Entre perfiles y docentes

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Entre perfiles y docentes
Por: Susana Jiménez Sánchez1
“Hoy más que nunca la profesión de la docencia enfrenta
diversos retos y demandas. Es un clamor social que la tarea
docente no se debe restringir a una mera transmisión de
información, y que para ser profesor no es suficiente con
dominar una materia o disciplina. El acto de educar implica
interacciones muy complejas, las cuales involucran cuestiones
simbólicas, comunicativas, sociales, de valores, etcétera. De
manera que un profesional de la docencia debe ser capaz de
ayudar propositivamente a otros a aprender, pensar, sentir,
actuar y desarrollarse como personas”.
FRIDA DÍAZ-BARRIGA
GERARDO HERNÁNDEZ
Resumen
Ser docente en la sociedad del conocimiento implica muchos retos. Retos en
lo académico, en lo profesional y como seres humanos. Retos a los que debemos
responder de forma crítica y apropiada, los profesionales de la educación, los entes
formadores y los declarantes de políticas educativas.
En esta ponencia, se exponen algunos elementos que, desde el Proyecto
Perfiles, dinámicas y desafíos de la educación costarricense, del Centro de
Investigación y Docencia en Educación de la Universidad Nacional, se han definido
como claves en la construcción de los perfiles docentes, por parte de diferentes
actores educativos de nuestro país.
Investigadora u coordinadora del Proyecto Perfiles, dinámicas u desafíos de la educación
costarricense. Centro de Investigación y Docencia en Educación, Universidad Nacional.
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¿Qué es un perfil?
El diccionario de la Real Academia Española (2007), brinda diferentes
definiciones para el concepto perfil, entre ellas:
1. “Postura en que no se deja ver sino una sola de las dos mitades
laterales del cuerpo.
2. Conjunto de rasgos peculiares que caracterizan a alguien o algo.
3. Adorno sutil y delicado, especialmente el que se pone al canto o
extremo de algo.
4. Figura que representa un cuerpo cortado real o imaginariamente
por un plano vertical.
5. Contorno aparente de la figura, representado por líneas que
determinan la forma de aquella.
6. Complementos y retoques con que se remata una obra u otra
cosa.
7. Miramientos en la conducta o en el trato social”.
Un perfil, por lo tanto, denota una postura que permite observar rasgos
peculiares o características que representan a un objeto, hecho o fenómeno.
Subrayo, lo representan, más no son el objeto, el hecho o el fenómeno, puesto que
estos tienen una complejidad tal, que resulta imposible describirlos.
El perfil por tanto nos refiere a algunas particularidades, que nos dan una
idea de cómo puede ser un determinado objeto, hecho o fenómeno, pero no
podemos tener la certeza de que sea así.
En educación escuchamos muchas veces la palabra perfil. Se habla del perfil
ocupacional, del perfil profesional, del perfil docente, etc. y se trabaja en la
elaboración y reelaboración de éstos.
Así que si vamos a referirnos al perfil docente, debemos tener claro a qué
nos estamos refiriendo.
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Tipos de perfiles
Existen diversos tipos de perfiles, de acuerdo con la finalidad con que se
elaboren y, por supuesto, del enfoque que se asuma para esa confección.
Asimismo, cada autor consultado brinda sus propias definiciones.
En el caso del Proyecto Perfiles, dinámicas y desafíos de la educación
costarricense, el equipo de investigación distingue seis tipos de perfiles: el perfil
ocupacional, el perfil de personalidad, el perfil prospectivo, el perfil de desempeño,
el perfil profesional y el perfil académico-profesional, que se definen a continuación.
Perfil ocupacional
Se refiere al conjunto de tareas y de funciones que el profesional puede
realizar como producto de su formación y de acuerdo con el puesto en que se
desempeñe.
Derivado de lo anterior, se define una ocupación o puesto de trabajo como lo
que hace una persona empleada en una empresa. Las tareas de una ocupación se
descomponen en operaciones y estas en pasos.
Perfil de personalidad
Describe las características y los modos de comportarse un individuo la
desenvolverse como sujeto en su medio ambiente.
Este
perfil
destaca
aquellas
cualidades
personales
que
favorecen
el
desempeño del buen profesional.
Perfil prospectivo
Constituye el deber ser que se deriva del marco teórico general de acuerdo
con los lineamientos políticos-filosóficos nacionales.
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Comprende
la
capacitación
que
le
permitirá
al
individuo
enfrentar
exitosamente las tareas previsibles que se le presentarán en un mundo de
contrastes, cambios e innovaciones.
Perfil de desempeño
Refiere al desenvolvimiento de una persona en pleno ejercicio de su
profesión, es decir, a lo que efectivamente hace en situaciones reales, en
ambientes específicos, dinámicos y complejos propios de su trabajo.
