Introducción a la regulación de la alimentación animal

Anuncio
INTRODUCCIÓN A LA REGULACIÓN DE LA ALIMENTACIÓN ANIMAL
(actualizado 1.08.2014)
1. La normativa básica que regula la alimentación animal.
El Reglamento 178/02, que establece los principios y requisitos generales de la legislación
agroalimentaria:
- engloba en el término “legislación alimentaria” tanto a los alimentos de personas como
a los alimentos de animales, equiparando la seguridad de la alimentación animal a la
seguridad de la alimentación humana
- emplea la expresión “piensos” para referirse a los alimentos de los animales (tanto
piensos compuestos como materias primas o aditivos), que define como cualquier
sustancia o producto, transformado o no, destinado a la alimentación por vía oral de los
animales
- define como “empresa de piensos” a la que lleva a cabo cualquier actividad de
producción, fabricación, transformación, almacenamiento, transporte o distribución de
alimentos para animales, incluyendo a la explotación ganadera que produzca,
transforme o almacene piensos para alimentar a los animales de su propia explotación.
La normativa básica que regula la alimentación animal es:
- el Reglamento 183/05 (complementado a nivel nacional por el Real Decreto
821/08) establece las normas generales en materia de higiene y trazabilidad de los
alimentos de los animales, así como los requisitos de registro y autorización de
operadores de alimentos para animales
- el Reglamento 1831/03 que regula la utilización de aditivos en alimentación animal
- el Reglamento 767/09 (complementado a nivel nacional por el Real Decreto
1002/12) sobre la comercialización y la utilización de los alimentos para animales
- la Directiva 02/32 (Real Decreto 465/03) relativa a las sustancias y productos
indeseables en la alimentación animal.
Estas normativas se aplican a:
- la alimentación de los animales destinados a la producción de alimentos (y en
ocasiones a los animales no productores de alimentos: animales de compañía, de zoo,
de peletería, de experimentación, etc)
- las actividades de las empresas de piensos en todas las etapas del proceso, desde la
producción primaria de piensos (incluida la explotación agrícola y ganadera) hasta su
comercialización
- las importaciones y las exportaciones de piensos
- no obstante, en general la regulación agroalimentaria europea no se aplica:
- a la alimentación de animales destinados al autoconsumo familiar (en los
raros casos de que el autoconsumo está autorizado)
- al suministro directo (a nivel local) de pequeñas cantidades de materias
primas por agricultores, tanto directamente a las explotaciones ganaderas,
como a establecimientos locales de venta al por menor de materias primas
para el ganado.
A nivel nacional, el Real Decreto 1144/06 creó la Comisión nacional de coordinación en materia
de alimentación animal, para coordinar la aplicación de la normativa comunitaria y nacional en
materia de alimentación animal.
Para saber más: Página web de la UE sobre Nutrición animal
Sistema de gestión integral de la alimentación animal (SILUM)
Fundación Española para el Desarrollo de la Nutrición Animal (FEDNA)
Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (CESFAC)
Federación Europea de Fabricantes de Alimentos Compuestos (FEFAC)
Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN)
Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)
Interprofesional Española de la Alimentación Animal (INTERAL)
Asociación Interprofesional de Forrajes Españoles (AIFE)
1
2. La clasificación de los alimentos para los animales (o “piensos”).
Los alimentos de los animales o “piensos” se pueden clasificar en tres grandes grupos:
- materias primas: reguladas y definidas por el Reglamento 767/09 como los productos
de origen vegetal o animal, cuyo principal objetivo es satisfacer las necesidades
nutritivas de los animales, en estado natural, fresco o conservado, y los productos
derivados de su transformación industrial, así como las sustancias orgánicas o
inorgánicas, tanto si contienen aditivos para piensos como si no, destinadas a la
alimentación de los animales por vía oral, directamente como tales o transformadas, o
en la preparación de piensos compuestos o como soporte de premezclas
- aditivos: regulados y definidos por el Reglamento 1831/03 como sustancias,
microorganismos y preparados distintos de las materias primas para piensos y de las
premezclas, que se añaden intencionadamente a los piensos o al agua a fin de realizar,
en particular, una o varias de las siguientes funciones:
- influir positivamente en las características del pienso
- influir positivamente en las características de los productos animales
- influir favorablemente en el color de los pájaros y peces ornamentales
- satisfacer las necesidades alimenticias de los animales
- influir positivamente en las repercusiones medioambientales de la producción
animal
- influir positivamente en la producción, la actividad o el bienestar de los
animales, especialmente actuando en la flora gastrointestinal o la digestibilidad
de los piensos
- tener un efecto coccidiostático o histomonostático
- piensos compuestos: regulados y definidos por el Reglamento 767/09 como la mezcla
de al menos dos materias primas para piensos, tanto si contienen aditivos como si no,
para la alimentación de los animales por vía oral en forma de pienso completo o
complementario.
