Análisis Jurisprudencial VI Análisis Jurisprudencial Periodo de prueba: ¿periodo de libre vulneración de derechos fundamentales? (Parte final) Ficha Técnica Autora : Ana Hilario Melgarejo(*) Título : Periodo de prueba: ¿periodo de libre vulneración de derechos fundamentales? (Parte final) Fuente : Actualidad Empresarial Nº 284 - Primera Quincena de Agosto 2013 1. Introducción En la Parte I del presente artículo se hizo un recuento acerca de los pronunciamientos jurisprudenciales que ha tenido el Tribunal Constitucional (en adelante, TC) acerca del periodo de prueba, asimismo, se recordó su origen legal poniéndose énfasis en su naturaleza como institución jurídica del derecho del trabajo. encubrir un acto discriminatorio contra un trabajador. El problema fundamental que surgió a partir de la interpretación comentada líneas arriba es que el TC ha establecido en diversos pronunciamientos que a efectos de analizar si hubo no vulneración de derechos fundamentales se tendría que haber superado el periodo de tres meses establecido legalmente, negando, por un lado, la posibilidad al trabajador de cuestionar un acto de discriminación del que podría ser víctima en los primeros meses de su relación laboral y, por otro, dejando abierta toda posibilidad del empleador de vulnerar los derechos fundamentales del trabajador por un periodo de tres meses. PERIODO DE PRUEBA Consecuencia del poder de dirección Se subrayó que esta prerrogativa tiene como finalidad salvarguardar los ciclos productivos de una empresa que podrían verse mermados ante la contratación de un trabajador que no tuviere actitudes técnicas o profesionales suficientes para la optimización de los procesos de las empresas. Asimismo, se recordó que el ejercicio de derechos fundamentales de los trabajadores tiene vigencia, también, dentro de la propia relación laboral. Tomando especial importancia la prohibición de no discriminación establecida en el inciso 2) del artículo 2º de la Constitución Política del Perú, debido a la latente posibilidad de ser vulnerada dentro del centro de trabajo ante un uso arbitrario del poder de dirección del empleador. En virtud a ello, se llegó a la conclusión que las facultades del empleador encuentran un límite importante en los derechos fundamentales de los trabajadores, pues el poder de dirección tiene como objeto dirigir de forma adecuada la fuerza de trabajo con la que cuenta, no encontrándose dicho poder habilitado para extenderse hacia aspectos propios y ajenos de la actividad laboral de cada trabajador1. En tal sentido, la consecuencia de la vulneración de derechos constitucionales trae consigo su posible cuestionamiento en sede constitucional a fin de que se determine los alcances de su vulneración. Es de notar que dicho análisis debe realizarse independientemente de si cumplió o no con los tres meses de periodo de prueba que estipula la norma, pues la institución jurídica en comento habría quedado desnaturalizada al haber sido utilizada para (*) Miembro del staff de asesores del área laboral de la revista Actualidad Empresarial. Miembro del grupo de estudios de Derecho de Trabajo y de Seguridad Social "Luis Apárico Valdéz de la UNMSM". 1 BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos, Derechos fundamentales de la persona y relación de trabajo, Fondo editorial PUCP, Lima, 2007, p. 101 VI-8 Instituto Pacífico Libertad de empresa Ser evaluado por su desempeño y no por motivos ajenos a relación laboral (menos discriminatorios). Principio de no discriminación 2. Disposiciones internacionales sobre protección contra la mujer y la madre gestante2 Por la propia naturaleza del tema tratado, corresponde realizar un breve recuento acerca de las normas internacionales ratificadas por el gobierno peruano y que suponen una especial atención a la mujer (como grupo históricamente discriminado) y la madre gestante debido a la vulnerabilidad de su estado. Las disposiciones más emblemáticas son las siguientes: - - Artículo 11° de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (ONU, 1979) (“Prohibir, bajo pena de sanciones, el despido por motivo de embarazo o licencia de maternidad”). Convenio sobre la discriminación en el empleo y ocupación (Convenio N°111 – OIT) (“se entiende por discriminación a cualquier distinción, exclusión o preferencia que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en el empleo u ocupación”). 2 Es de precisar que la discriminación por sexo comprende dos facetas: i) tratamiento discriminatorio por la sola constatación del sexo; y, ii) tratamiento discriminatorios que tengan como base circunstancias relacionadas estrechamente con el sexo, por lo que el embarazo al ser una condición que únicamente afecta a las mujeres se entiende que es un tipo de discriminación conexa al sexo. - Artículo 25° de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (“La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales”). - Artículo 10° Declaración sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (“se requiere la igualdad de derechos en el lugar de trabajo, incluida la no discriminación en el empleo”). - Artículos 2.2° y 10° del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (“Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar el ejercicio de los derechos que en él se enuncian, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social” y “Se debe conceder especial protección a las madres durante un periodo de tiempo razonable antes y después del parto”). - Artículo 3° del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (“Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a