Operación de una granja de peces en mar abierto 1. Recepción de Alevines o juveniles. 1.1. Instalación de la red de cultivo en la jaula. Selección de las redes adecuadas. 2.1. Instalación de los sistemas anti pájaros y anti predadores. 3.1 Inspección de los peces antes de descarga. Procedimientos y tratamientos. 4.1 Renovación de agua. 5.1 Transporte de los peces hasta la instalación (en jaulas remolcadas y/o en tanques de transporte en el barco). Densidades optimas para el transporte, velocidad del mismo y parámetros a tener en cuenta. 6.1. Introducción de los peces en la jaula de cultivo. 7.1. Cuidados y alimentación. Revisiones y controles. 2. Cambio de redes. 2.1. Cuando y porqué cambiar una red 2.2. Sistemas más comunes para cambiar una red 2.3. Sistemas de control de redes 2.4. Mantenimiento de redes. 2.5. Tipos de redes y mallas recomendados según tallas y especies. 3. Amarres. 3.1. Revisiones de amarres 3.2. Cuando y cómo cambiar elementos perjudicados. 3.3. Tensión ideal del sistema de amarres 3.4. Limpieza 4. Alimentación de los peces 4.1. Sistemas de alimentación. 4.2. Tipos de piensos, piensos medicados y piensos anti estrés 4.3. Cálculo de las cantidades de piensos a suministrar 4.4. Cómo suministrar piensos 4.5. Tamaño de los pellets 5. Pescas comerciales. 5.1. Decisiones previas. Cantidad y destino. Selección de jaula. 5.2. Jaulas comerciales 5.3. Sistemas de pesca (red de cerco, bomba de peces etc) 5.4. Matanza del pescado. 5.5. Cadena de frío 5.6. Empaquetado y distribución 5.7. Criterios contables y financieros. 6. Controles, mantenimiento y análisis de la información. 6.1. Sistemas de información de la granja 6.2. Análisis de resultados y de los datos de cultivo (respuesta a los piensos, crecimiento, mortalidad, índice de condición etc) 6.3. Información para la contabilidad de costes. Instalaciones en el mar. 1. Selección de la especia a cultivar. 2. Selección del emplazamiento adecuado. 2.1. Temperatura 2.2. Profundidad 2.3. Tipo de fondo 2.4. Corrientes y oleaje 2.5. Puerto base. 3. Selección de jaulas. 3.1. Tipos de jaulas 3.2. Construcción de jaulas 4. Selección de los anclajes 4.1. Tipos de anclajes. 4.2. Construcción de anclajes. 4.3. Instalación de anclajes 4.4. Tensión de amarres. Cálculos. 5. Instalación de jaulas en sus anclajes. 6. Tamaño de una instalación 6.1. Número de trenes de jaulas 6.2. Distancia entre trenes de jaulas 6.3. Valoración de riesgos 7. Tamaño de una granja 7.1. Número de emplazamientos 8. Apoyos en tierra 8.1. Puerto 8.2. Almacenes y oficinas 8.3. Sala de empaquetado 9. Personal necesario 9.1. Personal técnico 9.2. Personal de mantenimiento 9.3. Cuidadores del cultivo 9.4. Oficinas 10. Equipos necesarios 10.1. Embarcaciones 10.2. Plataformas 10.3. Sistemas de alimentación 10.4. Buzos 10.5. Mortalidad: equipos y proceso 10.6. Sistemas de control y proceso de datos Mar abierto en acuicultura es todo aquél lugar en el mar que carece de protección, independientemente de su proximidad a la costa. Aguas interiores son aquellos lugares en el mar protegidos por dos cabos. Off-Shore o Alta Mar son las aguas exteriores fuera de las 12 millas administrativas. Es importante señalar aquí que aquellos lugares donde hay olas rompientes o acantilados cercanos no son adecuados para la instalación de jaulas flotantes convencionales. Por lo tanto, aquí vamos a hablar del manejo de una granja en mar abierto, un lugar sin protección y relativamente cerca de la costa. Prácticamente, la mayoría de las granjas de jaulas flotantes en España están situadas en mar abierto o en zonas de escasa protección. Los equipos e métodos de trabajo son muy distintos a las granjas con protección. También, nos centramos en granjas de jaulas para el engorde de dorada, lubina y corvina, también útiles para el engorde de otras especies, como la seriola, dentón, sargo etc y centrándonos sobre todo en el mediterráneo. 1. RECEPCION DE ALEVINES 1.1. Tratamientos previos al transporte. El engordador debe de revisar los peces en el criadero antes de comprarlos y asegurarse de que los peces que compra son los que paga. Debe de hacer controles de la dispersión de pesos y tallas, de las posibles deformidades y del estado sanitario en general. El engordado debe de pedir los peces ya vacunados y, en el caso que lo considere oportuno, pedir ciertos tratamientos preventivos, ya que en un tanque es más sencillo hacer cualquier tipo de tratamiento (parásitos, heridas, bacterias etc) 1.2. Carga, transporte y descarga. Por lo general, los peces antes de ser manipulados deben de ayunar con el fin de evitar el consumo exagerado de oxígeno. El camión se suele cargar con cubos y/o bombas de trasiego de peces vivos una vez contados. La temperatura del agua de transporte no debe de superar los 18º, con esto se evita un gran consumo de oxígeno y el canibalismo; por lo que a menudo es necesario enfriar el agua con hielo. El camión lleva un sistema de inyección de aire, oxígeno y equipo de bombeo para auto renovarse. El dato más importante a tener en cuenta durante el transporte es el pH que suele subir demasiado e indica que hay exceso de excreciones, por lo que habría que renovar agua enseguida, y el oxígeno. Una vez que el camión llega al puerto, se ha de renovar el agua de los tanques para equiparar las temperaturas, la renovación se hará en base a 2º C por hora, y en caso