CC. PRESIDENTE Y SECRETARIOS

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CC.
PRESIDENTE
DEL
H.
P r e s e n t e s.
Y
SECRETARIOS
CONGRESO
DE
LA
DE
CÁMARA
DE
LA
SENADORES
UNIÓN,
El que suscribe, ANTONIO MEJÍA HARO, integrante de la LXI Legislatura, con fundamento en el
artículo 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos, y por lo dispuesto en
los artículos 8, fracción I; 164 y demás aplicables del Reglamento del Senado de la República, someto a
la consideración de esta H. Asamblea la siguiente INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO POR
EL QUE SE REFORMAN Y ADICIONAN DIVERSAS DISPOSICIONES DE LA LEY DE DESARROLLO
RURAL SUSTENTABLE con base en la siguiente:
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
En días recientes, el Fondo Monetario Internacional reportó que los inventarios de maíz y de soya
disminuyeron en la última semana de enero a los niveles más bajos de los últimos 15 y 30 años,
respectivamente; lo cual es una preocupación por el efecto inflacionario, que provoca un alza en el
precio de las materias primas.
Asimismo, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), señaló
que en diciembre de 2010, el índice de los precios internacionales de los alimentos básicos fue de 223,
el cual superaba al índice de 200 alcanzado en 2008, cuando hubo la crisis alimentaria. En enero de
2011, esta tendencia hacia la alza de los alimentos continuó, alcanzando un índice de 231 puntos,
siendo el registro más alto desde que comenzaron este tipo de mediciones por la FAO en 1990.
También señaló, que de julio a septiembre de 2010 el precio del trigo aumentó entre un 60 y un 80 %,
en respuesta a las pérdidas de cultivos, provocados por la sequía en Rusia y por la prohibición de las
exportaciones de ese país, más allá del año 2011.
El 6 de Enero de 2011 Robert Zoellick, Presidente del Banco Mundial dijo que el aumento de precios
está volviendo a surgir como una amenaza al crecimiento y la estabilidad social en todo el mundo, por lo
que el G-20 deberá ponerse de acuerdo para dar prioridad a los alimentos. La Organización de las
Naciones Unidas (ONU), en esa misma fecha advirtió “Vivimos actualmente el inicio de una crisis
alimentaria similar a la del 2008”.
Oliver de Schutter relator especial por el derecho a la alimentación de las Naciones Unidas, ha
destacado “que el mundo vive ya el inicio de una crisis alimentaria similar a la de 2008”, “y afirmó que
los movimientos financieros están detrás de los altos costes en maíz, trigo y arroz.”
Si se cumplieran las proyecciones del Consejo Nacional de Población, establecidas para la fecundidad,
la mortalidad y la migración internacional; la población del país, en el 2030 aumentaría a 120 millones lo
que significa un incremento en la demanda de alimentos, por lo que resulta necesario crear sistemas
para garantizar la producción y el abasto de alimentos, por lo que se hace necesario contar con una
reserva pública de alimentos para no sufrir un desabasto y no depender del exterior.
México es de los países de América más vulnerables en el tema alimentario, y uno de los diez países
más expuestos al impacto inflacionario por los alimentos, debido a que desde la década de los
ochentas, bajo la premisa de “que era más barato importar los alimentos que producirlos”, se alentó más
a una política de importaciones, en demérito del fortalecimiento de la producción nacional.
Estas políticas erróneas, contribuyeron al desmantelamiento progresivo del campo en sus activos e
infraestructura para la producción agropecuaria, lo que condujo a una alarmante dependencia
agroalimentaria externa del 95 % en soya, 30% en maíz, 78% en arroz, 50% en trigo, 15 % en leche y
42 % en carne de porcino; lo que explica el déficit de la balanza agroalimentaria, que en el 2008 fue de
7,000 millones de dólares.
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Como vemos, cada día nos alejamos más de las recomendaciones de la FAO, de que “los países se
abastezcan internamente por lo menos en un 75% de su demanda total de alimentos”.
A esto, hay que agregarle los fenómenos climatológicos que sufrieron los principales estados
productores de granos, por ejemplo, en Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Chihuahua y Durango, resultaron
siniestradas alrededor de 600 mil hectáreas de maíz, 300 mil de sorgo, 200 mil de frijol y 100 mil de
trigo, que se traducen en la pérdida de más de 6.5 millones de toneladas de granos. Así como 60 mil
hectáreas de cultivo de frijol, maíz y avena, del estado de Zacatecas. A pesar de que el Ejecutivo
Federal ha implementado la resiembra, esta no será suficiente para alcanzar la producción requerida.
Incluso hay voces que plantean la necesidad del uso de los llamados “granos transgénicos”, para el
abastecimiento de alimentos, lo que no resuelve el problema de fondo porque significa estar
supeditados a las transnacionales dueñas de las patentes de estos granos.
Las consecuencias de los acontecimientos climatológicos mencionados, ya se dejaron sentir en los
bolsillos de los mexicanos que tan sólo en diciembre del año pasado aumentaron los precios, por
ejemplo, el arroz Morelos fluctuó entre $ 17.00 y $ 18.50 por kilogramo; el maíz alcanzó un precio de $
4.10 pesos por kilo; el limón tuvo una variación mensual, al mes de diciembre de 2010, del 76.8 %.