La Recomendación 11/25 establece directrices para la distinción entre materias primas,
aditivos, biocidas y medicamentos veterinarios; en cualquier caso, el Reglamento 892/10
señala una serie de productos (minerales, ácidos grasos, condimentos, productos de
fermentación, etc) que no cabe considerar aditivos para piensos (y por tanto han de ser
considerados materias primas).
3. La alimentación y el bienestar animal.
El Real Decreto 348/00 (Directiva 98/58), que establece los principios generales del bienestar
animal, señala que la explotación ganadera tiene las siguientes obligaciones respecto a la
alimentación de los animales:
- los animales han de recibir una alimentación sana que sea adecuada a su edad y
especie y en suficiente cantidad con el fin de mantener su buen estado de salud y de
satisfacer sus necesidades nutritivas
- los animales han de tener acceso a los alimentos a intervalos adecuados a sus
necesidades fisiológicas
- los animales han de tener acceso a una cantidad suficiente de agua de calidad
adecuada o han de poder satisfacer sus necesidades de agua por otros medios
- los equipos para el suministro de alimentos y agua estarán concebidos, construidos y
ubicados de tal forma que se reduzca al máximo el riesgo de contaminación de los
alimentos y del agua y las consecuencias perjudiciales que se puedan derivar de la
rivalidad entre los animales
- a los animales no se les puede suministrar alimentos ni líquidos que les ocasionen
sufrimientos o daños innecesarios
- está prohibido administrar a los animales otras sustancias que no sean alimentos y
agua, a excepción de las sustancias administradas con fines terapéuticos o profilácticos
o para tratamiento zootécnico.
2
ANEXO: INTRODUCCIÓN A LA EVOLUCIÓN DE LA REGULACIÓN DE LA ALIMENTACIÓN
ANIMAL
1. La regulación nacional: el Decreto 13-VI-1942, el Decreto 22-II-1957 y la Orden 11-XI-1958.
La primera regulación de la alimentación comenzó tras la guerra civil, con el inicio de la
intensificación ganadera ligada a las fábricas de pienso; en efecto el Decreto 13-IV-1942 reguló
por primera vez “las industrias preparadoras de piensos compuestos y de productos
alimenticios para la ganadería”:
- se pretendía estimular la industria de piensos compuestos, en particular “la
elaboración de piensos compuestos a base de materias orgánicas residuales y de
subproductos agrícolas”
- la instalación de una fábrica de pienso precisaba de una autorización previa
- se preveía la creación de un registro nacional de fábricas de pienso
- los piensos compuestos serían elaborados mediante fórmulas aprobadas por el
Instituto de Biología Animal “en las que, por lo menos, el 50% de las materias primas
sean subproductos agrícolas, residuos orgánicos industriales, de mataderos,
quemaderos, conservas de pescado, mercados, basureros, etc, que mediante
tratamientos adecuados puedan ser utilizados para la alimentación de los animales”
- establecía tres tipos de piensos (piensos correctores [proteicos, vitamínicos,
minerales], concentrados y fibrosos [se fijaba un contenido nutritivo de estos dos
últimos tipos de pienso]), así como requisitos del etiquetado en relación con la
composición analítica del pienso (unidades alimenticias, proteína digestible, fibra bruta,
etc); se preveía la colaboración del Instituto de Biología Animal para realizar los análisis
pertinentes de cada fórmula
- los piensos compuestos se debían comercializar ensacados y precintados
- además, establecía algunas disposiciones intervencionistas propias de la época [en
cuanto a precios o disponibilidad de materias primas]:
- de hecho, durante la postguerra se prohibía el uso de cereales y leguminosas
para elaborar piensos compuestos (Circular 27-XI-1942, punto 3); aún en 1951
estaba prohibido utilizar para piensos los cereales panificables como trigo,
centeno, escanda y maíz (Orden 7-XI-1951, punto 3), aunque se comenzó a
permitir la utilización de cebada, avena, subproductos de molinería y
leguminosas para alimentar al ganado (Decreto 27-IV-1951, Decretos 27-VII1951); no fue hasta 1956 que se autorizó el uso en alimentación animal de trigo
“de baja condición harinera o depreciado” (Decreto 17-II-1956)
- finalmente, la
Orden 28-IV-1952 declaró “libres de precio, circulación y venta
los piensos compuestos y productos alimenticios para la ganadería”.