necesario, se puede tratar a los peces en el propio camión. La descarga se llevará a cabo por medio de tubos flexibles soltando el agua despacio al principio y tratando de evitar que el pez impacte con velocidad en el agua. 1.3. Transporte a las jaulas Hay dos sistemas para transportar peces, una es directamente a tanques especializados que van en la cubierta del barco, dotados con todos los sistemas (oxígeno, entrada de agua, salida etc) y la otra, directamente en las jaulas que, luego, habrá que transportar hasta la instalación. Si se hace la descarga en una jaula de transporte, es necesario lo siguiente: poner una red adecuada al tamaño de los peces, a 2 m de profundidad y con pesos colgando para mantener la red abierta. Una vez los peces dentro, se amarran dos cabos de remolque con una separación igual a dos veces la manga del barco y a 50 m de distancia con el fin de que no llegue el rebufo de las hélices, y además se amarrará un tercer cabo al fondo de la red para que ésta no se deforme hacia atrás. La velocidad del remolque será de un nudo y en la jaula irá un buzo informando del estado de los peces por el esfuerzo de nadar tras el barco. Si es preciso, se puede empezar a alimentar poco a poco. 1.4. Introducción de los peces en la jaula definitiva de cultivo. En la instalación de engorde, previa a la llegada de los peces, se habrá instalado una red del tamaño adecuado para los peces que llegan. También se habrá abierto el entramado en el caso de que los peces lleguen en una jaula arrastrada por el barco. Si los peces llegan en tanques de transporte, el barco se abarloa a la jaula, quita el 50% del agua de cada tanque y después suelta poco a poco los peces. Si vienen en jaula, habrá que poner una tapa a la red de transporte y con unos cabos hundirla y pasarla bajo los tubos de las jaulas hasta meter la red de transporte dentro de la de cultivo, una vez dentro, se cierra la jaula, se quita la tapa y se saca la red de transporte tirando con la grúa del barco desde el centro del fondo como si fuera un calcetín, teniendo cuidado de que no queden peces atrapados en los pliegues que hace la red. Después hay que cerrar el entramado para que la estructura no se rompa. Una vez hecho esto, un buzo debe de visitar con cuidado la jaula de cultivo, revisar el estado de los peces, contar y retirar los posibles muertos y salir de la jaula. El equipo del barco debe inmediatamente dar de comer y poner la red anti pájaros. 1.5. Cuidados, alimentación y controles. Los peces pequeños recién llegados necesitan de más cuidados y atenciones que los que ya están acostumbrados. Hay que tener en cuenta que vienen de un lugar cerrado, en tanques pequeños, sin olas y donde comen casi todo el rato, aunque la calidad del agua sea peor. Por lo tanto, los peces pequeños deben de comer por lo menos 3 veces al día por encima de los 20ºC todos los días, por debajo de los 20º con dos veces es suficiente. No importa sobre alimentar al principio con el fin de que los peces se pongan fuertes y arranquen con buen crecimiento, si se desperdicia en esos primero días un 10% del pienso a cambio de tener mayor supervivencia, no pasa nada, al contrario. Es bueno que la alimentación siempre la lleven a cabo las mismas personas y no recomendamos la alimentación automática hasta asadas por lo menos dos semanas. Los peces se tiene que revisar cada día y si se detecta cualquier anomalía hay que tomar medidas oportunas; revisión de parásitos en agallas y cuerpo, heridas y patologías internas con cultivos de placas en el caso de mortalidades preocupantes para obtener permisos para dar tratamientos preventivos en caso necesario. Cualquier enfermedad puede llegar a ser una plaga en poco tiempo y hay que atajarla. La mayor parte de las veces, usando piensos anti estrés (con más vitaminas de lo normal) es suficiente. Cada día se tiene que tomar la temperatura del agua para calcular la dieta. Hacer un muestreo de peso y talla a los 15 días calculando el índice de Condición para determinar el estado del cultivo, después muestrear cada mes. 1,6, Datos. Tamaños de redes recomendados para los peces. Nota: para lubina y corvina no usar mallas hexagonales, ya que se quedan los peces enganchado por la boca, hay que usar mallas cuadradas. Redes de 4 mm para peces de 1 gr; 8 mm para peces de 3; 12 mm para peces de 6 gr; 18 mm para peces de 25 y el resto en redes de 22 mm. Las densidades para el transporte dependerán de la temperatura y del tiempo del transporte, pro por lo general se transportan 50 kilos de peces por m3, teniendo siempre muy en cuenta el pH, ya que los peces se pueden comer unos a otros y producir amonio. En las jaulas, las densidades de peces por m3 son menores y no revisten problemas, se pueden alcanzar hasta 25 kg/m3 en lugares con buena renovación de agua y ya al final del cultivo. Las cantidades de piensos a suministrar dependerán de las temperaturas y de las tablas de alimentación del suministrador, aunque en más importante la intuición de la persona que alimenta. 2. CAMBIO DE REDES. El cambio de redes es una de las tareas menos gratas dentro de los procesos normales en una granja en mar abierto porque requiere de mucho trabajo, esfuerzo, equipos y personal, además de ser una de las tareas más arriesgadas que se efectúan en una jaula. Por todo ello hay que estar muy seguro de la necesidad de cambiar una red y de hacerlo en el momento oportuno, ya que una red sucia pesa mucho, impide el normal intercambio de agua, puede albergar todo tipo de patologías y distorsiona el normal movimiento de la jaula dentro del conjunto. Una red sucia es un peligro y hay que cambiar inmediatamente ya que en ningún caso, la situación va a mejorar. 