y no amenazadas son la gramínea Avenula gervaisii subsp.
arundana, la umbelífera Elaeoselinum asclepium subsp. millefolium y la aulaga Ulex
baeticus subsp. baeticus; estas dos últimas aunque son indiferentes edáficas aparecen de
forma más abundante en las calizas del corredor que en las zonas silíceas aledañas.
Como ya se ha mencionado antes,
el Valle del Guadiaro puede representar
una barrera ecológica y, de este modo, la
crujía Digitalis laciniata, endemismo
andaluz amenazado, alcanza el Parque
Natural Sierra de las Nieves y el corredor,
pero no aparece en el Parque Natural
Sierra de Grazalema. Otras plantas de éste
último que podrían vivir en el corredor o
en el Parque Natural Sierra de las Nieves,
no se encuentran en estos lugares, como
es el caso de la amapola de Grazalema
(Papaver rupifragum). Sin embargo,
existen especies presentes en el Parque
Natural Sierra de Grazalema que alcanzan
el corredor pero no se encuentran en el
Parque Natural Sierra de las Nieves a
pesar de existir continuidad altitudinal;
éste es el caso de la saxífraga Saxifraga
bourgeana y la linaria Linaria platycalyx,
Melica bocquetii es un endemismo andaluz “en peligro de
endémicas y amenazadas.
exintinción” que vive sobre suelos calizos por encima de los
Muchas otras especies están
1000 m de altitud. Se encuentra además en los dos Parques
Naturales y en el corredor.
presentes en los dos Parques Naturales
aunque ausentes del corredor, ya sea
porque no se han encontrado, se han extinguido, o no se dan las condiciones ecológicas
La amapola de Grazalema (Papaver rupifragum) es un especie “en peligro de extinción” que podría vivir en el corredor o en
el P. N. Sierra de las Nieves, pero sólo aparece en el P. N. Sierra de Grazalema.
Digitalis laciniata es un endemismo andaluz que aparece en el P. N. Sierra de las Nieves y en el corredor, pero está ausente
del P. N. Sierra de Grazalema.
Saxifraga bourgeana (izquierda) y Linaria platycalyx (derecha) son dos endemismos casi exclusivos del P. N. Sierra de
Grazalema y del corredor, y están ausentes del P. N. Sierra de las Nieves. Ambos están catalogados como “vulnerables”.
adecuadas. En este último caso, el corredor habría tenido una mayor importancia en
épocas pasadas que en las actuales. Estas especies ausentes del corredor son el serbal
(Sorbus aria), el tabaco de pastor (Atropa baetica), la gramínea Koeleria dasyphylla, la
rascavieja Ononis reuteri, el cerezo de Santa Lucía (Prunus mahaleb), el narciso bético
(Narcissus bugei), el durillo dulce (Cotoneaster granatensis), la colleja Silene
mariana,... A pesar de esta ausencia, el corredor reúne las condiciones ecológicas
necesarias para que puedan vivir muchas de estas especies.
El corredor faunístico
No sólo las cumbres montañosas representan un corredor ecológico para algunas
especies animales, sino también las tierras más suaves y alomadas del norte, entre
El tabaco de Pastor (Atropa baetica) se encuentra “en peligro crítico de extinción” y habita por encima de los 1100 m de
altitud. Aunque ausente del corredor se presenta en los dos Parques Naturales.
La cabra montés es uno de los animales que cuenta con un corredor ecológico en las cumbres de estas sierras.
encinares, dehesas y olivares, hasta alcanzar el corredor fluvial del Río Guadalevín, un
lugar al cual los animales se acercan y por donde realizan sus desplazamientos. Pero
centrándonos en las montañas, las cumbres constituyen un corredor ecológico para
especies como la cabra montés.
Las aves merecen una atención especial, no sólo por el gran interés que
despiertan en los aficionados a la naturaleza, sino porque plantear un corredor ecológico
para ellas es difícil debido a la gran movilidad y capacidad dispersiva que presentan.
Aun así, es posible estudiarlo para especies muy sedentarias y ligadas a hábitats muy
concretos como la chova piquirroja, el piquituerto, el carbonero garrapinos, el herrerillo
capuchino, el escribano montesino o el gorrión chillón.
