NUEVA SALA LABORAL CS 12514

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Santiago, veintitrés de junio de dos mil catorce.
Vistos:
El Juzgado de Letras del Trabajo de San Bernardo por sentencia de diez de
julio de dos mil trece dictada en los autos número de RIT T-19-2013, RUC
1340012542-7, rechazó la acción por despido indirecto, declarando que la relación
laboral habida entre doña Nicole Rivera Pavez, en calidad de trabajadora, e
Hipermercado Nos Limitada, como empleador, terminó por renuncia voluntaria de
la actora con fecha 28 de enero de 2013, esto es, por la causal del artículo 159
número 2 del Código del Trabajo; y acogió la pretensión de pago del feriado
proporcional por la suma de $ 15.515, ordenando liquidar
en los términos
señalados en el artículo 63 del referido código, sin costas, por haber tenido la
actora motivo plausible para litigar.
Dicha parte dedujo recurso de nulidad en contra de la referida sentencia,
fundándolo en las causales previstas en los artículos 478, letra b), y 477 del
Código del Trabajo, las que interpuso de manera subsidiaria, solicitando que se lo
acoja, y en la de reemplazo se declare que se hace lugar a la demanda por
despido indirecto y se condene a la parte demandada al pago de todas las
prestaciones solicitadas, o, en caso contrario, se la libere del pago de las costas
por haber tenido motivo plausible para litigar.
Una sala de la Corte de Apelaciones de San Miguel por sentencia de diez
de octubre de dos mil trece desestimó el referido recurso, según se lee a fojas 64
y siguientes, por concluir que no se configuraron las causales de nulidad que le
servían de sustento.
En contra de dicha decisión la parte demandante dedujo recurso de
unificación de jurisprudencia, requiriendo que se lo acoja y se dicte la
correspondiente sentencia de reemplazo que no debe ser otra que haga lugar al
arbitrio de nulidad intentado en contra de la del grado, la que es nula por no
respetar las correctas interpretaciones jurisprudenciales, con costas.
Se trajeron los autos en relación.
Considerando:
1° Que, conforme lo disponen los artículos 483 y 483 A del Código del
Trabajo, el recurso de unificación de jurisprudencia procede cuando respecto de la
materia de derecho objeto del juicio existen distintas interpretaciones sostenidas
en una o más sentencias firmes emanados de tribunales superiores de justicia. La
doctrina laboral lo define como “…un recurso extraordinario que tiende a
establecer una nueva forma para la función de la Corte Suprema. Es un novedoso
medio de impugnación que persigue dos objetivos imprescindibles como valor
jurídico: la celeridad procesal, de una parte, y la igualdad en los pronunciamientos
judiciales…” (Delgado Castro, Jordi, Examen crítico del recurso de unificación de
jurisprudencia, Revista de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de
Valparaíso XXXVI, año 2011- 1er semestre, p. 492). También, como aquél que
“…se encuentra regulado en los artículos 483 y siguientes y, según se señaló
durante la tramitación en el Congreso de la ley N° 20.260, tiene la finalidad de
obtener una interpretación uniforme por parte de la Corte Suprema para que, en
definitiva, fije el sentido de las normas laborales, ya que la circunstancia habilitante
para acceder a esa sede
superior es precisamente la existencia de
pronunciamientos contradictorios en la jurisprudencia…” (Walter Díaz, RodolfoLanata Fuenzalida, Gabriela, Régimen legal del nuevo proceso laboral chileno,
Legal Publishing Chile, 2008, p.241).
Conforme lo disponen las citadas normas legales, el libelo debe ser fundado
e incluir una relación precisa y circunstanciada de las distintas interpretaciones
existentes referidas a la materia resuelta en la sentencia que lo origina, debiendo
acompañarse copias fidedignas del o de los fallos que se invocan como
fundamento;
2° Que en el recurso se sostiene que la materia de derecho cuya unificación
se pretende consiste en determinar si es válida o procedente la institución del
“perdón de la causal” para el caso del trabajador, o si, por el contrario, es ineficaz
porque solo es aplicable tratándose del empleador.
