6. Discusión y Conclusiones En éste apartado, los resultados obtenidos serán contrastados con los datos encontrados en otros estudios, llevándose a acabo en la misma secuencia de presentación de los datos; posteriormente se expondrán las conclusiones a las que se llegaron con la realización de éste trabajo y las recomendaciones para la Universidad Federal de Paraíba basadas en los datos encontrados en el presente estudio. Inicialmente, se discute en relación a los componentes del bienestar subjetivo, así como, las dimensiones de personalidad y de cultura que integran el instrumento, destacando de cada una, los puntos de mayor relevancia. La dimensión de Satisfacción Global con la Vida (SWL), siendo variable dependiente, se compone por 5 ítems con una escala tipo Likert de 7 opciones de respuesta, donde se busca medir el grado de acuerdo-desacuerdo con los aspectos de satisfacción con la vida para los sujetos; se observa que las cuestiones de mayor relevancia para ésta investigación son el estar satisfecho con la vida y la percepción de haber conseguido las cosas que para el individuo en cuestión son importantes en su vida. En cuanto a estar satisfechos con la vida, se puede observar en la distribución de frecuencia que 938 del total de sujetos muestran algún grado de satisfacción con la vida (más bien de acuerdo a totalmente de acuerdo), mientras que 223 del total de muestran algún grado de insatisfacción (completamente en desacuerdo a más bien en desacuerdo), donde, 25 del total de los sujetos se observan totalmente insatisfechos con su vida y 122 del total están totalmente satisfechos. La media poblacional se ubica donde los sujetos indican encontrarse “de acuerdo” en estar satisfechos con su vida, destacando, que de acuerdo a la escala donde es planteada ésta cuestión, no implica un alto grado de satisfacción; ésta información coincide con lo encontrado por Vera y colaboradores (en prensa) en un estudio donde comparan las poblaciones sonorense y brasileña (Paraíba), encontrando que la muestra de Paraíba tiene una percepción de bienestar que evalúa regular o medianamente el componente de satisfacción con la vida. Una distribución muy similar se observa en cuanto a la percepción de haber conseguido lo que ellos consideran importante, donde una mayor parte poblacional (946 sujetos) muestran algún grado de acuerdo en cuanto a haber conseguido lo que para ellos es importante y una minoría (229 sujetos) consideran algún grado de desacuerdo en cuanto a haberlo hecho, de éste grupo, 35 de los sujetos se muestran totalmente en desacuerdo, de los cuales, 8 sujetos también consideran encontrarse totalmente insatisfechos con su vida. 133 de los sujetos se encuentran totalmente de acuerdo en haber logrado lo que consideran importante, de los cuales, 59 de ellos también forman parte del grupo que se encuentra en total acuerdo de estar satisfecho con su vida y 40 esta de acuerdo, éstos resultados permiten observar lo asentado por Venhoven (1984) en cuanto al componente cognitivo del bienestar subjetivo, donde describe que la satisfacción con la vida esta en función de las discrepancias percibidas por el individuo entre las aspiraciones y los logros. La dimensión Afecto Positivo (APOS), siendo también una variable dependiente, esta compuesta por 14 reactivos, donde, por medio de una escala tipo Likert con 9 opciones de respuesta busca medir la frecuencia (nuncasiempre) en la experimentación de afectos a corto plazo (semana anterior). En ésta dimensión puede observarse que las medias más altas de afectos experimentadas a corto plazo en la población, son amor (6.35), preocupación (6.33) y gratitud (6.19), como se mencionó, éstas medias se encuentran dentro de una escala de 9 puntos, lo que implica que no se ubican en una alta frecuencia de emociones experimentadas (siempre), por lo que no existe una clara tendencia en cuanto a cuál es el afecto más frecuentemente experimentado por los estudiantes de la Universidad Federal de Paraíba, Brasil. Por otro lado, al realizar un análisis de frecuencia de éstas variables, se observó que del total de estudiantes, cerca de un 23.5 por ciento perciben poca frecuencia de amor y un 25% percibe una alta frecuencia en éste afecto. Al correlacionar la dimensión de afecto positivo con satisfacción global con la vida, se observan relaciones con alto grado de significancia, indicando que ambos son parte del mismo constructo y que existe influencia entre ambas partes, por lo que se buscó