Derecho Romano

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Derecho Romano
Sesión 9: Derechos reales
Contextualización
Los derechos reales son aquellos derechos subjetivos absolutos que confieren a su titular
un poder jurídico sobre un bien, y son limitados a un catálogo que se acepta generalmente
en el derecho positivo. Tienen gran relevancia puesto que una gran clasificación de los
derechos subjetivos se encuentra entre los derechos reales y los derechos personales de
los que derivan, la división entre toda la teoría de las obligaciones relacionada con éstos
últimos, y toda la teoría relativa a los bienes y cosas así como su disposición, transmisión,
uso, titularidad, y todos los derechos que lo rodean.
Es así que en esta sesión veremos las características generales de los derechos reales así
como de las cosas que son el objeto principal de los mismos, de tal manera que en las
siguientes unidades podamos apreciar con claridad los diferentes derechos reales en
concreto que se analizarán.
Introducción
Los derechos reales son derechos subjetivos absolutos que recaen
sobre una cosa, es decir, regulan la conducta de una persona respecto
de una cosa, y pueden ser exigidos a toda persona como sujeto pasivo
que debe respetar y permitir su libre ejercicio.
Por lo tanto, la relación jurídica en estos derechos se da entre un sujeto
activo determinado, es decir, el titular del derecho, y un sujeto pasivo
indeterminado, es decir, todos los demás seres humanos que tienen la
obligación de respetar ese derecho y no obstaculizar su ejercicio,
relacionado directamente con el bien sobre el que recae. De ahí la
denominación de estos derechos como “reales”, pues deriva de la
palabra latina res que significa cosa, en virtud de que los mismos son su
objeto directo.
El alumno en esta sesión conocerá las características generales de los
derechos reales que reconoce el derecho romano y que siguen siendo
vigentes en nuestro derecho.
http://derecho.laguia2000.com/pa
rte-general/la-relacion-juridica
Los derechos reales en el derecho
romano
El contenido de los derechos reales son las cosas o bienes,
por lo que el derecho de propiedad es el más importante y
también es el más amplio puesto que permite a su titular
plenos derechos sobre el bien, incluyendo la libre
disposición e incluso la destrucción del mismo. Existen
también derechos reales que se ejercen sobre cosas
ajenas como la superficie, la servidumbre y la enfiteusis
que otorgan facultades más limitadas sobre los bienes,
como analizaremos en unidades posteriores. Asimismo,
pueden existir derechos reales que también versan sobre
bienes ajenos pero son solamente como garantía, es decir,
la hipoteca y la prenda que autorizan la posesión de la
cosa ajena para garantizar el pago de una deuda previa.
http://www.estudiojuridicolingsantos.com/201
2/02/jurisprudencia-sobre-prescripcion-vs.html
Los derechos reales en el derecho
romano
Se pueden enlistar las siguientes características, aunque los juristas romanos no hicieron tal
distinción o clasificación y no aportaron una definición estructurada de los derechos reales:
Bienes o cosas
http://derecho.laguia2000.com/parte-general/bienesy-cosas
A lo largo del apartado anterior hemos expuesto que la parte
nodal de los derechos reales consta de los bienes sobre los
que recae. En esta sección analizaremos el concepto de bienes
o cosas que rigen en el derecho romano. Se entiende como
cosa “todo objeto del mundo exterior que puede producir
alguna utilidad al hombre” (Morineau Iduarte; Iglesias
González, 1993:
112). Sin embargo, se debe tomar en cuenta la distinción de
términos que se utiliza en el derecho romano, siendo la palabra
res usado por el derecho civil y el vocablo bona utilizado en el
derecho honorario (D’ors, 1997: 179).
Clasificación de los bienes
Para efectos jurídicos se debe tomar en consideración que para
el derecho romano no todos los bienes pueden ser sujetos de
apropiación particular, es decir, ser objeto de un derecho real.
Por lo tanto, podemos distinguir entre los bienes dentro del
comercio (res in commercium), o sea, aquellos que pueden ser
susceptibles de apropiación particular, y bienes que se
encuentran fuera del comercio (res extra commercium) y del
alcance de los particulares.
a) Res extra commercium: Los bienes pueden estar fuera del
comercio según el derecho romano por razones divinas o por
razones humanas, es decir, atendiendo a la naturaleza atribuida