Enseguida, se señala que en la sentencia que rechazó el recurso de
nulidad, en el motivo tercero, se distinguió entre “…el ejercicio de la acción judicial
de despido indirecto y el otro a la oportunidad en que el trabajador pone término a
la relación laboral por haber el empleador incumplido las obligaciones establecidas
en el contrato de trabajo…”, y, en el quinto, se finalizó indicando que “…De lo
contrario la recurrente hubiera denunciado y puesto término al contrato de trabajo
en un plazo menor al de 48 días que establece la sentencia…”; argumentos que,
en opinión del recurrente, permite concluir que si la trabajadora hubiere
presentado la carta de autodespido el día 47 no operaba el perdón de la causal, lo
que contraviene claramente lo dispuesto en el artículo 5 del Código del Trabajo.
En cuanto a lo que se señala en el fundamento tercero de la misma
sentencia, se expresa que sí se acreditó que la trabajadora presentó licencia
médica, lo que no fue considerado; sin perjuicio de estimarse que el razonamiento
que contiene es bastante subjetivo, en la medida que se indica que “…el haber
presentado licencia médica –lo que por lo demás no da por cierto el fallo- en
ningún caso impide al trabajador a denunciar incumplimiento de las obligaciones
emanadas de su contrato…”. En todo caso, el recurrente estima que lo debatido
debe concordarse con lo que previene el artículo 162 del Estatuto Laboral, del que
se desprende que los plazos para poner término a la relación laboral son
aplicables solo al empleador y en ningún caso al trabajador.
Afirma que lo indicado confirma que en derecho estricto es inaplicable el
perdón de la causal respecto del trabajador, como lo señalan las sentencias que
invoca, a saber:
-Sentencia de la Corte de Apelaciones de Concepción de fecha 10 de mayo
de 2010 dictada en los autos número de rol 557-2009, en la que se expresó: “3°
Que la relativa tardanza en que pudiera haber incurrido el actor para los efectos de
formular reclamo por el incumplimiento derivado del pago extemporáneo de
comisiones por venta del año 2007, no le impide invocar éste, como una de las
causas para poner término al contrato de trabajo, pues a diferencia de lo que
pudiera argumentarse sobre la procedencia del perdón de la causal de despido,
cuando del empleador se trata, en el caso de los trabajadores no es admisible
pues debe recordarse que sus derechos durante la vigencia de la relación laboral
son irrenunciables, como lo dispone el artículo segundo del Código del Trabajo.
4°Que, por lo demás, en relación con la mencionada figura jurisprudencial,
la Excma. Corte Suprema de Justicia ha decidido en forma reiterada que ella no
tiene lugar, en general, cuando se trata de infracciones cometidas por el
empleador en perjuicio del trabajador y respecto de las cuales el dependiente haya
dejado de transcurrir un lapso sin reclamar en contra de ellas, considerando para
ello la irrenunciabilidad de los derechos del trabajador, contemplada en el artículo
5° del Código del ramo”.
-Sentencia de esta Corte de fecha 20 de enero de 2005 dictada en los autos
número de rol 13-2004, en la que se concluyó: “Sexto: Que, por otra parte,
atinente con el denominado perdón de la causal, alegado también por el
demandado, ha de precisarse que tal argumentación tendría cabida sólo en el
evento que se tratara del empleador tolerante de una determinada actitud de su
trabajador, por cierto lapso, pero no cuando se trata de este último que imputa
incumplimiento grave a aquél, según lo ha decidido reiteradamente esta Corte”; y
-Sentencia de esta Corte de fecha 29 de marzo de 2005 dictada en los autos
número de rol 3594-2003, en la que se decidió: “Séptimo: Que, atinente con el
denominado “perdón de la causal”, efectivamente este Tribunal ha decidido que no
tiene lugar, en general, cuando se trata de infracciones cometidas por el
empleador en perjuicio del trabajador y respecto de las cuales el dependiente haya
dejado de transcurrir un lapso sin reclamar en contra de ellas. En consecuencia,
las argumentaciones vertidas en tal sentido en el fallo atacado, son constitutivas
de un error de derecho, en la medida que infringen la irrenunciabilidad de los
derechos del trabajador, contemplada en el artículo 5° del Código del ramo.”.