asegurar a los hombres y a las mujeres igual título a gozar de todos los derechos económicos, sociales y culturales enunciados en el presente Pacto”). Igualmente, pese a que aún no ha sido ratificado por el Derecho Interno3, es importante prestar atención al Convenio sobre Protección a la Maternidad, Convenio OIT N° 183, en el que se establece la protección que tienen las mujeres embarazadas con relación a los ceses de los que fueran víctimas dentro del periodo de gestación, estableciendo que la carga probatoria de que los motivos de despido no se encuentran relacionados a la maternidad deberán ser acreditados por el propio empleador. En tal sentido, observamos como extensamente la normativa internacional protege a las mujeres y, en particular, a las mujeres gestantes de todo acto que podría significar un desmedro de su calidad de trabajadora para el solo hecho de su sexualidad. Todos estos dispositivos in3 De acuerdo al artículo 56° de la Constitución Política del Perú “los tratados deben ser aprobados por el Congreso antes de su ratificación por el Presidente de la República, siempre que versen sobre las siguientes materias: (…) también deben ser aprobados los que exigen modificación o derogación de alguna ley y los que requieren medidas legislativas para su ejecución”. Es de precisar que en esta categoría se encuentran comprendidos todos los Convenios OIT que muchas veces implican la interpretación, modificación e incluso la derogación de medidas legislativas. (Novak Talavera, Fabián, “Tratados aprobados por el Congreso” [comentario al artículo 1° de la Constitución]. En: La Constitución comentada. Tomo I, Gaceta Jurídica, Lima, 2012, p. 1051). N° 284 Primera Quincena - Agosto 2013 Área Laboral ternacionalmente aceptados tienen como base común el postulado de igualdad de derechos de hombres y mujeres y, por tanto, reconocimiento de la discriminación a la mujer como una vulneración al principio de no discriminación que atenta contra la propia dignidad humana. En sintonía con lo expresado, el propio Tribunal Constitucional4 ha expresado que la igualdad entre hombres y mujeres; así como, la prohibición de discriminación contra la mujer son normas imperativas de Derecho Internacional (Ius Cogens) que no admiten disposición en contrario, de acuerdo al artículo 53° de la Convención de Viena del Derecho de los Tratados de 1969, por lo que la discriminación por razón de sexo se encuentra proscrita de forma absoluta dentro del ordenamiento jurídico peruano. 3. Interpretación del caso a la luz de la fuerza normativa de la constitución y la aplicación del principio de proporcionalidad En este punto debemos recordar que, el caso que nos trae ante comentario es el despido del cual fue víctima una trabajadora embarazada dentro del periodo de prueba. Al respecto, nuestro tribunal señaló que no se podía pronunciar respecto de si hubo o no vulneración de un derecho fundamental (discriminación por razón de sexo), debido a que, en el caso, no se había cumplido con superar el periodo de prueba. De acuerdo a lo esbozado, este pronunciamiento resulta ser una total contradicción con los pronunciamientos anteriores que el TC ha tenido vinculados a la protección de la mujer contra actos discriminatorios y a la proscripción de las denominadas “zonas de indefensión”5, pues significarían una zona de suspensión de derechos fundamentales. De otro lado, se verifica que la sentencia referida tampoco se ha ceñido a los criterios de interpretación constitucional señalados por el propio TC que establece, entre otros el principio de concordancia práctica, en virtud del cual toda aparente tensión entre las propias disposiciones constitucionales debe ser resuelta “optimizando” su interpretación, es decir, sin “sacrificar” ninguno de los valores, derechos o principios concernidos, y teniendo presente que, en última instancia, todo precepto constitucional, incluso aquellos pertenecientes a la denominada “Constitución orgánica” se encuentran reconducidos a la protección de los derechos fundamentales, como manifestaciones del principio-derecho de dignidad humana, cuya defensa y respeto es el fin supremo de la sociedad y el Estado6. 4 Sentencia recaída en el expediente N° 5652-2007-AA/TC, Fundamento Jurídico 14. 5 Denominación establecida para “zonas” legales en las que no se pueda aplicar de forma integral las normas relativas a los derechos fundamentales de las personas. 6 De acuerdo a la sentencia recaída en el expediente N° 5854-2005- N° 284 Primera Quincena - Agosto 2013 En virtud de todo lo señalado, se puede establecer que no existe una concordancia práctica en el pronunciamiento dado por el TC sobre esta materia, pues no ha priorizado una interpretación favorable a la defensa de los derechos humanos como ordenan los principios constitucionales creando, a través de esta sentencia, –de forma indirecta– una zona de libre vulneración de derechos fundamentales “a favor” del empleador, hecho que no guarda consonancia con los fines supremos del Estado. Ahora bien, se podría argumentar –en términos prácticos– que el cese de la trabajadora motivado en su estado de maternidad tendría que ser acreditado por la propia trabajadora lo que supondría un supuesto extremadamente difícil de solucionar debido a que esta tendría que tener pruebas directas o indirectas de dicha intención. Al respecto debe tenerse en cuenta que, en innumerables pronunciamientos que ha tenido el TC y la Corte Suprema de Justicia se han indicado “fórmulas” procesales para una mejor distribución probatoria motivado en que la mayor parte de actos del empleador encubren