CORTE NACIONAL DE JUSTICIA JUICIO PENAL.:

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CORTE NACIONAL DE JUSTICIA
SALA DE LO PENAL
JUICIO PENAL.:
No. 528-2011
RES0LUCION~
No.
PROCESADO:
MELKE JARAMILLO JARAMILLO
OFENDIDO:
LIDA PETRONILA PINTADO PINTADO
RECURSO:
CASACIÓN
POR.
PERJURIO
533-2013
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SALA PENAL
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CURTE
JUSTiCIA
No. 528-2O11-P-LB
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA
SALA ESPECIALIZADA DE LO PENAL
JUEZA PONENTE: Dra. Lucy Blacio Pereira
Juicio No. 528-2011-P-LB
Qu~o,09demayode2013.-Las 10H43.HECHOS
Del proceso puesto a conocimiento de este Tribunal, se desprenden los siguientes hechos:
Los recurrentes, señores Melke Jaramillo Jaramillo y Ángel Olegario Murillo Quiñónez
comparecieron como testigos en el juicio de divorcio entre la señora Lidia Petronila Pintado
Pintado y el señor Olger Sunción Infante; el juicio se llevó a cabo, en la ciudad de Lago Agrio,
provincia de Sucumbios, seguido por la causal 11, del artículo 110 del Código Civil, conocido por
el Juzgado Tercero de lo Civil de aquella provincia. En el desarrollo del juicio, los recurrentes
Melke Jaramillo Jaramillo y Ángel Olegario Murillo Quiñónez declararon, bajo juramento, conocer
que los cónyuges no tenían hijos, ni bienes en común; siendo que en realidad la pareja tiene 4
hijos y poseía una casa de conjunta propiedad. Estos testimonios dieron como resultado que la
sentencia de divorcio, no disponga un régimen de visitas, ni alimentos, ni tenencia en favor de
los hijos, asi como, tampoco disponga un régimen de separación de bienes.
La señora Lidia Petronila Pintado Pintado, denuncia a los recurrentes por el delito de perjurio, en
el sentido de haber inducido al error a la justicia, en el juicio de divorcio seguido en su contra,
señalando que los recurrentes son vecinos de su barrio y que conocían a la pareja por más de
diez años.
II.
ANTECEDENTES PROCESALES
El Tribunal Primero de Garantías Penales de Sucumbios, con fecha 4 de marzo de 2011, emite
sentencia condenatoria en contra de los señores MELKE JARAMILLO JARAMILLO y ÁNGEL
OLEGARIO MURILLO QUIÑÓNEZ como autores del delito de perjurio, tipificado en el artículo
354 y sancionado en el artículo 355 del Código Penal, imponiéndoles la pena de tres años de
reclusión menor, sin atenuantes y al pago de daños y perjuicios, por el monto de mil dólares de
los Estados Unidos de Norteaméñca.
Los recurrentes apelan la mentada sentencia, recayendo la competencia en la Sala Única de la
Corte Provincial de Justicia de Sucumbios, la misma que mediante sentencia emitida con fecha
02 de junio de 2011 confirma la sentencia venida en grado, en todas sus partes. De este fallo los
recurrentes interponen recurso de casación.
III.