Concluye que la recta interpretación que debe otorgársele a la aplicación
del “perdón de la causal” es aquella que determina que solo es procedente para el
caso del empleador, pero no debe operar en ningún caso para el trabajador;
exégesis que fue vulnerada por los sentenciadores.
Solicita, en definitiva, se acoja el recurso y se dicte sentencia en unificación
de jurisprudencia, que no debe ser otra que aquella que establezca que la
sentencia del grado es nula, precisamente por no respetar las correctas
interpretaciones jurisprudenciales, con costas;
3° Que del examen de las sentencias que sirven de sustento al presente
recurso, las que se encuentran correctamente agregadas a estos autos, esto es,
previo cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 483-A del Código del Trabajo, se
puede advertir que es efectivo lo que sostiene el recurrente, en orden a que la
jurisprudencia que surge de ellas se puede sintetizar en el sentido que el “perdón
de la causal” solo tiene cabida cuando es el empleador quien ha sido tolerante con
una determinada actitud o conducta de su trabajador, por cierto lapso, pero no
cuando es este último el que imputa incumplimiento grave a aquél;
4° Que de la lectura del raciocinio quinto de la sentencia que motiva el
presente recurso, en el que se analiza la causal consagrada en el artículo 477 del
Código del Trabajo, porque, en concepto del recurrente, la sentenciadora del
grado conculcó lo que disponen los incisos 1° y 2° del artículo 5 del mismo cuerpo
legal, se aprecia que se concluyó que no se configuró en razón “…de los hechos
establecidos en la sentencia, que son inamovibles…”, porque“…el hecho de
haberse considerado por el tribunal que la actora no reclamó oportunamente a
través del auto despido, no permite razonablemente determinar que se haya
afectado la honra de la demandante por parte del empleador. De lo contrario la
recurrente hubiera denunciado y puesto término al contrato de trabajo en un plazo
menor al de 48 días que establece la sentencia…”, y, por último, porque “…de los
hechos establecidos a través de toda la prueba rendida en autos, no resulta
posible desvirtuar la conclusión esencial del tribunal consistente en haber operado
el perdón del ofendido respecto del empleador…”, esto es, precisamente por
estimarse que es procedente la alegación formulada por el empleador en el
sentido que la demanda por auto despido debe ser rechazada por haber operado
el denominado “perdón del ofendido”;
5° Que, como se advierte, existen interpretaciones disímiles respecto de la
materia de derecho traída a esta sede, emanadas de pronunciamientos emitidos
por tribunales superiores de justicia; razón por la que el presente recurso de
unificación de jurisprudencia debe ser acogido.
Por estas consideraciones y de conformidad, además, con lo dispuesto en
los artículos 483 y siguientes del Código del Trabajo, se acoge el recurso de
unificación de jurisprudencia interpuesto por la demandante en contra de la
sentencia dictada el diez de octubre último por una sala de la Corte de
Apelaciones de San Miguel, en los autos número de rol 294-2013, que rechazó el
recurso de nulidad interpuesto por la parte demandante en contra de la sentencia
de diez de julio último dictada en los autos RIT T-19-2013, caratulados “Nicole
Rivera Pavez con Hipermercado Nos Ltda. Lider”, y, en consecuencia, se la
reemplaza por la que se dicta a continuación, sin nueva vista y separadamente.
Redactada por la ministra señora Gloria Ana Chevesich Ruiz.
Regístrese.