al bien, ya que son consideradas pertenecientes a la colectividad
y, por tanto, no son susceptibles de apropiación particular.
b) Res in commercium En cuanto a los bienes dentro del
comercio, que son los que nos interesan puesto que pueden ser
objeto de las relaciones jurídicas y por tanto de los derechos
subjetivos y objetivos de los particulares.
Modalidades de la utilidad de los
bienes
http://attardabogados.com/lacomunidad-de-bienes/
Los bienes se denominan de esa manera puesto que reportan
una ventaja a su dueño. Tradicionalmente se distinguen tres
niveles de utilidad en que puede desplegarse de manera
jerárquica el derecho sobre un bien. De esta manera tenemos el
uso, disfrute y disposición.
a) Uso (usus, ius utendi): El uso de una cosa se obtiene sin
alterar su integridad, ni la de sus productos, por lo que
solamente versa sobre bienes no consumibles.
Se refiere a la posesión de la cosa, pero en la época de las XII
tablas se hace la distinción entre possidere, referido a los bienes
corporales, e uti, que versa sobre el ejercicio de derechos, como
las servidumbres. En el derecho postclásico se unifican estos
dos conceptos (Iglesias, 1972:314).
Modalidades de la utilidad de los
bienes
b) Disfrute (frui, ius fruendi): Se refiere a la facultad de “consumir
los frutos que una cosa produce, sin alterar la cosa misma que
los produce” (D’ors, 1997: 187).
Los frutos son “los rendimientos a cuya producción periódica
está principalmente destinada la cosa que los produce” (D’ors,
1997: 187), dentro de los cuales, se distingue entre productos o
frutos naturales, que suministran periódicamente las cosas de la
naturaleza, con o sin intervención del ser humano, por ejemplo,
las cosechas, crías de animales, leche y, los frutos civiles o
rendimientos que se obtienen por la concesión del
aprovechamiento temporal de una cosa, tales como alquileres.
Modalidades de la utilidad de los
bienes
c. Disposición (ius disponendi): Se refiere a los actos que alteran
la integridad de la cosa, ya sea física o jurídica, modificando la
cosa misma o su pertenencia jurídica, y puede ser total o parcial.
En consecuencia, se distinguen cuatro tipos (D’ors, 1997: 187):
De consumición física: acarrea la destrucción de la cosa, por
ejemplo, al comer los alimentos, o matar un animal.
De alteración física parcial: cuando la cosa cambia su función,
por ejemplo, excavar una mina, edificar en un terreno.
De consumición jurídica: se dispone de la pertenencia de la cosa
sin que ésta se altere físicamente. Por ejemplo, gastar dinero,
enajenar una cosa.
De alteración jurídica parcial: se conserva la propiedad de la
cosa pero se grava con un derecho a favor de un tercero. Por
ejemplo, constituir una servidumbre o hipoteca.
Conclusión
El derecho real se encarga de regular la conducta respecto a un
bien o cosa, consiste en un poder jurídico que ejerce un titular
sobre el bien, entendiendo como bien a todo objeto que le
produce alguna utilidad al hombre.
Aunque también existen los derechos reales que se ejercen
sobre cosas ajenas como la superficie o la servidumbre. Los
derechos reales se contraponen principalmente a los derechos
personales, cuya diferencia se deriva de la distinción que se
hizo en la práctica entre acciones in rem (reales) y acciones in
personam (personales), siendo los derechos personales
referidos a los derechos y obligaciones derivadas de una
relación jurídica en la que participan un acreedor y un deudor
determinado, sea contractual o extracontractual, y el derecho
real relativo al poder jurídico que tiene el titular sobre un bien
determinado.
http://www.guioteca.com/temas-legales/institucion-debienes-familiares-que-debemos-saber/
Para aprender más
¿Qué tipos de bienes hay fuera del comercio?
Se clasifican atendiendo a diversos criterios, de la siguiente manera:
1. Res mancipi y res nec mancipi: Es una clasificación muy antigua que atiende a la
ubicación de los bienes y a su titular y se originó en los principios de la civilización romana
cuando la sociedad era principalmente dedicada a la agricultura y se distinguía tajantemente
entre ciudadanos y peregrinos o extranjeros.
Se consideran res mancipi aquellos bienes considerados más importantes para el pueblo
agricultor, que estén ubicados en suelo itálico y que sean propiedad de ciudadanos romanos,
incluyen terrenos y casas, servidumbres constituidas sobre esos bienes, así como a los