Perfil profesional
Representa lo característico y fundamental de una profesión. Refiere a las
características determinadas por el empleador y determinadas por el mercado
ocupacional que debe cumplir un empleado en cuanto a las habilidades, las
destrezas, los rasgos de personalidad, la conformación física y el nivel de educación
inherente al desempeño profesional.
Perfil académico-profesional
Tiene relevancia en la planificación curricular de toda carrera universitaria,
pues contempla el tipo de profesional que desea formar. Este perfil representa una
instancia de definición que traduce, en términos operativos, los esquemas que se
pretenden a nivel de un determinado proyecto histórico-pedagógico. Engloba lo que
concierne a las exigencias académicas con las exigencias laborales (Guédez, 1980,
p. 43, citado por Alfaro et all, 2008).
Cada uno de estos perfiles nos señala aspectos importantes de la formación y
el desempeño de los diferentes profesionales universitarios (o no universitarios).
Pero cuando hablamos de la profesión docente, ¿a qué nos refiere su perfil?
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El perfil docente
El perfil docente es una de las variables fundamentales que interviene en la
interrelación estudiantes-profesores e incide en la dinámica de los procesos
educativos y por tanto, en su calidad.
El concepto perfil docente se relaciona con una serie de características
personales y conductas que, en la época actual, se rescatan a partir de la
valoración de la diversidad, la diferenciación de particularidades humanas,
capacidades, valores, actitudes, estilos cognitivos y pautas de comportamiento.
El
perfil
del
docente
en
cualquiera
de
sus
acepciones
u
objetivos
(contratación, formación, profesional, etc.), requiere mantenerse contextualizado y
propiciar el mejoramiento de su realidad circundante, sobre todo en el sentido de
un verdadero desarrollo humano sostenible, habida cuenta de que es precisamente
la educación, la actividad social de más prolongada repercusión, de que es la
verdadera base incluso del desarrollo científico y técnico. Cada palabra, cada acción
de un docente estará repercutiendo durante el resto de la vida en sus estudiantes,
mucho más allá del último aliento de sus educadores; por tanto, la construcción del
perfil docente debe ser una construcción en proceso de cambio constante.
Tradicionalmente se ha considerado como capacitado para enseñar a quien
manifiesta algunas competencias profesionales específicas. Sin embargo, definir los
distintos criterios para conformar un adecuado perfil docente no es una tarea
sencilla, por cuanto se deben contemplar una serie de aspectos, requisitos y
cualidades que respondan tanto a las necesidades de la sociedad y época actual, así
como a las de la población particular para la que se define ese perfil.
Por lo anterior, nuestro equipo de investigación aporta una definición de un
perfil integrado emergente de desempeño que contempla los principios, los valores
y el desenvolvimiento en el campo humano, social y académico, así como la
identidad personal, cultural y las características del individuo, pues se concibe a los
y las docentes como personas que manifiestan en forma global todas esas
características, rasgos, cualidades.
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No se puede separar una función de un valor, una capacidad de un rasgo o
un perfil de personalidad de uno de profesionalización, por ejemplo; pues todos
confluyen en uno solo: es la persona que forma y crece paralelamente a ese
proceso y que refleja, además, la individualidad dentro del gran colectivo.
La propuesta del perfil integrado emergente de desempeño que se presenta,
retoma elementos del perfil ocupacional, del perfil de personalidad, del perfil
prospectivo y del perfil profesional que caracterizan el desempeño de la profesión
docente, y son referentes teóricos necesarios para la formulación de un perfil
integrado.
También están presentes, en esa integración, los aportes de los y las
docentes de sétimo año en el currículum en la acción, y su contrastación con los
perfiles de salida de algunas universidades públicas y privadas, así como las
consultas a expertos.
En nuestro caso realizamos la construcción del perfil integrado emergente de
desempeño
docente
para
sétimo
año,
ya
que,
las
tareas,
funciones
y
responsabilidades que ejecutan los y las docentes de sétimo año en las condiciones
y contextos específicos en que les corresponde actuar, son fundamentales, pues no
se rigen, únicamente, por el Manual de puestos del Ministerio de Educación Pública
(MEP), el cual orienta su labor, ni por el perfil profesional de su formación
universitaria. Asimismo, las estadísticas nacionales y diversas investigaciones
realizadas muestran que es en el sétimo año, donde se decide si un o una
estudiante se
mantiene dentro del sistema educativo costarricense. De ahí la
importancia, de realizar un aporte para el mejoramiento de este grado escolar.