N° 12.514-13
Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros
señor Ricardo Blanco H., señoras Gloria Ana Chevesich R., Andrea Muñoz S., y
los Abogados Integrantes señores Guillermo Piedrabuena R., y Arturo Prado P. No
firman los Abogados Integrantes señores Piedrabuena y Prado, no obstante haber
concurrido a la vista y al acuerdo de la causa, por estar ambos ausentes.
Santiago, veintitrés de junio de dos mil catorce.
Autoriza la Ministra de Fe de la Excma. Corte Suprema.
Santiago, veintitrés de junio de dos mil catorce.
Dando cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 483 C, inciso segundo, del
Código del Trabajo, se dicta la sentencia de reemplazo que sigue en unificación de
jurisprudencia.
Vistos:
Se reproduce la parte expositiva y el motivo primero de la sentencia de diez
de octubre de dos mil trece, dictada por una sala de la Corte de Apelaciones de
San Miguel, y se tiene, además, presente:
1° Que la causal de nulidad consagrada en el artículo 477 del Código del
Trabajo, infracción de ley que influyó sustancialmente en la parte dispositiva de la
sentencia, dice relación con lo que previenen los incisos 1° y 2° del artículo 5 del
Código del Trabajo, porque, según sostiene el recurrente, el sentenciador no
protegió el derecho constitucional de la trabajadora al haber sido afectada en su
honra, de acuerdo a lo relatado en la demanda, y porque se vulneraron garantías
en lo referente al “debido proceso”, dado que la parte demandante se vio impedida
de interrogar a sus testigos pues la juez condujo el interrogatorio en la forma que
más le parecía, impidiendo realizar una adecuada defensa, lo que se tradujo en
que no se pudo “desarrollar la estrategia judicial y la propia teoría del caso”.
También porque a diferencia de lo que pueda argumentarse sobre la procedencia
del “perdón de la causal”, cuando del empleador se trata, en el caso de los
trabajadores no es admisible, pues sus derechos durante la vigencia de la relación
laboral son irrenunciables, tal como lo dispone el inciso 2° del artículo 5 del Código
del Trabajo.
Se agrega que la infracción denunciada está en directa relación con lo
previsto en el artículo 162 del Código del Trabajo, norma que, como se señala en
el motivo que se individualiza como décimo primero de la sentencia del grado, no
se aplica al trabajador, pero la demanda fue rechazada, no obstante dicho
razonamiento, y ello “a partir de una contradicción en la aplicación de la ley del
todo inentendible, y además omitiendo la aplicación del artículo 5 del Código del
Trabajo” (sic);
2° Que, de acuerdo a lo dispuesto en el inciso 2° del artículo 5 del Código
del Trabajo, los derechos establecidos por las leyes laborales son irrenunciables,
mientras subsista el contrato de trabajo. Dicha norma consagra lo que la doctrina
laboral denomina “la irrenunciabilidad de derechos”, que, para unos, constituye
una técnica del principio de protección, también llamado tuitivo, proteccionista o de
favor, y, para otros, un principio propiamente tal, pero, en ambos casos, implica “la
imposibilidad jurídica de privarse voluntariamente de una o más ventajas
concedidas por el derecho laboral en beneficio propio”. Dicho postulado encuentra
su fundamento en la circunstancia que el trabajador subordinado se encuentra en
una situación de inferioridad socioeconómica respecto del empleador,
por lo
mismo, es la parte débil de la relación contractual, y porque el trabajo es
precisamente lo que le proporciona los medios necesarios para sufragar sus
gastos y los de su familia, provocándole su pérdida estados de incertidumbre, de
zozobra; sin perjuicio de que, además, el trabajo que regula el estatuto laboral es
trascendental porque no solo representa la capacidad creadora del ser humano,
sino
porque
proporciona
las
herramientas
necesarias
para
que
pueda
desarrollarse en la sociedad de manera integral.