observar como era la distribución de los afectos mas frecuentemente experimentados en la población para los grupos que muestran alta y baja satisfacción global con la vida, para éste fin, se utilizaron los cuartiles I y IV de la dimensión “satisfacción global con la vida”. Los resultados más sobresalientes señalan que en cuanto al afecto “amor”, la mayor parte de los sujetos satisfechos con su vida (247 sujetos) lo han experimentado en la última semana, observándose que de éste grupo, solo 27 han experimentado poca frecuencia en la presentación de ésta emoción, mientras que en el grupo con baja satisfacción 105 de los sujetos han experimentado con menos frecuencia tal afecto. En relación a ésta dimensión, es posible resaltar que estos datos coinciden con los resultados obtenidos por Rodríguez (2006), donde, siguiendo una metodología similar a la del presente estudio, encuentra que los estudiantes de la Universidad de Sonora, experimentan mayor frecuencia en las emociones de amor y gratitud. La dimensión Posición Individualista (PI), es una variable de tipo cultural, que se compone por ocho reactivos con una escala de respuesta tipo Likert que mide el grado de acuerdo (completamente en desacuerdo-completamente de acuerdo) con las afirmaciones planteadas por medio de nueve opciones de respuesta. En ésta dimensión se observa equidad en la distribución de respuestas del grupo poblacional, encontrándose que no se evidenció una clara tendencia en cuanto a si se trata de una población colectivista o individualista, ya que, a pesar de que la media más alta se da en términos colectivistas “Es importante para mi mantener la armonía dentro de mi grupo”, las desviaciones estándar de los reactivos que integran la dimensión muestran gran amplitud, lo que impide una clara visualización, motivo por el cual, se realizó la selección de los reactivos “El éxito de mi familia es más importante que mi placer” (reactivo 45) que representa al colectivismo y “Es importante para mi hacer el trabajo mejor que los demás” (reactivo 39) perteneciente al individualismo, y se contrastó con los cuartiles de satisfacción global con la vida y afecto positivo, con el fin de observar cuales eran las tendencias de la población en cuanto a bienestar subjetivo y su posición. De éstos resultados se destaca que no existen diferencias significativas en cuanto a la distribución de respuestas por el grado de satisfacción y afecto, ya que tanto los no satisfechos (cuartil I) como los satisfechos (cartil IV), o bien, los sujetos con menor y mayor frecuencia en la experimentación de afectos, muestran distribuciones similares, tanto para individualismo como para colectivismo, donde la opción de respuesta con mayor grupo poblacional es el punto neutral donde describen “no estar ni de acuerdo ni en desacuerdo” con las afirmaciones. En base a estos datos, se puede concluir que no es posible observar una tendencia clara en cuanto a ésta variable cultural, ya que como se mencionó, los datos tanto de los cuartiles de satisfacción y afectos no indican una tendencia de los grupos altos y bajos en ésta dimensión. Es destacable, que si bien, hubiese sido de esperarse que los resultados arrojaran datos contundentes en cuanto a colectivismo, los datos señalan que éstos jóvenes se encuentran en un punto donde no existe una clara postura, puesto que los procesos de globalización en la sociedad donde viven empiezan a evidenciar cambios en los estilos de vida de los habitantes, donde las personas con mayores niveles de educación, son las primeras en enfrentarse a éstos procesos de transición; éstos resultados son coherentes con lo encontrado por Batista y Colaboradores (2006), donde estudian la relación que guardan los valores y el bienestar subjetivo en estudiantes de la Universidad de Paraíba, Brasil, ya que encontraron que estos sujetos tienden a adoptar un patrón valorativo céntrico, o sea, que engloba valores personales (individuales) y sociales (colectivos). La dimensión “Expresión de emociones positivas y negativas”, esta compuesta por 12 reactivos con una escala tipo Likert de 9 opciones, donde se busca medir el grado de acuerdo (completamente en desacuerdo-completamente de acuerdo) en relación al comportamiento social del sujeto para con su familia y amigos, así como su actitud como futuros padres, tomando en consideración el sexo de su hijo. La opción 5 en la escala de respuestas denota neutralidad en cuanto a la percepción del sujeto. Con el fin de observar