FUNDAMENTOS DE DERECHO DEL RECURSO DE CASACIÓN
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3.1 Comparecencia del casacionista1 representado por su defensor Dr. Mauricio Javier
Hernández Zambrano, quien manifiesta, en lo principal lo siguiente: Que ha interpuesto recurso
a la sentencia venida en grado, por haber contravenido la norma expresa y haberla aplicado
equivocadamente. 1.-Indebida aplicación del artículo 354 deI Código Penal.-El abogado
defensor de los recurrentes inicia su intervención haciendo un recuento de los hechos que dieron
origen al juicio penal por perjurio, de los cuales los recurrentes fueron sentenciados, esto es el
juicio de divorcio seguido por el señor Olger Sunción Infante en contra de la señora Lidia
Petronila Pintado Pintado. Menciona que la sentencia recurrida establece la responsabilidad de
los sentenciados por los testimonios rendidos en el juicio de divorcio, en los cuales se asegura
que éstos sabian perfectamente de la existencia de los hijos y bienes del matrimonio, y que ée
los sentenció en el sentido que: “sabían plenamente la existencia de los h~os de los ex
cónyuges», pero que nunca se señala con qué documento los sentenciados sabian
perfectamente de esta situación, como para al declarar lo que mencionaron, afirmar que
cometieron el delito de perjurio, esto de acuerdo al artículo 354 del Código Penal, el cual
establece que comete este delito quien “falta a sabiendas a la verdad»; el recurrente considera
que esta es una frase clave, que doctrinariamente la han analizado varios tratadistas, inclus~e,
el representante actual del Fiscal General (Dr. José García Falconí), presente en la audiencia,
quien ha desarrollado el término “a sabiendas” que quiere decir que “se debe demostrar con
prueba plena que las personas sabían la verdad y con conciencia declaran contra ella» 2(sic); cita
además al Dr. Jorge Zavala Baquerizo, mencionando que el mismo analiza esta situación
estableciendo que no todo faltamiento (sic), a la verdad, es delito sino solo cuando
procesalmente se lo prueba, y que en este caso, no existe una sola prueba documental, material
o testimonial, que conste en la sentencia o en la valoración de la prueba, que determine que los
recurrentes sí sabían de la situación de los cónyuges. También el abogado defensor, cita al Dr.
Zavala Baquerizo mencionando que hay dos clases de inculpabilidad, esto es cuando se conoce
una verdad por error o por ignorancia; por error, cuando se conoce en forma distinta la realidad,
y; por ignorancia cuando se desconoce la realidad, es decir, que como los recurrentes no
conocian que habían hijos ellos cometieron error por ignorancia.
Que el Tribunal menciona que los recurrentes, en el proceso, han reconocido con sus
declaraciones su culpabilidad, esto de acuerdo al artículo 115 del Procedimiento Penal, pero ni
aun así hubiesen reconocido ellos que sabían la verdad y asi lo dijeron, era necesario que el
Fiscal demostrara, con prueba, el cometimiento del delio, y no solamente con la declaración de
los sentenciados, y que en todo caso, en referencia a lo que establece el artículo 143 del Código
de Procedimiento Penal, éstas debían haber sido tomadas como prueba a su favor y no en su
contra, que por esa razón se menciona que existe una contravención a norma expresa, porque
no se tiene una sola prueba que establezca que los recurrentes mintieron a sabiendas de la
verdad.
‘véase audiencia oral. púbrica y de contradictorio de mcu,so de casación
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Véase audiencia oral, pública y de contradictorio de recurso de casación
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Menciona además, que al sentenciar a los recurrentes no se toman en cuenta las atenuantes de
la pena, y los sentencian a tres años de reclusión menor, sin haber motivado siquiera, por lo cual
solicita que se case la sentencia, declarando la inocencia de los recurrentes y rectificando los
errores de a la ley.
3.2
Intervención del delegado del Fiscal General del Estado, Doctor José García
Falconi, quien actúa en representación del Fiscal General del Estado, en su intervención en
lo principal alega lo siguiente: que como es de conocimiento general, en nuestra legislación
penal existen los recursos extraordinarios de casación y revisión, los cuales son extraordinarios
porque el legislador exige una serie de requisitos que se deben cumplir para su procedencia; en
este caso, estamos analizando el recurso de casación, el mismo que tiene su fundamento en el
artículo 349 del Código de Procedimiento Penal, y se lo puede interponer cuando en la sentencia
se hubiere violado la ley, es decir, que la casación es un enfrentamiento entre la sentencia y la
ley, a fin de verificar si en la sentencia, en este caso, dictada por la Sala Única de la Corte
Provincial de Justicia de Sucumbíos, se ha violado la ley, ya por contravención expresa de su
texto, por indebida aplicación o por errónea interpretación; y establece que es obligación del
recurrente, en esta materia de casación, señalar de manera expresa una de las tres causales, y
cómo esta falta de aplicación de la ley influyó en la sentencia antes mencionada; además el
inciso segundo, del artículo 349 deI Código de Procedimiento Penal es categórico al señalar “no
serán atendidos los pedidos tendientes a valorar la prueba”. En el presente caso la
fundamentación del recurso de casación se lo ha hecho como alegato de tercera instancia, y no
se ha demostrado en qué manera la ley se ha violado en la sentencia antes mencionada.