esclavos y los animales de tiro y carga (Foignet, 1956: 88).
En consecuencia, todos los demás bienes serán considerados como nec mancipi, es decir, se
excluyen de esta categoría.
Tiene relevancia esta clasificación puesto que para su transmisión, los bienes considerados
más importantes, o sea, los res mancipi, exigen mayores requisitos para su transmisión,
debiendo ser mediante actos solemnes como la mancipatio, por el contrario los res nec mancipi
pueden ser enajenados por simple transmisión o traditio (Morineau Iduarte; Iglesias González,
1993: 113): Esta clasificación, a pesar de que no fue derogada por alguna ley, perdió su
vigencia puesto que desaparecieron las diferencias entre las provincias y Roma así como entre
peregrinos y ciudadanos, por lo que careció de fundamento.
Para aprender más
¿Qué tipos de bienes hay fuera del comercio?
2. Corpóreos e incorpóreos:
Esta distinción atiende a la materialidad del bien a que se refiere. Los bienes corpóreos son
aquellos que se pueden apreciar por los sentidos, es decir, son tangibles, por ejemplo, un
terreno.
Se consideran bienes incorpóreos aquellos que no son tangibles, no pueden ser tocados, por
ejemplo, un derecho subjetivo, salvo el derecho de propiedad que como es absoluto se
confundía con la cosa misma y se considera un bien corpóreo (Foignet, 1956: 89).
Tiene importancia esta clasificación puesto que solamente los bienes corpóreos son
susceptibles de la posesión que es un poder físico sobre una cosa y las consecuencias
jurídicas que se derivan para su transmisión.
3. Inmuebles y muebles:
Esta clasificación se refiere precisamente a la movilidad de los bienes y se relaciona con la
división entre bienes corporales e incorporales, siendo una subclasificación de los bienes
corpóreos.
Los bienes inmuebles son aquellos que no tienen movilidad y se consideran más importantes
que los otros, entre los que encontramos los terrenos y edificios. Para su transmisión requieren
de ciertas solemnidades.
Para aprender más
¿Qué tipos de bienes hay fuera del comercio?
4. Divisibles e indivisibles: Se refiere esta clasificación precisamente a la susceptibilidad del bien
para ser dividido o fraccionado sin sufrir un menoscabo en su valor o en su utilidad, sobretodo desde
el aspecto jurídico más que en el material o físico (Iglesias, 1972: 234).
Serán bienes divisibles aquellos que puedan ser fraccionados en otras de igual naturaleza sin sufrir
un menoscabo, por ejemplo, un terreno. Y serán bienes indivisibles aquellos que si se parten
conllevan un detrimento, por ejemplo, una escultura, un esclavo.
5. Principales y accesorios: Esta clasificación se refiere a la autonomía de los bienes, es decir, la
aptitud de ser independientes y tener existencia propia. Son bienes principales aquellos que tienen
una autonomía y sirven por sí mismos a las necesidades del ser humano, por ejemplo, un terreno.
6. Fungibles y no fungibles:
Se clasifican de esta manera los bienes atendiendo a la capacidad de ser intercambiados o
sustituidos. Son fungibles los bienes que pueden ser sustituidos por otra del mismo género, y se
individualizan al medirlas, pesarlas o contarlas, es decir, se consideran por su cantidad en peso,
número o medida, por ejemplo, los géneros alimenticios o el vino (Iglesias, 1972: 233).
7. Consumibles y no consumibles: Conforme a esta clasificación se distingue entre los bienes
según su duración o su extinción por su uso, sea material o jurídica (D’ors, 1997:182).
Son consumibles los bienes que se acaban con el primer uso o salen del patrimonio de su titular, por
ejemplo, los comestibles o el dinero.
Referencias

Bernal, B.; Ledesma, J. J. (1981). Historia del Derecho Romano y de los derechos
neoromanistas. Tomo I. De los orígenes a la alta edad media. México: Universidad
Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Jurídicas.

D’Ors, A. (1997). Derecho privado romano (9a. ed.) Pamplona: Universidad de Navarra.

Foignet, R. (1956). Manual elemental de derecho romano. México: Editorial Cajica.

Gutiérrez-Alviz y Armario, F. (1995). Diccionario de Derecho Romano. (4a. ed.) Madrid:
Reus.

Iglesias, J. (1972). Derecho Romano. Instituciones de Derecho Privado. (6a. ed.)
Barcelona: Ariel.

Morineau Iduarte, M.; Iglesias González, R. (1993). Derecho Romano Colección de
Textos Jurídicos Universitarios (3a. ed.) México: Harla.
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