COLLECTANEA BOTANICA (BARCELONA) 2 5 ( 2 ) , 2 0 0 0 258 Guillermo de Moerbeke, versión que se recogería en las ediciones impresas. La traducción en la centuria décimo cuarta de la Prognosis se imprimió en la edición latina de las Opera de Galeno de 1490. En las ediciones de los años veinte del siglo XVI se añadieron nuevos libros recién descubiertos y se depuró el canon. En 1525 sale de las prensas aldinas de Venecia la primera edición griega de las obras del de Pérgamo. En 1530, Simón de Colines, impresor de París, introdujo una nueva versión latina de su De simplicium medicamentorum facultatibus, traducida por Theodoricus Gerardus de Gante. Antes de que pasara un año, el impresor de Basilea A. Cratander aprovechaba ya la versión de Gerardus en una colección de "obras recientemente traducidas". A ésta le siguió, en 1538, las Galeni Pergameni...Opera Omnia, de la imprenta basilense de Cratander, J. Bebel, J. Hervagius y J. E. Froben, en cuya realización intervinieron Joachim Camerarius el Viejo, Fuchs y Hieronymus Gemusaeus. La recuperación de un Galeno exento de alifafes y errores no significó, empero, el hundimiento proclamado de los "bárbaros" Avicena y Serapión, que se seguían enseñando. 15 En los años treinta del siglo XVI, cualquier estudioso de la materia médica tenía, pues, a su alcance un repertorio bastante completo de las obras clásicas fundamentales. Disponía del texto griego y, en su caso la traducción latina también, de Teofrasto, Dioscórides y Galeno. La Naturalis Historia de Plinio. El naturalista del Renacimiento puede completar su formación con nuevas versiones de los libros agronómicos De re rustica, con escritos de Catón, Varrón, Columela y Paladio, que se editan ya en 1514. Por otro lado, la vieja tradición de los herbarios persiste a través de la impresión, por ejemplo, del Hortus sanitatis en 1517. Tradición cuya renovación y puesta al día podemos epitomizar en Valerius Cordus (1515-1544), uno de los botánicos más sobresalientes, autor del Dispensatorium (1535). Y también en el extenso Examen omnium simplicium medicamentorum, de Brasavola, impreso en 1536 por vez primera. Entre los años treinta y cuarenta la escuela alemana se afianza. La conciencia de una flora peculiar, distinta de la mediterránea, promueve el esbozo rudimentario de la geobotánica. Para conocer las plantas, no bastan, pues, los libros, sino que hay que salir al campo, práctica cuya instauración se atribuye a Euricius Cordus (1486-1553), autor de un Botanologicon publicado en Colonia 1534, primer tratado de botánica científica en Alemania. Se amasa la nueva tendencia con el fervor nacionalista, asociado a la Reforma. Los "padres fundadores" pugnan por imponerse a los herbarios ferrarenses, merced, entre otras cosas, a la incorporación de los grabados. Es el caso del Krauterbuch de Hieronymus Bock (1498-1554), Tragus} La obra apareció primero en alemán en 1539, sin ilustraciones; en 1546 con ilustraciones y en 1551 con ilustraciones adicionales. Bock le ofreció a Brunfels material para su gran Herbarum vivae eicones, y Brunfels le instó a su vez a escribir su propio libro en lengua vernácula. Sus descripciones de las flores son notablemente claras, incluso sin el auxilio de las ilustraciones. Reconoció la corola, estambres y pistilos como partes esenciales de muchas flores, y es quizás el primer botánico del XVI en sentir la necesidad de una clasificación. También se difunde con autoridad la imponente Historia stirpium commentarii insignes, maximis impensis et vigiliis elaboran, adiectis earundem viris plusquam quingentis imaginibus, numquam antea ad naturae imitationem artificiosius effictis et expressis, de Fuchs, impresa en 1542. Nos legó 40 plantas inéditas y comentó la historia de algunas especies americanas, entre las cuales el maíz, al que 16 1