SALA DE CASACION CIVIL Magistrado Ponente: CARLOS

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SALA DE CASACION CIVIL
Magistrado Ponente: CARLOS OBERTO VELÉZ
En el juicio por cumplimiento de contrato, seguido ante el Juzgado
Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la
Circunscripción
Judicial
del
Área
Metropolitana,
por
el
ciudadano
FREDDY MEZERHANE GOSEN, judicialmente representado por los
profesionales del derecho Mauro Domingo González Capote, Cristina
Rodríguez Sanoja y Daida Orlando Perozzi, contra la sociedad de comercio
que
se
distingue
con
la
denominación
mercantil
SEGUROS
LA
FEDERACIÓN C.A., patrocinada por los abogados en ejercicio de su
profesión Humberto Álvarez Hinterlach y Joaquín Moreno Pampin; el
Juzgado Superior Segundo en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la misma
Circunscripción Judicial, en fecha 30 de octubre de 1998 dictó sentencia
declarando sin lugar los recursos de hecho ejercidos por la nombrada
demandada y las citadas en garantía por ésta, empresas reaseguradoras
UNDERWRITERS
AVIATION
AT
LLOYD’S,
INSURANCE
(UK)
LONDON,
LTD.,
AXA
NORWICH
MARINE
AND
UNION
FIRE
INSURANCE SOCIETY LTD. No. 1, A/C., LA REUNION FRANCAISE
SOC.
ANON.
D’
ASURANCES
ET
DES
REASSURANCES,
ATLAS
ASSURANCE COMPANY LTD. ‘T’ A/C.,OCEAN MARINE INSURANCE
COMPANY LTD., CORNHILLINSURANCE PLC. ‘T’ A/C, INDEMNITY
MARINE
ASSURANCES
CO.
LTD.,
PHOENIX
ASSURANCE
PLC.,
NORTHERN ASSURANCE COMPANY No 6 A/C, PHOENIX ASSURANCE
PLC
(PER
LONDON
ASSURANCE),
WURTTEMBERGISCHE
VERSICHERUGGS A.G., GAN MINSTER INSURANCE COMPANY LTD.,
COMMERCIAL
UNION
ASSURANCE
PLC
(PER
AGENCY
DPT),
representadas judicialmente por el abogado Rafael Arnoldo Barroeta
Muñóz, confirmando de esa manera la decisión recurrida de hecho.
Contra la preindicada decisión, la demandada y las citadas en
garantía, anunciaron recurso de casación, los cuales fueron admitidos y
oportunamente
formalizados.
Hubo
impugnación
y
réplica,
sin
contrarréplica.
Concluida la substanciación de los recursos, pasa la Sala a dictar su
máxima decisión bajo la ponencia del Magistrado quien con tal carácter
suscribe el presente fallo, y lo hace previa a las siguientes consideraciones:
PUNTO PREVIO
Con relación a la competencia sobre la admisión del recurso de
casación, esta Sala, en sentencia del Magistrado Ponente, dejó establecido:
“...Es pacífica y reiterada la doctrina conforme a la cual, es a esta
Sala, a quien en definitiva compete resolver sobre la
admisibilidad del recurso de casación, no obstante la decisión que
al respecto hubiere dictado el tribunal de última instancia;
facultad que ejerce, bien de oficio o a instancia de parte, cuando
observare que la admisión se hizo violentando los preceptos
legales que regulan la materia....” (Sentencia de la Sala de
Casación Civil de fecha 6 de abril de 2000, en el juicio de El
Centro Comercial Plaza Las Américas contra Inmobiliaria 4.000,
C.A., en el expediente N º99-559, sentencia N º 104).
Ahora bien, tomando en cuenta el antecedente transcrito, la Sala
pasa a decidir y a tales efectos, observa:
De una detenida y exhaustiva revisión de las actas que integran el
presente expediente, se constata que en las mismas no se encuentra inserta
en forma alguna el escrito de la demanda. Con vista a tal situación, y en
aplicación a la doctrina transcrita esta Sala, en uso de la competencia
funcional, jerárquica vertical, que permite a este Máximo Tribunal de
Justicia ser en definitiva quien resuelva en última instancia sobre la
admisibilidad del recurso de casación que se interponga, considera, que los
ejercidos en el sub iudice, deben ser declarados inadmisibles, tal y como se
declarará en forma expresa, positiva y precisa en el dispositivo de este
fallo.
A los efectos de fundamentar la determinación que antecede, la Sala
se permite transcribir sentencia reiterada, de fecha 1º de julio de 1999, exp.
