Como dar testimonio de Jesús.

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Como dar testimonio de Jesús.
Lectura Bíblica: Juan 1:19-37
Objetivo: Ayudar al niño a:
Aprender a dar testimonio de Jesús.
Para Recordar.
En la clase pasada aprendimos que Juan “el bautista”. Era un hombre que Dios envió para
anunciar a todos que Jesús estaba por venir, así como decía en el Antigüo Testamento.
(Isaías 40:1-5/ Juan 1:17,15)Por eso los jefes de los judíos, llamados fariseos, enviaron a
algunos sacerdotes y a otros ayudantes del templo, para que le preguntaran a Juan quién
era él y porque bautizaba si él no era el Cristo (Mateo 3:5-6).
Bautizar era una tarea que solo hacían los sacerdotes y levitas. (Hechos 19:3-4) (Lucas
1:34-36/ Mateo 3:13)
Los fariseos eran estudiantes de la Ley, es decir que conocían muy bien el Antigüo
Testamento, y sabían de las profecías. Pero ellos no reconocieron a Juan “el bautista” ni
tampoco reconocieron a Jesús como el Hijo de Dios, porque ellos tenían el conocimiento en
su mente, pero no en su corazón (Romanos 10:8-13)
El propósito por el que Dios envió a Juan “el bautista” fue para anunciar a todos que Jesús
estaba por venir y para llamar a las personas al arrepentimiento. (Mateo 11:7-15)
Las personas eran bautizadas por Juan después de que confesaban su pecado y se
arrepentían. Este bautizo era para enderezar las sendas torcidas y preparar el corazón de
las personas para recibir el Reino de Dios en el. Nadie se bautizaba sin antes arrepentirse.
(Marcos 1 :1-8)
Así como Juan nuestro propósito es hablar a otros de Jesús para que se arrepientan de su
pecado. Porque el pecado nos separa de Dios.
El arrepentimiento es un cambio en nuestra manera de pensar y en nuestra actitud. Dejar
de hacer las cosas que no le agradan a Dios y que nos alejan de Él. (2 Corintios 7:10)
Versículo anterior:
“si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le
levantó de los muertos, serás salvo” Romanos 10:9
Versículo de hoy:
“Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios” Juan 1:34
Desarrollo del Tema:
En la lección de hoy aprenderemos como podemos compartir a Cristo con otras personas
para que sean sus discípulos, es decir para que lo puedan conocer y seguir y para que puedan
ser como Él. Recordemos que uno de los propósitos de Juan “el bautista” es dar testimonio
de que Jesús estaba por venir, que es el Hijo de Dios y el Salvador del mundo.
Así como Juan “el bautista”, nuestro compromiso es ser testigos, es decir dar a conocer a
otros que tenemos fe en Jesús y que con su muerte y resurrección nos ha salvado del
pecado y de la muerte, porque vivíamos separados de Dios.
Hay muchas personas que necesitan saber que Dios les ama, y que El está esperando a que
se arrepientan, para que no tengan que sufrir el castigo por su pecado.
¿Cómo vamos a dar testimonio de Jesús?
Primero debemos saber que nosotros no vamos a convencer a nadie para que crea en Jesús,
esa es la labor del Espíritu Santo. (Hechos 4:19-20/2 Timoteo 1:7)
Además el testimonio es más importante que el testigo, es decir que debemos mostrar a
otros que es Jesús quien tiene poder para transformar nuestra vida. Las personas deben
ver a Cristo a través de nuestras actitudes, palabras y acciones (Juan 3:30/12:32) porque
lo que el Señor desea es que le conozcamos a Él. (Juan 17:3)
No cometamos el mismo error de los sacerdotes y levitas que no pudieron identificar a
Jesús como “el Ungido”, es decir como la persona sobre la cual el Señor había depositado su
Espíritu, a pesar de conocer muy bien las escrituras. Tampoco pudieron dar testimonio de
Jesús, más bien ellos eran unos “obstáculos de la fe” porque con su vida y sus actitudes
impedían que la gente creyera que Jesús era el Salvador y que estaba cerca de ellos.
En cambio, cuando Jesús vino a Juan para que le bautizara,”. Juan “el bautista” identificó
y presentó a Jesús como “el Cordero de Dios” que quita el pecado del mundo. Es muy
importante ver que Jesús vino a Juan, es decir que Jesús viene a nuestra vida, nosotros no
buscamos a Dios. (Rom 3:11/ Juan 6:44) .
“el Cordero de Dios” o sea Jesús quita el pecado, no lo cubre ni tampoco lo hace a un lado.
Cristo pago el precio completo por nuestro pecado. (Hebreos 10:1-14)
Jesús nos da perdón, vida y nos bautiza con el Espíritu Santo, solo tenemos que recibirlo.
(Hechos 2:38/1 Co. 12:13/ Romanos 8:9)
Para recibir el perdón de Dios debemos reconocer que somos pecadores porque vivimos
separados de Dios. Cuando nosotros nos damos cuenta de que hemos pecado, y merecemos
ser castigados, le pedimos perdón a Dios, y Él nos concede arrepentimiento.
El Señor ahora nos invita a seguirle, a caminar con Él diariamente para convertirnos en sus
discípulos, desarrollando una relación personal con Dios, orando y leyendo su palabra, para
llegar a ser como Él.
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