2.1. Cuando y porqué cambiar una red. Puede ser que el cambio de una red sea necesario porque los peces van creciendo y necesitan más luz de malla y más espacio. Esto entra dentro de lo normal. Las redes de alevines suelen ser más pequeñas y pesan mucho menos y no es un trabajo muy desagradable. La red necesita ser cambiada cuando está sucia, y consideramos que una red está sucia cuando se ha cerrado el 50% de su luz. El término sucio significa que han crecido algas, esponjas, moluscos y crustáceos que impiden la libre circulación de agua entre las mallas de la red. Se forma todo un ecosistema que se aloja entre las mallas donde hay más oxígeno y nutrientes que puede provocar el colapso de la jaula. En verano, cuando la temperatura del mar en el Mediterráneo puede llegar a 29ºC, la saturación de oxígeno es muy baja y los peces comen mucho, si hay poco intercambio de agua, la jaula colapsa y mueren muchos peces. Hay lugares donde el crecimiento de fouling en las redes es asombroso, llegando a necesitar cambiarlas cada 15 días –incluso si se tarda dos días más, la red ya no se puede cambiar por métodos convencionales y hay que cortarla en trozos- y hay lugares donde puede durar todo un ciclo de cultivo. Por lo tanto, la red hay que cambiarla cuando es necesario y lo decide el jefe de buzos junto con el director técnico, ya que es un trabajo extra que hay que “colocar” en medio de las rutinas normales de la granja. 2.2. Métodos más comunes para cambiar redes. Las tareas previas al cambio de una red son las siguientes: comprobar la velocidad de la corriente en el mar, el viento y oleaje para situar el barco a barlovento de la jaula, desmontar el sistema anti corrientes, soltar todos los amarres de los tubos de flotación, preparar la nueva red. Sistema manual: muchas veces, al comienzo de una instalación no se suele tener ningún barco gracias a una legislación incongruente, por lo que los cambios se efectúan a mano y es una tarea muy ardua. Una vez soltados todos los cabos, se tira la nueva red al agua dejándola enganchada a la barandilla por una esquina. La red sucia se tiene que subir lo máximo posible para permitir que la limpia se meta por debajo, teniendo mucho cuidado de que no haga bolsas, ya que los peces tienen la tendencia de huir hacia la oscuridad y se amontonan en lugares muy pequeños provocando enormes mortalidades. Una vez hecho esto, la red limpia se sube envolviendo a la sucia hasta amarrarla a la barandilla. Después, poco a poco, la red sucia se sube a mano hasta el barco teniendo dos buzos en el agua abriendo los pliegues de la red para que no se enmalle el pescado. Sistema con grúa: básicamente es igual que el anterior sólo que la grúa tira desde el centro de la red y la saca como un calcetín y cuesta mucho menos trabajo. Sistema de grandes redes: lo que se suele hacer es coser una red con otra, sumergir la costura e ir tirando de un extremo de la red sucia hasta llegar a la limpia. Este sistema se emplea en las almadrabas o en las grandes jaulas de salmón y hacen falta muchos barcos y equipos. Una vez sacada la red sucia, se debe de llevar a puerto, secar y lavar, después hay que revisarla y coser los posibles agujeros que tenga, cambiar cuerdas rotas y dejarla en buen estado. Almacenar en contenedores cerrados y marcados con el número de la red y sus características, historia e incidentes. Las redes son el punto más débil y sensible en una granja, por lo que la gestión de las redes tiene que ser muy exquisita. En primer lugar, las redes en uso se deben de revisar continuamente y comprobar que no hay agujeros ni roturas de los cabos de sujeción. Además de comprobar el estado del cultivo y la posible mortalidad. Un agujero o una rotura puede significar una pérdida importante, tanto es así que hay granjas que sólo usan las redes una vez. Por otro lado, en aquellos lugares que sea necesario cambiar redes muy a menudo, será necesario tratar las redes con algún producto específico que impida la fijación de algas, esponjas etc. Suelen ser pinturas tóxicas con cobre parecidas a las pinturas de los barcos y funcionan bastante bien, pero es muy caro, de difícil manejo, las redes manchan mucho, son tóxicas y pesan demasiado. También hay sistemas de limpieza de redes estando en uso, pero para que sean eficaces, las redes tienen que estar muy tensas, cosa que es poco probable. 