Más adelante, cuando se comenzó a generalizar la intensificación ganadera, el Decreto 22-II1957 aprobó un nuevo Reglamento por el que se regulaba la fabricación de piensos
compuestos y correctores:
- se mantuvieron algunos aspectos de la legislación anterior como autorización previa
de las fábricas de pienso, obligación de inscribirlas en un registro nacional,
comercialización en sacos precintados o requisitos del etiquetado
- también se mantuvo que los correctores y los piensos completos habían de ajustarse
a la calidad establecidas por el Ministerio de Agricultura, y las fórmulas tenían que
someterse a la aprobación del Patronato de Biología Animal
- por otra parte utilizaba una clasificación casi moderna de los ingredientes (materias
primas básicas, sustancias complementarias [los actuales aditivos], correctores
[proteicos, vitamínicos, minerales], piensos compuestos [completos, complementarios])
- también preveía un sistema de inspección de fábricas y control analítico de los
productos elaborados, para lo que se preveía establecer métodos oficiales de análisis
- finalmente, este Reglamento se complementó con la Orden 11-XI-1958; esta orden
fue la primera regulación “moderna” de la alimentación animal y estableció:
- la lista de materias primas y otras sustancias [aditivos] que se podían emplear
para elaborar piensos compuestos
- las características nutritivas de los piensos compuestos destinados a cada
especie animal.
3
2. La adaptación a la regulación europea: el Real Decreto 851/75 y la Orden 23-VI-1976.
a) La regulación europea.
Hasta los años 70 no se armonizó a nivel europeo la regulación sobre alimentación animal:
- la Decisión 70/372 creó el Comité permanente de la alimentación animal
- la Directiva 70/524 sobre los aditivos en la alimentación animal, que estuvo en vigor
hasta la aplicación del vigente Reglamento 1831/03
- la Directiva 74/63 relativa a la fijación de contenidos máximos para las sustancias y
productos indeseables en la alimentación animal, que fue sustituida por la Directiva
1999/29 y posteriormente por la vigente Directiva 02/32
- la Directiva 77/101 relativa a la comercialización de los piensos simples [materias
primas], sustituida por la Directiva 96/25 sobre la circulación de materias primas para la
alimentación animal, y finalmente por el vigente Reglamento 767/09 sobre la
comercialización y la utilización de los piensos
- la Directiva 79/373 relativa a la comercialización de los piensos compuestos,
sustituida por el vigente Reglamento 767/09 sobre la comercialización y la utilización de
los piensos
- la Directiva 82/471 relativa a determinados productos [“bioproteínas”: residuos de
microorganismos utilizados como alimentos proteicos] utilizados en la alimentación
animal, derogada por el vigente Reglamento 767/09 sobre la comercialización y la
utilización de los piensos.
La evolución de esta regulación europea se analiza con detalle en los siguientes capítulos de
este manual.
b) La regulación nacional.
El Decreto de 1942, el Decreto de 1957 y la Orden de 1958 regularon la alimentación animal
hasta el final del franquismo, cuando fueron derogados y sustituidos por el Real Decreto
851/1975 (y la Orden 23-VI-1976) que establecieron la nueva reglamentación de las sustancias
y productos que intervienen en la alimentación de los animales. Aunque España estaba aún
lejos de integrarse en la Unión Europea, esta normativa ya incorporaba muchos aspectos de la
recientemente armonizada normativa europea.
