el arte primitivo como fuente de inspiración moderna

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EL ARTE PRIMITIVO COMO FUENTE
DE INSPIRACIÓN MODERNA
Natalia González Zaragoza
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Introducción
El arte prehistórico es una fuente constante de inspiración de numerosas
actividades artísticas en especial en la escultura, grabado y pintura. En él se
encuentran fundadas las dos grandes posibilidades del arte: realismo y
abstracción. En un principio el hombre intentó dar apariencia a las cosas que
ve, apoderarse de ellas; más adelante impuso a la materia sus propias
estructuras mentales. Aun así nunca llegó a la abstracción total, pero dio las
primeras pistas y mostró la gran libertad plástica que gozaban por entonces.
Este artículo ofrece una visión del arte prehistórico como un arte en continua
valoración e investigación, tanto por historiadores como por artistas que, ven en
él, el primer acercamiento gráfico del hombre con la naturaleza, experiencia
que todavía continua vigente en nuestros días.
El arte primitivo como fuente de inspiración moderna
Como dice René Huyghe- el arte nace como medio concedido al hombre para
ligarse al mundo exterior y atenuar así, el terror que ante él experimenta. Las
manifestaciones más antiguas ofrecen ya un doble aspecto del arte: por unas,
el hombre intenta proyectarse sobre el universo, llevar a él su huella, y por
otras apropiárselo, hacerlo suyo. En ambos casos hay un esfuerzo de
posesión, ya sea que quiera sellarlo con su impronta o ya que se apoderé de él
bajo la forma de una imagen. En el primer caso hay una proyección, en el
segundo una captación.
El hombre ha puesto signos desde el arte primitivo sobre las cosas. En el arte
primitivo lo realizan con objetos punzantes o con los dedos sobre la materia
húmeda. Estos signos los realizaba en los animales representados como el
dueño del rebaño marca al fuego su cifra correspondiente.
En la actualidad la marca como huella o herida sobre la materia se encuentra
patente en muchas obras, como por ejemplo, en los lienzos de Lucio Fontana,
donde se muestran arañazos, a través de un desgarro conciso y limpio sobre la
tela, realizado con un material punzante o cortante. También, en las obras de
Tapies, realizadas con yesos y arcillas, se muestran trazos realizados con
punzones y dedos. En el “Monumento a la hispanidad”, obra de Joaquín
Vaquero Turcios, realizada en hormigón, hay un análisis de signos
esquemáticos muy próximos al arte primitivo. Otras de las representaciones
más características del arte primitivo son los negativos y positivos de las
manos. Las más primitivas fueron aerografiadas con pigmento rojo, insuflando
aire a través de un tubo. Se ha investigado acerca de este interés por dejar la
mano en el muro y, el hecho de ser casi siempre la izquierda ha hecho que los
investigadores piensen que se trata de una actividad religiosa espiritual.
Artistas como Tapies han recuperado la magia y poder de representación de
este motivo. De hecho en su obra es frecuente ver rastros de dedos con
pintura.
El modo de concebir el espacio primitivo como libre e ingrávido también ha sido
motivo de inspiración para el artista moderno. Artistas como Kandinsky y Paul
Klee, son dos claros ejemplos. En obras de Kandinsky como “El Filo blanco”,
encontramos la libertad de líneas y color en el espacio sideral.
Por otro lado, en la obra de Paul Klee, podemos destacar “Ad Marginen”, que
recuerda a uno de esos paisajes submarinos en los que el cuerpo puede
moverse en todas direcciones porque no está bajo la ley de la gravedad. En él
aparece un planeta extraño en el centro. A su lado, crecen figuraciones
misteriosas como plantas, ojos... En esta obra se le unen letras que pierden su
aspecto cotidiano para transformarse en el símbolo mágico que fue en sus
inicios. Desde la parte superior desciende un tronco desnudo de una planta y
un pájaro con un largo pico anda cabeza abajo en un espacio sin gravedad.
Aunque las formas y motivos no tienen nada que ver con el arte primitivo, si lo
tiene el concepto espacial, el cual, no se centra ante las coordenadas de la
vertical y la horizontal.
Las primeras pinturas primitivas aparecen durante el paleolítico Superior, de
ellas podemos destacar un marcado interés en representar la realidad a través
de la línea, el volumen y el color. Entre las representaciones destacan los
animales tales como los toros, bisontes, ciervos o caballos y por otro lado
realizaron signos y manos.