El artículo 162 del Código del Trabajo establece las formalidades a que se
encuentra sometido el empleador si decide poner término a un contrato del
trabajo, y los requisitos que debe cumplir para que surta el efecto perseguido;
3° Que el “perdón de la causal”, también denominada “condonación de la
falta”, es una institución elaborada por la doctrina laboral a partir de dos ideas o
nociones, a saber, la de “reconocimiento de la voluntad presunta” y la de
“consolidación de las situaciones”, pues si el empleador nada hace para sancionar
la falta o inconducta perpetrada por el trabajador dentro de un período más o
menos inmediato o cercano a su comisión, se presume su voluntad de perdonarla.
Lo que también ocurre si aplicó una sanción de menor entidad, caso en el que se
entremezclaría con el principio “non bis in ídem”.
Dicho postulado doctrinario es plenamente aceptado en sede judicial, pues
se ha sostenido que si no se materializa el despido inmediatamente después de la
falta, se debe entender que el empleador renunció tácitamente a la aplicación de
la causal de término de contrato de trabajo; también que es atendible y lógico que
la parte empleadora, afectada o perjudicada por una determinada actuación
subsumible en alguna de las causales de caducidad contempladas en el
mencionado artículo 160, debe provocar con prontitud la extinción del vínculo
laboral, de lo contrario debe desestimarse por improcedente para poner término al
contrato de trabajo, entendiéndose que ha operado una suerte de “perdón” de la
causal de exoneración;
4° Que, sin embargo, atendido lo señalado en el motivo 2°, no puede
aceptarse la figura doctrinaria del “perdón de la causal” cuando es el empleador el
que incumple gravemente las obligaciones que le impone el contrato de trabajo, y
el dependiente deja transcurrir un tiempo prolongado antes de accionar por
autodespido o despido indirecto; razón por la que se debe concluir que al admitirse
la alegación formulada por el demandado, en orden a que la demanda subsidiaria
por despido indirecto debe ser desestimada, por haber operado el “perdón de la
causal”, se conculcó lo que dispone el inciso 2° del artículo 5 del Código del
Trabajo, lo que conduce a que se acoja el recurso.
Una decisión como la sostenida por la juez del grado, en todo caso, también
violenta lo que dispone el artículo 456 del Código del Trabajo, en cuanto mandata
que el tribunal debe apreciar la prueba conforme a las reglas de la sana crítica. En
efecto, considerando que el autodespido o despido indirecto provoca el efecto que
el trabajador queda cesante, lo que trae consigo un estado de incertidumbre
económica, se puede elaborar como máxima de experiencia una que señale que
el trabajador vacilará, se tomará un tiempo antes de poner término al contrato, y
que, por lo mismo, que no puede ser fruto de una decisión apresurada o
precipitada. No se debe olvidar que las máximas de experiencia o “reglas de la
vida” a las que el juzgador consciente o inconscientemente recurre, según la
doctrina, son “el conjunto de juicios fundados sobre la observación de lo que
ocurre comúnmente y que pueden formularse en abstracto por toda persona de
nivel mental medio”;
5° Que la postura indicada en el primer acápite del motivo precedente, es la
que ha sostenido esta Corte de manera invariable. En efecto, por sentencia de 17
de marzo de 2001 dictada en los autos número de rol 4570-2001, señaló que:
“Que, atinente con el denominado “perdón de la causal”, alegado también por el
demandado, ha de precisarse que tal argumentación tendría cabida sólo cuando
es el empleador quien admite una determinada actitud de su trabajador y no hace
efectivo el despido, pero no cuando es el trabajador el que acciona por despido
indirecto…”. También por sentencia de tres de noviembre de 2010 dictada en los
autos número de rol 4671-2010, concluyó que: “…cabe tener presente –en
relación al perdón de la causal alegada- que el inciso pertinente del artículo 5 del
Código del Trabajo prescribe “Los derechos establecidos por las leyes laborales
son
irrenunciables,
mientras
subsista
el
contrato
de