Perfil integrado emergente de desempeño docente para sétimo año
Algunos fundamentos
Este perfil se fundamenta en un concepto de educación que considera el
espectro de transformaciones sociales, políticas, económicas, espirituales,
ambientales, culturales y científico-tecnológicos que ocurren en esta era. Una
educación que ha de servir para la transformación de las personas, de las
comunidades y de la nación. Una educación que promueve el diálogo; que se
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interesa por la persona humana, por sus necesidades, intereses, valoraciones,
capacidades, expectativas, y su potenciación como ser humano; que contemple,
como fundamento en su quehacer, la complejidad y la incertidumbre.
Este tipo de educación concibe el aprendizaje como una experiencia humana,
aprendemos durante el transcurso de nuestra vida para crecer y mejorar. Este
aprendizaje se concibe como un proceso de búsqueda y cuestionamiento en la
construcción de conceptos, que tiene como objetivo estimular un nuevo tipo de
individuo, con personalidad inquisitiva, flexible, creativa, innovadora, tolerante y
liberal que pudiese enfrentar la incertidumbre y la ambigüedad, sin perderse. Es un
aprendizaje significativo crítico, mediante el cual, el estudiantado puede lidiar, de
forma constructiva, con el cambio, sin dejarse dominar; manejar la información, sin
sentirse impotente frente a su gran disponibilidad y velocidad de flujo; beneficiarse
y desarrollar la tecnología con la tecnología, sin convertirse en tecnófilo.
Su contexto
Mucho se comenta de la nueva era en que estamos viviendo. Al respecto
Blázquez (2001) señala que la humanidad ha pasado por tres revoluciones: el
lenguaje oral, la palabra escrita, la imprenta. Actualmente estamos en la cuarta
revolución que es la de la información y la comunicación. Cada revolución ha
privilegiado formas de comunicación y educativas, que se detallan en el cuadro 1.
Esta cuarta revolución nos ha hecho pasar de una sociedad industrial basada
en la producción de bienes materiales a una sociedad postindustrial basada en la
transferencia, la gestión y la manipulación de la información y el conocimiento,
siendo el conocimiento un bien comercializable.
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Cuadro 1. Formas de comunicación y culturas
Tomado de Blázquez (2001).
Cabero (2001), Marchesi y Martín (1998), en Blázquez (2001), establecen una serie
de hechos que caracterizan a la sociedad en red o sociedad del conocimiento:
1. Globalización de las actividades económicas que están transformando las
relaciones sociales, la cultura y los valores dominantes de acuerdo con las
reglas de la economía de mercado.
2. Tendencia a la americanización de la sociedad.
3. La desaparición de las barreras entre las naciones.
4. Los cambios demográficos y familiares: a) envejecimiento de la población, b)
el relativo envejecimiento de los trabajadores empleados, c) el incremento de
las familias monoparentales y d) la creciente incorporación de la mujer en el
mundo del trabajo.
5. La diversificación del empleo. El tiempo de un trabajo estable y duradero ha
terminado.
6. El pluralismo ideológico y moral de la sociedad.
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7. Sustitución de los sistemas de producción mecánicos, por otros de carácter
electrónico y automático.
8. La selección continua de áreas de desarrollo preferente en la investigación
ligadas al impacto tecnológico.
9. Globalización de los medios de comunicación de masas tradicionales e
interconexión de las tecnologías tanto tradicionales como novedosas, de
manera que permitan romper las barreras espacio-temporales y el alcance de
grandes distancias.
10.La transformación de la política y de los partidos políticos, estableciéndose
nuevos mecanismos para la lucha por el poder.
11.El desarrollo científico y tecnológico que se extiende a todos los ámbitos del
saber e influye de forma decisiva en el campo social.
Todo este contexto global tiene implicaciones dentro de nuestro contexto
nacional, y principalmente en los procesos educativos.
En nuestro país, la legislación en materia educativa se rige por la Ley
Fundamental de Educación, decretada por la Asamblea Legislativa en 1957 y la
Política Educativa, amparada al marco político vigente hacia el Siglo XXI. Por su
parte el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2006-2010 sostiene que se debe contar
con una oferta educativa adecuada, entre otros aspectos críticos, en términos de
aulas, docentes, equipamiento; elevar el atractivo de la educación secundaria y
“resolver los problemas que se arrastran desde la primaria” (p. 45, citado por Alfaro
et all, 2008).
Estos aspectos son especialmente importantes para retomarlos en la
definición del perfil de las y los docentes de un nivel con tantas singularidades,
hospedero de grupos etarios en punto de inflexión total del desarrollo de su
personalidad y asumiendo, conscientemente, trascendentales transformaciones
físicas: ese es el sétimo año, en el que todos los requerimientos expuestos en el
PND al sistema educativo, se extreman.