si el nivel de satisfacción global con la vida y afecto positivo influyen en la expresión de emociones positivas y negativas, se realizó un análisis de frecuencia de las respuestas, con los reactivos que obtuvieron las medias más altas. De los resultados se destaca, que sin importar el nivel de satisfacción o afecto, las modas se mantuvieron en 9, lo que denota que un mayor número de sujetos considera estar completamente de acuerdo en desear la felicidad para sus hijos, sin importar su sexo. En resumen, se encontró que los sujetos no muestran rasgos de diferenciación por sexo, con respecto a lo que se desea para sus hijos, observándose que el grado de satisfacción con la vida y afecto positivo no denota una clara influencia en la emisión de las respuestas para los estudiantes de la UFPB; por otro lado, se evidencia también, que este grupo señala medias altas con respecto a esperar estar contento y divertirse, tanto con su familia como con sus amigos, por encima, de actuar como éstos grupos consideran que es adecuado, situación coherente con los aspectos que ellos señalan haber tomado en cuenta en sus juicios de satisfacción con la vida, ya que siendo la familia y sus objetivos personales unos de los valores prioritarios, no es así con respecto a lo que su familia habría dicho y los objetivos de sus padres ya que ellos se muestran autónomos en éste punto. Los datos encontrados, coinciden con los presentados por Rodríguez (2006), en su estudio con estudiantes mexicanos, ya que observa que sin importar el género de sus hijos esperan la felicidad para ellos, así como el hecho de buscar en sus familiares y amigos compañía en términos de alegría y diversión, más no de conducta en términos de deseabilidad social; del mismo modo, Batista y Colaboradores (2006) presentan resultados similares en estudiantes de la UFPB, donde se observa que atienden sus necesidades tanto de objetivos personales como de interacción con grupos. La dimensión Percepción de la Felicidad, es una variable de personalidad que se compone por 20 reactivos con una escala tipo Likert con 9 opciones de respuesta, donde se busca observar el grado de satisfacción con diversas áreas de la vida de estudiante. La opción de respuesta 5, es considerada como el punto neutral en la escala, ya que se cataloga como “ni de acuerdo, ni en desacuerdo”. Como punto de partida, es importante señalar que ésta dimensión mostró una alta correlación significativa con los componentes del bienestar subjetivo, por lo que, se planteó como el correlato de personalidad con mayor influencia en el bienestar subjetivo en la población de estudiantes de la Universidad Federal de Paraíba, Brasil, observándose la misma situación en el estudio realizado por Rodríguez (2006), donde los estudiantes de la Universidad de Sonora, correlacionan la dimensión percepción de la felicidad con el constructo de bienestar subjetivo. Como medias más altas en la escala se observa alta satisfacción con “principios morales” (7.56), “Familia” (7.37), “salud” (7.33) y “educación” (7.26), mostrando que las medias más bajas de satisfacción corresponden a “economía” (4.50) y “profesores” (5.39), siendo importante señalar que tales respuestas están ubicadas en el punto neutral o donde los sujetos no se muestran ni satisfechos ni insatisfechos con tales planteamientos. En éste punto, se observa coincidencia con los datos encontrados por Vera (2001) en relación a que en su estudio realizado con estudiantes universitarios encontró niveles más altos de satisfacción en cuanto a familia y menores para economía. Por tratarse de la dimensión con mayor influencia en la distribución del bienestar subjetivo, se realizó un análisis de la frecuencia del grado de satisfacción (%) con los puntos que maneja la escala, para este fin, se compactó la escala original en 4 opciones (completamente insatisfecho, insatisfecho, satisfecho y completamente satisfecho), observándose que los porcentajes de respuesta más altos en cuanto a completa insatisfacción corresponden a la economía, ya que el 34.3% se muestra totalmente insatisfecho y en relaciones románticas con el 22.2% de la población total, aunque en éste punto, se observan distribuciones similares en el resto de las opciones, sin embargo, resulta lógico considerar que los estudiantes se muestren insatisfechos en tales situaciones, puesto que como De Garay (2001) lo menciona, se encuentra en etapa de conformación y maduración de valores, actitudes, expectativas y