Lo que une el arte rupestre al arte en general primitivo es la simplicidad de las
líneas, la seguridad en el trazo, la exageración de la silueta de ciertos rasgos
propios de la especie como los cuernos del bisonte, la combinación de escasos
colores y la representación en perspectiva de muchas posturas de animales.
Las directrices estéticas que dejaron estos creadores destacan por su
genialidad y su cercanía a muchas obras de artistas actuales, pues han influido
al arte universal desde su descubrimiento. Aunque me atrevo a exponer que en
mi opinión los artistas actuales crean sus obras sin necesidad de inspirarse en
el arte prehistórico, pues les aflora de manera innata.
La presencia de animales en el arte moderno recuerda muchas veces al
planteamiento estético primitivo del arte rupestre. Pablo Ruiz de Picasso
exploró a través de grabados, pinturas y esculturas distintas variantes.
Destacan en especial sus “Tauromaquias”. Cuando analizamos las formas de
muchas de sus obras vemos grandes semejanzas con los caballos, toros,
bueyes etc., de la época primitiva, sobre todo se asemejan por las
exageraciones y deformaciones de los contornos de dichos animales.
Otros temas muy recurrentes son los ciervos y las cabras, cuyas
representaciones encierran una gran belleza y plasticidad. Barceló debió
admirar también la elegancia de formas y actitudes de estos cuadrúpedos,
pues aparecen como tema principal en muchas de sus obras, incluso como
naturaleza muerta. Esto me lleva a cuestionar inevitablemente cual podría ser
el motivo por el que el artista primitivo nunca representó a su presa muerta,
como un premio para la tribu por sus cacerías…
Otros artistas que han mostrado interés por la temática primitiva ha sido Franz
Marc, el cual utiliza además una gama cromática reducida de colores primarios
y recurre a la síntesis de formas y de trazos con audacia.
El caballo es el otro animal que aparece con frecuencia en las pinturas
rupestres, ya que fue un animal fundamental en la dieta de nuestros cazadores
primitivos. Artistas como Pechstein nos muestra en cuadros, como “Feria de
caballos”, ese ideal primitivo de plasmar con escasos rasgos y colores la
actitud de la manada campando a sus anchas; también el grupo Brücke, su
profesor Otto Gussmann y los Fauves, buscan el mismo ideal de representar a
animales con escasa gama de colorido (primarios y secundarios) y, trazos de
gran fuerza
Después del arte rupestre surge la pintura levantina que se inicia en el
mesolítico, cambiando sorprendentemente la representación pictórica de
animales y también de personas. Lo que sorprende a primera vista es la
esquematización de rasgos y actitudes pero, quizá sea el espíritu narrativo de
las escenas de la vida diaria de la tribu lo que más llama la atención. Las
figuras perdieron naturalismo y se estilizaron, siendo el movimiento y la acción
lo más importante. También hay un cambio en el tratamiento del color, ahora el
artista primitivo no le interesa conseguir volumen por lo que deja de aplicar
tonalidades a favor de situar colores planos y monocromáticos.
Vemos entonces como la expresión artística se ha hecho más depurada y se
muestran otros intereses estéticos.
La esquematización y simplificación de volúmenes podemos observarlos en
esculturas modernas con gran claridad, aportando de este modo, una mayor
espiritualidad. Un ejemplo claro es la obra del escultor Giacometti. Este autor
realiza esculturas anulando cualquier detalle que distraiga a la estilización de
sus personajes. Otro artista es Ángel Ferrant, que evoca a las famosas
estatuillas de Venus primitivas junto a Brancusi. En su obra también existen
conexiones con estas estatuillas que representaban la fecundidad, en concreto
con la Venus de Lespugne.
Con este artículo quiero mostrar al arte primitivo como un arte capaz de
transmitir a la posteridad sus grandes cualidades estéticas y profundo sentir
anímico y como el arte recupera de sus orígenes la esencia de la naturaleza, la
sencillez de las formas y la expresividad directa en el dibujo.
Bibliografía:
El arte y el mundo moderno. René Huygue. Editorial Planeta, 1961.
El aula sin muros. Edmund Carpenter y Marshall Mc Luhan.Ediciones de
Cultura Popular.1968.
El arte prehistórico. Summa Pictórica (Historia Universal del Arte). Editorial
Planeta. 2001
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