El señor delegado del Fiscal General menciona que el artículo 354 del Código Pena], que tipifica
el delito de perjurio, señala que: uhay falso testimonio punible cuando al declarar, confesar o
informar ante la autoridad pública, sea el informante persona particular o pública se falte a
sabiendas a la verdad y perjurio cuando se lo hace con juramento», y que en este caso tanto el
señor Melke Jaramillo Jaramillo, como el señor Ángel Olegario Murillo Quiñónez intervinieron en
calidad de testigos, en un juicio de divorcio que se tramitó en rebeldia, en la que señalaron que
en el matrimonio de la señora Lidia Pintado y Olger Sunción Infante no habían ni hijos, ni bienes,
y que esto dio como resultado que en el juicio de divorcio no se establezcan alimentos para los
hijos, la tenencia de estos y el régimen de visitas, y eso es justamente, el por qué los recurrentes
cometieron el delito de perjurio, ya que, al señalar de manera categórica que la pareja no tenia
hijos, ni bienes, engañaron a la justicia, en especifico, al señor Juez Tercero de lo Civil de
Sucumbios. Subraya, que es necesario mencionar, que en todo juicio, antes de tomar la
declaración a un testigo se le toma juramento y se le explica las consecuencias del mismo, se le
informa la obligación que tiene de decir la verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad, y
que faltar la verdad constituye perjurio. Establece, además, que el artículo 355 del Código Penal
menciona: “el falso testimonio se reprimirá con prisión de uno a tres años, y el perjurio con
reclusión menor de tres a seis años» y que en la sentencia tanto de primera instancia, como de
segunda instancia que se está impugnando, se ha establecido el principio de proporcionalidad
entre el mínimo y el máximo, fijado por el artículo 355 del Código Penal, de tal modo que,
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tampoco se ha violentado el principio de proporcionalidad. En tal virtud, considera que como en
este tipo de delitos se está engañando a la justicia, tratando de perjudicar a los hijos de familia
que hubieron en el matrimonio de los señores Olger Sunción Infante y Lida Pintado, de tal
manera, que por no haberse fundamentado el recurso de casación, se debe desechar dicho
recurso y devolver el proceso al tribunal a quo para que se dé cumplimiento a la sentencia antes
mencionada.
4.- CONSIDERACIONES DEL TRIBUNAL
4.1.-Competencia del TribunaL- Este Tñbunal de la Sala Especializada de lo Penal, es
competente para conocer y resolver los recursos de casación y revisión, conforme a lo dispuesto
en los artículos 184.1 de la Constitución de la República del Ecuador, 186.1 del Código Orgánico
de la Función Judicial y 349 del Código de Procedimiento Penal.
42- Validez ProcesaL- El presente recurso se ha tramitado conforme a lo establecido en los
artículos 75 y 16.3 de la Constitución de la República del Ecuador y las reglas generales de
impugnación dispuestas en los capítulos 1 y IV del Título Cuarto del Código de Procedimiento
Penal. Por lo que, al no existir vicios de procedimiento, ni omisión de solemnidades sustanciales,
habiéndose observado las garantías del debido proceso, este Tribunal declara la validez de todo
lo actuado.