2.3. Sistemas de control de redes. Todas las redes tienen que estar identificadas de alguna manera, y cada una tiene que tener su historial completo: proveedor, fecha de compra, características, tipo de red, días de uso, incidencias, dónde está en este momento etc, es una información muy importante y útil para el manejo de una granja. La cantidad de redes que hay que tener como mínimo es de un 50% más que jaulas en el caso de sólo tener jaulas de engorde. Si se tienen jaulas de pre engorde, entonces hacen falta muchas más y de distintos pasos de luz o malla. Los buzos en sus revisiones tienen que anotar el estado general de las redes, los agujeros que encuentran y las demás incidencias, tanto de las redes como del cultivo. En el caso de un siniestro, todo lo anterior ayudará mucho a aclarar las causas y las casas de seguros comprenderán que el control de la granja es bueno y está al día. Se han dado muchos casos en que después de un siniestro nadie sabía ni los peces ni las jaulas en uso. 2.4. Tipos de redes y mallas recomendadas según tamaño y especies de peces. Las redes pueden ser de muy diversas formas, tamaños y de distintos materiales. En mar abierto y con un sistema tradicional de jaula flotante no recomendamos el uso de redes rígidas porque se rompen con mucha facilidad por fatiga. Lo más normal y recomendable son las redes de nylon y poliamidas, a ser posible negras y que no sean fotosensibles. Las redes deben de tener varios cabos cosidos formando anillos de refuerzo, al menos uno en la parte superior, otro en la línea de flotación, otro en la mitad y otro en el fondo, además de un cabo vertical cada dos metros, que será el que sujete la red a la jaula. La malla es lo más sensible y frágil, no debe de tener esfuerzos ni tensiones porque se fatiga y rompe y se escapan los peces. Hay que reforzar las redes todo lo posible, como por ejemplo poniendo doble red en la línea de flotación, en la línea de fondo y en el centro. Tamaños y tipos de redes recomendados para distintos tipos de peces según su peso: Red Cuadrada Dorada Lubina Red hexagonal Dorada Lubina 4 mm 1-3 gr 1-3 gr 8 1-3 g No usar 8 mm 3-6 3-6 16 3-6 No usar 10 mm 6-25 6-35 20 6-30 15-60 12 mm 25-60 35-100 24 30-70 60-100 18 mm 60-100 + 100 36 70-100 +100 22 mm >100 > 300 44 > 100 No usar 3. AMARRES. En este capítulo sólo se mencionará el mantenimiento que necesitan los amarres de una granja, ya que la instalación de los mismos ocupa otro tema distinto. Llamamos amarres a todo sistema enfocado a la sujeción de las jaulas al fondo de mar, de tal manera que las instalaciones de superficie sobrevivan a los temporales, corrientes, mareas y oleaje. Como se verá en la siguiente clase, hay muchas formas de amarrar jaulas y muchos tipos distintos de anclajes, cada uno se diseña para un tipo de jaula concreto y para un tipo de mar y fondo marino. En este caso vamos a centrarnos en un sistema de amarre tipo entramado (grid system) que es el más común en España. En este sistema, están los amarres de las redes a las jaulas, los amarres de las jaulas al entramado, los sistemas de amortiguación de impacto de olas y los trenes de fondeo. 3.1. Revisión de amarres. Todos los días, las personas que se ocupan de la alimentación deben de revisar los amarres superficiales de las redes a las jaulas y de las jaulas al entramado, y en caso de rotura sencilla, se debe de cambiar por el propio personal de alimentación. Semanalmente se deben de revisar todos los componentes del entramado: grilletes, cadenas, anillas, ánodos de sacrificio, pasadores, cables y amarres superficiales de los trenes de fondeo, También se tiene que revisar los sistemas de apertura de redes, sean el que sea, ya que la red, insisto, es el punto más vulnerable de la instalación. La tensión de los amarres se ha de revisar cada 6 meses y después de un temporal, y si es necesario, hay que tensar el sistema. Si está destensado, puede suceder el efecto látigo y romper todos los cabos o hacer que los componentes metálicos sean sometidos a un desgaste acelerado. Cada 6 meses hay que revisar los amarres profundos, es decir, las anclas, cadenas y bloques de cemento, los amortiguadores de profundidad y los nudos de trabajo3.2. Cuándo y cómo cambiar elementos perjudicados. Los buzos que se ocupan del mantenimiento y que hacen las revisiones, deben de informar de todo lo que ven y hacen con el fin de prever cuándo se ha de cambiar un elemento antes de que se rompa. La prevención es imprescindible para la programación, lo que se rompe pasa a lo urgente y anula lo importante. En las revisiones de elementos metálicos se ha de llevar un pie de rey con el fin de medir el grosor de los componentes, y si éste ha disminuido en un 25% su grosor hay que cambiarlo, ya que habrá perdido más del 60% de sus características de rotura. Esto hay que hacerlo con las cadenas, grilletes y anillas. Los cabos, sólo con tocarlos con la mano se sabe si están tensos porque están muy duros, hay veces que el cado esta destenso pero sigue duro, quiere decir que el amarre se ha estirado y ha perdido su elasticidad y hay que cambiarlo. Otras veces se roza contra el metal y se despelucha hasta la rotura. Los amarres de profundidad sólo se rompen los últimos eslabones de la cadena de los bloques de cemento y el grillete de unión con las estachas cuando la boya amortiguadora ha desaparecido. Para cualquier cambio de un componente, hace falta un barco con grúa y potente, que sea capaz de aflojar el sistema para que quede totalmente destensada la zona a cambiar y poder trabajar sin tensión ni peligro y más en mar abierto. Por ejemplo: necesito cambiar un grillete de unión de un cable del entramado a la anilla de un amortiguador (boya); se amarra un cabo al cable con un nudo fijo doble, se pasa el otro extremo del cabo por la anilla y el barco tira lo suficiente para que el cable se destense y el grillete quede flojo, es ese momento el buzo quita el grillete dañado y pone uno nuevo, la operación sólo debe de durar unos 3 minutos entre dos buzos. 