experiencias, por lo aún no existe estabilidad en éstos sentidos. Los porcentajes de mayor satisfacción en ésta escala, los señalan para “principios morales”, “familia”, “salud” y “educación” con porcentajes de 64.4%, 61.9%, 58.4% y 54.2% respectivamente que refieren a estar completamente satisfechos. Siendo coherentes los reactivos “principios morales”, “familia”, “salud” y “educación” tanto en medias, como en porcentajes de satisfacción más altos, se realiza análisis de distribución de respuestas con respecto al grado de satisfacción con la vida y afecto positivo, con el fin de observar si tales componentes influyen en la distribución de las respuestas. En resumen se observan distribuciones diferenciadas por el grado de satisfacción y afecto positivo en todos los reactivos, donde, los menos satisfechos muestran mayores grupos poblacionales que indican algún grado de insatisfacción (1-4 en la escala) con respecto a los grupos altos, tanto en satisfacción global con la vida como en afecto positivo, por lo que se puede observar que el grado de bienestar subjetivo influye en la percepción de la felicidad de tales sujetos. La dimensión Socialización de las Emociones (SE) se compone por 13 reactivos con una escala tipo Likert con 9 opciones de respuesta, la cual busca observar el grado en que es adecuado y valorado (en absoluto-muchísimo) de manera positiva sentir ciertas emociones. El punto neutral de la escala es la opción 5, donde los sujetos indican indiferencia en su respuesta en relación a la valoración de tal sentimiento. Las medias más elevadas corresponden a valorar de manera adecuada y positiva emociones como “felicidad” (7.67), “amor” (7.65) y “alegría” (7.63), estas medias indican una frecuencia alta en cuanto a la valoración de tales emociones. Las medias más bajas corresponden a “tristeza” (3.41), “culpa” (3.67) y “vergüenza” (3.83), las cuales indican poca valoración de tales emociones; cabe mencionar que las medias se encuentran distribuidas en términos positivos, donde las emociones reconocidas como positivas (felicidad, amor, alegría, satisfacción con uno mismo, gratitud y estar contento) se encuentran como medias más elevadas, mientras que las expresadas negativamente (tristeza, culpa, vergüenza, estrés, celos, enfado y preocupación) se encuentran como medias más bajas, por lo que, a fin de observar diferenciaciones de medias entre aspectos negativos y positivos, se invierten los reactivos enfado y tristeza para ser contrastados con sus antónimos: contento y alegría respectivamente; encontrándose que a pesar de invertir a términos positivos tales reactivos, las distribuciones siguen siendo más altas para estar contento y alegría, por lo que tales emociones, son en mayor medida adecuadas y valoradas de forma positiva para los sujetos estudiados. Con el objetivo de observar si el grado de satisfacción global con la vida y afecto positivo influye en la distribución de las respuestas, se toma a los reactivos “feliz”, “amor” y “alegría” para contrastarlo con éstos elementos. Se observa que la media en todos los reactivos y sin importar el grado de satisfacción o afecto se mantiene en la opción 9, donde el mayor grupo de sujetos ubica su respuesta en tal opción, implicando que valoran muchísimo tales emociones. Al igual que en la dimensión anterior, las respuestas muestran distribuciones diferenciadas por el grado de satisfacción global con la vida y afecto positivo, donde los grupos bajos, muestran un mayor número de sujetos que indican no considerar adecuado y valorado de forma positiva, la felicidad, el amor y la alegría, con respecto a los grupos altos. En resumen se encontró que la distribución de las medias más altas se observa influenciada por el grado de satisfacción y afecto positivo, sin embargo, no se trata de diferencias muy elevadas, siendo importante tomar en cuenta que ésta dimensión mostró correlación significativa, solo con el componente de satisfacción global con la vida la cual se expresó de manera débil, por el contrario, en el caso del afecto positivo no se encontró ningún tipo de correlación, por lo que, no existe una clara evidencia de que ésta dimensión influya en la distribución del bienestar sujetivo en los estudiantes de la UFPB; por otro lado, los resultados encontrados en cuanto a valuar felicidad, concuerda con lo asentado por Diener y Oishi (2004), ya que ellos consideran que se trata de una emoción que generalmente es valuada como positiva en las diferentes culturas. La