La búsqueda de la perfección

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¡HOLA! COCINA
¡HOLA! COCINA
myette ferreccio
La
búsqueda
de la
perfección
Amante de la cocina marroquí,
la reconocida chef decoró una
mesa única para recibir a sus
amigas. Orquídeas silvestres,
porcelana de Fez, copas de cristal
francés y un exclusivo menú
reflejaron su exquisito gusto
Soufflé helado
de mandarina
TIEMPO DE PREPARACION
45 minutos + 3 horas de heladera
INGREDIENTES
(para 6 personas)
300 g de pulpa de mango; 150 ml de jugo
de mandarina; 300 g de azúcar; 5 claras;
250 g de crema muy fría apenas batida.
Para la confitura de mandarina: 2 cucharadas de ralladura gruesa de mandarina; 50 ml de agua; 100 g de azúcar.
ELABORACION
Confite la ralladura de mandarina 10 minutos en una cacerola con el agua y el azúcar hasta el punto de ebullición. Cuélelas
y renueve la operación otra vez. Prepare
un almíbar con 200 gramos de azúcar y
70 ml de agua en una cacerola. Mezcle
el mango con el jugo de mandarina, bata
las claras a punto de nieve y agregue una
pizca de sal. Incorpore el mango y el almíbar. Bata la crema hasta lograr el punto chantilly y agréguela a la preparación
anterior. Tapice seis moldes individuales
para soufflé con papel manteca y rellénelos hasta un centímetro del alto del papel.
Enfríelos en la heladera por 3 horas. Antes
de servirlos, retire el papel y decore con la
ralladura de mandarina confitada.
¡HOLA! COCINA
H
acer sentir especiales a sus invitados es su único objetivo. Algo
que desde chica aprendió en su casa
y que se ve reflejado en cada comida
o fiesta que organiza. Y siempre supera las expectativas como anfitriona y como cocinera con sus delicias
que sorprenden hasta al paladar
más exigente. Podría decirse que
Myette Ferreccio vive su vida intensamente y sus mesas traducen esa
esencia. “Empecé mi carrera como
chef hace más de treinta años preparando comidas para mi padre, quien
siempre tenía invitados en casa. Sorpresivamente, las repercusiones no
tardaron en llegar y al poco tiempo
me llamaron de la embajada de Canadá para pedirme que preparara
el catering de una recepción y allí
debuté, sin darme cuenta, en lo que
sería la gran pasión de mi vida”, confesó una de las caterers y anfitrionas
más reconocidas del país.
Arriba: para los almuerzos, a Myette le
encanta recibir en la enorme terraza de
su departamento de Recoleta. Sobre una
mesa de vidrio blanco, siempre sorprende
a sus invitados con alguna de sus tantas
vajillas, como la que compró durante el
último viaje que hizo a Marruecos.
“La cerámica marroquí comenzó a
fabricarse en el siglo X y hoy en día
se sigue utilizando la misma fórmula
hecha con cobalto y esmalte blanco
con la que se logra el famoso ‘azul Fez’”,
cuenta la anfitriona. Derecha: incansable
coleccionista, utilizó piezas de distintas
culturas, como copas francesas e
individuales de lino indio. Izquierda: detalle
de uno de los saleros en forma de tajín.
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¡HOLA! COCINA
LA
ESTRELLA
DEL DESIERTO
El tajín es un plato típico de la
cocina de Argelia y Marruecos, que
toma su nombre del recipiente de barro de gran diámetro en forma de cono
en el que se prepara. Según los primeros registros que se tienen de este
utensilio, su origen es bereber y
por siglos se ha fabricado en
forma artesanal.
Couscous
Tajín de cordero con cebollas caramelizadas
TIEMPO DE PREPARACION
TIEMPO DE PREPARACION
20 minutos
60 minutos
INGREDIENTES
INGREDIENTES
(para 6 personas)
(para 6 personas)
1 taza de caldo; sal y pimienta; 50 g
de manteca; 1 taza de couscous.
1 pata de cordero; 1 kilo de cebollas; 500 gramos de pasas de uva rubias; 250 gramos de almendras fileteadas; 1 cucharadita de jengibre en polvo; 1 cucharada de canela; 1 cucharada de
azúcar en polvo; 10 cucharadas de aceite de oliva; sal y pimienta.