3.3. Tensión ideal del sistema Para que el sistema trabaje a la perfección tiene que tener una tensión constante de 1200 kilos, aunque tenga amarradas jaulas de 10 ó de 25 metros, ya que las jaulas tienen sus propios elementos amortiguadores y tensores. Los barcos tienen que tener un dinamómetro en el cabo de remolque para tensar en la medida justa. Si tensamos de más, restamos elasticidad al sistema hasta el punto de perder la elongación natural de los cabos, y si tensamos de menos, el rozamiento de las partes metálicas será muy alto y los cabos podrán tener efecto látigo. Hay sistemas que proponen unos tensores permanentes y cabos rígidos o cables, s un poco más complejo pero también funciona bien. 3.4. Limpieza. Para todo lo anterior hace falta que el entramado y los amarres estén bien limpios de incrustaciones y, sobre todo, de mejillones. Estos último crecen muy bien entre los grilletes, anillas y cabos y hay que limpiarlos constantemente, ya no sólo para poder revisar la instalación bien, sino porque además de añade un tremendo peso al sistema (más de 100 por metro lineal) haciendo que se destense, se hunda y funcione mal. La limpieza es bastante sencilla, con un grillete amarrado al barco y puesto al principio de un cable o de un amarre, se tira con el motor y todo lo que crece en ellos caerá. Con las boyas es más sencillo aún, sólo hay que amarrar un cabo bajo la anilla de unión de todo el conjunto y subirlo a bordo con la grúa, sólo con el meneo del mar ya de cae el 80% de las incrustaciones. Los ánodos de sacrificio son un componente importante de todo tipo de instalaciones y se instalan para ser sacrificados por la corrosión y acción galvánica del sistema en vez de los grilletes, cadenas y anillas. Lo malo es que es una tarea muy pesada reemplazarlo y poco a poco se va olvidando y dejando de lado, hasta que hay una rotura seria antes de tiempo. 4. ALIMENTACION DE LOS PECES. Este capítulo es uno de los más importantes porque es con diferencia el mayor gasto de una granja de peces, siendo el 40% del coste en granjas muy eficientes y de ahí para arriba en las menos eficientes. Por lo tanto, la alimentación debe de ser racional, lógica y muy profesional. Los piensos no consumidos, además de costar un dineral, caen al fondo formando capas impermeables que impiden el paso del oxígeno y crean gases tóxicos, y si a esto le sumamos y una posible poca profundidad en la instalación, llegaremos al colapso de la granja por contaminación del fondo, cosa que ha pasado y pasa con demasiada frecuencia. 4.1. Sistemas de alimentación. Tenemos el sistema manual que consiste en repartir el pienso a mano, es muy buen sistema, sobre todo al principio del cultivo, ya que el responsable de alimentar está muy pendiente de los peces e informa de cualquier eventualidad en el cultivo. El inconveniente es que es una tarea muy pesada y aburrida y las personas tienen tendencia a hacerlo rápido y mal. Además, en una granja que un día de verano hay que suministrar 1500 toneladas de pienso, es impensable la cantidad de personas y barcos que harían falta. Sistema semi automático que consiste en la mayoría de las veces en un ingenioso artilugio que dispara el pienso desde una tolva usando aire comprimido que se genera con un compresor accionado por un motor, Es muy eficaz, el personal está en contacto con el cultivo y puede parar de alimentar si los peces no comen, lo malo es el ruido que hacen los cañones y lo que se rompen. Sistema automático, que consiste en unos silos flotantes unidos a compresores con un complejo sistema de válvulas y electrónica que dispara el pienso y lo conduce por medio de tubos hasta las jaulas. Este sistema es tremendamente eficaz y puede ser atendido por una sola persona, lo malo es que al ser totalmente automático no suele haber nadie mirando como comen los peces y por lo que se ha apuntado anteriormente, no es muy recomendable. En estos sistemas hay mando a distancia que son usados por personal desde lanchas y lo accionan cuando están en la jaula que va a comer, de tal modo que la persona ve cómo es la respuesta de los peces sin tener que sufrir el esfuerzo de lanzar el pienso a mano o aguantar el ruido de un cañón. Existen sistemas de control para detectar el pienso no consumido, e incluso recuperarlo y volverlo a utilizar cuando se el momento, este mismo sistema sirve también para recuperar los peces muertos e incluso se ha avanzado hacia la recuperación de las heces fecales del cultivo para evitar la contaminación de fondos. Son sistema muy ingeniosos que funcionan muy bien en mares interiores debido a su gran peso, en mar abierto rompen las redes debido al oleaje. También hay sistemas ópticos para ver los piensos no consumidos y cómo actúan los peces bajo el agua, pero requieren de mucho mantenimiento, hay que limpiarlos a menudo y tiene que haber una persona mirando los monitores. 