dimensión de Atención a Sentimientos (AS) contiene 10 reactivos, divididos en dos escalas tipo Likert que miden frecuencia, la primera se compone por 4 opciones de respuesta y se refiere a la percepción de los estados de ánimo y sentimiento del propio del sujeto y de los demás; las opciones de respuesta van desde casi nunca a casi siempre, donde el punto de neutralidad de la respuesta se ubica en el 2.5 de la escala. La segunda escala se compone de 9 puntos y se refiere a la atención que los sujetos prestan tanto a sus sentimientos como a los de los otros, las opciones de respuesta van desde nada en absoluto a completamente, donde el punto neutral se ubica en la opción 5. En lo referente a la percepción de estado de ánimo y sentimientos de los demás comprendido por los reactivos 142, 143 y 144 de la misma dimensión, se encontraron medias bajas, por lo que se realiza un análisis de la frecuencia de tales respuesta con el fin de observar con mayor precisión la percepción de los sujetos encuestados. Se encontró que en población total, la mayor parte de los sujetos a menudo presta atención a los sentimientos de los demás (651 sujetos) y piensa en lo que los demás sienten (639 sujetos), mientras que a veces les resulta describir los sentimientos de los demás (694 sujetos), los resultados destacan la prioridad de los sujetos por atender los sentimientos y emociones que les son propios, colocando en un segundo término, los ajenos. En resumen, el puntaje obtenido por los estudiantes en la escala de bienestar subjetivo se asocia positiva y significativamente con la observación que ellos llevan a cabo de los sentimientos propios y de los otros. La dimensión Percepción Social de la Felicidad se compone de ocho reactivos, donde por medio de una escala tipo Likert de 7 opciones de respuesta, busca observar el grado de probabilidad (es muy improbable que apliquecompletamente probable) de que apliquen las características planteadas en una persona que se describe a si misma como feliz. La opción 4 de respuesta, se considera como el punto neutral, donde existe una probabilidad del 50% de que la característica citada aplique o no. La media más alta de la dimensión refiere al ítem 130 “tener principios morales” (4.81), seguido del reactivo 134 “ser respetado por los demás” (4.72) y “ser cordial” (4.60), en este punto, como es posible observar, los reactivos no muestran una alta tendencia en cuanto a la aplicación de tales características ya que se encuentran ubicadas en el punto medio de la escala, donde los sujetos ubican las probabilidades en un 50%. Las medias más bajas corresponden a “no gustar a los demás” (2.74) y “ser arrogante” (2.99), ambas características están expresadas negativamente, por lo que se contempló la posibilidad de que los sujetos estén respondiendo a los términos positivos de la escala y no porque sean éstos los parámetros, que los sujetos perciben de una persona que se considera feliz, por lo que se invirtieron a términos positivos éstos reactivos, encontrando que las medias se muestran incrementadas, incluso, por encima de “tener principios morales”, ya que “gustar a los demás” muestra una media de 5.26 y “no ser arrogante”una media de 5.01. Con el fin de observar si la distribución de respuestas varia de acuerdo al grado de satisfacción y afecto positivo de los sujetos, se contrastaron los reactivos “tener principios morales” y “no gustar a los demás” con éstos componentes del bienestar subjetivo. En el caso del reactivo “tener principios morales” se observó que independientemente del grado de satisfacción y afecto la moda se mantuvo en 4, donde la mayor parte de los sujetos de las muestran ubican las probabilidades de que tal reactivo aplique en un 50%; por otro lado, se observaron variaciones en las respuestas dependiendo del grado de satisfacción y afecto, donde los sujetos con menos satisfacción global con la vida y afecto positivo muestran una mayor frecuencia de respuesta en cuanto a que tener principios morales no aplique para la percepción de una persona que se describe feliz, esto con respecto al grupo alto, con una razón de 53 a 27 para satisfacción con la vida y 67 a 19 para afecto positivo. Algo similar sucede en el caso de “no gustar a los demás”, donde las modas para el grupo bajo en ambos componentes se ubican en la opción 2, donde brindan una baja probabilidad que aplique y el grupo alto, en el 1, donde consideran que es muy improbable su aplicación, del mismo modo que en reactivo