Nº 97-690, en el juicio de Elizabeth Mary Cordero y otra contra Djwrrayed
Kahoati a través de la cual, estableció:
“...Ahora bien, la diuturna doctrina de este Alto Tribunal
invariablemente ha definido que el único medio con el cual cuenta
esta Sala de Casación Civil para fijar la cuantía o interés
patrimonial de un proceso, es el contenido –la pretensión- del
acto procesal por cuyo conducto ese proceso haya sido iniciado.
Lo expuesto en el párrafo anterior, queda consignado en la
jurisprudencia de esta Sala, que igualmente, a renglón seguido, se
transcribe:
‘No obstante la decisión del superior, a la Sala le corresponde
declarar la procedencia o improcedencia de la determinación del
sentenciador superior, a los fines del pronunciamiento oportuno
sobre la admisión o no del recurso de casación anunciado. A tal
fin la sala pasa a revisar las actas del expediente y encuentra que
de las actas remitidas a esta Corte, no se encuentra el libelo de la
demanda, único medio que tiene la Corte para poder fijar el
interés del juicio y así lo ha señalado la Corte en otras
oportunidades. En decisión de fecha 7 de marzo de 1985, la Sala
estableció que para determinar o fijar el interés principal del
juicio debe (sic) tomarse en consideración únicamente los
elementos del cálculo contenidos en el propio libelo de la
demanda, sin que pueda recurrirse para ello al estudio de
documentos que se acompañen como prueba del derecho que se
pretende:
Así ha indicado la sala en reiteradas oportunidades:
‘…se abandonan expresamente las jurisprudencias que hasta ahora
habían prevalecido, en el sentido de fijar el interés principal del
juicio tomando como elementos de cálculo factores contenidos en
los documentos anexados a la demanda o querella; en los propios
autos para la competencia en razón de la cuantía, y respecto de los
interdictos, fijar de la documentación acompañada para solicitar
la protección posesoria. En lo sucesivo, se reitera, la Sala tomará
únicamente en consideración, para la estimación del interés
principal del juicio, elementos de cálculo contenidos en el propio
libelo de la demanda o querella interdictal'.
Aplicada la anterior doctrina al caso de autos, se observa que,
como en el presente caso no aparece de las actas remitidas a esta
Sala, copia del libelo de la demanda de necesaria consignación
para establecer el interés principal del juicio, tomándose en
consideración la situación de autos debe la sala declarar
inadmisible el recurso de casación anunciado. (Auto de la S.C.C.
del 13 de mayo de 1997, con ponencia del Dr. Aníbal Rueda, caso:
Municipio Zamora del Estado Aragua, exp. N º 97 – 124).
De acuerdo con doctrina reiterada de esta Sala, a la Corte
Suprema de Justicia compete decidir, en último término, acerca de
la admisibilidad del recurso de casación propuesto, no obstante la
admisión que hubiese realizado la instancia, en tal caso podrá
revocarse el auto de admisión si se encontrase contrario a
derecho, y declarase inadmisible el recurso interpuesto.
Es pacífica y reiterada la doctrina de esta Sala que requiere la
demostración de la cuantía necesaria para la admisión del recurso
de casación, mediante la inserción en el expediente que se reciba
para su examen ante la Corte, de una copia certificada del libelo
de la demanda, en aquellos casos excepcionales en los cuales, por
admitirse de inmediato el recurso contra una decisión
interlocutoria, no se remita íntegro el expediente en el cual se ha
sustanciado el proceso.
En efecto, en sentencias del 25 de marzo de 1992 y 8 de febrero
de 1995, se ratificó el criterio sustentado en decisión de fecha 7
de marzo de 1985, de acuerdo con el cual esta Sala estableció que
para determinar o fijar el interés principal del juicio, debe
tomarse en consideración únicamente los elementos de cálculo
contenidos en el propio libelo de la demanda, sin que pueda
recurrirse para ello al estudio de documentos que se acompañan
como prueba del derecho que se pretende’....”
Conforme a la doctrina transcrita y en atención a que, como ya se
expresó, no se encuentra acreditada a las actas la copia certificada del
escrito de la demanda y siendo que los formalizantes incumplieron con la
obligación de consignarla oportunamente, esta Sala estima reiterar, para el
caso en particular, el criterio inveterado y sostenido en cuanto a que, la
ausencia absoluta en las actas del escrito libelar, considerado por la
jurisprudencia
como el único elemento para determinar y establecer el
requisito de la cuantía en la demanda, imposibilita dar por demostrado el
mencionado
requisito, determinante para la admisión del recurso de
casación, y en este sentido la Sala, por vía del Magistrado ponente de esta
decisión, se ha pronunciado en la forma siguiente:
“...De acuerdo con la doctrina de esta Sala, la cuantía se
evidencia únicamente del escrito de la demanda, siendo carga
procesal del recurrente de hecho aportar dicho documento para su
verificación. De lo cual resulta que, al no consignarse en los autos
la respectiva copia certificada de éste no puede ser constatado su
cumplimiento….”( Sentencia N º 46 de la Sala de Casación Civil
de fecha 14 de marzo de 2000, Exp. N º 99-346)
El análisis anterior y conforme a la doctrina vigente, es indudable
que la conclusión conlleva a declarar la inadmisibilidad de los recursos
interpuestos, tal y como se hará en forma expresa, positiva y precisa en la
dispositiva de este fallo. Así se resuelve.
