Con actos imprudentes, bogotanos provocan accidentes y afectan la

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Con actos imprudentes, bogotanos
accidentes y afectan la movilidad
provocan
En el 90 por ciento, los accidentes son originados por
"comportamientos de riesgo del conductor, como el exceso de
velocidad", según el comandante de la Policía de Tránsito, coronel
Ómar González.
¿Cómo establecer si ha aumentado la imprudencia? Un índice son
las cifras de accidentalidad que, según el oficial reportan un
incremento "preocupante".
Y así lo confirman las estadísticas de la Secretaría de Movilidad:
entre enero y marzo de este año murieron 128 personas en
accidentes de tránsito, un 24 por ciento más que en el mismo
periodo del año pasado, cuando perdieron la vida 96 personas. La
cifra de heridos también subió, en un 14 por ciento (de 4.026 a
4.584 casos).
Las cifras también advierten sobre una falta de cultura ciudadana.
Al menos así lo creen algunos expertos, como Ricardo Montezuma,
director de la Fundación Ciudad Humana. "El manejo de la cultura
ciudadana -dice Montezuma- ha disminuido. Hay que estar
relanzando campañas. El tema del control también ha sido dejado
de lado. No hay control sobre las motos y los estacionamientos".
Tradicionalmente, a la hora de buscar las causas del caos vial en la
ciudad, se habla del exceso de carros particulares, la sobreoferta
de buses o la escasez de vías.
Y siempre se menciona que los 15.000 kilómetros de vías que tiene
la ciudad son insuficientes para el millón 200 mil carros
particulares que circulan a diario, y que los 8.000 buses de
sobreoferta y los 52.000 taxis, son los culpables de los largos
trancones.
Pero hoy el impacto del comportamiento de conductores y
peatones en la situación del tránsito es parte de los temas que
evalúan las autoridades a la hora de mirar el problema.
¿Imprudencia o impaciencia?
Patricia González, secretaria de Movilidad, dice que otro punto
que advierte sobre la irresponsabilidad al volante es el balance de
comparendos. "El transporte público y escolar suma más de 31.000
comparendos en cuatro meses", añadió González.
El fenómeno de 'cero en conducta' también se refleja, por
ejemplo, en personas que hablan por celular mientras manejan.
Entre enero y abril del 2006 los agentes de Tránsito multaron por
esa razón a 4.659 conductores. Este año, en el mismo periodo, han
sido castigados 5.233 choferes, un promedio de 43 diarios.
Para el ex alcalde de Bogotá, Paul Bromberg, quien desde 1997
continuó con una campaña de cultura ciudadana que había
empezado Antanas Mockus, casos como el del conductor que habla
por celular denota una cultura. "Nuestra jornada de trabajo
asociada con el teléfono empieza a las 6 a.m. y termina a las 10
p.m.. Siempre contestamos el teléfono".
Bromberg considera que más que imprudencia, lo que él nota es
impaciencia entre la gente. "La gente volvió a pitar. Nosotros
nunca hicimos un programa para dejar de pitar, pero con el
programa de cultura ciudadana la gente no pitaba".
El vacío en la educación de los ciudadanos, explica el coronel
Ómar González, viene desde el mismo colegio. "Desde 1931 se
estableció que la educación en seguridad vial es una obligación.
Pero la norma no se traduce en hechos. Los rectores de los
colegios tienen la facultad de determinar si aplican o no esa
cátedra y no lo hacen", agrega el coronel González.
Además de la educación en escuelas y colegios, ¿es hora de que la
Administración impulse nuevas campañas de cultura ciudadana?
Patricia González asegura que las campañas "permiten reducir la
accidentalidad y mejorar la movilidad, pero es definitivo el
comportamiento ciudadano porque cada peatón y conductor es
responsable de su integridad y la de los demás".
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