4.2. Tipos de piensos. Hay muchos tipos de piensos que se utilizan en función de la especie, de la temperatura y del tamaño de los peces, pero ese tema se lo dejamos a los especialistas en nutrición. En nuestro caso, lo que nos interesa saber es que para según qué trabajos se vayan a realizar, hay una extensa variedad de piensos a usar. Por ejemplo: Piensos de arranque: son aquellos piensos que usaremos para enseñar a los peces a comer en una jaula según llegan de los criaderos, suelen ser piensos con atractantes alimentarios, y se suelen utilizar ad libitum. Piensos tratados: en jaula en mar abierto es muy difícil dar tratamientos por inmersión a peces que por algún factor de estrés se han parasitado o que sea necesario fortalecer a los peces antes de someterlos a factores de estrés, tales como clasificaciones, conteos, cambio de redes etc Piensos medicados: la legislación actual pone muchas pegas al uso de fármacos y prohíbe expresamente su uso sin control veterinario, por lo que el engordador necesita encargar piensos medicados específicos para una patología concreta. Aunque en acuicultura lo más importante es la prevención y se apuesta más por el uso de inmuno estimuladores y tener un cultivo sano y fuerte. Piensos anti estrés: se usan sobre todo en peces días antes de someterlos a factores de estrés, en invierno, en la maduración sexual, después de temporales fuertes etc Piensos de acabado: a veces los mercados demandan peces de determinado color o que tengan los colores muy marcados, como el caso de la trucha asalmonada o del salmón. Entonces se usan piensos con alto contenido en pigmentantes como el caroteno, que realzan los colores en general. 4.3. Cálculo de las cantidades de pienso a suministrar. Normalmente, en una granja bien monitorizada, el cálculo se hace cada día de forma automática por el programa de control que se esté usando, pero no deja de ser un cálculo teórico que juega con las temperaturas y el tamaño de los peces, para lo que se utiliza una tabla orientativa de alimentación suministrada por el fabricante de piensos. Como ya mencionaba antes, el pienso es el punto de mayor coste de la empresa y tiene que ser atendido con mucha delicadeza, por lo que el director técnico, cada día tiene que informarse a través de las personas que suministran los piensos de la marcha de cada jaula, con el fin de forzar más la alimentación en aquellas jaulas que pueden crecer más y alimentar menos en aquellas que no tienen buena respuesta. Para esto, es importante muestrear los peces y calcular su índice de condición (IC=peso en gramos/longitud al cubo). Si el IC= 1,5 el cultivo va bien, si es mayor quiere decir que los peces están gordos y que probablemente haya menos peces en la jaula y los estemos sobre alimentado, si es menor, seguramente que damos mal de comer o que hay más peces. Los controles del estado de los fondos son muy interesantes a la hora de saber qué pasa con una jaula en concreto o con el conjunto de la instalación. Con los datos que cada día nos dan las personas que alimentan iremos corrigiendo las tablas que nos facilita el suministrador de piensos hasta confeccionar la tabla de alimentación de nuestra propia granja, ya que cada emplazamiento es diferente por sus características geográficas, climáticas y físico-químicas. En las mencionadas tablas de alimentación se recomiendan también los distintos tamaños de los pellets del pienso en función del tamaño de los peces. 5. PESCAS COMERCIALES La pesca comercial es el último escalón de la granja como tal y pone en marcha el equipo comercial en tierra. Es una maniobra que puede destruir en minutos todo lo que se ha conseguido con mucho esfuerzo en meses, por eso, hay que hacer las cosas bien, seguras y programadas. 5.1. Decisiones previas a la pesca. El jefe de planta tiene que saber con una semana de antelación las previsiones de mercado del equipo comercial, saber cuánto, de qué especie y de qué tamaño se va a pescar cada día de venta. En las jaulas de dorada y lubina normalmente casi nunca se pesca toda la jaula, como pasa con los salmones, y se pesca muy a menudo pocas cantidades. El motivo de todas estas previsiones, sobre todo, es el obligado ayuno de los peces. Los peces que se van a pescar no deben de ser alimentados un día antes si la temperatura es >22ºC y dos días se es menor de 22ºC, con el objeto de tener el estómago e intestinos limpios de piensos. Es obvio que un pez lleno de pienso tiene mal aspecto, huele y se le sale con la compresión del frío, además de que hace que el pez dure menos. Hay que recordar que en casi toda Europa, el pescado se vende entero. Una vez que el equipo comercial nos dice qué necesita, el jefe de planta elige las jaulas que se van a pescar. 5.2. Jaulas comerciales Hay algunas empresas que utilizan jaulas comerciales con el fin de evitar el estrés de las pescas continuadas, es una buena práctica que evita muchos trastornos. Consiste en tener una o varias jaulas donde se traspasan los peces que se van a pescar esa semana, de este modo, a la jaula grande sólo se la molesta de vez en cuando, no se pierde peso por los prolongados tiempos de ayuno y se reducen los peces heridos y mortalidad por estrés, lo que pasa es que no siempre es fácil por los grandes volúmenes que se manejan. La forma de hacerlo es mu sencilla, se pone la jaula comercial pegada a la jaula de cultivo, se cosen las dos redes y se sumergen por la zona cosida, se iza la red de cultivo si se fuerza al pescado a pasar, y a ojo, estimar una cantidad. 