el sistema preventivo y la familia

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HIJAS DE MARIA AUXILIADORA
Espinosa y Cárcel, 26
41005 – SEVILLA
¡S er hoy con los jóvenes ca sa que eva ng eliza !
Enero 2014
EL SISTEMA PREVENTIVO Y LA FAMILIA
Es difícil en los tiempos que corren afrontar la educación
de los hijos con calma y sosiego. Las prisas, el trabajo del padre,
de la madre, el cansancio, la edad madura de muchos padres, las
actividades extraescolares… son instrumentos que ayudan a la
falta de tiempo, y en ocasiones de ganas, para pararse y
reflexionar sobre el tipo de
educación que se está ofreciendo a los hijos. Desde
estas páginas queremos ofreceros la oportunidad de
conocer un poco más a fondo el sistema preventivo,
sistema en el que habéis sumergido a vuestros hijos al
acercarlos a la escuela salesiana y provocar la reflexión
sobre la institución familiar.
En primer lugar, recordamos en qué tres pilares se sustenta este sistema por el
que tanto trabajó don Bosco y que nos dejó en herencia: razón, religión y amor.
La Razón implica la claridad de ideas y el culto de la verdad, el uso del sentido
común y la creación de una opinión crítica constructiva, favoreciendo la capacidad de
juicio y de formarse convicciones personales que ayuden a gobernar la propia
existencia. Implica responsabilidad, adaptada a cada etapa de la vida.
La Religión involucra a la persona en un sistema de valores cristianos que guían
el proyecto personal de vida, en el que la preocupación por el otro como reflejo de
Cristo es un punto fundamental.
El Amor, demostrado en palabras, gestos, ayudas, sentimientos de gratitud y
cordial disponibilidad es el tercer y último pilar. El amor se traduce en dedicación de
los educadores –padres como personas entregadas totalmente al bien de sus
educandos, dispuestos a afrontar sacrificios y fatigas.
CARPETAS PARA EL DIÁLOGO
Y LA REFLEXIÓN EN FAMILIA. Enero´2014
HIJAS DE MARIA AUXILIADORA
Espinosa y Cárcel, 26
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En segundo lugar, recordamos que la familia es el espacio fundamental de
relación de los niños y jóvenes. La familia es el mejor espacio para orientar las
decisiones de los niños y jóvenes, para transmitir los valores que deben fundamentar
una vida cristiana, para encontrar o buscar el sentido de la propia vida, para elaborarse
unas pautas de comportamiento… y es responsabilidad imprescindible de los padres
hacerlo, y hacerlo desde el amor. Es el amor de los padres el que prepara el corazón
del hijo para recibir el bien y las verdades que éstos comunican. La educación desde el
amor conquista el corazón del hijo y ejerce sobre él gran influencia. No hay que olvidar
que el niño se nutre de quién le dice las cosas y se las muestra.
¿Cómo aplicar el Sistema Preventivo en la familia?
Claramente no es tarea fácil, fundamentalmente
porque una de las premisas de este sistema es evitar
totalmente los castigos violentos y alejar incluso los
suaves, aunque no por ello prescinda de las
correcciones. Lo fundamental de este sistema es
mostrar a los hijos el reglamento familiar y vigilar de
manera amorosa, sirviendo de guía, dando consejos y
corrigiendo con amabilidad, en definitiva consiste en situar a los hijos en la
imposibilidad de faltar. De todos modos no hay que perder de vista que la principal
causa de falta en los niños es su ligereza, ya que olvidan las reglas y sus
correspondientes castigos. Esto viene motivado por la inmadurez y su falta de
experiencia. Es por ello necesaria la presencia amorosa y vigilante de los padres que
corrigen y que intentan que los hijos no se sientan avergonzados por las faltas
cometidas intentando ganar su corazón. El hijo no sólo debe saber que los padres lo
aman sino que tienen que sentirse amados. Es necesaria una relación personal padreshijo en la que el “colegueo” no tiene cabida.
Para que este sistema funcione los padres deben saber que son educadores, y
que no deben dejar que todas la ocupaciones y la falta de tiempo, el cansancio… los
aleje de esta tarea de educar tan difícil pero hermosa.
Para que esto sea posible ofrecemos algunas orientaciones que facilitarán la
aplicación de este sistema que ayudó tanto a Don Bosco como a sus jóvenes.