4.3.- Naturaleza jurídica del recurso de casación.- La casación es una institución procesal,
recurso extraordinario, no constituye una nueva instancia de análisis sobre los hechos
presentados en el caso, sino que realiza únicamente un análisis in jure de la sentenda de
segunda instancia para determinar posibles violaciones en ella a la ley, ya por haberse
contravenido expresamente a su texto, ya por haberse hecho una incorrecta aplicación de la
misma; ya, en fin, por haberla interpretado erróneamente, como dispone el articulo 349 del
Código de Procedimiento Penal. Se constituye en un instrumento protector de los derechos y
garantías fundamentales de las partes en el ámbito penal. Forma parte de los medios de
impugnación que nuestro sistema procesal penal proporciona a los sujetos procesales para
defender el imperio del derecho en las decisiones judiciales. En el Ecuador rige el Estado
constitucional de derechos y justicia, por lo que el recurso de casación pasa de cumplir la función
de control de la aplicación de la ley hecha por los tribunales de instancia y la unificación de
critedos jurisprudenciales, a la función de tutela de la Constitución, de los tratados
internacionales de derechos humanos y de las normas formal y materialmente conformes a sus
disposiciones.
La casación constituye una de las expresiones del ejercicio del derecho a la impugnación,
garantizado en el articulo 8.2, literal h de la Convención Interamericana sobre Derechos
Humanos (Pacto de San José) que dice: ~Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en
plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas:
derecho de recurrir del fallo ante juez o
tribunal superior”. El artículo 14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Politicos,
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establece que: “toda persona declarada culpable de un delito tendrá derecho a que el fallo
condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal superior, conforme
lo prescrito por la ley”. La Constitución de la República del Ecuador reconoce este derecho en el
artículo 76.7.m.
Luis Cueva Carrión señala que: .el recurso de casación resuelve la pugna que existe entre la
ley y la sentencia, no entre las partes
El Tñbunal de Casación, por disposición expresa de la
ley4, está impedido de realizar una nueva apreciación de las pruebas que han sido consideradas
por el juzgador en la sentencia.
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4.4.- Análisis de la argumentación del recurso de casación
4.4.1.. Análisis del delito de perjurio.- En la fundamentación del recurso por parte de los
procesados, su abogado defensor mencionaba que el delito de perjurio no se habia consumado,
por parte de sus defendidos, en el sentido de que los mismos no conocían la verdad de los
hechos y declararon lo que ellos sabian, es decir, no habrían actuado a sabiendas de la verdad,
requisito indispensable, a su criterio, para el cometimiento del delito.
Es necesario puntualizar que una persona al rendir testimonio, asume la responsabilidad de lo
que va a testificar, de lo que va a declarar como cierto, esto en concordancia con lo que
establece el artículo 133 del Código de Procedimiento Penal “El testigo, al declarar, prestará
juramento, de acuerdo con su religión o por su honor, de decir la verdad en todo cuanto supiere y
fuere preguntado”, el objetivo de la disposición legal, y en general del juramento, es que el
testigo entienda el peso de su declaración y brinde certeza, al juzgador sobre los hechos
descritos.
Por otro lado, el principio de buena fe procesal descrito en el artículo 26 del Código Orgánico de
la Función Judicial5, establece la obligación que tienen las partes en el juicio, o en cualquier
proceso, de observar una conducta de respeto recíproco e intervención ática, esto teniendo el
deber de actuar con buena fe y lealtad. Una de las actuaciones que por demás, requiere el
cumplimiento de este principio, es el convocar a testigos en un juicio tanto la parte, como su
defensor entienden la responsabilidad y la importancia de la actuación del testigo, los escogen
sabiendo que esa persona conoce la verdad de los hechos, por lo tanto, no pueden ser tachados
de testigos falsos o en su defecto de falso testimonio. Los testigos y los sujetos procesales
deben tener la certeza de sus actuaciones y conocer la responsabilidad que acarrea su
intervención y su compromiso de no inducir al error a la administración de justicia.
‘Luis cueva Carrión, la casación en Materia Penal, Ediciones cueva Carrión, SegundaEdición, Quito, 2007. Pág. 145.
~código de Procedimiento Penal, Art. 349 ‘... No serán admisibles los pedidos tendientes a volver a valorar la prueba’.