Otro aspecto importante de las aves es la función dispersora de semillas que
ejercen, fundamentalmente de frutos carnosos. Entre éstas aparecen el arrendajo, los
zorzales en sentido amplio (Turdus sp.), pero especialmente la chova piquirroja y el
mirlo capiblanco por la dispersión en las zonas más altas. Entre las especies vegetales
que se beneficiarían de esta dispersión aparecen el serbal (Sorbus aria), el tabaco de
pastor (Atropa baetica), el durillo dulce (Cotoneaster granatensis), el ciruelo silvestre
(Prunus insititia), el cerezo de Santa Lucía (Prunus mahaleb), la sabina común
(Juniperus phoenicea) y la sabina rastrera (Juniperus sabina).
Es de destacar también que este corredor es importante para la conservación de
invertebrados como caracoles (gasterópodos terrestres con concha) y escarabajos
(coleópteros). Los caracoles presentan una concha de carbonato cálcico (CaCO3),
material que compone la piedra caliza, por lo que necesitan vivir en zonas donde el
calcio es abundante. Por ello, en el corredor hay una importante diversidad de caracoles,
algunos de los cuales sólo pueden vivir en esta zona como es el caso de las especies que
viven en las rocas (rupícolas): Chondrina calpica, Pyramidula rupestris, Iberus
gualtieranus. Destaca también la presencia de especies de escarabajos endémicos y
amenazados cuya biología está ligada muy estrechamente a las plantas que participan en
el corredor. Éste es el caso de los bupréstidos Buprestis flavoangulata baetica y
Anthaxia ceballosi, perforadores exclusivos del pinsapo, y el cerambícido
Iberodorcadion mucidum rondensis, cuyas larvas se desarrollan en los rizomas de
gramíneas de montaña como el ya citado lastón endémico Helictotrichon filifolium
subsp. arundanum.
El corredor biótico
Esta alineación montañosa, como ya se ha expuesto anteriormente, es
susceptible de ser un corredor ecológico para muchas especies, tanto vegetales como
animales, algunas de ellas porque están ligadas a determinados hábitats, mientras que
otras porque están ligadas a estas especies. El primer caso sería el de las plantas, donde
se cuentan 59 especies entre endémicas, relícticas, amenazadas y protegidas, a las que
habría que añadir muchas otras, algunas considerables como raras y otras más vulgares,
y entre las que se incluirían también los siempre olvidados musgos. También los
líquenes que son el resultado de una simbiosis entre un hongo y un alga pero con un
comportamiento ecológico muy similar al de las plantas. Los vertebrados terrestres aquí
mencionados y otros invertebrados como los caracoles también están ligados al corredor
por el hábitat que necesitan.
En el caso de las especies ligadas a otras del corredor, principalmente plantas,
están los escarabajos anteriormente mencionados, perforadores exclusivos de una
determinada planta, pero también el de muchas mariposas (lepidópteros) cuyas larvas
Algunas aves muy sedentarias y con hábitats muy concretos contarían con un corredor ecológico en estas sierras. El
piquituerto común es una especie exclusiva de los bosques de coníferas.
Iberus gualtieranus se refugia en las grietas de las rocas calizas. Como muchos caracoles precisa de calcio para la formación
de su concha.
Buprestis flavoangulata baetica es un endemismo perforador exclusivo del pinsapo, y está catalogado como especie
“vulnerable”.
El corredor verde del pinsapo es un corredor para muchas especies de plantas, incluidos musgos, y también animales, a lo que
hay que añadir hongos y líquenes. Algunas de estas especies son raras o amenazadas, mientras que otras son más frecuentes.
sólo se alimentan de una o muy pocas especies vegetales, el de algunas plantas como el
parásito hopo (Orobanche sp.) y, por último, cabría destacar a los hongos que
establecen estrechas relaciones de simbiosis, parasitismo o saprofagia con una
determinada especie vegetal.
El corredor verde del pinsapo es, por lo tanto, un escenario ideal para realizar
todo tipo de estudios sobre conectividad ecológica en grupos de organismos muy
distintos, y sobre las relaciones ecológicas que se establecen entre una especie y su
hábitat, y entre una especie y otra u otras especies: simbiosis, parasitismo, depredación,
comensalismo, saprofitismo, etc.