trabajo…dicha
irrenunciabilidad está claramente circunscrita, de acuerdo al tenor de la
disposición citada, a la vigencia del contrato de trabajo, marco temporal que
enfatiza el carácter protector del principio consagrado durante su vigencia. De esta
manera, la disponibilidad de los derechos que el recurrente invoca a favor de su
tesis, sólo surge al término del vínculo y no antes; y ello obedece a que una
inteligencia diversa de la situación planteada llevaría a considerar cualquier
incumplimiento patronal como condonable en atención al transcurso del tiempo,
situación inadmisible a la luz del carácter tuitivo del derecho del trabajo…”;
6° Que atendido a que la sentenciadora del grado acogió la alegación
formulada por la parte demandada, en orden a que había operado el “perdón de la
causal”, por lo que el rechazo de la demanda encuentra su soporte únicamente en
dicha circunstancia, razón por la cual no emitió pronunciamiento acerca de si se
configuró la causal de término de contrato de trabajo contemplada en la letra D del
numeral 1° del artículo 160 del Código del Trabajo, por lo mismo, no estableció
previa ponderación de la prueba rendida conforme a las reglas a la sana crítica,
cuáles fueron los hechos acreditados en la etapa procesal pertinente; proceso
racional que es fundamental para emitir una decisión acerca de si, en definitiva, el
empleador incurrió en la causal señalada, unido al hecho que esta Corte no lo
puede realizar porque excede el ámbito de su competencia específica, dado que la
cuestión que debía dilucidar en sede de unificación de jurisprudencia solamente se
refería a determinar si era admisible el “perdón de la causal” en un caso como el
propuesto, corresponde que estos autos sean remitidos al tribunal del grado para
que se pronuncie respecto de la materia sometida a su conocimiento indicada
precedentemente.
Por estas consideraciones y de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 478 y siguientes del Código del Trabajo, se acoge el recurso de nulidad
deducido por la parte demandante en contra de la sentencia de diez de julio de
dos mil trece dictada por el Juzgado de Letras del Trabajo de San Bernardo, sólo
en lo que dice relación con la causal de nulidad contemplada en el artículo 477 del
Código del Trabajo, por haberse infringido lo que dispone el inciso 2° del artículo 5
del citado código, y, atendido lo señalado en el motivo 6°, se la anula y se retrotrae
la causa al estado que el citado tribunal se pronuncie en los términos referidos.
La ministra señora Chevesich fue de opinión de emitir pronunciamiento,
además, respecto de la causal a que se refiere el artículo 477 del Código del
Trabajo, en lo que concierne a los fundamentos reseñados en la parte inicial del
motivo primero de la presente sentencia, como de la causal contemplada en la
letra b) del artículo 478 del mismo código; razón por la que no comparte la
decisión de anular la sentencia del grado y de retrotraer la causa al estado que el
tribunal que la dictó resuelva la demanda por despido indirecto deducida en autos.
Lo anterior, porque, a su juicio, en un caso como el propuesto corresponde que
esta Corte en la sentencia de reemplazo que debe dictar, dando cumplimiento a lo
dispuesto en el artículo 483 C, inciso segundo, del código citado, analice todas las
causales de nulidad invocadas.
Redactada por la ministra señora Gloria Ana Chevesich Ruiz.
Regístrese y devuélvanse, con su agregado.
Rol N°12.514-13
Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros
señor Ricardo Blanco H., señoras Gloria Ana Chevesich R., Andrea Muñoz S., y
los Abogados Integrantes señores Guillermo Piedrabuena R., y Arturo Prado P. No
firman los Abogados Integrantes señores Piedrabuena y Prado, no obstante haber
concurrido a la vista y al acuerdo de la causa, por estar ambos ausentes.
Santiago, veintitrés de junio de dos mil catorce.
Autoriza la Ministra de Fe de la Excma. Corte Suprema.
En Santiago, veintitrés de junio de dos mil catorce, notifiqué en Secretaria por el
Estado Diario la resolución precedente.
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