proceso de reagrupació n familiar como en la

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Cartas cientı´ficas / Med Clin (Barc). 2014;142(3):132–134
proceso de reagrupación familiar como en la morbimortalidad
venidera en población adulta en su paı́s de origen o en el paı́s de
acogida3. A su vez, esta baja prevalencia certificarı́a que las
medidas de control2,8 están siendo efectivas, aunque insuficientes
para declarar la interrupción de la transmisión en la región, tal y
como se produjo en la Paz en 20119. Observamos una reducción de
casos en población pediátrica del 80-86% respecto a datos
disponibles del perı́odo 1995-19994, consistente con datos previos
en adultos, y somos conscientes de que dicha reducción podrı́a ser
incluso superior al utilizar un test con mayor validez interna que
las técnicas convencionales3.
Entre las limitaciones del estudio hay que destacar que no se
recogieron datos maternos ni de ingesta de alimentos contaminados,
por lo que la posible vı́a de transmisión no fue estudiada. No
obstante, nuestros datos sugieren que los niños que viven en casas de
adobe presentarı́an una mayor seroprevalencia de enfermedad
de Chagas, acorde con los datos estimados en la zona1. Además, una
muestra de escolares de una región boliviana podrı́a limitar la
validez externa en el resto de departamentos y su fiabilidad, dado
que solo un 87% de la población está escolarizada10.
Financiación
Este trabajo fue parcialmente financiado por la Universidad de
Barcelona (Campus de Bellvitge) en colaboración con la Universidad Mayor de San Simón (Cochabamba, Bolı́via).
Agradecimientos
Querrı́amos dar las gracias a todos los participantes en el
estudio por su participación. Y agradecer especialmente a Sandra
Lucı́a Montaño-Rodrı́guez por su soporte logı́stico, en el diseño y
recogida de datos; a la Sra. Espinilla Berastegui su labor en el
laboratorio; a la Dra. Ferrufino por confiar en el proyecto; y a la Sra.
Laurel de Rojas, la Sra. Balderrama Arze, Dra. Antezana, Dra. Cossio,
Dra. Vargas y Dra. Mercado por su asistencia y soporte técnico en el
terreno.
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Cristina Masuet-Aumatella,b,*, Josep M. Ramon-Torrella,b,
Aurora Casanova-Rituertoc y Marı́a del Rosario Dávalos-Gamboad
a
Centro de Salud Internacional, Servicio de Medicina Preventiva,
Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL),
Hospital Universitari de Bellvitge, L’Hospitalet de Llobregat,
Barcelona, España
b
Departamento de Ciencias Clı´nicas, Facultad de Medicina,
Universidad de Barcelona, Barcelona, España
c
Departamento de Microbiologı´a, Instituto de Investigación Biomédica
de Bellvitge (IDIBELL), Hospital Universitari de Bellvitge,
L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona, España
d
Unidad de Investigación en Epidemiologı´a y Salud Pública,
Instituto de Investigación Biomédica (IIBISMED),
Universidad Mayor de San Simón, Cochabamba, Bolivia
* Autor para correspondencia.
Correo electrónico: [email protected]
(C. Masuet-Aumatell).
http://dx.doi.org/10.1016/j.medcli.2013.02.020
Sı́ndrome de Otelo secundario a zonisamida
Othello syndrome secondary to zonisamide
Sr. Editor:
El sı́ndrome de Otelo (SO) es un trastorno delirante de
contenido celotı́pico que recibe este nombre en recuerdo de la
tragedia de William Shakespeare. La etiologı́a del sı́ndrome es
variada, habiéndose descrito casos secundarios al tratamiento con
fármacos que actúan sobre el sistema dopaminérgico, como es el
caso de los agonistas dopaminérgicos1,2. La zonisamida es un
fármaco aprobado para el tratamiento de la epilepsia. Presentamos
el caso de un varón joven epiléptico que desarrolló un SO como
complicación del tratamiento con zonisamida. En nuestro conocimiento, este es el primer caso descrito de SO secundario al
tratamiento con zonisamida.
Se trata de un varón de 35 años sin antecedentes familiares ni
personales de interés, en concreto de psicopatologı́a previa
ni consumo de drogas u otros fármacos que no fuesen los
antiepilépticos. El paciente presentaba epilepsia desde los 18
años, farmacorresistente, en tratamiento con fenitoı́na (300 mg/
dı́a) y levetiracetam (3.000 mg/dı́a). La semiologı́a consistı́a en
crisis parciales motoras afectando a la mano derecha. La
exploración general y neurológica era normal. En los estudios
complementarios destacaba: analı́tica completa sin alteraciones;
electroencefalograma: signos focales de ondas lentas y agudas de
proyección sobre región temporal izquierda sin alteraciones de la
actividad de fondo; RMN cerebral: quiste neuroectodérmico de
10 mm de diámetro en la sustancia blanca subcortical de la
circunvolución frontal izquierda, bien delimitado, que no se habı́a
modificado en los años de seguimiento. Los intentos por sustituir
la fenitoı́na por otro fármaco habı́an fracasado y el paciente habı́a
rechazado la valoración quirúrgica. Dado que el tratamiento no
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habı́a mejorado la frecuencia de las crisis (2-3/mes), se sustituyó
levetiracetam por zonisamida titulando hasta 300 mg/dı́a. A los
2 meses de tratamiento con esta dosis, debido a la poca mejorı́a, se
aumenta la zonisamida a 400 mg/dı́a manteniendo intactas las
dosis de fenitoı́na. A las 8 semanas su mujer nos comenta que el
paciente le investiga el teléfono móvil, le escucha conversaciones,
la interroga continuamente acerca de con quién habla y por qué,
la acompaña a todas partes mostrando una actitud celosa que
nunca habı́a experimentado. El paciente no reconocı́a celos hacia
una persona concreta. No se añade otro cambio en conducta ni
presenta alucinaciones ni conductas inapropiadas en otra esfera.