Muchas especies bajo un mismo paraguas
De todas las especies que intervienen en la conectividad ecológica ninguna es
tan emblemática como el pinsapo. Se trata de una especie endémica del sur peninsular,
la de mayor tamaño de nuestra endemoflora, en peligro de extinción y, por lo tanto,
protegida por la ley. Pero incluso su belleza hace de él todo un símbolo de la
conservación de un territorio.
El pinsapo, cuyas principales poblaciones se encuentran en estos Parques
Naturales, comparte además muchos de los requerimientos ecológicos de gran parte de
las especies que intervienen en la conectividad ecológica, por lo que convive con
muchas de ellas dentro del mismo ecosistema (pinsapar, quejigal, etc.) o de ecosistemas
próximos (matorrales, paredes rocosas, etc.). Así, el pinsapo se convierte en una
especie-paraguas, y mediante su conservación se consigue la protección de todas las
especies que lo acompañan. Se trata, además, de una especie en expansión, con lo que
permitiendo su recolonización natural se puede conseguir la recolonización de otras
especies ausentes del corredor.
El corredor verde, y especialmente la Sierra del Oreganal, reúne las condiciones
ecológicas necesarias para la supervivencia del pinsapo como son una altitud por
encima de los 1000 m y más de 1000 mm de precipitación anuales. Además, existen
algunos bioindicadores de pinsapares y/o quejigales: el arce de Montpellier (Acer
monspessulanum), el agracejo (Berberis hispanica), el torvisco macho (Daphne
laureola), el dorónico (Doronicum plantagineum), el piorno fino (Echinospartum
boissieri), el piorno azul (Erinacea anthyllis), el eléboro fétido (Helleborus foetidus), la
aliagueta o rascaculos (Hormathophylla spinosa), las peonías (Paeonia broteri, Paeonia
coriacea) y el quejigo común (Quercus faginea).
Para mayor seguridad también podemos estudiar el pinsapar más cercano, por lo
que habría que desplazarse al interior del Parque Natural Sierra de las Nieves, al Cerro
Alcojona, con 1490 m (algo mayor que el Jarastepar). Si nos fijamos bien, al oeste de
este pinsapar se observan multitud de pinsapos dispersos entre las encinas, incluso un
pequeño pinsapar en un cerro de 1403 m (más bajo que el Jarastepar y similar a la
Almola). Pero esta dispersión no se detiene aquí y continúa hacia el oeste, sobrepasando
incluso los límites del Parque Natural y, por lo tanto, dentro ya del corredor verde,
donde aparecen algunos ejemplares aislados.
Una idea ganadora
La Fundación Gypaetus, dentro del II Concurso de Ideas para la Conservación
de Especies Amenazadas en Andalucía concedió el tercer premio a este proyecto por
El torvisco macho (Daphne laureola) es una especie característica de quejigales y pinsapares, y se halla presente en el
corredor.
En el Cerro Alcojona, de 1490 m, se encuentra el pinsapar más cercano al corredor (P. N. Sierra de las Nieves).
Algunos pinsapos aparecen justo en el límite del P. N. Sierra de las Nieves (izquierda), incluso otros se alejan varios cientos de
metros (derecha).
Los pinsapos más alejados del Parque Natural ya pueden contemplar ante sí el corredor que lleva su nombre.
una serie de actividades medioambientales, siendo el eje central de las mismas la
protección de esta alineación montañosa.
Una de estas actividades consiste en la restauración forestal de esta zona
castigada. La Real Fábrica de Hoja de Lata de San Miguel, instalada en Júzcar en el
siglo XVIII, es la responsable de la fuerte deforestación que actualmente se observa en
estas sierras debido a su gran demanda de combustible, situación que se mantiene
actualmente por el sobrepastoreo. El objetivo de este proyecto no pretende eliminar esta
actividad socioeconómica sino tratar de que haga el menor daño posible mediante la
creación de microrresresvas: pequeños espacios vallados a los que el ganado no tiene
acceso. Grupos de voluntari@s se encargarían de la instalación de las mismas y de la
siembra directa de semillas. Se ha optado por la plantación directa de semillas en lugar
de plantones por una serie de ventajas: mayor facilidad en la ejecución, ya que no
requiere de mucho esfuerzo, ni instalaciones, ni riego en verano puesto que las plantas
enraízan mejor y establecen antes simbiosis con micorrizas, empleándose además
semillas de poblaciones autóctonas que son las mejor adaptadas al entorno y garantizan
también la conservación de las poblaciones, no ya sólo de las especies. Este proyecto no
consiste en la plantación de pinsapos puesto que no se garantizaría la conservación de
las poblaciones, de los procesos naturales, y se perdería la función de especie-paraguas.