ELABORACION
Lleve el agua a punto de ebullición y
agregue la sal y la manteca. Apague
el fuego e incorpore el couscous lentamente. Revuelva con un tenedor
grande y agregue la pimienta. Deje
hidratar por cinco minutos, revuelva
y sirva caliente. Si lo desea, puede
agregar un poco más de manteca
e incorporar un poco de zanahoria y
zucchini muy bien picados.
ELABORACION
Corte el cordero en dados grandes y lave las pasas de uva. Pele las cebollas y córtelas en rebanadas finas. En una cacerola, ponga 4 cucharadas de aceite de oliva y dore los pedazos de carne.
Agregue el jengibre, la sal, la pimienta y 250 ml de agua, cubra y deje hervir a fuego lento por 45
minutos. Mientras tanto, en otro recipiente, fría las cebollas con cuatro cucharadas de aceite de
oliva a fuego suave revolviendo durante 10 minutos. Agregue las pasas de uva, la canela y el azúcar. Caliente las dos cucharadas de aceite restantes en una sartén y saltee las almendras durante
5 minutos o hasta que estén doradas y resérvelas.
Ponga el contenido de la cacerola en el tajín junto con las zanahorias y los zucchinis salteados en
manteca. Acompañe con las cebollas caramelizadas.
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¡HOLA! COCINA
UN
SIMBOLO
DE CORTESIA
Té de menta
TIEMPO DE PREPARACION
15 minutos
INGREDIENTES
(para 6 personas)
Un puñado de hojas de menta; 6 cucharaditas de té
verde en hebras; 1 litro de agua hirviendo; 4 cucharadas de azúcar.
ELABORACION
En una tetera, coloque el agua y agregue el té verde en
hebras. Infusione por unos minutos y cuele. Añada las
hojas de menta y deje reposar cinco minutos más. Agregue el azúcar y revuelva hasta que se disuelva. Para servir
el té, viértalo desde una distancia alta con cuidado para
lograr una fina capa de espuma en la superficie.
Arriba: después de disfrutar el
almuerzo al exterior, la anfitriona
siempre sirve el té en su comedor.
Amante del arte magrebí, ahí
mandó pintar un trompe-l’œil
inspirado en el desierto del
Sahara. El juego de té de plata,
que Myette heredó de su abuela,
es un diseño exclusivo del hotel
Riad Salam de Fez, uno de los
más antiguos de la ciudad.
“El té de menta es muy popular
en Marruecos. Cualquier
momento es ideal para tomarlo,
tanto después de cada comida
como a media tarde” cuenta. Para
acompañarlo, siempre prepara
petit fours con chocolate,
caramelo y frutos secos.
Amante de los sabores del mundo, Myette no deja nada librado al azar. Todo debe
estar en perfecta armonía: la vajilla, la cristalería, las flores, el menú… “Una de mis
cocinas favoritas es la marroquí. Con mi
madre viajé muchísimas veces a Marrakech
porque ahí vivía una tía abuela mía y siempre descubría cosas nuevas”, cuenta mientras termina de armar la mesa en la que
recibirá a sus amigas para celebrar su cumpleaños. Implacable coleccionista, eligió
una vajilla que compró en Fez durante su
última visita al país magrebí. “El blanco y
el azul son dos colores que están presentes
en las porcelanas de todas las eras y civilizaciones de la historia. Es una combinación que me fascina y que siempre busco
en mis viajes. Las más conocidas son las de
Burleigh (Inglaterra), las de Delft (Holanda), las de Meissen (Alemania) y las de la
dinastía Qing (China), pero la que más me
gusta es la de Fez, porque su azul es el más
intenso”, explica.
Para esta producción, Myette preparó
tajín de cordero con couscous y soufflé
helado de mandarina. “Es ideal que el
menú y la mesa estén en armonía”, dice
mientras organiza la ubicación de sus
invitadas. “El buen anfitrión debe tener
buena porcelana, impecable mantelería, preparar platos con los mejores ingredientes y saber armar un grupo en el
que todos se sientan cómodos”, explica
la mujer a la que le gusta recibir en distintos lugares de su casa y a quien sus invitados siempre le piden que les revele el
secreto de alguna receta.
•
Textos: Rodolfo Vera Calderón / Fotos: Ignacio Arnedo / Recetas: Myette Ferreccio
En muchas partes del mundo, el
té es un símbolo de hospitalidad y
Marruecos no es la excepción. En ese
país, cualquier persona ofrece té de menta
cuando recibe visitas en su casa, que
siempre deben beber un mínimo de
dos o tres vasos para no ofender al
anfitrión. Por lo general se sirve
dulce y se acompaña con
frutos secos.
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