5.3. Sistemas de pesca. Básicamente, hay tres sistemas: Cuando se pesca toda la jaula y se tiene suficiente máquina en el barco, lo único que hay que hacer es sacar toda la red fuera del agua e ir llenando los tanques de matanza por el calcetín de sacar la mortalidad. Usando una red de cerco alrededor de la jaula que se va cerrando por las anillas correderas del fondo hasta concentrar el pescado y capturarlo con salabre manual o con grúa. Es recomendable poner una lona en el salabre con el fin de que siempre haya agua y el pescado no se dañe espachurrado contra las mallas. Este modo de pesca permite calcular el volumen de la captura con exactitud. Lo mismo que lo anterior, pero en vez de salabre, usando una bomba de trasiego de peces vivos, funciona bastante bien, pero tiene el problema de que hay que concentrar mucho los peces para que la bomba funcione, de tal modo que los que sobran quedan bastante dañados. Otro problema es la gran cantidad de agua que mueve la bomba afectando al hielo y creando problemas. 5.4. Sacrifico. Todas las experiencias en peces de más señalan que la mejor forma de sacrificar el pescado es usando hielo convencional y/o hielo líquido, pero no con electricidad porque con agua salada es muy peligrosa y se puede llegar a pescar a toda la tripulación del barco. Las necesidades de hielo se calculan más o menos de 2 kilos por kilo de pez, aunque siempre es bueno llevar mucho hielo por si hace falta más. Hay que tener en cuenta que es en ese momento donde se inicia la cadena de frío y no se ha de escatimar en algo tan barato y tan importanteLos sistemas de enfriar y sacrificar peces con hielo líquido, son más complicados, ya que el hielo líquido es como una gelatina a -3º que afecta a las branquias haciendo micro heridas y abundante sangre y, muchas veces, se congela el iris del ojo del pez y parece que es viejo. Para que funcione bien, hay que remover constantemente la gelatina para que los peces se distribuyan bien por la mezcla y no se congelen, ya que al caer en el hielo hacen una bolsa dejando a los del medio caliente y los periféricos congelados. De este modo, los peces mueren sobre todo por anoxia más que de frío, pero de lo que se trata es que se muevan poco y no se arañen unos a otros, y el frio los aletarga bastante rápido. NOTA/ El sistema de sacrificio con hielo líquido no es recomendable para peces mediterráneos, aunque es muy usado en el salmón. Con esta especie, el hielo líquido, no provoca la muerte, pero si un letargo que facilita su manipulación hasta la sala de proceso donde se realiza el sacrificio real. 5.5. Cadena de frio. Es en el proceso de la pesca donde se inicia la cadena de frío que será determinante para la duración de la frescura de los peces. Si aplicamos mucho frío desde el primer momento, usando mucho hielo, no vamos a congelar a los peces, pero si a enfriarlos muy rápidamente, la temperatura ideal es llegar a 1 ó 1,5ºC en menos de una hora, de este modo, aunque parezca que el pez ha llegado muy rápido a alcanzar el rigor mortis, no es real, lo que pasa es que se ha endurecido la grasa periférica; de lo que se trata es de retrasar al máximo la aparición del rigor mortis para que este dure mucho tiempo, y mientras haya rigor, no hay decadencia de las fibras y el pescado tendrá la etiqueta de fresco con garantías. 5.6. Empaquetado y distribución. La cadena de frio, una vez iniciada no se debe de romper por nada, ya que en el momento que se rompa, los peces tendrán rigor mortis y empezará bien pronto a corromperse, por eso, los tanques con peces tienen que ser rellenados de hielo constantemente hasta llegar a la sala de empaquetado. La sala de empaquetado tiene que cumplir una serie de requisitos legales que no vamos a mencionar, salvo el de su baja temperatura, el personal de empaquetado, trabaja en condiciones de frío. Los peces se han de clasificar por tamaño y empaquetar en envases térmicos cubiertos por hielo, las formas de las cajas y paquetes las determinará el mercado. Cada caja tiene que ir etiquetada con lo que tiene y toda la información legal reglamentaria. El almacenaje se ha de hacer en cámaras frigoríficas a 1ºC y el transporte en camiones frigoríficos hasta los puntos de destino, y una vez en ellos, seguir almacenado en cámara y sólo exponer el pescado que se crea se va a vender cada hora. 5.7. Criterios contables y financieros. He considerado de interés introducir este punto con el fin de hacer un comentario que explica muchas estrategias de producción y de comercialización, y la mayoría de ellas pasa por los valores contables de la producción. A menudo, el precio del pescado en el mercado es inferior al valor de la producción, y si pescamos y vendemos en ese momento, se produce una pérdida que, a menudo, estratégicamente hablando, no es muy conveniente y se decide no pescar hasta un momento mejor, tanto empresarial como de mercado. También hay veces que se vende a pérdida por falta de tesorería, por exceso de stock, por riesgos excesivos, por riesgos patológicos y un sinfín de anécdotas que nada tienen que ver con la parte técnica de la producción. 6. CONTROLES Y ANÁLISIS. En una instalación en mar abierto, el mantenimiento es la segunda llave del éxito, la primera es el lugar elegido. Tenemos que pensar que el mar nunca descansa y que en un día de viento flojo, por ejemplo de 10 nudos, hay olas de baja frecuencia e intensidad, pero alguien se ha parado a pensar cuantos miles de olas van a sacudir la instalación ese día? Y si tenemos un componente poco tenso, una boya o un grillete etc se va a mover el doble de la cantidad de olas, un movimiento en la dirección de la ola y otro en la recuperación. Ese rozamiento de metal contra metal, de cabo contra cabo, de tensión recuperación, hace que los materiales se desgasten, se fatiguen y rompan. El proceso será mucho más dramático con temporales duros. A todo lo anterior hay que sumarle el fenómeno de la corrosión que es provocada por la acción del agua salina del mar, el oxígeno y la temperatura (alta tª mayor corrosión) y el fenómeno de la energía estática que desarrolla cualquier cuerpo que se enfrenta a una corriente de agua . 