En síntesis, el Real Decreto 851/1975:
- consolidó algunos aspectos de la legislación anterior: registro de fábricas de pienso,
los ingredientes a emplear habían de estar expresamente autorizados, y previsión de
vigilancia de las instalaciones y control de la calidad de los productos
- la necesidad de autorización previa de la composición de los piensos a elaborar
solamente se mantuvo para los piensos que contuvieran aditivos medicamentosos
- por otra parte establecía una compleja clasificación de los ingredientes de las
raciones animales: materias primas, piensos [simple, compuesto (completo,
complementario, concentrado)], aditivos [comunes, especiales, otros], suplementos
alimenticios [mezcla mineral, corrector]
- incorporó la normativa europea respecto a la higiene de la alimentación animal
(empleo de aditivos medicamentosos, prohibición del empleo de piensos contaminados
o adulterados, prohibición de elaborar en el mismo local piensos y alimentos para
personas, prohibición de la tenencia de sustancias prohibidas)
- además creaba la Comisión Técnica de Alimentación Animal
- este reglamento se complementó con la Orden 23-VI-1976 que incorporó muchos
aspectos de la normativa europea, por ejemplo:
- la lista de materias primas tenía un formato similar a la señalada por la
Directiva 77/101 (que no estaba aún publicada, aunque sí aprobada por el
Parlamento Europeo)
- la lista de aditivos era similar (incluso con los mismos límites de inclusión) a la
establecida por la Directiva 70/524
- el contenido admisible en sustancias indeseables era similar al establecido en
la Directiva 74/63
4
- por el contrario, esta Orden aún fijaba requisitos de calidad nutritiva de los
diferentes tipos de piensos (cosa que nunca hizo la Unión Europea).
3. La transposición de la regulación europea al ordenamiento nacional.
Una vez que España se adhirió a la Unión Europea en 1986, todas las Directivas que
regulaban la alimentación animal se transpusieron al ordenamiento jurídico nacional.
Los aspectos básicos y generales de la regulación europea sobre alimentación animal fueron
transpuestos por el Real Decreto 418/1987 sobre las sustancias y productos que intervienen en
la alimentación de los animales (que sustituyó y derogó el Real Decreto de 1975):
- este Real Decreto reiteró los aspectos de la normativa comunitaria relativos a la
higiene de la alimentación animal que ya habían sido incluidos en el Real Decreto de
1975: empleo de aditivos medicamentosos, prohibición del empleo de piensos
contaminados o adulterados, prohibición de elaborar en el mismo local piensos y
alimentos para personas, prohibición de la tenencia de sustancias prohibidas
- transpuso la clasificación europea de los ingredientes de las raciones de los animales:
materias
primas,
aditivos,
premezclas,
piensos
(simples,
compuestos,
complementarios, minerales, de lactancia)
- hacía referencia a las listas de aditivos, materias primas, piensos simples y
compuestos que pueden intervenir en la alimentación de los animales según la
normativa comunitaria
- también transponía la regulación europea respecto a la experimentación con nuevos
aditivos y la utilización de estos piensos experimentales
- liberaba a las fábricas de pienso con aditivos medicamentosos a someter a
autorización previa la composición de los piensos (“siendo de la exclusiva
responsabilidad de los fabricantes la idoneidad, composición y características de los
piensos”); no obstante, a efectos estadísticos, todos los fabricantes tenían que
comunicar anualmente la composición de las premezclas y los piensos compuestos
fabricados.
La regulación específica de la alimentación animal fue transpuesta al ordenamiento jurídico
nacional de la siguiente forma:
- Materias primas: la Directiva 77/101 (y posteriormente la Directiva 96/25) sobre las
materias primas fue transpuesta de la siguiente forma:
- como se ha señalado más arriba, la Orden 23-VI-1976 ya había incorporado
buena parte de la lista positiva de materias primas
- la Orden 5-XII-1988 transpuso la regulación europea relativa a la
comercialización de las materias primas
- más adelante, las materias primas fueron reguladas por el Real Decreto
1489/1998 sobre la circulación de materias primas para la alimentación animal
- posteriormente el Real Decreto 56/2002 reguló la circulación y utilización de
materias primas para la alimentación animal y también la circulación de piensos
compuestos
- desde finales de 2010 las materias primas están reguladas por el Reglamento
767/09 sobre la comercialización y la utilización de los piensos
- en 2010 se creó el primer catálogo de materias primas mediante el
Reglamento 242/2010, sustituido poco después por el Reglamento 575/2011, y
finalmente por el vigente Reglamento 68/2013.
