122 LA HISTORIA NATURAL EN ESPAÑA corhamphus gryphus L., etc. Se muestra gran conocedor de los camélidos peruanos, y, desde luego, nos habla de los sainos, dantas, armadillos y otros seres autóctonos. Su ordenación es biogeográfica, pues establece, en realidad, tres divisiones, a saber : los animales importados, los emigrados y los autóctonos. De los primeros nos habla de los aportados por españoles, que no poseen nombre indígena ; en los emigrados incluye los osos, jabalíes, corzos, leones, tigres, etc., y entre los autóctonos, los ya especificados. Su conocimiento de las faunas americanas es muy superior al de las europeas, como de hombre que ha pasado en España sólo su juventud y enfrascado en sus estudios, lo que le hace incurrir en algún error, como mirar el otoronco u oso colmenero (Cyclopis didactylus L.) como análogo a nuestros osos, que, sin duda, no había visto. Tampoco es en Botánica la labor del P . Acosta tan copiosa como la de Oviedo, pero hay que marcar en ella las primicias en especies de gran interés, como la patata (Solanum tuberosum L), la preciosa planta con la que los españoles habían de exterminar el hambre en Europa y que el P . Acosta llama turmas de tierra, con las que ¡hacían el pan llamado chuno y que además comían asadas y en un guisado llamado locro, la coca Erithroxylon coca Lam, tan estimada por su poder dinamógeno ; el guayabo de matos (Psidium piriferum L.), de sabrosa fruta, así como las del palta (Persea gratissima Gaertn), etc. Aparte de estas formas y otras peruanas, cita muchas de Nueva España, de P a n a m á y de las Antillas. A propósito de los nogales americanos, señala la opinión de algunos, qué sostenían que si se sembraran allí nuestras nueces tomarían sus caracteres, dato que prueba