Oficio 220-030640 del 14 de abril de 2008 Ref. EMISIÓN PRIVADA DE BONOS-AUTORIZACIÓN. Me refiero a su escrito radicado con el número 2008-01-034785, con el que indaga respecto a si una sociedad sujeta a la vigilancia de esta Superintendencia, requiere autorización para llevar a cabo una emisión privada de bonos en el exterior. Al respecto, en torno al tema por usted propuesto, esta Oficina en el oficio 220-58429 noviembre 21 de 2002, se pronunció en el siguiente sentido: “ …. Así, se tiene que con anterioridad a la expedición del decreto 653 de1993 (contentivo del estatuto orgánico del mercado público de valores, que a la postre fue declarado inexequible por la Corte Constitucional, en los términos de la sent. C-397 del 95) regía el Decreto 1026 de 1990, que consagraba en su integridad el régimen de emisión de bonos, sin distinguir si se trataba de títulos que circularan o no dentro del mercado publico de valores; éste determinaba en los términos del artículo 2, que podían emitir bonos para ser colocados entre el publico, las sociedades anónimas que estuvieren sometidas a la inspección y vigilancia del Estado y que lo hubieren estado durante los tres años anteriores a la solicitud, siempre que se cumplieran además los requisitos señalados para ese fin, y adicionalmente señalaba que la emisión de bonos obligatoriamente convertibles en acciones que no se colocaren por oferta pública se supeditaba a la autorización previa de esta Superintendencia, conforme a los artículos 12 y 13. Con posterioridad, la Superintendencia de Valores expidió la Resolución 1242 de 1993que reprodujo parte de las disposiciones del Decreto 653, modificó y derogó expresamente algunos de sus artículos, entre otros los que acaban de ser citados, disponiendo en su lugar que todas las emisiones de bonos de cualquier clase que pretendieren efectuar las sociedades vigiladas por la Superintendencia de sociedades que no fueren a ofrecerse públicamente, así como las que hagan las sujetas a la vigilancia de la Superintendencia , deberán ser autorizadas por las respectivas entidades. La mencionada Resolución fue derogada luego por la Resolución 1447 de 1994, y ésta a su vez por la Resolución 400 de 1995, proferida por la Sala General de la Superintendencia de Valores con base en las facultades consagradas en la Ley 35 de 1993 y en el Decreto 653 del mismo año, y a través de la misma se estableció, entre otros, el régimen general de bonos aplicable al mercado Público de Valores. De ahí que ha sido criterio de esta Entidad considerar que el Decreto 1026 ciertamente perdió vigencia para lo relativo al mercado público de valores al contar éste con una legislación propia contenida en la Resolución 400, en tanto que la conserva para aquellos asuntos que no tienen relación con él, como es el caso de las ofertas privadas. Es oportuno señalar que en cuanto hace a las entidades emisoras, el artículo 1.2.4.1 de la Resolución 400 determinó que podían emitir bonos para ser colocados mediante oferta pública, las sociedades por acciones y los patrimonios autónomos, así mismo las sociedades limitadas, las cooperativas y las entidades sin ánimo de lucro, en las condiciones para el efecto indicadas. El parágrafo segundo de la disposición invocada previó que las emisiones de bonos que pretendieren realizar las sociedades sujetas a la inspección y vigilancia de la Superintendencia de Sociedades que no fueren a ofrecerse públicamente y las sociedades sujetas al control de la Superintendencia Bancaria, debían ser autorizadas por las citadas entidades, ello de conformidad con el Decreto 2155 de 1992, en cuanto concierne a la Superintendencia de Sociedades. A través de la Resolución 0135 del 12 de marzo de 2001, expedida por la Sala General de la Superintendencia de Valores, se modificó el artículo 1.2.4.1 de la citada Resolución 400 y en su lugar el artículo primero determina ahora que podrán emitir bonos para ser colocados mediante oferta pública, previa autorización de la oferta por parte de la Superintendencia de Valores, toda entidad que de conformidad con su régimen legal tenga capacidad para hacerlo. Del contexto normativo antes descrito, se advierte que la Resolución 400, como las que luego la han modificado, hacen relación exclusivamente al mercado público de valores, lo que explica porque la disposición última mencionada, derogó el parágrafo segundo del artículo 1.2.4.1 de la misma, suprimiendo así la mención que se hacía a los requisitos de autorización para los casos de oferta privada, de donde se corrobora que el régimen que ella contempla, aplica, cualquiera sea el tipo de emisor, a las emisiones de bonos que se coloquen o negocien a través de oferta pública. Por consiguiente, ante la ausencia de legislación posterior relativa a la colocación de bonos mediante oferta privada, hay que remitirse a las disposiciones del Decreto 1026 de 1990 que están vigentes, las cuales como antes se indicó, permiten emitir bonos sin que se coloquen por oferta pública a las sociedades anónimas que estén sometidas a la inspección