A la hora de poner en práctica este sistema educativo, debemos de tener
presente la importancia de varios elementos como son: la escucha activa, la acogida, la
presencia animadora-preventiva y la amabilidad y que a continuación explicamos.
CARPETAS PARA EL DIÁLOGO
Y LA REFLEXIÓN EN FAMILIA. Enero´2014
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Escucha activa. Implica una disposición afectiva y positiva
hacia el otro. Implica saber escuchar también lo que no se dice con
palabras (gestos, posturas, expresiones de la cara, tono de voz,
mirada…). Es necesario dejar de oír y empezar a escuchar, no
presuponer lo que me van a decir, tener paciencia y dedicar
tiempo, que a veces no tenemos. ¿No tenemos? Cuando
escuchamos a otra persona le estamos demostrando nuestro
cariño le estamos diciendo sin palabras que nos interesa la persona y lo que nos está
diciendo.
La acogida. Supone crear un clima de relaciones amistosas
entre los educandos-padres y los hijos. Además, crea un
ambiente de confianza recíproca, de espontaneidad, de diálogo,
de disposición para compartir y enriquecernos mutuamente, sin
perder de vista que los hijos necesitan un acompañamiento para
poder desarrollar todas las potencialidades que por sí solos
probablemente no conseguirían desenvolver. Se hacen propuestas que ayudan a
construir y no obstaculizan. Es necesario admitir y aceptar a cada hijo como es,
dejando que exista una conexión entre lo que llevan dentro y las propuestas que les
ayuden a tomar decisiones.
Presencia animadora-preventiva. Lo importante
es que el hijo encuentre en los padres un educador con el
corazón de un amigo. Un educador-amigo que esté cerca cuando
le haga falta, que nunca manifieste cansancio o enfado por estar
con él, que disfrute compartiendo con él momentos y actividades
diversas, que anime sus iniciativas, que realice propuestas
apropiadas a su edad y que sea un modelo coherente entre lo
que propone y lo que vive. Don Bosco decía que había dos maneras de educar: la
represiva y la preventiva. Ejemplo de la primera es amenazar al hijo que va a hacer
algo que no está bien con un castigo (tocar la chimenea), ya sea físico o no (“No toques
ahí que te doy en las manos”). En cuanto a la prevención recordamos al niño qué
consecuencias tuvieron su actos en el pasado para que reflexione y cese en su
empeño. (“¿Recuerdas lo que te dolió cuando tocaste la chimenea?”). Son dos formas
diferentes de educar y de ser educado. Si optamos por la segunda fórmula, es
necesario que creamos firmemente en la capacidad de los hijos para ser educados en
este sistema o la práctica no funcionará.
CARPETAS PARA EL DIÁLOGO
Y LA REFLEXIÓN EN FAMILIA. Enero´2014
HIJAS DE MARIA AUXILIADORA
Espinosa y Cárcel, 26
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¡S er hoy con los jóvenes ca sa que eva ng eliza !
Amabilidad. El
amor es un elemento fundamental en el
Sistema Preventivo. Don Bosco decía que la educación era cosa
del corazón. También solía decir que se conseguía más con una
gota de miel que una tinaja de vinagre. La llave que nos deja
entrar en el corazón de los hijos es el cariño, y no basta con
decirle que lo queremos mucho, ellos deben sentirse de verdad
queridos. Don Bosco decía: “Que los jóvenes no sean solamente
amados, sino que se den cuenta de que se les ama…el que sabe que es amado, ama… y
el que es amado lo consigue todo…”
Reflexionemos sobre lo leído:
1. ¿Conozco suficientemente el Sistema Preventivo o
necesitaría redescubrirlo?
2. ¿Me pueden las prisas, el cansancio, la desgana en el
proceso educativo de mi/s hijo/s?
3. ¿Soy consciente de que la familia es el primer lugar dónde
se educan los hijos y que la escuela sólo ayuda y
complementa?
4. De los tres pilares: Razón, religión y amor, ¿falta alguno en mi familia o debo
potenciar alguno un poco más?
5. ¿Creo en el Sistema Preventivo y me siento con ganas de ponerlo en práctica en
mi familia?
6. ¿Escucho activamente a mis hijos? ¿Los acepto como son? ¿Hago de educador
o de colega?
7. Mi sistema educativo es ¿represivo o preventivo?
8. ¿Soy gota de miel o tinaja de vinagre?
CARPETAS PARA EL DIÁLOGO
Y LA REFLEXIÓN EN FAMILIA. Enero´2014
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