- Determinados productos [“bioproteínas”: residuos de microorganismos utilizados
como alimentos proteicos]: la Directiva 82/471 relativa a determinados productos fue
transpuesta por la Orden 31-X-1978
- desde finales de 2010 estos productos fueron considerados materias primas y
regulados por el Reglamento 767/09 sobre la comercialización y la utilización
de los piensos.
5
- Aditivos: la Directiva 70/524 sobre los aditivos en la alimentación animal fue
transpuesta de la siguiente forma:
- como se ha señalado más arriba, la Orden 23-VI-1976 ya había incorporado
buena parte de la lista positiva de aditivos; pues bien, la Orden 26-III-1986
modificó los anexos de la Orden de 1976 para transponer completamente la
lista europea de aditivos
- posteriormente, la normativa sobre aditivos fue regulada por la Orden 23-III1988 por la que se dictaban normas relativas a los aditivos en la alimentación
de los animales
- más adelante, los aditivos se regularon mediante el Real Decreto 2599/1998
sobre los aditivos en la alimentación de los animales
- desde finales de 2004 los aditivos están regulados por el Reglamento 1831/03
sobre los aditivos en la alimentación animal.
- Piensos compuestos: la Directiva 79/373 relativa a la comercialización de los piensos
compuestos fue transpuesta de la siguiente manera:
- en primer lugar mediante la Orden 30-I-1989 relativa a la comercialización de
piensos compuestos
- más adelante, los piensos compuestos se regularon mediante la Orden 8-X1992 sobre comercialización de piensos compuestos
- posteriormente el Real Decreto 56/2002 reguló la circulación y utilización tanto
de materias primas para la alimentación animal y como de piensos compuestos
- desde finales de 2010 los piensos compuestos, igual que las materias primas,
están regulados por el Reglamento 767/09 sobre la comercialización y la
utilización de los piensos.
- Sustancias indeseables en los alimentos de los animales: la Directiva 74/63 (y
posteriormente la Directiva 1999/29) fue transpuesta de la siguiente forma:
- mediante la Orden 11-10-1988 relativa a sustancias y productos indeseables
en alimentación animal
- más adelante se regularon mediante el Real Decreto 747/2001 que establecía
las sustancias y productos indeseables en la alimentación animal
- desde mediados de 2002 las sustancias indeseables están reguladas por la
nueva Directiva 02/32, que está transpuesta mediante el Real Decreto
465/2003.
4. La evolución de la regulación europea y nacional en el siglo XXI.
El Reglamento 178/02 estableció los nuevos principios y requisitos generales de la legislación
agroalimentaria de la Unión Europea para el siglo XXI; como consecuencia, la regulación de la
alimentación animal se ha ido adaptando a estos principios. A esto hay que añadir que a partir
de los primeros años del nuevo siglo, la legislación agroalimentaria se ha comenzado a
promulgar en forma de Reglamento (con una aplicación directa en todos los Estados)
desapareciendo prácticamente las promulgaciones como Directivas (que precisaban de una
transposición al ordenamiento jurídico interno de cada Estado); de hecho, la única Directiva
importante que aún se mantiene a estas alturas es la Directiva 02/32 sobre límites de
sustancias indeseables en los alimentos de los animales.
Por lo tanto, actualmente la participación regulatoria de los Estados se limita a complementar
aspectos administrativos de la regulación europea:
- así ocurre con la regulación nacional que complementa al vigente Reglamento 183/05
por el que se fijan los requisitos en materia de higiene de los piensos
- en un primer momento se complementó con el Real Decreto 1144/2006 (que
sustituyó al Real Decreto 418/1987) por el que se regulaban las condiciones de
aplicación de la normativa comunitaria en materia de higiene de los piensos
- finalmente, el vigente Real Decreto 821/2008 sustituyó (pero no totalmente) al
aún parcialmente vigente Real Decreto 1144/2006
6
- lo mismo ocurre con la complementación nacional del Reglamento 767/09 sobre la
comercialización y la utilización de los alimentos para animales, que es complementado
por el vigente Real Decreto 1002/12
- asimismo, el Reglamento 1831/03 sobre los aditivos en la alimentación animal
- se complementó por el Real Decreto 893/2005 por el que se regulaban las
condiciones de aplicación de la normativa comunitaria sobre los aditivos en la
alimentación animal
- finalmente, este Real Decreto fue sustituido por el vigente Real Decreto
1002/12.
7
Descargar