6.1. Qué revisar y con qué frecuencia. Por lógica, hay que revisar los puntos más vulnerables y estos son siempre los mismos en todas las granjas: en primer lugar las redes (agujeros, incrustaciones, cabos de refuerzo etc) y se tienen que revisar como máximo cada 3 días; en segundo lugar los puntos de unión del entramado y sus boyas (grilletes, anillas, cadenas, pasadores) y se tienen que revisar como mínimo cada semana y después de un temporal; los trenes de fondeo (cabos, cadenas, anclas) cada 6 meses. Estas revisiones se llevarán a cabo por medio de buzos. Los cabos de unión de jaula a entramado, los cabos de amarre de las redes a las jaulas, los sistemas anti pájaros y otros componentes, los revisarán cada día los que alimentan y visitan las jaulas. 6.2. Qué hay que reparar o cambiar. Todos aquellos componentes que hayan perdido un 25% de sus características originales hay que sustituirlos lo más pronto posible, es un trabajo que se tiene que anotar como muy importante en la lista de trabajos programables. Si se rompe algo se convierte en trabajo urgente y de emergencia, lo que irá en detrimento de los trabajos programados como por ejemplo una pesca comercial, que es lo más importante en una granja. 6.3. Sistemas de información en una granja. Todo lo que sucede en una granja tiene que ser monitorizado, almacenado y analizado si queremos optimizar la producción, la rentabilidad y el funcionamiento. Por lo tanto, hay que establecer un sistema de control muy sencillo que pueda ser alimentado por todo el mundo, este sistema de control se conoce en el mundo de la acuicultura como LA Hoja del Día. En esta hoja se anotan las jaulas y lo que tienen, lo que va a comer cada una de ellas (tipo de pienso y cantidad) la respuesta a la alimentación, la red que tienen puesta, las incidencias de la instalación, los informes de los buzos, los fenómenos climáticos y todo lo extraordinario que hay que hacer: pesca de tal jaula, llegada de alevines, cambio de red, peces en ayuno, peces con tratamiento etc. Se hará una hoja por sección y será cumplimentada por todo el que haga alguna tarea en concreta: los alimentadores escribirán sus observaciones, por ejemplo, comen muy bien, comen hondo, no comen; algo sencillo y directo, el pienso tiene polvo, es una mierda o lo que sea, pero el flujo de información que se produce a pie de campo es vital para el buen funcionamiento. Esta hoja debe de ser hecha el día antes, pero tiene que haber una pequeña reunión previa muy fluida con los responsables de las distintas áreas: como han comido los peces y qué se recomienda: subir cantidad, bajar, cambiar pienso etc, qué se va a pescar, qué trabajos hay que hacer (cambio de una red, de un grillete etc) la hoja se da a los que preparan los pienso del día siguiente. También hay que llevar un control muy sencillo pero eficaz de la gestión de los almacenes, por ejemplo, un control de stock del pienso, lo que hay, lo que hay que pedir, necesidades etc; control de redes; control del stock de peces, muestreos y estados del cultivo etc. 6.4. Análisis de la información. Todo lo anterior no tiene ningún sentido si la información se almacena y no se analiza, y este trabajo es el más importante en una granja, ya que de este análisis dependerá la eficiencia y el beneficio de la empresa. Si hacemos bien las cosas sabremos cual es el mejor momento para la siembra de peces, la mejor talla, el mejor pienso de arranque, de engorde y de mantenimiento, el día que llegarán a talla comercial y el mejor momento para la pesca. Cada granja es distinta porque está en un lugar distinto, no tiene nada que ver una granja instalada en el Mas Nou con otra en Gandía o Murcia o Málaga. Las temperaturas, las corrientes, la insolación, vientos, salinidad, oleajes etc son totalmente distintos en cualquier época del año y cada una debe de analizar sus mejores momentos para hacer las cosas. Por ejemplo, en una granja en Murcia, el tamaño de siembra ideal es de 10 gramos en la primera semana de septiembre.... 6.5. Contabilidad de costes. Considero oportuno incluir este apartado aquí porque los criterios de control de costes son muy dispersos y confusos. La contabilidad de costes o analítica analiza los costes reales de cada jaula, ya que cada una de ellas es siempre distinta y gracias a este análisis sabremos que es lo óptimo para nuestro emplazamiento. Los costes se deben de repartir por jaula y no por producción. Si se hace por producción siempre se penalizarán aquellas jaulas que han sido más eficientes y productivas; está claro que los costes variables se imputarán a cada jaula, y los fijos son los que hay que repartir. Por ejemplo, una jaula que ha perdido un X% del stock, tendrá unos costes mayores que la que no ha perdido nada, y una jaula vacía tendrá una imputación de coste al siguiente lote que la ocupe, por eso este análisis nos mostrará cómo ser muy eficientes. Luis Cabello Junio 2011