5 Código Orgánico de la Función Judicial, articulo 26.- PRINCIPIO DE BUENA FE y LEALTAD PROCESAL- ‘En los procesos judiciales las
juezas y jueces exigirán a las partes y a sus abogadas o abogados que observen una conducta de respeto reciproco e intervención ática,
teniendo el deber de actuar con buena fe y lealtad, se sancionará especialmente la prueba deformada, lodo modo de abuso del derecho, el
empleo de artimañas y procedirnientes de mala fe para retardar indebidarrrente el progreso de la litis. La parte procesal y su defensora o defensor
que indujeren a engaño al juzgador serán sancionados de conformidad con la ley’.
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Por lo antes expuesto, este Tribunal concluye que de la argumentación llevada a cabo por parte
de los recurrentes, quienes de manera reiterada y bajo juramento declararon la falta de hijos y
bienes, se determina que ellos conocían al señor Olger Sunción Infante por un largo tiempo y
gozaban de su confianza, lo que demuestra que éste los escogió como testigos para asegurar la
falta de hijos y de bienes, con el fin, de perjudicar a su cónyuge, a sus hijos, engañar e inducir
error a la autoridad en el juicio de divorcio; por lo que alegar que los mismos han actuado sin
conocer la verdad completa no aporta duda razonable, como para mencionar que en efecto los
recurrentes no cometieron el delito de perjurio y por lo tanto tampoco hubo una indebida
aplicación del artículo 354 del Código Penal como se detalla a continuación.
4.4.2 Respecto a la indebida aplicación del artículo 354 del Código Penal.- Los recurrentes
mencionan que han interpuesto el recurso de casación, en el sentido de que ha habido una
indebida aplicación de la norma, en el juzgamiento de su caso.
El jurista, Criando A. Rodríguez Ch., en su obra Casación y Revisión Penal6 menciona que “En la
sentencia se cometen errores in ¡udicando, de juicio o lógica juridica, de selección o de
interpretación, que acarrean la violación de normas sustanciales. La violaci6n directa de la ley
sustancial, de naturaleza jurídica, se presenta sin consideraciones intermedias entre el raciocinio
del juez y la norma sustantiva; opera cuando el juez incurre en error al aplicar la norma que
regula un caso concreto”.
La indebida aplicación es el entendimiento errado o fuera de contexto que hace el juzgador de
los hechos que se presentan en el caso y lo juzga con determinada norma no aplicable al caso
concreto, el mismo que no tiene nada que ver con la valoración de la prueba en un caso, sino
que es la controversia en la interpretación de la norma por parte del juez en su resolución.
Así mismo, Manuel Sánchez-Palacios enuncia al respecto que: “hay aplicación indebida cuando
se actúa una norma impertinente a la relación fáctica establecida en el proceso. El Juez ha
errado en la elección de la norma, ha errado en el proceso de establecer la relación de
semejanza o de diferencia que existe entre el caso particular concreto, jurídicamente calificado y
la hipótesis de la norma”7.
Con respecto al caso en especifico, el recurrente menciona que se ha aplicado de manera
indebida el articulo 354 del Código Penal, que establece que: “Hay falso testimonio punible
cuando al declarar, confesar, o informar ante la autoridad pública, sea el informante persona
particular o autoridad, se falta a sabiendas a la verdad; y perjurio, cuando se lo hace con
juramento”. (Las negrillas nos pertenecen).
Orlando A. Rodriguez ch., casación y Revisión Penal, aogolá, 2008, Editorial Tenis, pág. 235- 239
‘Sánchez-Palacios Paiva, Manuel. El Recurso de casación CMI. Praxis, cultural cuzco SA. Editores. urna. 1999. Pág.62.
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Los recurrentes, alegaron que no conocían la verdad de los hechos, es decir, que no conocían
que la pareja que se estaba divorciando tenía hijos y bienes, y esa es la razón por la cual, los
recurrentes no infringieron la norma, y por lo tanto se les aplicó de manera indebida en el caso.