anterior, las respuestas se vieron influenciadas por el grado de satisfacción y afecto, observando que para ambos componentes, las frecuencia de respuestas es menor en cuanto a que si aplique la probabilidad para los grupos con alta satisfacción, con respecto a los grupos bajos, en razones de 22 a 47 para satisfacción global con la vida y 51 a 32 para afecto positivo. La dimensión Búsqueda de la Felicidad y Valores refiere al valor que los estudiantes otorgan a ciertas características de la felicidad y los valores, se compone por 12 reactivos con una escala tipo Likert de nueve opciones de respuesta (no lo valoro en absoluto-lo valoro extraordinariamente), siendo el punto neutral en la escala la opción de respuesta 5. Como media más alta se observa la “alegría” o disfrute personal (8.17), seguida de “felicidad” (7.96) e “inteligencia y conocimientos” (7.75), las cuales se muestran ampliamente valoradas por parte de los sujetos encuestados, mientras que como media más baja esta “pesimismo y anticipar lo peor” (3.16), sin embargo, cabe mencionar, que éste reactivo tiene un marcado énfasis negativo en su expresión en relación al resto de la escala, por lo que es destacable, que al igual que en el caso anterior, los sujetos tienden a responder favorablemente a los términos positivos de la encuesta. Se realiza análisis de frecuencia de las tres medias más altas de la escala, con el fin de observar si el grado de satisfacción con la vida y afecto positivo influyeron en la distribución de respuestas de los sujetos. Como dato destacable, se observa que tanto los grupos bajos como altos de los componentes del bienestar subjetivo y la población total, mostraron una moda igual a nueve, implicando que un mayor número de sujetos en ésta población, valoriza extraordinariamente la alegría, la inteligencia y la felicidad, cuestiones que resultan importantes para la etapa de vida en la que los sujetos se encuentran ubicados, puesto que todos los integrantes de un determinado grupo necesitan establecer sentimientos y emociones positivas recíprocas, para que ocurra la permanencia de todos en el grupo (Batista y Colaboradores, 2006). En el caso de “Alegría” no existe una clara distribución de respuestas con relación a los índices de satisfacción global con la vida y afecto positivo, pues se observan distribuciones similares en ambos casos, sin embargo, existe una mayor frecuencia de respuesta en los grupos con baja satisfacción y afecto en relación a no valorar tal emoción en una medida de 18 a 4 sujetos para satisfacción con la vida y 17 a 2 para afecto positivo. Algo similar, sucede para valorar “felicidad” e “inteligencia y conocimientos”, debido a que los grupos altos de satisfacción con la vida y afecto positivo muestran un considerable decremento en el número de sujetos que no asignan un valor importante a éstas características de la felicidad con respecto a los grupos bajos. En las correlaciones de satisfacción global con la vida y afecto positivo es posible apreciar relaciones significativas con ésta dimensión, principalmente en población total, y en mayor medida para satisfacción global con la vida, por lo que en resumen, la búsqueda de felicidad y valores muestra influencia en la distribución del bienestar subjetivo de éstos sujetos, observándose que los datos arrojados por Rodríguez (2006) en estudiantes de la Universidad de Sonora coinciden con lo encontrado en el presente estudio. En síntesis podemos concluir que en la Universidad Federal de Paraíba se observan diferencias por grupos de edad, donde los sujetos más jóvenes muestran índices más altos de satisfacción con la vida, en relación con los mayores (26 años en adelante), no siendo así en el caso del afecto positivo puesto que no se encontraron diferencias por grupos de edad, tampoco se encontraron diferencias significativas por sexo en cuanto a satisfacción con la vida, mientras que, en relación a experimentación de emociones a corto plazo, los hombres muestran una mayor frecuencia en relación a las mujeres. Por otro lado, se pudo observar que el grupo perteneciente al Centro de Ciencias de la Salud fue el que mostró mayores niveles de satisfacción con la vida, sin mostrar diferencias significativas entre las áreas para los afectos, destacando que ninguna de las tres características atributivas evaluadas, fueron determinantes en el bienestar subjetivo de los estudiantes de la UFPB. Como es posible observar, existe lógica en la distribución es éstas