Esta sintomatologı́a estaba deteriorando la relación de pareja de
forma importante. La mujer lo referı́a de forma clara con al
aumento de dosis de zonisamida de 300 a 400 mg/dı́a. Se
desciende inicialmente la dosis a 300 mg/dı́a, con lo que la
sintomatologı́a mejora notablemente, y desaparece al mes de
descender la dosis a 200 mg/dı́a. Durante este tiempo los EEG no
mostraron cambios con respecto a los previos, y la frecuencia y
semiologı́a de las crisis no se modificaron.
El SO se caracteriza por un delirio celotı́pico con ideas de engaño
e infidelidad, sin otra sintomatologı́a psicótica asociada. En
ocasiones este sı́ndrome puede deteriorar gravemente la relación
de pareja y tener consecuencias peligrosas. El SO se ha descrito
asociado a trastornos psiquiátricos, neurológicos y muy raramente
a efecto secundario de fármacos que actúan sobre el sistema
dopaminérgico. Se ha descrito asociado a trastornos neurológicos
como hidrocefalia normotensiva, infartos cerebrales, escisión
orbitofrontal derecha, tumores cerebrales, encefalitis, esclerosis
múltiple, traumatismo craneoencefálico y enfermedades degenerativas como la enfermedad de Parkinson. Hay escasas publicaciones del sı́ndrome secundario a tratamiento farmacológico, y
generalmente son en relación con fármacos antiparkinsonianos. En
este sentido, se ha descrito asociado al tratamiento con amantadina y agonistas dopaminérgicos como pramipexol, ropinirol o
pergolida. En estos casos el sı́ndrome suele ser reversible
reduciendo la dosis o eliminando el fármaco responsable,
necesitando en ocasiones prescribir antipsicóticos atı́picos para
el cese completo de los sı́ntomas1–3.
La zonisamida es un nuevo antiepiléptico que se ha demostrado
que tiene un efecto antiparkinsoniano actuando sobre el sistema
dopaminérgico e incrementando los niveles intracelulares y
extracelulares de dopamina en el estriado4. A diferencia de los
agonistas dopaminérgicos, la zonisamida no tiene afinidad por
los receptores dopaminérgicos D1-D5. Varios autores han sugerido
que el lóbulo frontal derecho serı́a el correlato neuroanatómico del
SO. Se ha postulado que los agonistas dopaminérgicos, estimulando los receptores D3 localizados en la corteza frontal,
mesencéfalo y corteza lı́mbica, causarı́an una disminución del
flujo sanguı́neo en el córtex orbitofrontal bilateral, sobre todo en el
lado derecho, lo que ocasionarı́a un efecto similar al previamente
descrito de lesiones en el lóbulo frontal derecho, causando el SO5.
El efecto de la zonisamida sobre el sistema dopaminérgico se
produce a diferentes niveles: incrementa la sı́ntesis y liberación
de dopamina actuando sobre la tiroxina hidroxilasa, muestra
un efecto inhibidor sobre la monoaminooxidasa tipo B4,6, ası́ como
un efecto inhibidor sobre los canales de calcio tipo T, lo que
incrementa la actividad de las neuronas dopaminérgicas en el
estriado7, y actúa sobre el receptor opioide delta en los ganglios
basales suprimiendo la neurotransmisión en la vı́a indirecta
estriatopalidal8. Por otro lado, hay estudios que indican que la
http://dx.doi.org/10.1016/j.medcli.2013.03.006
zonisamida producirı́a un aumento de los niveles de dopamina en
el córtex prefrontal medial9. Estos efectos sobre el sistema
dopaminérgico parecen ser responsables de su eficacia antiparkinsoniana y podrı́an estar implicados en el SO producido por el
fármaco en nuestro paciente.
El caso que presentamos es un varón joven sin antecedentes de
enfermedad psiquiátrica ni cuadros similares que al aumentar el
tratamiento con zonisamida desarrolla un cuadro delirante de
contenido celotı́pico, monosintomático, sin asociarse alucinaciones ni otro tipo de delirios o problemas del comportamiento. El
cuadro se produjo al subir la dosis de zonisamida, desapareciendo
al bajar la dosis, similar a otros casos descritos con agonistas
dopaminérgicos. La relación de la sintomatologı́a con el cambio de
dosis de zonisamida y su desaparición al bajarla hace que esta sea
probablemente la causante de la sintomatologı́a en nuestro
paciente. Siguiendo el algoritmo de causalidad de Naranjo et al.,
puntúa 6 sobre 10 (los valores entre 5 y 8 en este algoritmo indican
que la relación de causalidad entre el fármaco y la reacción adversa
es «probable»)10. El caso fue comunicado al Servicio de Farmacovigilancia.
Conocer este sı́ndrome y saber que puede estar asociado
a fármacos con efecto sobre el sistema dopaminérgico, diferentes a
los antiparkinsonianos habituales, es importante para prevenir el
deterioro en la relación de pareja que, en ocasiones, puede
desembocar en conductas peligrosas.
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Eduardo Rubio-Nazabala,*, Purificación Álvarez-Pérezb,
Teresa Lema-Facala y Soledad López-Facala
a
Servicio de Neurologı´a, Complejo Hospitalario Universitario de A
Coruña, A Coruña, España
b
Medicina Familiar y Comunitaria, Centro de Salud del Ventorrillo,
A Coruña, España
* Autor para correspondencia.
Correo electrónico: [email protected] (E. Rubio-Nazabal).
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