Si los recurrentes deseaban fundamentar la indebida aplicación de aquella norma, debían probar
cómo la norma aplicada en la sentencia produjo un error de derecho tal, que amerite casar la
sentencia. Pero en el presente caso se encuentra sufidentemente motivada la sentencia de la
Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Sucumbíos en la que determina y confirma lo
sentenciado por el tribunal a quo, ratificándose su responsabilidad por el delito señalado en el
artículo 354 del Código Penal. En su acápite CUARTO señala: “Que es evidente en el caso y por
constar así de autos la irrefutable justificación con respecto de la materialidad del delito,
consistente en el falso testimonio. En este tipo de delitos el bien jurídico protegido es el correcto
funcionamiento de la administración de justicia, procurando la construcción errónea de los juicios
históricos que pueden formarse los jueces por los datos incorrectos que se les proporcionen. La
falsedad del testimonio a la luz de la doctrina, comúnmente consiste en declarar contrariamente
a la verdad, o en negarla o alterarla esencialmente. Para saber que el testimonio es falso, deberá
apreciarse la declaración del testigo en su conjunto y no en sus accidentes. Afirma una falsedad
quien expresa como verdadero lo que no es; afirma el que asegura, no el que presenta lo que
sabe que no es verdadero como mera posibilidad, aunque éste puede caer en las formas de
reticencia; no es indispensable que la falsedad sea total, basta con que se agregue a lo
verdadero algo que sea falso, de tal modo que se modifique el sentido de lo que es verdadero, y
que pueda influir en el juicio del que tiene que juzgar. El testimonio es falso cuando en su
declaración positiva y negativa oculta lo que sabe sobre la verdad. Este falso testimonio ha sido
dado en contra de una de las partes, es decir, que lesiona el derecho de la otra parte; el delito se
ha consumado en el mismo acto de prestar los procesados el testimonio falso ante la autoridad
judicial conforme consta de las pruebas aportadas en la audiencia de juicio, así: de las copias del
juicio de divorcio emitido por el Juzgado Tercero de lo Civil de Sucumbíos, en los que constan
los testimonios rendidos por los procesados; con el texto de la denuncia presentada por la
ofendida Lida Petronila Pintado Pintado, con las partidas de matrimonio y de nacimiento
presentadas; con el informe de reconocimiento de lugar de los hechos y la prueba testimonial
receptada por el Tribunal en la audiencia de juicio”. Razones suficientes para llegar a la decisión
de rechazar el recurso de apelación.
Finalmente, los recurrentes alegan falta de aplicación de atenuantes en la sentencia dictada en
su contra, tanto por parte del Tribunal Penal, como por parte de la Corte Provincial, a la pena de
tres años de reclusión menor, por ser encontrados culpables del delito de perjurio, en calidad de
autores.
El artículo 355 del Código Penal establece que: “El falso testimonio se reprimirá con prisión de
uno a tres años; y el perjuçjp, con reclusión menor de tres a seis años.» (Las negrillas y
subrayado nos pertenecen). Del análisis de la sentencia impugnada, se puede constatar que los
recurrentes no han presentado descargos mediante los cuales se solicite al juzgador la
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consideración de atenuantes a la pena impuesta, la cual, consideramos es la adecuada, siendo
la minima conforme a la tipificación del delito, esto con respecto al intervalo que establece la
norma, entre la pena minima y la máxima, en este caso el tribunal a quo dispuso el minimo, esto
es la pena de tres años de reclusión menor.
En mérito de lo expuesto, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO
SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE
LA REPÚBLICA, de conformidad a lo dispuesto en el articulo 358 del Código de Procedimiento
Penal este Tñbunal de la Sala Especializada de lo Penal,
RESUELVE,
1. Declara improcedente el recurso de casación interpuesto
Jaramillo, y el señor Ángel Olegario Murillo Quiñónez, debido a
violación de la ley conforme a los presupuestos establecidos
Procedimiento Penal.
2. Devuélvase el expediente a la autoridad de origen para
Notifíquese y cúmplase.
Actúe la Doctora Sara Jiménez
por el señor
que no se ha
en el Art 349 del Códk
la ejecución de la
Certifico.Dra. Sai
SECRETARIA
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