tales vulneraciones7, creándose así lo que en doctrina se denomina “facilitación probatoria”. De esta forma, según algunos fallos8 basta acreditar una determinada situación jurídica, sin necesidad de introducir ninguna clase de medios probatorios sean directos o indirectos que substancien su alegación principal, en tal sentido, si la trabajadora acreditara que su empleador decidió cesarla poco después de que tomará conocimiento de su embarazo, entonces, se presumirá que el cese tuvo como razón dicha condición (de acuerdo con el artículo 29° del Decreto Supremo N°03-97-TR), hecho con lo cual se concluye que se deberán acreditarse básicamente dos condiciones objetivas: i) el conocimiento que hubiere tomado el empleador del embarazo9; y, ii) que temporalmente la fecha en la que tome conocimiento del embarazo y el despido sean cercanas. Cumplidas ambas condiciones recaerá en el empleador la sustentación de que el despido se motivó en la falta de AA/TC, Considerando 4, los métodos de interpretación constitucional no se agoten en aquellos criterios clásicos de interpretación normativa (literal, teleológico, sistemático e histórico), sino que abarquen, entre otros elementos, una serie de principios que informan la labor hermenéutica del juez constitucional. Tales principios son: a) El principio de unidad de la Constitución b) El principio de concordancia práctica c) El principio de corrección funcional d) El principio de función integradora e) El principio de fuerza normativa de la Constitución 7 A decir de Arce Ortiz, la naturaleza virtualmente indemostrable del motivo alegado en la demanda de nulidad del despido por ser a menudo subjetivo, viene a convertirse necesariamente en un elemento interpretativo que ha de modular a favor del trabajador las normas concernientes a la práctica de la prueba. 8 Mediante sentencia recaída en el expediente N°2470-2002-S, se declaró nulo el despido de una trabajadora durante su embarazo, el cual se realizó sin expresión de causa, de acuerdo al artículo 34° del Decreto Supremo N° 003-97-TR, tras considerar que aun cuando el empleador no había sido notificado del estado de la trabajadora, los indicios aportados indicaban que este había tenido conocimiento de aquel debido a su evidente estado de gravidez. (ARCE ORTIZ, Elmer, La nulididad del despido lesivo de derechos fundamentales, PUCP, Lima, 1999, 908) 9 Para que el motivo pueda ser invocado por la trabajadora, es requisito que el empleador sea notificado documentalmente en momento previo al despido. Efectuada la comunicación surge la presunción legal de que el despido de la trabajadora que tenga lugar hasta dentro de los noventa días posteriores al parto está motivado por su embarazo (BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos, Ob. Cit., p. 168). VI idoneidad para la realización de los trabajos que le fueron encomendados a la trabajadora y/o cualquier tipo de incumplimiento de sus obligaciones de trabajo. Por lo que, de verificarse judicialmente que el cese, en realidad, encubría actos de discriminación contra la trabajadora, el Juzgado deberá amparar la pretensión; sin embargo, de lograrse acreditar que el cese estuvo vinculado al cumplimiento de las obligaciones inmanentes del contrato de trabajo no existirá ninguna protección contra la trabajadora, pues el empleador habría hecho un uso correcto de sus facultades. 4. Conclusiones El periodo de prueba es una institución jurídica perteneciente al derecho del trabajo totalmente válida legalmente, debido a que su finalidad es explicable en los términos del desenvolvimiento propio de la relación laboral que supone intrínsecamente una interacción entre trabajador y empleador. En tal sentido, mientras esta figura sea utilizada con el fin de verificar que el trabajador cumpla con las expectativas que sobre él cayeron al momento de su contratación no existirá mayor obligación del empleador de sustentar su despido ni cumplir con la formalidad impuesta por los artículos 31° y 32° del Decreto Supremo N°003-97-TR, pues por dicho periodo del trabajador no tiene protección contra el despido arbitrario. No obstante, si bien el legislador faculta al empleador a cesar bajo los términos expuestos, ello no le da carta abierta al empleador para vulnerar los derechos fundamentales de sus trabajadores a través de despidos discriminatorios ni, consecuentemente, rebajar su dignidad por su condición de mujer, por lo que es pertinente considerar que: i) debido a esta evidente mala interpretación efectuada por el TC, en el caso concreto, resulta probable que la posición acerca de estos casos cambie en los subsiguientes pronunciamientos que se realicen al respecto y se estructuren acorde con sus propias interpretaciones vertidas en otras sentencias; así como, ii) que el propio trabajador afectado por la vulneración pueda impugnar el acto discriminatorio ante instancias internacionales las cuales, de acuerdo a lo que hemos podido observar, tienen total rechazo ante cualquier forma de discriminación que podría darse en cualquier espacio o tiempo. En ese orden de ideas, el empleador deberá guardar el mismo respeto por los derechos fundamentales de sus trabajadores, aun cuando no hayan superado el periodo de prueba, pues dicho respeto no se pierde ni se suspende en ningún momento de la relación laboral, debiendo considerar que de no hacerlo es posible la impugnación del cese en sede constitucional o ante los organismos internacionales quienes en una interpretación de concordancia práctica darán la razón al trabajador que ha sido afectado en su dignidad humana. Actualidad Empresarial VI-9