A pesar de la determinación tomada en el caso en particular, esta
Sala, habiendo sido penetrada en serias dudas sobre la extrema formalidad
de la doctrina vigente, aplicada en el sub iudice, considera que su
inflexibilidad,
choca
con
la
naturaleza
intrínseca
del
principio
de
exhaustividad de la sentencia, que impone al juzgador el deber de
pronunciarse sobre todas las alegaciones y peticiones de las partes,
realizando el análisis íntegro sobre las actas del proceso, contraviniendo
igualmente el alcance del artículo 12 del Código de Procedimiento Civil, de
cuyo texto se desprende, por interpretación contraria, que los elementos de
convicción para que el juez pueda conformar su decisión, únicamente puede
extraerlos de los autos; del mismo modo, el criterio restringido que
inveteradamente hasta ahora se ha sostenido con relación a que, es el libelo
de la demanda el único instrumento esencial para determinar el requisito de
la cuantía indispensable para la admisión del recurso de casación, atenta
contra el efecto probatorio de aquellos documentos en los cuales la fe
pública del funcionario que los suscribe o los avala con su actuación
inherente al cargo que desempeña, se vea anulada, sin fundamentación legal
alguna que pueda amparar tal situación, impidiéndole al juez plasmar la
verdad como el norte de sus actos, la cual procurará conocer en los límites
de su oficio.
Considerando, entre otras, las observaciones precedentes, esta Sala de
Casación Civil a los efectos de atemperar la inflexibilidad del criterio in
comento y sin restarle la importancia que tiene el escrito de la demanda
para establecer la cuantía exigida en la admisión del recurso de casación,
abandona expresamente el criterio sustentado en la indicada decisión de
fecha 7 de marzo de 1985, ratificada en sentencias del 25 de marzo de 1992
y 8 de febrero de 1995 y asi sucesivamente en todos los autos y fallos que
hasta la presente fecha se han publicado y ESTABLECE, que para los
recursos que se admitan a partir de la fecha de publicación de este fallo,
tendrán valor demostrativo a los efectos de verificar la cuantía de la
demanda, como requisito para la admisión del recurso casacionista, todos
aquellos documentos autorizados con las solemnidades del caso por un juez
u otro funcionario o empleado público que tenga facultada para dar fe
pública en el ejercicio de sus funciones pueda haber dejado claramente
determinado dicha cuantía, que en abundamiento podrán ser corroborado
con los indicios procesales existentes en las actas, siendo que éstos por si
sólos, no servirán como elementos determinantes para establecer la cuantía
de la demanda.
No obstante, considerando que los recursos fueron anunciados y
formalizados bajo la vigencia de la doctrina precedentemente transcrita y
acogida en forma pacífica y reiterada en decisiones de reciente data, la Sala
estima, que el nuevo criterio que establece por vía de esta sentencia, no le
es aplicable al caso ya estudiado, por cuanto, el efecto de su vigencia es a
partir del día siguiente de la publicación de este fallo. Así se establece.
DECISIÓN
En fuerza de las anteriores consideraciones, este Tribunal Supremo de
Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, en Sala de Casación
Civil, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de
la Ley, declara INADMISIBLE los recursos anunciados contra la sentencia
de fecha 30 de octubre de 1998, publicada por el Juzgado Superior Segundo
en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas; y, por vía de consecuencia, se REVOCA el auto
mediante el cual fueron admitidos.
No hay condenatoria en costas, por la índole especial de la decisión.
Publíquese, regístrese y remítase el expediente al Tribunal de la
causa, Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del
Tránsito de la precitada Circunscripción Judicial y particípese al Tribunal
Superior de origen tal como lo prevé el artículo 326 del Código de
Procedimiento Civil.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Casación Civil, del
Tribunal
Supremo de Justicia, en Caracas a los dos (02) días del mes de noviembre
de dos mil. Años: 190º de la Independencia y 141º de la Federación.
El Presidente de la Sala,
_________________________
FRANKLIN ARRIECHE G.
El Vicepresidente,
___________________________
ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ
Magistrado-Ponente,
______________________
CARLOS OBERTO VÉLEZ
La Secretaria,
_______________________
DILCIA QUEVEDO
Exp. 99-743
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