La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2008, señala que en México el 33.6% del
gasto monetario se destina a la alimentación, bebidas y tabaco; en transporte 18.4%; educación y
esparcimiento 13.5%; y en vivienda y combustibles 10.0 %. El Área de Investigación de la Universidad
Obrera de México, señala que de 1994 al 2007, algunos productos de la canasta básica han aumentado
de la siguiente manera: la tortilla aumentó en 1,048.09%, el gas 760.91%, el pan blanco 753.33%, la
leche 469.81%, el bistec 274.97%, el arroz 268.19%. Mientras que el salario mínimo se ha disminuido
en un 78%, de acuerdo al Observatorio del Salario de la Universidad Iberoamericana de Puebla.
Bajo este contexto, es aventurado decir que estamos preparados para enfrentar la crisis alimentaria
mundial que se avecina, es incierto decir que México es autosuficiente para resolver una crisis
alimentaria; por el contrario somos susceptibles, porque la alimentación de los mexicanos en buena
medida depende de países exportadores y de las trasnacionales, que tienen como propósito la
maximización de sus ganancias y no la seguridad alimentaria de los países en desarrollo.
En México, la seguridad alimentaria, entendida como el acceso tanto económico, como físico a
suficientes alimentos sanos y nutritivos, es seriamente cuestionada, tanto por la producción y
disponibilidad de alimentos, como por el poder adquisitivo que tienen los consumidores de grandes
estratos de la población, ante los drásticos aumentos en los precios de los alimentos, contrastados con
los incrementos raquíticos a los salarios mínimos y el desempleo.
Si realmente queremos que las crisis alimentarias, que serán cada más recurrentes por efectos del
cambio climático, afecten menos a la población mexicana, debemos estimular la producción de
alimentos básicos con más apoyos al campo, direccionados a la investigación y desarrollo tecnológico,
asistencia técnica, crédito y seguro, mecanización e infraestructura hidráulica, agroindustrial y comercial.
José Luis Calva, en su artículo “El rol de la agricultura en la economía mexicana”, señala que la
seguridad alimentaria no puede dejarse a la deriva de la mano invisible del mercado, por múltiples
razones, comenzando por la soberanía nacional. Si los condicionamientos alimentarios no fueran una
realidad en el mundo, y si hubiera absoluta seguridad de que el arma de los alimentos no se utilizará en
el futuro para doblegar las voluntades de los pueblos, de nada habría que preocuparse por la
dependencia alimentaria en el ámbito escrito de la soberanía nacional.
En este momento, hay un gran movimiento a nivel internacional que está discutiendo la necesidad de
contar con una Reserva de alimentos, con el objeto de garantizar el abasto a la población y controlar los
precios al productor y al consumidor.
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En virtud de lo anteriormente expuesto, resulta impostergable legislar con el propósito de crear una
reserva pública de productos básicos y estratégicos, que permita estabilidad en los precios del productor
y del consumidor, pero sobre todo que resuelva los problemas de escasez de alimentos que se llegaran
a dar por cuestiones climáticas, que serán más recurrentes en el futuro.
Por lo anteriormente expuesto me permito someter a la consideración de esta H. Asamblea la presente
iniciativa con
PROYECTO DE DECRETO
Artículo Único.- Se ADICIONAN una fracción XXVI Bis al artículo 3; se REFORMA la fracción III del
artículo 5; y, se adiciona un artículo 178 BIS, todos de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable,
para quedar como sigue:
Artículo 3o.- Para los efectos de esta Ley se entenderá por:
I. a XXVI. …
XXVI. BIS. Reserva Pública de Productos Básicos y Estratégicos. La constituida con los
excedentes de productos básicos y estratégicos de origen nacional, para asegurar el abasto a la
población, que busca regular y asegurar la estabilidad en los precios al productor y al
consumidor, y el abasto a toda la población. Lo anterior, para impulsar la seguridad y soberanía
alimentaria nacional y disminuir los impactos del cambio climático y de otra índole.
XXVII. a XXXIII. …
Artículo 5o.- En el marco previsto en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el
Estado, a través del Gobierno Federal y en coordinación con los gobiernos de las entidades federativas
y municipales, impulsará políticas, acciones y programas en el medio rural que serán considerados
prioritarios para el desarrollo del país y que estarán orientados a los siguientes objetivos:
I. a II. …
III. Contribuir a la soberanía y seguridad alimentaria de la nación mediante el impulso de la producción
agropecuaria del país y la constitución de una reserva pública de productos básicos y
estratégicos, así como un mecanismo de administración de importaciones y exportaciones para
los mismos productos;
IV. a V. …
178 BIS.- Para contribuir a la seguridad y soberanía alimentaria, el estado mexicano con la
participación de los sectores social, público y privado establecerá una reserva pública de
productos básicos y estratégicos; así como, un mecanismo de administración de importaciones
y exportaciones para los mismos productos.
En concordancia con las atribuciones conferidas en la Ley Orgánica de la Administración Pública
Federal y en esta Ley, la Secretaría de Economía, en coordinación con la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación y con las demás dependencias
que determine la Comisión Intersecretarial integrará y administrará la Reserva Pública de
Productos Básicos y Estratégicos, de conformidad con las disposiciones jurídicas que emita
para tal efecto la Secretaría de Economía.
TRANSITORIOS
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PRIMERO. Este decreto iniciará su vigencia al día siguiente del de su publicación en el Diario Oficial de
la Federación.
SEGUNDO. El Ejecutivo Federal tendrá un plazo de 120 días a partir de la publicación del presente
Decreto en el Diario Oficial de la Federación para la constitución de la Reserva Pública de Productos
Básicos y Estratégicos.
SUSCRIBE
SENADOR ANTONIO MEJÍA HARO
Dado en el Salón de Sesiones del Senado de la República, a primero de marzo del 2011.
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