“Los médicos deben ocuparse de la salud y no de la seguridad" Fecha: 21/01/2015 "Los centros de salud municipales necesitan urgentemente el Programa de Seguridad Hospitalaria para frenar la violencia", subrayó el concejal Giuliano. Ante los episodios de violencia y desbordes sufridos en los centros de salud municipales, como es el caso del ubicado en Castellanos al 3900, "San Marcelino Champagnat”, que tuvo que cerrar sus puertas la semana pasada por dicha circunstancia, el concejal de Rosario Federal, Diego Giuliano, destacó la necesidad de implementar el Programa de Seguridad Hospitalaria Municipal aprobado por el Palacio Vasallo hace dos años y que hasta el momento no ha sido ejecutado. “Hace casi dos años que existe una ordenanza que exige la confección de un Programa de Seguridad Hospitalaria. Sin embargo ese plan no ha sido puesto en práctica y en estos últimos años crecieron las agresiones y los robos hacia el personal de la salud, acentuados aún más por la escasa presencia policial en los barrios y la salida de Gendarmería Nacional”, manifestó el presidente de la comisión de Seguridad del Concejo. Ese plan encomienda la instalación de botones antipánico para el personal en situaciones de riesgo. También manda elaborar un nuevo protocolo de acción policial, con puestos fijos de vigilancia, y una línea telefónica gratuita 0800 conectada al centro de monitoreo para que el equipo de salud llame a la policía en situaciones complejas de violencia. Para Giuliano, “no es razonable que gran parte de los rosarinos no puedan acceder a los centros de salud municipales que se encuentran obligados a cerrar por falta de prevención en materia de seguridad, siendo víctimas constantes de robos y agresiones. Queremos que los médicos sólo se ocupen de la asistencia al paciente y que las tareas de prevención de la violencia quede en manos del personal idóneo para estos deberes: los agentes de seguridad”. “Hoy es el Champagnat, también el dispensario del barrio Toba y muchos otros centros que no pueden atender y funcionar cabalmente. Hace un tiempo lo fue el Hospital Roque Sáenz Peña que se vio en la misma situación y tuvo que cerrar su guardia hasta tanto no quedaran garantizadas las condiciones de seguridad de los profesionales y de todo el personal”, recordó Giuliano. Más adelante agregó: ¿Cuántas situaciones más de desamparo en materia de seguridad tendrán que atravesar los hospitales y centros de salud para que finalmente se decida efectuar un plan que revierta la situación? “La violencia sigue creciendo y se siguen soslayando formas de prevención que permitan asegurar la atención en los 50 centros de salud municipales que asisten a un tercio de los rosarinos. Hace dos años propusimos medidas concretas que no se cumplieron. Si el sistema de salud está también atravesado por el miedo y la agresión a los profesionales y el personal, nadie puede quedarse de brazos cruzados”, concluyó Giuliano.