respuestas, ya que en el caso de la edad, existe una etapa de transición cercana a los 26 años, donde éstos sujetos decrementan sus niveles de satisfacción con la vida, debido a que sus circunstancias de vida están por ser modificadas, principalmente porque terminan su formación profesional y se enfrentaran al mercado laboral, acercándose de lleno a lo que es el mundo adulto, además, como Reyes (1996) lo señala, en ésta etapa los jóvenes se encuentran en un momento de formación del constructo, por lo que es posible observar altibajos de acuerdo a éstas edades. Con respecto a la distribución del bienestar por sexo, es de esperarse resultados similares puesto que pocas veces, al realizar revisión literaria se ha encontrado evidencia significativa entre género y bienestar subjetivo, sin embargo, cabe mencionar, que en el meta-análisis de Haring, Stock y Okun (1984), se encontró una débil tendencia en los hombres a presentar puntuaciones más altas que las mujeres, donde al parecer, las medidas afectivas de bienestar subjetivo son más sensibles a las diferencias de género que las cognitivas, situación observada en éste estudio. Resultados similares fueron encontrados en el estudio realizado por Batista y Colaboradores (en prensa), donde observaban la relación entre locus de control y bienestar subjetivo en estudiantes de la Universidad Federal de Paraíba, Brasil, observando también la relación entre variables como sexo, edad y área de estudios, ellos encontraron que las mujeres son más sensibles a la presentación de emociones negativas (culpa, tristeza, vergüenza, rabia) que los hombres. Los datos en relación a diferencias con la División académica, coinciden con los presentados por Batista y colaboradores (en prensa), quienes señalan que en su investigación en estudiantes de la UFPB, no se encontraron diferencias significativas por área con relación al bienestar subjetivo, destacando el hecho de que los estudiantes tienden a atribuir creencias de control semejantes sobre los eventos de su vida independiente del área en que estudian, de la edad que poseen y de su sexo. Se observó que los estudiantes de la Universidad Federal de Paraíba, Brasil muestran niveles promedio de satisfacción con la vida, donde existe una relación entre éste componente y su percepción de la felicidad, ellos muestran mayor satisfacción con sus principios morales, familia, salud y educación, observando que los objetivos personales y la familia son factores determinantes en la realización de sus juicios, independientemente del grado de satisfacción que presenten; mostrando que juicios relativos al bienestar económico son más comunes en sujetos con baja satisfacción; mientras que el tomar en cuenta emociones positivas experimentadas lo es para los sujetos más satisfechos. Se encontró también que los sujetos experimentan una gran variedad de emociones, no quedando claro, cuales son las experimentadas con mayor frecuencia; sin embargo destacan amor, preocupación y gratitud como las más constantes, donde los grupos más satisfechos muestran mayores frecuencias en la experimentación de amor y gratitud y los menos satisfechos en preocupación. Como dato relevante, destaca que en esta población no existe una clara tendencia en cuanto a la posición cultural, ya sea individualista o colectivista en la que éstos jóvenes se ubican, ni se expresa claramente una vinculación entre la posición de los sujetos y sus niveles de bienestar ya que muestran tanto rasgos individualistas, como colectivistas en sus juicios y afectos; observándose que los jóvenes parecen establecer su percepción de bienestar desde una perspectiva donde las oportunidades y apoyo brindados por familiares y amigos, son de gran valor para sus juicios de satisfacción y afecto, sin embargo, sus criterios para desarrollo personal y estilo de vida están determinados de manera unilateral, corroborándose en altos niveles satisfacción familiar y objetivos personales, y niveles decrementados en cuanto a responder a la deseabilidad social y familiar. Se encontró que para ellos, su sociedad valora más adecuadamente emociones positivas como felicidad, amor y alegría, y en menor medida las emociones negativas como tristeza, culpa y vergüenza, de las cuales, alegría y felicidad valoran prioritariamente como característica de una persona que es feliz, aunadas a inteligencia, destacando además que desde su punto de vista, la persona feliz gusta a los demás, no es arrogante y tiene principios morales.