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Propuesta de perfil integrado emergente de desempeño
Con base en la fundamentación teórica y en los insumos aportados por los y
las participantes en la construcción de este perfil, se determinó que, según el
contexto de la realidad global, en general, y, específicamente de la costarricense,
los y las docentes de sétimo año deben contar con características particulares, en
las siguientes áreas:
1. Habilidades didácticas que promueven la dinámica pedagógica en el aula
2. Conocimientos sobre evaluación de los aprendizajes
3. Habilidades interpersonales que promueven la ecología de aula y
de los
espacios de aprendizaje
4. Habilidades de comunicación que favorecen las relaciones interpersonales
5. Trabajo en equipo
6. Conocimientos psicopedagógicos y actitudes sociales
7. Aceptación y respeto a la diversidad
8. Condiciones de personalidad: autoestima, equilibrio emocional, principios y
valores propios
9. Actitud crítica y reflexiva
10.Formación inicial: conocimientos disciplinares y pedagógicos
11.Desarrollo profesional y formación continua
12.Conocimientos sobre investigación educativa
13.Conocimientos sobre tecnologías de la información y comunicación
14.Cultura y contexto regional en que se desempeñan
15.Conocimientos sobre la política educativa, legislación educativa nacional e
internacional.
16.Cumplimiento de tareas y funciones académico-administrativas propias de su
cargo
Cada una de las características que corresponden a estas 16 áreas, se detalla
en el libro El perfil integrado emergente de desempeño docente para sétimo año,
del que se hizo entrega a que cada del congreso, por lo que en esta ponencia no se
puntualizan. Sin embargo, les solicitamos revisar este material con el fin de
complementar la información que aquí les hemos dado a conocer.
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Consideraciones finales
Existen diferentes razones que justificaron en su momento la necesidad de
construir el perfil integrado emergente de desempeño docente para sétimo año.
Primero, el sétimo año como primer eslabón en la educación secundaria de
nuestro país, define en la mayoría de las ocasiones, si un estudiante continúa o no
en el sistema educativo, con las implicaciones sociales que esto tiene.
Segundo, la conformación de un perfil para sétimo año tendría una incidencia
directa sobre los procesos de enseñanza y de aprendizaje, porque habría una
mayor claridad sobre lo que esos y esas docentes requieren, no sólo en lo teóricopráctico, sino también en lo didáctico-metodológico.
Ahora, que ya el perfil está construido, más no acabado, creemos que aporta
las características, las cualidades y los principios idóneos para los y las docentes
que laboren con este tipo de población; lo que les permitirá un mayor acercamiento
a sus estudiantes y su proceso de aprendizaje, en beneficio directo de su
permanencia en el sistema educativo y su promoción dentro de éste.
Debemos recordar que los profesionales de la educación son personas, y
como tales, son entes complejos que no delimitan su quehacer profesional a un
perfil, sino que se desarrollan dentro de contextos y situaciones particulares, que
deben ser analizadas por los diferentes entes encargados de la formación inicial y
continua de estos profesionales.
Esperamos haber aportado algunos elementos para la discusión en torno a
los perfiles docentes, y en forma particular el de sétimo año.
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Bibliografía consultada
Alfaro, M. Gamboa, A. Jiménez, S. Martín, J. Ramírez, A. Vargas, M. (2008).
Construcción del perfil profesional docente de sétimo año: respuesta a una
necesidad actual, Educare, 12 (2).
Alfaro, M. Gamboa, A. Jiménez, S. Martín, J. Ramírez, A. Ramírez, O. Vargas, M.
(2008). Memoria del Encuentro de educadores y educadoras de sétimo año.
Heredia, Costa Rica: Universidad Nacional y COLYPRO.
Alfaro, M. Jiménez, S. Martín, J. Ramírez, A. Vargas, M. (2008). El perfil integrado
emergente de desempeño docente para sétimo año. Heredia, Costa Rica:
Programa de Publicaciones de la Universidad Nacional
Alfaro, M. Jiménez, S. Martín, J. Ramírez, A. Vargas, M. (2008). La construcción del
perfil docente: aspectos teóricos y metodológicos. Versión preliminar.
Alfaro, M. Brenes, A. Gamboa, A. Jiménez, S. Martín, J. Ramírez, A. Ramírez, O.
Quirós, E. Vargas, M. Zúñiga, A. (2008). Informe Preliminar de la Tercera
Etapa del Proyecto Perfiles, dinámicas y desafíos de la educación
costarricense. Heredia, Costa Rica: CIDE-UNA.
Blázquez, F. (2001). Sociedad de la información y la educación. Junta de
Extremadura, España: Conserjería de Educación, ciencia y tecnología.
Recuperado el 1 de julio de 2006 de
http://tecnologiaedu.us.es/bibliovir/soc_ed.pdf
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