Se trata de favorecer el proceso de recolonización natural que ya ha comenzado.
La otra actividad consiste en la creación de una ruta de senderismo y un cartel
interpretativo contribuyendo de este modo al desarrollo sostenible de los municipios.
Por último estaría la edición de una pequeña guía divulgativa para su
distribución gratuita, siendo ésta la actividad de mayor implicación en la educación
medioambiental.
Después del premio concedido por la Fundación Gypaetus se han realizado
cuatro charlas, una en Mijas en las XX Jornadas de Medio Ambiente de Ecologistas en
Acción-Mijas (30 de junio de 2006), dos en Ronda, en el VIII Ciclo de Proyecciones al
Aire Libre “Entornos” de Ecologistas en Acción-Silvema Serranía de Ronda (17 de
agosto de 2006) y en el VII Ciclo de Proyecciones Conoce tu Tierra de la asociación
senderista Pasos Largos (9 de febrero de 2007), y una última en Vadillo-Castril (Jaén)
en un curso organizado por la Consejería de Medio Ambiente denominado Los
corredores ecológicos: educación ambiental y conservación frente a la fragmentación de
los hábitats naturales (26 de octubre de 2007).
Se ha publicado un estudio preliminar sobre la posible conectividad florística
entre los Parques Naturales Sierra de Grazalema y Sierra de las Nieves a través del
corredor verde del pinsapo, dentro del proyecto de investigación de excelencia
Modelación de la Biodiversidad en Andalucía en un escenario de cambio en el uso del
suelo y clima (Gavira, 2006). En este estudio se plantean las similitudes ecológicas de
estos espacios y la única conexión posible entre estos Parques Naturales. Se han
analizado también las posibles plantas con interés conservacionista implicadas en la
conectividad ecológica, que suman un total de 60 entre endémicas, relícticas,
amenazadas y protegidas (datos actualizados), y que representan proporciones
importantes para cada Parque Natural (salvo en el caso de las especies relícticas) que
oscilan entre el 39,1% y el 85,7%.
Pocos son los estudios que hay realizados sobre corredores florísticos y menos
aún para una flora que cuenta con especies tan importantes como las que se presentan
aquí, por lo que las posibilidades de estudio que se plantean son muy numerosas, no
sólo para especies vegetales: conectividad en plantas y en otros grupos de organismos,
formas de dispersión, relaciones entre plantas y animales, relaciones entre las especies y
su hábitat, etc., son sólo una muestra de la potencialidad de estudios futuros que ofrece
100
90
80
70
60
Sierra de Grazalema
50
Corredor ecológico
Sierra de las Nieves
40
30
20
10
0
Especies
protegidas
Endemismos Endemismos
serranos
béticos
Especies
relícticas
Especies
amenazadas
Porcentaje de plantas con interés conservacionista que podrían intervenir en la conectividad ecológica en cada espacio
natural estudiado.
este lugar. Por otro lado, la supervivencia de muchas especies presentes en estos
espacios naturales, especialmente para afrontar la situación actual de Cambio Global,
podría depender de la conservación de este corredor y de los procesos ecológicos que
implica.
Pero este ambicioso proyecto podría dejar de ser sólo una idea y verse hecho
realidad si cuenta con el apoyo de propietarios comprometidos, ayuntamientos y otras
instituciones. Los municipios que se verían implicados de modo directo en este proyecto
son, de este a oeste: Igualeja, Parauta, Cartajima, Ronda, Júzcar, Faraján, Alpandeire,
Atajate, Benaoján, Benalauría, Benadalid, Jimera de Líbar y Algatocín.
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